TOMO SEGUNDO.
CONTIENE LOS AUTORES DESDE EL AÑO 1701
HASTA EL PRESENTE DE 1829.
VALENCIA.
IMPRENTA Y LIBRERÍA DE ILDEFONSO MOMPIÉ.
Año 1830.
PRÓLOGO.
Sin haber tenido jamás la vana presunción de que podría acabar de un modo completo y enteramente digno la Biblioteca de Escritores Valencianos, ni haberme lisonjeado en ningún tiempo serme fácil la ejecución de esta obra que presento concluida; confieso que nunca estuvo en mis alcances la previsión de las grandes dificultades y obstáculos que me han sobrevenido cuando creía navegar felizmente hacia el puerto. La empresa mirada en sí, se presentaba tan ardua como superior a mis fuerzas: por lo mismo no me comprometí a otra cosa que a contribuir con los escasos frutos de mi celo a la gloria de la patria. Bien consideraba lo escabroso del camino que debía andar, y el terreno que me era forzoso recorrer, si llevaba a cabo mi tarea. Para ello tenía mi provisión de materiales y noticias de los escritores que habían fallecido, y a manera del mercader que cuenta con un caudal que parte tiene en caja y parte en créditos asegurados de la mejor calidad, así contaba yo también como seguro cuanto se me ofreciese insertar en mi Biblioteca sobre los que actualmente viven. Jamás hubiera pensado que cuando pediría a los vivos, en nombre de la patria, las luces, y aún sacrificios del amor propio, que le deben sus buenos hijos, había de volver con las manos enteramente vacías, desairando por su indolencia o negativa, los afanes que como a buen patricio le soy deudor. Por desgracia así me ha sucedido, aunque estaba muy lejos de pensar en ello: no lo creyeran mis lectores, si no lo manifestase, por ser una cosa muy conforme al orden regular el que todos se prestasen con franqueza a lo que tanto honor reporta, no solamente a la Provincia, si que también, y muy individualmente, a sus mismas personas y familias. Habiendo, pues, luchado contra todos estos embarazos, y presentado al público este segundo tomo, miro como indispensable dar satisfacción a varios cargos que acaso se podrían formar sobre la ejecución de mi plan, adelantándome a prevenir con sinceridad y llaneza lo que alguno pudiera achacar a una siniestra opinión, o al imperioso influjo de las pasiones humanas, que a las veces no dejan de influir en las personas de letras y en la adjudicación del mérito de sus obras. En efecto, si al lector le pareciese mal el haberse dado lugar en esta Biblioteca a algunos mere traductores, debe antes reflexionar que yo, para ser útil a la patria en el ramo que me he propuesto, jamás quise abrirme un camino nuevo, y sí seguir los pasos de mis predecesores. ¿Las traducciones por ventura, no son obras literarias, en que si bien se presentan los pensamientos en el original, le queda al traductor el ímprobo trabajo de verterlos al español, buscando las correspondientes expresiones entre uno y otro idioma con lo que acredita su talento y juicio? No es de tan poco mérito el arte de traducir, requiere indispensablemente buen gusto, y exacto discernimiento, como lo demuestra D. Antonio Campmany (Capmany) en su obra. Bien lo entendió así el célebre D. Nicolás Antonio, y por ello no puso dificultad en insertar en su Biblioteca a muchos traductores: ¿acaso la traducción de la Vida de Cicerón por el caballero Azara, y de la Historia natural de Buffon por el Sr. Clavijo, no merecen la preferencia a muchos escritores originales?
Ni tampoco será justa la queja que alguno me pudiera dar por ver en esta Biblioteca los nombres de los Autores de alguna pieza suelta, porque fuera de que no he mirado como obligación mía graduar el mérito de todas las obras, sino la de dar a conocer los escritores, aunque no lo sean sino de una corta composición, ya por ella se puede calificar de escritor. ¿Y quién duda que muchos sólo han debido la celebridad a una de sus producciones, sin atender a las otras con que nos han enriquecido?
No deja de ser verdad que en la biografía de algunos autores se advierte alguna escasez de memorias que acaso no corresponde al concepto que adquirieron en el público, al paso que la de otros se presenta con un aspecto más brillante. No lo niego; pero yo no he hecho más que trasladar las expresiones de los documentos justificativos que he tenido presentes para la formación de sus artículos, bien que no ha dejado de influir la idea de que acaso así pudiera exponerse a mejor luz su mérito literario; así como por la razón inversa no he creído necesario extenderme tanto en la memoria biográfica de los otros que ya los favorecía la opinión. Por otra parte esta desigualdad, y particularmente la escasez en las noticias de algunos escritores, no deja de ser un resultado de la poca generosidad con que han correspondido a las reiteradas invitaciones que yo mismo les he hecho, así a sus personas, como por medio de los periódicos y anuncios particulares. Y por tanto culpen en hora buena esta brevedad a su indolencia o a su modestia mal entendida, pues se trataba, no sólo de su gloria, si que la de todo nuestro país. Sin embargo debo advertir que esta observación no puede dirigirse a los artículos de ciertos escritores que ocupan un lugar subalterno entre los mismos, que bajo otros respetos se preciarían de ser sus panegiristas. Pero, ¿quién duda que a las veces el concepto público, por circunstancias que no siempre podemos atinar, se excede en favor de algunos, mientras que respecto a otros parece quedar muy desigual a su mérito? Si esta disparidad es en efecto de emulación literaria, o de la envidia de otros que interesan en rebajar la gloria de nuestro reino, o de alguna mano oculta que tenga en la materia particular interés, yo he estado tan lejos de quererlo averiguar, como cuidadoso de precaverme de tan maligna influencia.
Ni he tenido por inoportunas en mi Biblioteca algunas poesías, y tal cual hecho histórico que he insertado. Con la debida reflexión lo he ejecutado así, pues a más de ser muestras del mérito literario, o del estado y gusto que poseía y acompañaba a la lengua del país en la época en que vivieron sus autores, no dejan de ser conducentes muchas de ellas para aclarar la historia. En ello he tenido presente la importante máxima de un gran maestro del buen gusto en el escribir, que es unir lo útil con lo agradable; persuadido de que no menos lo uno, que lo otro, podrían amenizar una lectura que de su naturaleza debe ser, para los más, sobradamente árida y desabrida.
Tampoco me he sujetado en los escritores que aún viven al orden cronológico, según yo mismo me lo había prefijado; porque no teniendo a la mano todas las noticias necesarias para seguir rigurosamente este método, me ha parecido conveniente colocarles con arreglo a la época de la última obra que han publicado, o empleo que obtienen en el día, tomándome la libertad de alguna variación con el objeto de no retrasar más la publicación de esta obra, en cuyos índices, como accesorios, he sido menos prolijo de lo que pensaba, por haberme extendido más en las narraciones bibliográficas. He cumplido, pues, cuanto ofrecí en el prólogo del primer tomo, bajo los dos respetos a que según el título se reducía mi plan, y si con los escritores difuntos he procurado ser exacto observador de las leyes de la historia, he cuidado ser más circunspecto con los vivos, tratando de ellos sólo como compilador, con lo que sale al público el fruto de mis trabajos que completa la Biblioteca Valenciana hasta el año 1829. Los lectores que encuentren en ella menos de lo que esperaban, o de lo que se habían imaginado, no me den la culpa, sino a quien les hizo formar de la cortedad de mis luces algún concepto capaz de la perfección correspondiente a una obra de tal naturaleza, perfección que fuera intolerable arrogancia presuponer en mí, ni aun el pretenderla. Siempre he conocido lo limitado de mi talento, y muchas veces he sentido caérseme la pluma de la mano al considerar, no sin asombro y confusión, el vasto horizonte que debía recorrer y examinar; pero me reanimaba la gloria de mi patria, inspirándome un denodado interés en conservar y exponer a los ojos de todo el mundo los nombres de tantos laboriosos literatos hijos de nuestro país, que de otro modo iban a perderse de vista en la sucesión de los tiempos. Con más razón hubiera yo desistido de mi fatigosa tarea, cuando al publicar mi primer tomo observé que en medio de la favorable acogida con que me honraban algunos, era tan escaso el número de los suscriptores, como excesivo el de los que corren y se afanan por frívolas y acaso perjudiciales lecturas, ordinario objeto de muchos especuladores para el aumento de su peculio y acaso del de los extranjeros. En otro tiempo, una obra en que se interesan tantos, sin duda me hubiera proporcionado la justa recompensa de mis trabajos, pero en el día, por desgracia, sólo me ha producido vigilias, disgustos y dispendios. Esta amarga experiencia no fue capaz de arredrarme, antes me comunicó un nuevo espíritu y energía, con la dulce confianza de que por lo menos en este noble desinterés se reconocería en algún tiempo la generosidad de mis sentimientos. Porque, ¿bajo qué otro respeto más halagüeño y satisfactorio pueden los hombres desear que sus semejantes les sean útiles del mejor modo que a cada uno le sea posible? No lo es en mí satisfacer a todos, ni llenar colmadamente las esperanzas de los sabios, porque hubiera sido una excesiva arrogancia el haberlo pretendido. Conténtome con el aprecio que me demuestran algunos buenos hijos de la patria, y con la aprobación, o por lo menos indulgencia, de los verdaderos e imparciales literatos, a quienes corresponde la decisión del cumplimiento de la promesa que hice al público al emprender mi obra, en cuya conclusión sería cosa injusta el que no expresase mi verdadera gratitud y sincero reconocimiento hácia á algunos celosos paisanos que me han favorecido con sus noticias y consejos, y aun con su liberalidad.
ESCRITORES DEL SIGLO XVIII.
V. Fr. FRANCISCO DE LA CONCEPCIÓN.
1701.
Franciscano descalzo, natural de la villa de Pego, del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 141. Añádese que el P. Fr. Juan de S. Antonio, tomo 1, pág. 376 de su biblioteca franciscana, afirma que escribió otra obra que intitula: 1. Adversus errores Comphutij Philosophi Sinarum tractatus. Y dice que en Madrid vio el año 1729 al P. Fr. José de Santa Ella (Santaella), testigo de vista, que se conservaba dicha obra en la provincia de S. Gregorio de Filipinas, juntamente con los diez y siete tratados de teología mística, de quienes se hace también mención en la relación que se envió al Capítulo General tenido en Roma el año 1723, y habla de ellos Ximeno al número 2, en el artículo de este autor.
VICENTE DÍAZ DE SERRALDE.
1701.
Natural de Valencia, generoso: doctor en ambos derechos, y abogado del real concejo de la referida ciudad. Escribió: 1. El Salvador en su Imagen. Acto sacramental de la venida del Santísimo Cristo del Salvador a Valencia. Impreso en la misma, por Francisco Marzal, año 1701, en 4.° Lo trae el P. Rodríguez, biblioteca valentina, pág. 435, columna 1; y aunque Ximeno omite a los autores de solo una comedia, he creído deber mencionarlo.
D. VICENTE NOGUERA.
1701.
Sacerdote, canónigo penitenciario de Valencia, de donde era natural, y del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 141. Se añade que fue muy aficionado a la poesía, que cultivó repetidas veces, como se ve en las que se encuentran en las obras siguientes: En la aclamación festiva del antiquísimo juramento, que amplió la universidad de Valencia con la cláusula del primer instante &c. impreso en Valencia por Gerónimo Vilagrasa, año 1664, en 4.°, se halla un anagrama puro suyo: también un epigrama latino y dos sonetos a la página 125 del libro: Funesto geroglífico, que son las exequias que se hicieron en Valencia a Felipe IV, historiadas por D. Antonio Lázaro de Velasco, impresas en Valencia el año 1666, en 4.° En cuyo libro dice el autor, página 128, que de las ocho ideas o jeroglíficos referidos en él, y que se colocaron en el catafalco, las cuatro primeras son de nuestro Noguera, y las imprime con su declaración en la pág. 129. En el libro Fiestas a nuestra señora de los desamparados, su autor D. Francisco de la Torre, se hallan una canción en la página 207, y en la página 209 un soneto acróstico que llevó premio, un romance en la página 252; y en el libro Luces de la Aurora, del mismo La Torre, hay varias poesías latinas y castellanas de nuestro autor en la página 187.
FR. JAIME FERRER.
1703.
Religioso franciscano descalzo, natural de la villa de Alcora, reino de Valencia, de quien Ximeno habla en el tomo 2, pág. 149, col. 1. Adicionamos a sus noticias, que los números 2 y 3 que cita de nuestro autor, no son dos obras distintas, sino solo una, y tiene este título: 1. El laurel triunfante de la gracia Sta. Ursola anagramática: Ursola laurus. Historia de Sta. Ursola (Úrsula) y sus compañeras (ursulinas) laureada... Barcelona, por Bartolomé Giralt, año 1710, en 4.° Esta es distinta impresión de las que refiere Ximeno.
TOMÁS MARTÍNEZ.
1703.
Natural de la ciudad de Orihuela, doctor en leyes. Sacó a luz: 1. Recopilación de los estatutos, privilegios, y otras reales órdenes dados a la muy noble y muy leal ciudad de Orihuela para su gobierno. Compuesta de orden de los ilustres señores Justicia, Jurados y Consejo General de dicha ciudad, y dedicada a la misma. Orihuela, por Jaime Mesnier, impresor de la ciudad, año 1703, en folio.
FR. JOSÉ RODRÍGUEZ.
1703.
Religioso trinitario calzado, natural de Valencia, de quien largamente habla Ximeno, tomo 2, pág. 148. Baron sabio, amante de su patria; y a quien se debe el haber principiado con mucha laboriosidad la Biblioteca Valentina (trabajo que sé lo que vale por lo mucho que me cuesta) y a quien hemos de estar todos agradecidos por ser la primera provincial que en toda la península se había impreso hasta entonces, y por ello digno de los mayores elogios. Añadimos a su artículo lo siguiente: La obra del número 10 que Ximeno cita, esto es, Crónica de la provincia de Aragón, del orden de la Santísima Trinidad, se halla original en la librería de predicadores de Valencia. No es historia acabada, pero hay muchos apuntamientos y noticias para formarlos. La cita el mismo Rodríguez en su biblioteca, pág. 41, y el Dr. Sales en la historia de la Trinidad, capítulo 1, página 8.
Núm 11, Purpura Valentina: vi el original en la Biblioteca pública del palacio arzobispal de Valencia, que ya no existe.
Núm. 12 Purpura Trinitaria. Está manuscrita, el original estaba en la librería del convento de predicadores de Valencia. Añádense a sus obras:
Varios tomos en folio de opúsculos curiosos, con el título de papeles varios. Existían en la biblioteca pública del palacio arzobispal.
Purpura juxta purpuram. Es obra en que trata del misterio de la concepción. Quedó manuscrita, y se conserva en el archivo de su convento.
También compuso algunas poesías nuestro Rodríguez, que pueden verse en la página 90 de la Real Academia celebrada en Valencia el año 1668, al cumplir siete años el rey Carlos II. Dejó notas manuscritas a la relación del santísimo Cristo de la Cepa, que se venera en el monasterio de S. Benito del Real de la ciudad de Valladolid, y aunque las hizo en tiempo posterior, la relación insinuada la copió estando en Valladolid el 8 de agosto de 1674, según es de ver en dicho manuscrito.
MARIANA DÍAZ, después llamada la V. María Ana Emanuela de Cristo.
1704.
Natural de Orihuela: nació en 2 de febrero de 1666; fue admitida en la tercera orden del Carmen día 20 de abril del año 1698; siendo su vivir ejemplar, y edificando a todos, como puede verse en su vida que se imprimió en Orihuela en casa Jaime Munier, año 1705, en 4.°, historiada en un sermón. Murió dicha venerable en 11 de octubre de 1704. Según Cosme de S. Esteban Villiers, carmelita, en la biblioteca de su orden, impresa en Orleans el año 1752, en dos tomos en folio, al tomo 2, col. 337, tratando de esta venerable, dice que escribió: 1. Diferentes diálogos entre Dios y el alma fiel. En metro castellano. Manuscrito.
2. Muchas y varias poesías llenas de sentimientos y de instrucciones oportunas para encaminar el alma a las virtudes, y a propósito para inflamar en el amor de Dios. Manuscrito.
FR. GREGORIO CLADERA.
1704.
Natural de Valencia, donde tomó el hábito de S. Francisco en la regular observancia. Pasó a América y se incorporó en la provincia de Yucatán: fue allí lector de filosofía y teología; y mereció los honores de jubilado y padre de provincia. Siendo custodio de ella, pasó a Roma convocado al capítulo general de 1699 y donde predicó y dio a luz el opúsculo que después de dirá. A su vuelta por Madrid fue nombrado predicador del rey, calificador de la suprema, y teólogo de la nunciatura de España. Restituido a Yucatán, falleció en el convento de Mochocha (Mocochá) el año 1704. Escribió:
1. Sermón moral de la feria sexta de la semana primera de cuaresma, predicado en el hospital de Santiago de los Españoles de Roma. Impreso allí por Zenobi y Plachi el año 1700. En 4.°
Fr. Juan de S. Antonio en su biblioteca franciscana hace memoria de otro sermón de nuestro Cladera, y dice se imprimió en Roma el año 1704.
La biblioteca hispano-americana habla también de este autor.
FR. JOSÉ MARTÍ.
1705.
Carmelita, natural de Villarreal (Villa-Real, Vila-Real, Villareal), de quien habla Ximeno, tomo 2, pág. 150. También cultivó la poesía, como se ve en el libro de fiestas celebradas en Valencia a S. Juan de Mata y S. Félix de Valois, pues en la página 390 hay unas octavas, y 391 unas décimas glosando una cuartilla que se dio por asunto, y en el panegírico de Sor Ursola Micaela Morata, capuchina de Alicante, se leen dos sonetos de él. Escribió además: 1. Acto de contrición que hizo un religioso del Carmen observante de Valencia estando puesto en larga tribulación: en verso. Manuscrito.
2. De sacra scriptura (según el P. M. Gerónimo Despuig.) Es un tratado muy erudito, escrito por alguno de sus discípulos, que no conociendo el mérito de lo que su maestro le dictaba, se descuidó en llenar algunos vacíos que dejó por escribir; pero así incompleto se conserva manuscrito en la librería del convento del Carmen de Valencia.
3. Tractatus de primae hominis productio statu innocentiae et eius lapsu. Manuscrito, en 4.°.
4. Tractatus de operibus sex dierum. Manuscrito en folio.
También sacó a luz un sermón que predicó el Dr. José Nostrort, presbítero de la congregación de S. Felipe Neri de Valencia, el día 19 de julio del año 1685, en la octava que el convento del Carmen de Valencia consagra a su patrona. Valencia, imprenta de dicho convento, y año, en 4.°
Era dicho Nostrort de Villa Real como el maestro Martí.
D. ANTONIO DE LA FIGUERA.
1707.
Natural de Morella, diócesis de Tortosa, reino de Valencia. Fue canónigo doctoral de la iglesia de Segorbe, y juez conservador de la religión de San Juan. Escribió:
1. Satisfacción histórico-canónico y jurídica a varios papeles del ordinario de Valencia, en los cuales pretende justificar no poder en conciencia otorgar la concordia con la orden de Montesa que afirmaron entonces sobre la jurisdicción ordinaria eclesiástica de las parroquiales de Montesa y Vallada. Valencia, por Francisco Mestre, sin año de impresión, pero se hizo en el de 1707, en folio.
Véase a Rodríguez, biblioteca valenciana, página 480.
PEDRO JUAN BOGART DE GOMERA.
1707.
Natural de Valencia, del que Ximeno en el tomo 2, pág. 369, trata difusamente. Se añade que siendo maestro de humanidades en Játiva, tuvo grande inclinación a componer versos de anagramas y programas, laberintos &c. de modo que no había objeto que se le presentase a la memoria, o persona que conseguía algún empleo, que no le dedicase su epigrama: de aquí es que podría hacerse muy bien un crecido tomo de todos ellos, como yo lo he visto el año 1800 en una colección que el hijo de nuestro autor, que era franciscano observante, tenía en folio, y lo adquirió después de su muerte el P. José Melió, también observante, quien me lo enseñó. Contenía, pues: Un programa a Inocencio XI en 1686. = Un epigrama en la muerte del Dr. Miguel Saurina, cura de Canals, en 1698.
= Otro a la promoción del obispado de Orihuela del canónigo de Valencia D. José de la Torre y Orumbella, en 1701. = Otro al arzobispo de Valencia D. Juan Tomás de Rocabertí, en 1685. = Otro en 1694 en la muerte del Ilmo. D. Fr. José Sanchiz, ex-general de los mercenarios. = Otro por la promoción a cardenal de D. Francisco de Borja Ponce de León, en 1700. = Otro en la muerte del P. Fr. Agustín Antonio Pascual, ex-provincial de los Agustinos en 1691. = Otro hizo a S. Francisco Xavier, en 1686. = Otro al canónigo D. Vicente Victoria, que copia Palomino en la vida de este pintor, aunque ignora que sea de Bogart, como lo he visto firmado de este. = Otro al P. Fr. Juan Nolasco Risón, siendo electo provincial de los mercenarios en 1687. = Otro a Felipe V, en 1701 y otro impreso al folio 185 del libro Exequias de la Reina D.a María Luisa de Borbón, en 1689. Sin un gran número que como he referido estaban en dicho tomo. Compuso también en 1703, y dedicó al marqués de Villagarcía, un epigrama latino de once dísticos con un anagrama que publicó impreso en un pliego tendido con este título: “Ad D. D. Antonium de Mendoza, Marchionem de Villa-García S. Iacobi cruce insignitum, meritissimum Proregem Valentinum. Pro mercede in restitutione ad Rethoricae cathedram Setabiensem accepta, die 30 junii anno 1703 chronicum de purum Anagramma, inquo non solum annum, mensem ac restitutionis diem declaramus, verum etiam ipsum Excellentissimum Dominum Pro-regem Mocenatem fore apertis verbis designatur.”
JUAN BAUTISTA FUNES DE PAVIA.
1707.
Natural de la ciudad de Valencia, donde nació en el año 1667. Fue desde niño muy inclinado a la navegación, pero la muerte le cortó los muchos progresos que de su aplicación se esperaban. Murió en Valencia día 6 de abril de 1707, de edad de 40 años. En 1700 escribió la obra siguiente: 1. Derrotero general de las costas que contiene la mar del Sur en los Reinos y Provincias del Perú y Nueva España con las Derrotas y advertencias necesarias. Manuscrito en folio que existe original en la biblioteca Mayansiana.
MACARIO REDONDO.
1708.
Valenciano, beneficiado y clérigo de la catedral de Valencia, escribió:
1. Resumen de la vida admirable del hermano Martín de Porres de la tercera orden de la penitencia del P. Sto. Domingo. Valencia, al molino de la Rovella, año 1708, en 16.
D. PEDRO JOSÉ BORRULL DE ARBIZÚ. (Arbizu)
1708.
Nació en esta ciudad en 29 de junio de 1650: descubrió desde sus primeros años un gran talento y afición a las letras, sobresaliendo por ello entre sus condiscípulos: se ejercitó también en la poesía, y los tres epigramas latinos que siendo de edad de quince compuso con motivo de la muerte del rey D. Felipe IV, parecieron dignos de que sirvieran en las solemnes exequias del mismo, que celebró el ayuntamiento en 15 de octubre de 1665, colocándose en las puertas de la catedral, y publicándolos después con elogio D. Antonio Lázaro de Velasco en la relación de las mismas, que con el título de Funesto geroglífico enigma del mayor dolor, trabajó de orden de dicho ayuntamiento, y se imprimió por Gerónimo Villagrasa en 1666: y se encuentra también otro epigrama suyo latino en la obra de Fábrica de murs y valls, en elogio de ella y de su autor Don José Lop: las demás composiciones poéticas se han perdido.
Estudió la filosofía y jurisprudencia en esta universidad, y se graduó en la misma de doctor en ambos derechos: y como en los ejercicios literarios acreditase su mucha instrucción, le dio la ciudad en 12 de noviembre de 1669, aunque sólo tenía 19 años, la cátedra perpetua de código, y en 23 de abril de 1673, compitiendo (según refiere el Dr. Longa en los apuntamientos que sacó de los notales de dicha ciudad) con otros sujetos de mérito, la de instituta civil que vacaba por promoción de D. Martín Valonga a la fiscalía de la audiencia de Cerdeña.
No logró menor concepto en el foro; pues teniendo sólo 23 años informó el virrey conde de Paredes a la reina gobernadora, ser un abogado de todo crédito. Y en su consecuencia, y expresando S. M. con real orden de 21 de octubre de 1673 dio facultad al ayuntamiento, derogando las leyes que hubiese en contrario, para nombrarlo por conjunto con futura sucesión en la abogacía ordinaria del mismo, que por su edad y accidentes no podía servir el Dr. Miguel Juan Morets. Enterado el rey D. Carlos II de las circunstancias de D. Pedro, le nombró en 23 de abril de 1685 asesor del gobernador de esta ciudad y reino en las causas criminales; y en 7 de septiembre de 1689 le promovió a la plaza de alcalde del crimen, o como se llamaba entonces, de juez de corte de esta real audiencia: en cuyo destino trabajó incansablemente, haciendo en virtud de varias comisiones muchos viajes en persecución de los delincuentes; debiéndose a su diligencia la extinción de diferentes cuadrillas de bandidos (pone ban-bidos) que infestaban los pueblos del reino. En 5 de noviembre de 1691 le comisionó el rey para un negocio tan importante y delicado, como era inquirir sobre las violencias y robos cometidos en Alicante en tiempo que la bombardeó la escuadra francesa: restablecer en el estado que correspondía las justicias, arreglar el gobierno y cosas del comercio, hacer la planta de lo que pudiera convenir al alivio de lo padecido, examinar las ventas de la ciudad, y proceder contra los culpados, se detuvo siete meses en Alicante; y con real carta de 11 de noviembre de 1692 manifestándole S. M. haberse portado con mucha madurez y acuerdo, y desempeñado llenamente el encargo, fue servido aprobar cuanto había hecho. Y entendió también en 1694 en la justificación de los alborotos y castigo de varios pueblos de la marina y montaña contra los señores territoriales. Hallándose decano de la sala del crimen, le concedió S. M. en 21 de septiembre de 1694 la plaza de oidor de esta audiencia, en 1698 le encargó la visita de la ciudad de Valencia; le confirió después la asesoría del lugarteniente general de la orden de Montesa; y en 1699 fue de orden del virrey a Orihuela para componer las diferencias que se habían promovido con motivo de la excomunión publicada por el obispo contra el baile y otros ministros reales: en pocos días la ejecutó tan cumplidamente, que en 23 de diciembre de orden del supremo consejo de Aragón se le dieron las gracias. Su vasta instrucción, y el interés que tomaba en favorecer a los sujetos de mérito, le proporcionaron su amistad con los principales literatos, empleando en su trato los ratos que le permitían tantos y tan graves negocios que tenía a su cargo: en efecto, mantuvo correspondencia con el cl. conde de Cervellón, con D. Juan de la Torre y Orumbella, canónigo de esta iglesia y obispo de Orihuela, y omitiendo muchos otros, con el célebre Pedro Juan Gravina, que en sus cartas (1: Gravina. Epist. 4, lib. 3. Epistol. Em. Martini) le reconoce por eximio jurisconsulto; con el insigne crítico el Deán Martí, que le aplaude por doctísimo (2: Martí. Epist. 19, lib. 3. suar. Epist.), y con el erudito P. Manuel José Miñana, que no lo celebra menos (3: Miñana, Epist. 63, lib. 2. Epist. Martini, y lib. 1 de Bello rustico Valent. n. 9): y así no puede causar novedad los grandes elogios que le da el Dr. Juan Bautista Trobat (4: Trobat de effect. immort. praescript. lib. 2, tit. 5, quest. 9, cap. 5, n. 33; y en el cap. 9, . 86, y en el 60 n. ult).
Llegaron aquellos infelices tiempos, en que el Emperador de Alemania y varios otros Príncipes, intentaron privar al rey D. Felipe V del trono que legítimamente había ocupado, para sentar en el mismo al archiduque D. Carlos; y extendiéndose sus armas a modo de un rápido torrente por la península, se apoderaron de Valencia en 16 de diciembre de 1705; y al otro día, por no rendir vasallaje a un intruso, se salió D. Pedro de esta ciudad a fin de buscar otro lugar en que pudiera servir a su venerado soberano, siendo el primero de los ministros de esta audiencia que lo ejecutó; cuya acción fue muy de la gratitud del rey, como se le manifestó con cartas de 16 y de 27 de enero de 1706, mandándole que buscara al nuevo virrey duque de Arcos, y continuara a su disposición contribuyendo con todo lo que le pareciese más conveniente al real servicio en el recobro del presente reino; cuya confianza, permaneciendo al lado del duque y de su sucesor en el virreinato, desempeñó tan cumplidamente, que se sirvió S. M. premiarlo con la plaza de regente del supremo consejo de Aragón, que desempeñaba el marqués de Noguera, concediéndosela en 14 de octubre de 1706.
Sucedió poco después la abolición de los fueros de Aragón y de Valencia, acordada por decreto de 29 de junio de 1707, y la supresión del supremo consejo de Aragón; pero teniendo presente el rey sus importantes servicios, cuando destinaba a varios de los regentes del mismo a otros consejos, dio a don Pedro una plaza del de Castilla en 15 de julio siguiente, expidiéndole el título en el día 21 de aquel mes, y continuó en encargarle diferentes negocios.
Pero los muchos trabajos que había padecido, debilitaron su salud, y falleció en Madrid en 17 de agosto de 1708. Compadecido el rey de los empeños que por servirle había contraído, y de la cortedad de medios con que había dejado a su familia, le hizo merced de tres mil ducados de vellón de ayuda de costa para los gastos del entierro, y a su mujer doña María Bernarda Ramón, de una pensión de 300 ducados de plata (1: obran estos documentos en poder del Sr. D. Francisco Xavier Borrull, su nieto, y demás que se citan de su abuelo). Su muerte llenó de profundo sentimiento al deán Martí (2: Epist. 59, lib. 2. Suar. Epist.), considerando la infeliz situación a que quedaban reducidos la viuda y sus siete hijos por la falta de haberes, y tener perdido el apoyo que les prometía una buena colocación; mas la memoria del padre, la aplicación y progresos de todos los cuatro (arriba pone 7) hijos (que no suele ser frecuente) en la carrera literaria, les proporcionaron lo que necesitaban: pues D. Juan, que era el mayor, quiso permanecer en Valencia, contentándose con la asesoría de la diputación y abogacía de la ciudad; y aunque S. M. le agració con una regiduría, la renunció. Del D. José la publicó Ximeno (tomo 2, pág. 316, col. 2), que fue catedrático de prima de leyes de la universidad de Salamanca, y últimamente fiscal del consejo de Indias. El D. Vicente que mantuvo correspondencia en el idioma latino y griego con el célebre P. Miñana, logró por oposición una pavordría de leyes en esta universidad, y le honró S. M. con la plaza de real canceller o juez de contenciones, y después con las de alcalde del crimen y de oidor de la real audiencia. Y en el año de 1758 ya manifestaré que a D. Francisco, canónigo de la metropolitana de Valencia, le promovió el rey a auditor de la Rota Romana y al obispado de Tortosa.
Escribió: 1. Discurso sobre la futura sucesión de la abogacía ordinaria de la ciudad que tenía D. Miguel Juan Moret. Impreso en Valencia por Gerónimo Vilagrasa el año 1674, en folio.
2. Decisiones Senatus Valentini: se imprimieron siete, en que hizo de ponente: y según los papeles que quedaron, quería añadir varias otras para formar dos tomos; pero los trastornos acaecidos en este reino se lo impidieron.
3. Tractatus de re criminali, manuscrito de letra suya: un tomo en 4.° con la dedicatoria a los canónigos D. José Torre y Orumbella, y a D. Vicente Noguera, que logró el canonicato penitenciario en el mismo día que el autor tomó posesión de la asesoría del gobernador.
4. Tractatus de succesionibus ab intestato et ex testamento. Manuscrito de letra suya, ilustrado como el antecedente con varias decisiones de la audiencia de Valencia: un tomo en 4.°
Estos existen en poder del señor D. Francisco Xavier Borrull, su nieto, con otros menos considerables.
FR. AGUSTÍN BELLA.
1711.
Religioso agustino, hijo de la ciudad de Játiva, del cual habla Ximeno en el tomo 2, pág. 162. Se añade que la obra de nuestro autor Vida del venerable Fr. Agustín Antonio Pascual, impresa en Valencia por Vicente Cabrera el año 1699, en 4.°, contiene además las vidas siguientes, que están desde la página 335, a saber:
1. Vida del P. Fr. Bautista Leonart.
2. Vida del P. Fr. Gregorio, a Santa María.
3. Vida de Fr. Gerónimo Mollà.
4. Vida del P. Lector Fr. Antonio Gil
5. Vida del P. M. Fr. Tomás Bosch.
6. Vida del P. Fr. Gerónimo Lloscos.
7. Vida del P. M. Fr. Jaime López.
8. Vida del V. P. Posidonio Mayor.
9. Vida de Sor Faustina Lepanto.
10. Vida de Sor Estévana Alós.
11. Vida de Sor Clara Andreu.
12. Vida de Sor Isabel Juan García.
13. Vida del Dr. Patricio Sentandres. (Sentandreu, Sent : Sant : San Andrés)
Cuyo conjunto de historias hace más apreciable el libro, por resumirse en él tantas noticias de varios personajes.
D. JUAN DE LA TORRE.
1711.
De quien Ximeno habla al tomo 2, pág. 162, equivocando su patria, y haciéndole natural de Valencia, fue hijo de la villa de Morella. Baron pío, y tan docto en el latín y griego, que le veneraban en estas lenguas el deán Martí y el P. Miñana: siendo la confianza del Ilmo. Sr. Rocabertí, arzobispo de Valencia, que le hizo su limosnero.
Escribió más: 1. Glosa a todo el drecho canónico. Obra juiciosa, que manuscrita desapareció en su repentina muerte.
D. VICENTE VITORIA.
1712.
Sacerdote, natural de Valencia, insigne pintor: del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 164. La obra del núm. 2 de este autor, titulada: Observazioni sopra il libro della Felsina pitrice, de la que no nota la impresión, se estampó en Roma el año 1703, y son siete cartas eruditas en que defiende al divino Rafael de Urbino de los agravios que le hizo Malvasía. Véase a Lampillas, literatura española, tomo 1.°, pág. 44, en la nota (a).
FR. JUAN BAUTISTA AGUILAR.
1714.
Religioso trinitario calzado, del que habla Ximeno, tomo 2, página 169. Se ha de añadir que de la obra citada por este autor en el núm. 3: Teatro de los Dioses, parte tercera, se reimprimió en Barcelona por Francisco Barnola 1702, en 4.°
También la obra del núm. 5, intitulada: Fabio instruido de Lelio a Lauro, Gobierno moral, se reimprimió juntamente con otras obras en un volumen intitulado: Varios y elocuentes libros, en Madrid año 1722, en 4.°
En el libro: Funesto Geroglífico, que es la relación de las exequias a Felipe IV, impreso en Valencia, año 1666, en 4.°, hay poesías de este Aguilar a las páginas 139 y 140. También en el de fiestas a S. Luis Bertrán, intitulado: Auto glorioso, por Tomás López de los Ríos, impreso en dicha ciudad, año 1674, las hay al principio, y en la página 150 del Parnaso de S. Francisco Xavier, se lee un romance de Aguilar.
FR. MARIANO MAURO RISÓN.
1714.
Natural de la ciudad de Valencia, de quien Ximeno habla, tomo 2, pág. 149: se añade que recibió el hábito de carmelita observante (habiendo dejado el de descalzo) en el convento de Onda, de allí pasó a Orihuela y a Mallorca, donde se hizo oír en el púlpito aplaudido, logrando que el rey le nombrase su predicador. Con algún fundamento creemos que murió en Palma de Mallorca por los años de 1714, pues en este último imprimió aún un sermón. Además de los que cita Ximeno, publicó:
1. Las misiones divinas ideadas, en una persona humana. Sermón del Bto. Raimundo Lulio, mártir esclarecido y Dr. iluminado, predicado en el real convento de Mallorca. Impreso en la misma por Miguel Capó, año 1713, en 4.°
2. El medio de nuestras dichas. Sermón de la invención de la cruz, predicado en la catedral de Mallorca. Impreso por el mismo, año 1714, en 4.°
3. Encomiástico y Madrigales al Excmo. Sr. Marqués de Rubí, virrey y capitán general de la isla de Mallorca. Impreso al fin de dicho sermón.
Dejó manuscritas las siguientes obras, que el maestro Gerónimo Despuig atestigua en sus noticias haber visto juntas en un tomo que poseía su primo el presentado fray Manuel Belmont, carmelita en Villareal.
4. Sermones varios, predicados en Tarragona, Barcelona y otros principales pueblos de Cataluña: en 4.°
5. Versiones singulares de la Escritura, y curiosidades, con ideas varias de otras materias. En 4.°
6. Variarum materiarum textus applicati: en 4.° Es una especie de miscelánea para asuntos predicables y teológicos.
7. Varias poesías a diferentes intentos en diversos metros: en 4.° Los asuntos son casi todos sagrados.
8. Apuntamientos para varios sermones de cuaresma y Santos: en 4.° Todas estas obras manuscritas las escribió siendo carmelita descalzo, llamándose Fr. Mauro de Jesús María.
FR. TOMÁS FUSTER.
1714.
Ximeno, tomo 2, pág. 170.
Religioso dominico. Fue natural de Castellón de la Plana e hijo de Antonio Fuster y Josefa Llansola, nació en 21 de septiembre de 1660. Añádese a sus obras:
1. Suspiros y devociones del alma santa. Madrid, por Diego Martínez Abad, año 1694, en 16. En este librito usa de los títulos de presentado, predicador de S. M. misionero apostólico y calificador de la santa inquisición. Tiene 533 páginas (y le llama librito).
P. MIGUEL ÁNGEL PASCUAL.
1714.
De la compañía de Jesús, hijo de la villa de Elche. La obra de este autor que cita Ximeno, tomo 2, col. 1, pág. 169, al núm. 4: El operario instruido, diciendo que son 5 tomos en 4.°, consta seguramente de más volúmenes, porque he visto uno que se intitula: El oyente preservado y fortalecido en una misión practicada, que en prosecución y complemento de su obra comenzada saca a luy y ofrece a todo género de personas, dividida en tres partes, el P. Miguel Ángel Pascual de la compañía de Jesús. Tomo 8.°, parte 3.a Valencia, por Diego de Vera, año 1698, en 4.°
FR. PEDRO DAÑÓN,
en valenciano, Danyó.
1715.
Natural del reino de Valencia; religioso del orden de S. Francisco, predicador general, y secretario de las provincias de Nueva España; guardián del convento grande de Méjico, y calificador del santo oficio. Escribió:
1. Sermón de la visita de nuestra señora a santa Isabel. Méjico, por Lupercio, año 1708. En 4.°
2. Oración eucarística por la gloriosa batalla de Villaviciosa. Méjico, por el mismo, año 1711. En 4.°
3. Elogio fúnebre de la Excma. Sra. D.a María de Guadalupe, duquesa de Aveiro, de Arcos, y de Maqueda, pronunciado en la iglesia de los Belemitas de Méjico. Impreso en dicha ciudad por Ribera, año 1715. En 4.°
FR. RAIMUNDO BUIGUES.
1716.
Religioso dominico, natural de la villa de Teulada. Además de las obras que enumera de este autor Ximeno, tomo 2, pág. 172, col. 1, escribió la siguiente:
1. Rationes Theologicae et Juridicae, ostendentes Regularium Praelatos, et presertim sex Conventuum litigantium in causa Subsidii, non comprehendi in Litteris compulsoriis, cominatoriis, et ex communicatoriis Subdelegati Judicis Dertusensis in dicta subsidii causa. Firmólas en el convento de Castellón de la Plana, siendo su prior, a 13 de febrero de 1710. Se halla este tratado en el tomo de las obras de nuestro autor, que indica Ximeno desde el núm. 3 en adelante, y se guarda en el convento de predicadores de Agullente. Hace memoria de este autor la historia del monasterio y monte santo de Luchente, cap. 9, pág. 80.
MIGUEL JUAN VILAR.
1717.
Ximeno, tomo 2, pág. 175.
Valenciano: añadimos que otorgó su testamento ante Mauro Mas, notario, en 28 de agosto de 1716, y fue enterrado en 7 de enero de 1717, dos días después de su muerte. Quedaron de este autor algunos manuscritos en poder del pavordre D. Juan Sala, del que hablaremos al año 1806, y son: 1. Veteri Testamenti Questiones selectae.
Un tomo en 4.°
2. Tractatus de Paradiso, un tomo en 4.°
FR. JOSÉ ROYO.
1718.
Religioso dominico, natural de la ciudad de Valencia e hijo de hábito del convento de predicadores de esta ciudad, donde hizo su profesión en 23 de septiembre de 1667. Fue en su comunidad muchos años bibliotecario, y murió en 17 de septiembre de 1718, dejando concluido en dos tomos en folio, el índice de su copiosa librería, dividido por materias, obra de un inmenso trabajo que manifiesta la laboriosidad de nuestro autor, y que lleva este título: 1. Mare Magnum materiarum sive Index universalis alphabeticus cui in corporantur omnes voluminum tituli huius Bibliothecae. Manuscrito.
D. FR. ANDRÉS CAPERÓ.
1719.
Ximeno, tomo 2, pág. 176.
Religioso carmelita. Sus padres se llamaron Melchor Caperó, ciudadano, e Isabel Ana Agramunt; nació en Castellón de la Plana en 2 de diciembre de 1646. En 8 de junio de 1686 (y no 87 como dice Ximeno) se celebró capítulo general en Roma, y fue elegido Caperó provincial. Se consagró obispo de Lugo en Castellón de la Plana a 8 abril de 1714, siendo después promovido a la mitra de Teruel en 1717. Murió en el convento del Carmen de Valencia a 10 de marzo de 1719. El convento de Carmelitas de Onda adquirió de mano de nuestro Caperó un tomo manuscrito de sermones de Santo Tomás de Villanueva. Castellón de la Plana le debe los hermosos lienzos del altar mayor de la parroquia principal, que los hizo pintar en Roma al famoso Carlos Marati, y los cuatro de los lados de dicho altar a un discípulo de este llamado Nicolás Barretoni.
Se añaden a sus obras: 1. Relación de un suceso notable en apoyo de la tercera orden del Carmen que envió al R. P. Fr. Raimundo Lumbier el P. M. Fr. Andrés Caperó, prior (entonces) de Onda. Salió a luz en el tomo que el padre Fr. Mateo Maya publicó con el título de Corona ilustre del gravísimo y real convento de Valencia &c. Zaragoza, por los herederos de Agustín Verges, en 1629, en 4.°
2. Libellus suplex SS. Domino oblatus pro obtinenda erectione Statue S. P. Eliae dicata in templo Vaticano inter caeteros ordidum fundadores. Manuscrito. Es un opúsculo bastante difuso, y lleno de erudición que tenía el M. Fr. Gerónimo Despuig en su librería, en 4.° mayor.
3. Noticias de la portentosa vida del V. Fr. Basilio Bertrán religioso carmelita de Onda.
Menciona esta obra el M. Pastor en el manuscrito de los venerables de dicho convento.
FR. ELISEO GARCÍA.
1719.
Carmelita. Se equivoca Ximeno, hablando de este autor en el tomo 2, pág. 178, haciéndole natural de Castellón de la Plana; pues es cierto que nació en Alcalá de Chisvert (Chivert, Xivert) a 17 de abril del año 1652, siendo sus padres Luis García e Isabel Andreva: llamábase José Luis, tomando en la religión el de Eliseo (Elíseo). La obra que cita Ximeno al número 4: Cursus philosophicus, que son ocho tomos en 8.°, se imprimieron los tres primeros en 1700, el cuarto en 1701; los dos de física en 1702, y los restantes en 1703, y en 4.°
FR. SERAFÍN TOMÁS MIGUEL.
1722.
Religioso dominico, de quien habla Echard en la Bibliot. Ord. Praedicat. tomo 2, pág. 800, haciéndole natural de la ciudad de Valencia, y Ximeno al tomo 2, pág. 187 cree lo era de Alicante; padeciendo ambos equivocación. Nació, pues, en Xixona, arzobispado de Valencia, en 9 de septiembre, año 1651, como consta por su bautismo inserto en el quinque libri de bautizados en la parroquial de la iglesia de dicha villa, que empieza en el año 1638 y fenece en el de 1652, folio 148 vuelto.
Las memorias de este escritor pueden verse en el Necrologio de Predicadores de Valencia, compuesto por el P. Teixidor, al tomo 4.°, pág. 224.
Añádese a sus obras: 6. Epilogus omnium Regularum et modorum arguendi in sumulis Mag. Soto contentorum. Se acabó el año 1692, y se halla manuscrito, al fin del ejemplar de dichas súmulas de la impresión en folio, hecha el año 1575 en Salamanca por Domingo Portonotaris, en la librería de dominicos de Valencia.
FR. JAIME JORDÁN.
1722.
Natural de la villa de Alcoy, religioso agustino, de quien habla Ximeno, tomo 2, pág. 186. Se añade que la obra citada al número 1: Regla de S. Agustín, sus excelencias... se reimprimió en Valencia por la viuda de Juan González el año 1761, en 12.°
Añádese: 1. Respuesta Apologética sobre la antigüedad de dos gravísimas Religiones Agustiniana y Serafina, y Monacato Agustiniano del Seráfico P. S. Francisco. Manuscrito. Se hallaba en la librería de S. Agustín de Valencia.
En la misma biblioteca se conservaba manuscrito por este autor una obra en folio, cuyo título era: Noticia histórica de todas las órdenes que han profesado y de las que aún profesan la Regla del G. P. S. Agustín.
D. JOSÉ CARDONA Y PERTUSA.
1722.
Su familia es una rama de la de los almirantes de Aragón, y se estableció en esta ciudad desde los tiempos antiguos. Nació D. José en la misma; procuró cumplir con las obligaciones que le imponía su nobleza; y así luego que el general Baset (Basset) desembarcó en Denia, y se apoderó en nombre del archiduque D. Carlos de la plaza de aquella ciudad, se juntó con las tropas que se dirigían para recobrarla; pero habiéndose retirado estas, y apoderado Basset de la ciudad de Valencia, que fue el día 16 de diciembre de 1705, se ausentó de ella con toda su familia, abandonando su casa y hacienda por no rendir vasallaje a un intruso, y se fue a otro lugar donde pudiera servir a su legítimo Soberano (1): Era muy aficionado a la historia, y poseía muy bien el idioma castellano y francés. Vivía aún en el año 1722. Trabajó: 1. Vida del Cardenal Richelieu. Manuscrito, en 3 tomos en 4.°
Es traducción del francés, sin notar el autor, manifestando que ni seguiría a los que preocupados del afecto engrandecieron con desmedidos elogios sus acciones, ni a los dominados del odio las destruyeron con indignas sátiras. Nota en la traducción del tomo 1.°, que le concluyó en Madrid en 7 de septiembre de 1708; la del 2.° en Valencia, en 16 de junio de 1712; y la del 3.° en Valencia, en 22 de noviembre de 1717. (1): Consta por el memorial impreso que presentó al rey D. Felipe V en el año 1706, solicitando ó el empleo de Baile General de este Reino, que había obtenido su abuelo, ó el título de marqués.
P. FR. ANTONIO GARCÍA.
1723.
Monje de la orden de S. Gerónimo, natural de Valencia, hijo de Antonio García, que lo era de Requena, y de Felicia Picó, que nació en esta ciudad. Tomó el hábito en el monasterio de S. Miguel de los Reyes, día 18 de octubre de 1701, y profesó en 22 del mismo en el siguiente año. Hizo sus estudios en S. Lorenzo del Escorial, y en Sigüenza. Fue lector de escritura y vicario en dicho monasterio. Y por las informaciones que se hicieron para su profesión, consta que era pariente de Santo Tomás de Villanueva. Escribió: 1. Sermón de S. Francisco de Paula, día 12 de abril de 1720, cuarto día del novenario que todos los años se celebra en el convento de S. Sebastián, religiosos mínimos de Valencia. En ella, por Antonio Bordázar, año 1721, en 4.°
2. Sermón a la virgen SS. del Pie de la Cruz, predicado en la villa de Puzol (Puzól, Puçol), día 8 de septiembre de 1722. En Valencia, por Bordázar, año 1723, en 4.°
Al principio hay una individual noticia de la santa imagen, escrita por el Dr. Isidro Planes, autor de quien habla Ximeno, tomo 2, pág. 216.
P. FRANCISCO FERRANDO.
1723.
De la compañía de Jesús, natural de la villa de Oliva, del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 199. Se añade: 1. Retrato del glorioso capitán de Cristo, defensor y amplificador de su fé, S. Ignacio de Loyola, fundador de la compañía de Jesús; impreso cuatro veces en italiano, y traducido al español. Madrid, por Antonio Román, año 1697, en 16; y después, al principio del siglo 18, se imprimió también en Madrid en 8.°
P. DR. TOMÁS VICENTE TOSCA.
1723.
Del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 194.
Fue hijo del célebre médico Calixto Tosca de los Ares, el que nos dejó algunos manuscritos de medicina, que el tiempo hizo desaparecer.
No será fuera del caso que fijemos el lugar donde nació este grande matemático que tanto honor ha dado a Valencia. Fue, pues, en la calle de Serranos, entrando en la de Taronchers (con ch, taroncha, taroncher; taronja, teronja; orange; naranja), la primera casa a la derecha, que hoy tiene puerta en la calle de Serranos y hace esquina. Otorgó el P. Tosca su testamento ante Vicente Guill, en 8 de septiembre de 1718, y sucedió su muerte en 23 de abril de 1723.
La obra que menciona Ximeno, en el artículo de este autor, al número 2, intitulada: Compendio matemático, se reimprimió, con bella edición, en Valencia, en la imprenta de José Tomás Lucas, año 1760, en 9 tomos en 8.° mayor. En el mismo tamaño se imprimió solo el tomo 1.°, y en otro tomo igual los tratados de arquitectura civil, montea, cantería de relojes (reloxes), todo por los hermanos de Orga. Valencia 1794.
Núm. 3. Vida de la V. Sor Josefa María de Sta. Inés de Benigánim. Se volvió a imprimir en Valencia, en casa Benito Monfort, año 1775, en 4.°
Núm. 4. Compend. Philosophicum. Se reimprimió en Valencia, por José Tomás Lucas, año 1754, seis tomos en 8.° mayor.
Las obras que refiere Ximeno desde el número 7 hasta el 23, que pasaron por legado del P. Tosca, a José Serra, para que disfrutase de ellos durante su vida, y después pasasen a la congregación, volvieron en efecto a ella, por muerte de Serra, sucedida en 27 de marzo de 1764.
D. ANTONIO FOLCH DE CARDONA.
1724.
Hijo del almirante de Aragón don Felipe Folch de Cardona, y de una señora noble, valenciana. Nació en Valencia, y fue bautizado en la iglesia parroquial de los santos Juanes a 9 de noviembre de 1657. Se educó en la villa de Ondara hasta la edad de 15 años, con una excelente instrucción, porque no hubo habilidad que no se le enseñase y él aprendiese. En esta edad faltó el almirante; lo llevaron a Madrid, donde lo bien agestado, sus muchas prendas y el ser hijo de tal padre, le hicieron lugar con los más principales de la corte. Albergóse en casa de su medio hermano el almirante D. Felipe y su mujer, la que le trató como hijo, olvidada del odio que podía producir aquel parentesco de cuñada.
Sirvió al rey en clase de capitán de infantería, en Galicia y las fronteras de Portugal: pero cuando se creía haría su fortuna en esta carrera, sin saber por qué, trocó el estado militar por el de el sayal, tomando el hábito de S. Francisco en el convento de Palencia, de la provincia de la concepción de padres observantes. Acabado el noviciado, empezó y acabó sus estudios con suma aplicación, ayudándole a ello una robusta salud, gran memoria y entendimiento claro y despejado.
Fue elegido por su provincia para colegial mayor de S. Pedro y S. Pablo de la universidad de Alcalá de Henares, donde sus ejercicios le merecieron los primeros créditos. Leyó filosofía y teología en su provincia; y habiendo sido jubilado y guardián de los conventos de Palencia y Ávila, fue elegido provincial, y después promovido a vice-comisario general de la familia ultramontana, en 2 de febrero de 1696, cuya elección confirmó el Papa Inocencio XII, por bula dada en 28 de julio del mismo año, declarándole comisario general de Indias en 24 de marzo de 1697, sin que todos estos honores los debiese a la sangre ni a la intriga, sino a sus bellas calidades (cualidades) y méritos sobresalientes.
Todos estos empleos dejó por el arzobispado de Valencia, en el que fue electo por el mismo Sumo Pontífice, a propuesta del rey D. Carlos II, con bula dada en Roma en Sta. María la Mayor, a 3 de las nonas de febrero de 1699, nono de su pontificado. Colocado en su silla de Valencia, manifestó ser doctísimo, espléndido, justo, magnánimo, acérrimo defensor de los derechos y jurisdicciones de su Mitra, y de la inmunidad eclesiástica; prelado grande y digno de que la iglesia de Valencia le hubiera logrado en mejor tiempo; pero no lo permitieron las calamidades de la guerra que sobrevinieron a este desgraciado reino, de que aprovechándose la malicia y la envidia de su felicidad, la representó delito que en ningún tiempo albergó nuestra capital.
Pocos días después del funesto 16 de diciembre de 1705, que precisó a sus moradores oprimidos de la estudiada inacción y abandono del jefe que debía haber defendido la ciudad para que no abriese las puertas a sus enemigos, que lo eran también de su legítimo rey y señor D. Felipe V; sa salió el arzobispo de ella, y aunque por algún tiempo se mantuvo dentro de la diócesis, y fortificado en su castillo de Biar; se pasó después a Castilla, en donde se mantuvo hasta que se restituyó todo este reino al dominio de S. M. Entre tanto, por haber fallecido el vicario general D. Francisco Antonio Sallent, que gobernaba por su Ilustrísima este arzobispado; no sabiendo el cabildo con seguridad el lugar donde moraba el prelado, al tiempo de su fallecimiento, para que no quedase el arzobispado sin cabeza que le gobernase en lo espiritual y eclesiástico, nombró al Dr. y canónigo D. Luis Rocamora, penitenciario que era de esta catedral, en vicario general, día 18 de febrero de 1706, interinamente, hasta que el arzobispo hiciese otro nombramiento: y no habiéndole hecho por la gran dificultad que había para la comunicación de una parte a otra, se vio obligado el cabildo a nombrar, después que se le mandó por los enemigos salir desterrado de este reino al canónigo Rocamora, en vicario general al canónigo doctoral D. Pedro Lazer, también como interino: todo lo cual se supo haber merecido la aprobación de Su Santidad.
En mayo de 1708 se restituyó el arzobispo a Valencia: pero hizo en ella poca detención, porque en marzo de 1709 se volvió a Madrid, con el motivo del juramento del Príncipe de Asturias D. Luis, que después fue rey de España, primero de este nombre. Había dejado por vicario general a D. Francisco Fernández Maquilón, el que anduvo contenido hasta que el arzobispo tomó el partido contrario en el año 1710, cuando los austríacos entraron segunda vez en Madrid con el serenísimo Archiduque; porque luego que tuvo de ello noticia el expresado vicario general, para ganar la protección de los ministros reales de la corte de Felipe V, empezó a ejecutar tantas violencias con los eclesiásticos, y en otras materias gravísimas fueron tantos sus desórdenes, que precisó al arzobispo a que desde Barcelona enviase por sujeto desconocido una auténtica revocación de dicho vicario general, y poderes amplísimos a este cabildo para que nombrase otro en su lugar, cuyas letras estaban firmadas de su mano y autorizadas por el Dr. Francisco Rafos, presbítero, notario apostólico y escribano de la curia del vicariato de Barcelona, en 13 de enero de 1711.
El vicario general Maquilón, protegido de la autoridad real, no se dio por entendido de la revocación, ni el cabildo pudo embarazarlo; pero Dios desvaneció aquella tormenta cortando el hilo de la vida a Maquilón en 6 de noviembre de 1712. Quitado este embarazo (quizás con la ayuda de veneno o fuerza de almohada) pasó el cabildo a proveer el gobierno de esta diócesis, usando de los poderes que tenía del arzobispo, aunque ocultándolos y eligiendo con esta cláusula: Por la facultad que tenemos, y de derecho nos compete; y con estos términos nombró por vicario general al Dr. D. Jacinto Ortí, canónigo de su iglesia, el cual por haber defendido varonilmente la inmunidad eclesiástica, fue desterrado en 7 de julio de 1717 de los dominios de España, juntamente con los canónigos D. Ramón Mascarell, Dr. Pedro Gil Dolz, D. Gerónimo Monsoriu y D. Domingo Milán de Aragón, hasta 16 de enero de 1719 que volvieron de Mompeller con permiso real.
En todo este tiempo estuvo esta diócesis sin cabeza que la gobernase en lo espiritual, por haber mediado entre las cortes de Roma y España algunas desavenencias; hasta que se resolvió en (quienes se mantenían los poderes ya insinuados) nombrar en vicario general a D. Francisco Yanguas de Landia, canónigo y provisor de Burgos, sujeto bien visto del ministerio, el que gobernó con mucha prudencia desde 1 de enero de 1720, hasta que cesó su oficio por fallecimiento del arzobispo.
Hallábase este consejero áulico de estado en el imperio, presidente del supremo consejo de España e Italia. En Viena le oían como oráculo los consejeros en sus consultas. El emperador había hecho entera confianza de su persona, y era uno de los ministros que con más celo y aplicación trabajaba en el importantísimo negocio de la paz general, con el deseo de restituirse a su iglesia; pero no quiso Dios darle este consuelo, porque murió en la Corte de Viena día 1 de julio de 1724.
En el poco tiempo que estuvo en esta ciudad, expidió: 1. Cartas pastorales, que según el canónigo Mayans, respiran unción y sabiduría, y me dijo estaban impresas en casa de Antonio Bordázar.
2. Representación al Sumo Pontífice Clemente XI, suplicándole se sirviera mandar se pusiese corriente el proceso de beatificación del V. P. Francisco Gerónimo Simó, sacándolo del archivo de la santa inquisición, y enviado a Roma y congregación de Ritus, siguiese el curso correspondiente a su causa.
Se conserva en la biblioteca del Sr. Borrull.
P. DR. JUAN BAUTISTA VERGE.
1725.
No solamente los valencianos el P. Dr. Felipe Seguer, D. José Ortí, y últimamente el Dr. Vicente Ximeno, en el tomo 2, pág. 204, fueron pregoneros de sus virtudes y excelencia de su obra escribiendo su vida, sino que lo ejecutó también en su idioma, el portugués D. José Manuel de Silva, que la imprimió en Lisboa en el año de 1749, en la oficina de Francisco de Silva; y en el de 1803, el andaluz D. Fernando Ramírez de Luque, en la obra titulada: Colección de los santos mártires, confesores y varones venerables del clero secular, publicada en Madrid en la imprenta de Villalpando, tomo 1, pág. 34; y con muchas otras noticias en el tomo 6, pág. 11 y siguientes: con razón la congregación del oratorio de S. Felipe Neri de Valencia, colocó en su retrato la inscripción de: Vir celo apostolico, et vitae integritate clarissimus: con otra igual adornó su retrato el clero de la Jana, que lo tenía en la sacristía de su iglesia parroquial, y con la misma se conserva otro con particular estimación en casa el Sr. Borrull, por ser el venerable hermano de su bisabuela, por la línea materna.
Pareció el memorial de la misión que compuso, tan conveniente para la conversión de los pecadores y animar a todos a procurar seriamente el gran negocio de la salvación de sus almas, que ocho Sres. Arzobispos y Obispos que se citan en sus impresiones, y a más de estos el Excmo. Sr. D. Felipe Bertrán, obispo de Salamanca e inquisidor general, concedieron hasta 400 días de indulgencia a los que leyeren u oyeren leer cualquier punto del mismo.
El Dr. Ximeno refiere diferentes impresiones que hasta su tiempo se hicieron de dicho libro: después se repitieron tantas que costaría trabajo referirlas, bastando decir lo que se cuenta de pocas obras, haberse ejecutado más de ciento (1: lo manifestó ya D. Fernando Ramírez de Luque en dicho tomo 6); muchísimas en Valencia, llegando a hacerse dos en un año, como en el de 1798, una por Martín Perís y otra por el diarista: muchísimas en Barcelona hasta el año de la guerra de independencia: muchas en Madrid, habiéndose hecho sólo por el impresor Andrés Sotos, cuatro; y otras en Salamanca, en Córdoba, en Málaga y otras partes; sin que pueda poner en duda la multitud que he referido de impresiones, el expresar en el frontis de algunas menor número de ellas, por haber procedido los impresores con notoria equivocación, y sin contar las hechas en otras partes, y aun en una misma ciudad; y lo demuestra en la que practicó Andrés Sotos en Madrid en 1787, donde dice ser la cuarenta y seis: lo mismo en la de Barcelona anterior al 1800: en la de Valencia, por el diarista en 1798: y lo propio en la de esta ciudad, por Martín Perís en 1815: lo que prueba la ignorancia en que se encontraban sobre el número de las impresiones.
D. José Manuel de Silva quiso que sus paisanos disfrutasen también los grandes beneficios que producía el memorial de la misión, y así lo tradujo a la lengua portuguesa, y con la vida del autor (como se ha dicho) lo imprimió en Lisboa en 1749.
FR. TOMÁS LLINARES.
1725.
Religioso franciscano recoleto, natural de la ciudad de Valencia, y morador del convento de la corona de Cristo. Escribió: 1. Vida de Fr. Faustino Rubio, que murió en olor de santidad en Valencia día 13 de marzo de 1724, en folio, manuscrito que se conservaba en la librería Mayansiana.
JOSÉ LLORENS DE CLAVELL.
1725.
Natural de Castellón de la Plana. Escribió: 1. Memorias de la villa de Castellón de la Plana, y de algunos de los hijos ilustres en letras. Manuscrito que escribió en 1725.
Le cita y dice que le tuvo en su poder el P. Fr. Manuel Martín, en un sermón que publicó. Véase el artículo de este.
FR. GERÓNIMO BELVÍS DE MONCADA.
1725.
De quien Ximeno trata en el tomo 2, página 241.
Aclarando lo que este dice, añadimos que fueron sus padres D. Vicente Belvís de Moncada XIV barón de Bélgida, y doña Magdalena Escrivá, señora de las baronías de Brerjasenia y la Closa, en Cataluña. Nació en dicha villa de Bélgida día 30 de septiembre de 1670. Tomó el hábito en S. Miguel de los Reyes a 25 de enero de 1685, profesando en 6 de octubre del año siguiente. Su padre no fue marqués de Bélgida (como dice Ximeno) pero lo fue su hijo, y hermano de Fr. Gerónimo, siendo el primer marqués de Bélgida. Sobre su familia véase la dedicatoria del Génesis con reflexión, obra de nuestro escritor.
A más de las obras que cita Ximeno, tiene las siguientes:
1. Sermón predicado en el capítulo general que celebró su religión el año 1702. Zaragoza, en dicho año, en 4.°
2. Sermón en las exequias que celebró la religión de S. Gerónimo de la ciudad de Sigüenza a la muerte del Rey de España Carlos II. Madrid, año 1701, en 4.°
3. Despertador regular. Manuscrito en folio que por su muerte quedó incompleto, y sólo el primer cuaderno se hallaba en poder del P. Francisco Vives, religioso muy aplicado de S. Miguel de los Reyes: por él consta fue tercera vez prior de Segorbe.
4. Reflexión política católica y profética, a la nueva liga contra la corona de España. Manuscrito en folio que he tenido. Lo escribió el autor en el mes de mayo de 1719.
D. ESTEBAN DOLZ DEL CASTELLAR.
1726.
Natural de la villa de Murviedro, de quien habla Ximeno en el tomo 2, pág. 209.
Añádese que de la obra: Año Virginio se han hecho muchísimas reimpresiones, así en Madrid como en Barcelona. Publicó además: 1. Memorial que a la piedad de quien lo leyere propone la extrema necesidad de la cofradía de los pobres estudiantes enfermos de esta universidad de Valencia. Año 1692, en folio, sin nombre de impresor.
JOSÉ DEL OLMO.
1727.
Natural de Valencia, hijo de José Vicente del Olmo, de quien hace memoria Ximeno en el tomo 2, página 124. No sabemos el año que nació; pero sí que pasó a Madrid, donde fue Alcaide y familiar de la inquisición, ayuda de la Furriela de la M. de D. Carlos II, y maestro mayor de buen retiro y villa de Madrid. En esta corte permaneció hasta que por las guerras de sucesión se restituyó a su patria, donde estuvo hasta su muerte, que fue el día 5 de mayo de 1727; habiendo testado en 14 de marzo del mismo año, ante José Rocafull, notario. Escribió:
1. Relación histórica del auto general de fe, que se celebró en Madrid el año 1680, con asistencia del Rey Ntro. Sr. D. Carlos II, y de las Magestades de la Reina N.a Sra. y la Agustísima Reina Madre; siendo Inquisidor General el Excmo. Sr. D. Diego Sarmiento de Valladares. Madrid, por Roque Picó de Miranda, año 1680, en 4.° Dedica esta obra al Rey D. Carlos II. Reimpresa en Madrid en 1821, también en 4.°
D. JOSÉ ORTÍ Y MOLES.
1728.
Natural de Valencia, de quien habla Ximeno, tomo 2, pág. 211. Se añade que otorgó su testamento ante José Pajarón, notario de Valencia, en 16 de agosto de 1728, víspera de morir. Entre las muchas obras menores que apunta Ximeno, se expresa que hay unas octavas suyas en la pág. 141, y fin del sermón de honras de doña María Folch de Cardona, predicado por el P. Nicolás Martínez, jesuita, en la casa profesa de la compañía en 15 diciembre de 1712, impreso el siguiente año en Valencia por Antonio Bordázar, en 4.°; y también hay otros versos en dicho sermón en las páginas 135 y 143. En el libro de fiestas celebradas en Valencia por la canonización de S. Pascual Bailón, historiadas por el P. Fr. José de Jesús, impresas en Valencia por Francisco Mestre, año 1692, en 4.° hay versos de nuestro Ortí en la pág. 169. Y un romance endecasílabo a la página 73 del libro Festivos obsequios con que la Academia de Valencia celebró los años de Felipe V, impreso en Valencia en 1705, en 4.°
Se añaden a sus obras: 1. Reparos críticos, fundados en hechos verdaderos contra el marqués de S. Felipe... Impreso en el tomo 18 del semanario erudito, pág. 68. Y según D. Juan Antonio Mayans fue viciada esta obrita por algún malignante, y por ello contiene hechos posteriores que se introdujeron. Aunque el colector del semanario sienta al fin que su autor fue D. Juan Ortí, canónigo de Valencia, se equivoca, porque es de nuestro Ortí.
FR. VICENTE CENDRA.
1729.
Religioso francisco descalzo, natural de Valencia, tomó el hábito en el convento de S. Juan de la Ribera, donde después de los estudios obtuvo las lectorías de artes y teología. Fue gran predicador, y muy docto aun en el derecho, como lo acreditan los varios papeles que de esta materia escribió. También tuvo opinión de muy político, como se infiere de varias consultas y de los negocios que se le fiaron. Obtuvo los primeros empleos en la orden, como el de guardián, definidor, custodio, dos veces provincial, comisario visitador y padre de la provincia de S. José de Castilla la Nueva, y definidor general de toda la orden. Murió en su convento de S. Juan de la Ribera de Valencia. Escribió: 1. Constitución apostólica del SS. P. Benedicto XIII, que confirma todos los privilegios, gracias e indulgencias concedidas a la tercera orden de N. P. S. Francisco. Valencia, por José García, año 1729, el 8.°
Es traducción de Cendra, aunque se dice está traducido de orden suya, haciendo algunas anotaciones útiles, y una carta exhortatoria a los hermanos terceros.
FR. JOSÉ MANUEL MIÑANA.
Natural de la ciudad de Valencia, religioso trinitario calzado, del que habla Ximeno en el tomo 2, pág. 221, y también alabándole D. Antonio Ponz, viaje de España tomo 4, pág. 226; y Cerdá, sobre Vosio, páginas 125 y 132. Añadimos a su artículo lo siguiente: Luego que se publicó su continuación a la historia de España del P. Mariana, mereció en todas partes grandes elogios, y no pueden omitirse los que le dieron los autores de las memorias de Trevoux (1: Memor. de Trevoux, art. 40 de abril de 1734) diciendo que ven en Miñana la misma persona de Mariana, la misma sublimidad de estilo, la misma gravedad de sentencias, la misma majestad de la historia, la misma sincera fe e incorrupto juicio, con que siguiendo los vestigios de la verdad, sin detenerle el esplendor del nombre o de sus acciones, trata a todos con una severidad catoniana, dando a cada uno lo que se le debe: y del mismo dictamen fueron los autores de las actas de los eruditos de Lipsia (2: Acta eruditor. Lipsiens. an. 1735).
En tiempo de Ximeno sólo se había hecho una pésima traducción castellana, por un ignorante de nuestra lengua; pero en el año 1794 se imprimió en Madrid en la oficina de D. Benito Cano una muy buena, que había trabajado D. Vicente Romero, escribiente primero de la secretaría de estado y despacho de hacienda de Indias, la que habiéndose vendido con aceptación, se reimprimió también en Madrid por Gómez Fuentenebro (como Fontibre, Fontis Iberus), año 1804, en folio.
La historia de Bella (bello anteriormente) rustico Valentino ha sido muy celebrada por el insigne crítico Deán Martí (3: Martí Epist. lib. 5, Epist. 2), por el cl. D. Gregorio Mayans (4: Mayans en la prefacion de dicha historia), y por el erudito D. Francisco Cerdá y Rico (5: Cerdá in Append. 2.° de Hispanis purioris Latinitatis cultoribus, pág. 125): diciendo el uno que el estilo se semejaba al de César, y el otro al de Salustio; conviniendo los dos últimos en que después de darle la última mano, quedó enteramente arreglado a la verdad. Procuró su impresión en Holanda el Sr. Mayans, y se hizo en el Haya (La Haya, Hague), en la oficina de Pedro de Hondt, en 1752, en 8.° prolongado, dedicándola a D. Otón Federico, conde de Lindon: y en la prefacion manifiesta el mismo Mayans haberse desaparecido el ejemplar que conservaba en su poder el P. Miñana, ocultándolo algún envidioso (1); y que por varios rodeos logró uno, que aunque en varias partes estaba mal escrito, él lo restituyó fácilmente a su integridad. Mas sea por lo vicioso de este ejemplar, o no entender los impresores la letra española, lo cierto es que hay pocas páginas en que no se encuentren varios yerros, ya de nombres o apellidos viciados, ya de sujetos omitidos, y ya de cláusulas truncadas; y sólo citaré en prueba de ello el libro 2, número 26, en que describe en estos términos la Albufera: Est lacus, quem veteres amoenum vocarunt ad III passum millia (en el impreso después de estas palabras se omiten las siguientes, que son las que dan sentido a esta cláusula) ad urbe remotus meridionalem plagam versus; cuius longitudo à septentrionibus in meridiem porrectae XVI. passuum millia complectitur: latitudo vero ab oriente ad occidentem vix IIX. millia (y después continúa), ab oriente adjaecit mari &c. Me ha sido fácil hacer estas observaciones porque posee esta historia, escrita de letra del mismo Miñana, el Sr. Borrull, quien la envió (como otros escritos suyos) a su tío el Sr. D. José Borrull, catedrático de prima de leyes en Salamanca, y fiscal del supremo consejo de Indias, con el cual y los suyos tenía particular amistad, como se manifestará en su artículo (2).
(1) Por dos cartas de Mayans que conserva en su poder el Sr. Borrull, aparece que D. José Joaquín Lorga se dio por sentido de ello, con motivo de haber recogido y poseer dicho original, y no haberse contado con él para la impresión, y que se le satisfizo diciendo que él no se lo había manifestado ni se sabía por otra parte.
(2) Sobre el objeto de esta obra puede verse a Valladares, tomo 18 del semanario erudito, que atribuye a D. José Ortí, canónigo de Valencia, que no existió, una disertación sobre el asunto.
Lástima es que Miñana no pudiera recoger en aquel tiempo de tanta revolución los documentos necesarios para demostrar la fidelidad que constantemente observaron la ciudad de Valencia y su Reino al Sr. D. Felipe V, lo que logró hacer dicho Sr. Borrull en el discurso que imprimió sobre ella en la oficina de D. Benito Monfort el año 1810.
Ximeno refiriendo las obras de Miñana, cuenta en el núm. 3 la de Dialogus de teatro Saguntino, manifestando quedar manuscrito; y en el núm. 5 la Dissertatio de circo Saguntino, que expresa haberla impreso el marqués Scipion Poleni en el suplemento del tesoro de Grevio y Gronovio, tomo 5; pero en ello cometió dos equivocaciones: la una en titular disertación al opúsculo del Circo, siendo continuación del diálogo del teatro entre los mismos interlocutores, conde de Cervellón, Corachán y Miñana (como lo convence él mismo): y la otra en expresar que el diálogo del teatro permanecía manuscrito, puesto que a instancia del conde de Cervellón imprimió uno y otro Poleni en el citado tomo; pero después de haber enviado Miñana al conde el diálogo del teatro lo enriqueció con varias observaciones que no están impresas; juntamente con ellas tiene dicho Sr. Borrull uno y otro diálogo en el tomo 2.° de los dos que adquirió en Madrid, magníficamente escritos en papel de marquilla imitando la letra de imprenta, y adornando la primera letra del diálogo y las cartas con varios caprichos; y contienen dichos tomos, a más de los diálogos y los 412 versos del Saguntineidos, muchas cartas del Deán Martí, del conde de Cervellón, y del P. Miñana, gran número de ellas inéditas. Deben añadirse a las obras de Miñana, las siguientes:
1. Q. Horatii Flac. Ode 20 lib. 2 à Fr. Josepho Emmanuele Mignana exposita in petitione Cathedrae Rhetorices in Academia Valentina an. 1704.
Es eruditísima, y la misma que de letra suya envió al referido don José Borrull.
2. Oratio pro revocanda eloquencia. Manuscrita. Es muy celebrada por el Deán Martí.
3. Oratio de laudibus philosophiae. Manuscrita.
4. Epistolae Josephi Emm. Mignanae. Manuscritas.
En los dos referidos tomos hay las siguientes inéditas: dos al Deán Martí; una a D. Vicente Torres; otra a D. Cristóbal Coret; otra a D. José Valero; una al doctor en teología José Portales, que trata de los muchos hombres armados que iban sobre los elefantes de que se habla en el capítulo 6 del libro de los Macabeos;
(como podéis ver, no sólo el rey emérito de España, Juan Carlos I, iba armado sobre los elefantes, o sea, los cazaba; igual el vino de macabeo también le gusta a su ex majestad el campechano)
tres, una de ellas en griego escrita a D. Vicente Borrull, oidor que fue de esta audiencia, y padre de D. Francisco, del que tantas veces hacemos mérito en esta Biblioteca; y cinco a D. Matías Chafreon, catedrático de prima de cánones de Salamanca. A más de estas tiene otras dicho Sr. D. Francisco, como una a D. José Borrull, dándole la enhorabuena por su promoción a la cátedra de prima de Salamanca, y es de letra del mismo Miñana. En este libro copió el Sr. D. Francisco Borrull las cartas de este que conservaba D. José Joaquín Lorga; tres a D. Felipe Billifon; una a D. Francisco Obrer; otra a D. Felipe Bonavida, y tres al conde de Cervellón.
5. Representación a nombre de los jurados de Valencia al Pontífice para que se sirviera mandar que se sacara del archivo de la Santa Inquisición el proceso de la beatificación del V. P. Francisco Gerónimo Simó, y pasase a la de Ritus para que siguiera el curso correspondiente a los de su clase: la cual está como las dos siguientes en el tomo primero de los dos que según dije antes poseía el Sr. Borrull.
6. Otra a nombre de los jurados a S.S. para que la fiesta de San Vicente Ferrer sea de precepto y se celebre con ritu doble en toda la iglesia.
7. Otra en nombre de los mismos a S. S. para que se sirva mandar que los pavordres dentro del año del obtento de esta prebenda se ordenen, y no puedan obtener oficios o beneficios temporales o perpetuos, seculares o eclesiásticos, excepto los beneficios simples o curados, o prefecturas de colegios.
8. Praefaciuncula indici Bibliothecae R. Monasterii B. V. Mariae de Remedio à se escripto, emendato et ducto á se praefixa.
Otras de menos consideración.
9. Cibus praemansus, esto es Prosodia, impresa en 8.°
10. Rethorica. Manuscrita.
11. Orationes variae. Manuscritas.
12. Ortographiae latinae compendium. Todas, hasta aquí, posee el Sr. Borrull.
Se han perdido.
13. Apologia sacrarum imaginum. La trabajó contra un hereje que iba en las tropas auxiliares del Archiduque, y publicó unos epigramas contra las mismas imágenes y los templos. La refiere en la epístola que escribió a D. José Valero en diciembre de 1707.
14. Traducción de varias cartas de Apolonio. Las cita en la epístola a D. Vicente Torres, en diciembre de 1708, de cuyas dos cartas hice mención en la obra número 4.
D. PASCUAL SALA.
1731.
De quien Ximeno habla, tomo 2, pág. 230.
La obra que cita, número 1: Sacrum Veterum Hebraeorum Kalendarium, diciendo que en 1748 se estaba imprimiendo, no se acabó su edición hasta el de 1752, por José Esteban Dolz, en 4.° mayor.
La del número 3 se imprimió con este título: De ponderibus et mensuris Veterum Hebraeorum ad Sacrae Scripturae intelligentia. Commentarius posthumus. Matriti apud Joachimum Ibarra 1772, en 8.°
A más de las obras que cita Ximeno manuscritas, dejó las siguientes, que paraban en poder de su sobrino D: Juan Sala:
1. Tractatus de Divini Verbi Incarnatione.
2. Disputationes Scholasticae de justificatione et merito.
3. Tractatus de perfectionibus Chti. domini.
4. Tractatus de Sanctissimo Trinitatis Misterio.
5. Tractatus de Peccatis.
6. Tractatus de virtute fidei Divinae.
V. D. MARCELINO SIURI.
1731.
Ximeno, tomo 2, pág. 227.
Natural de la villa de Elche. Se añade que la obra del número 2, intitulada: Theologia de Novissimis, la reimprimió el P. D. Felipe Seguer, presbítero de la congregación de Valencia (del que habla también Ximeno, pág. 319, y yo en estas adiciones, al año 1762), en casa de José Tomás Lucas, año 1756, en folio mayor, añadiendo al principio la vida de nuestro venerable, escrita en latín por el mismo padre Seguer.
Dejó también nuestro Siuri las materias siguientes:
1. De vita domini nostri Jesu Christi: cinco volúmenes en 4.°
2. Tractatus de Providentia praedestinatione et reprobatione, plurimum llustratus, et ab in numeris mendis repurgatus, opera et labore R. D. D. P. S. Philos. Mag. Parece ser materias de teología dictadas en las aulas.
FR. JOSÉ AGRAMUNT.
1732.
Religioso dominico. Ximeno en el tomo 2, pág. 234, hablando de este autor, nota en el número 9 la siguiente obra: Palacio Real de la sabiduría, idea del Real Convento de Predicadores. En verdad podemos decir que las noticias que recopiló no pueden ser útiles por la suma credulidad del autor, su poca crítica, y no fundarse en documentos.
En lo que dice Ximeno, citando a Rodríguez, Bibliot. Valent. que este Agramunt siendo de trece años hizo una traducción castellana, intitulada: El astrólogo a la moda; pero que es una noticia que totalmente se ignora en el convento de predicadores; puedo asegurar que la he tenido, y su título es el siguiente: 1. El astrólogo a la moda, compuesto en lengua toscana por Carlo María Carselli, traducido por Jusepe Agramunt. Valencia, por Francisco Ciprés, año 1670: en 8.° Es delgadito.
FR. LUIS POYO.
1732.
Natural de Valencia, religioso dominico, hijo de hábito del convento de S. Onofre, orden de predicadores, donde profesó a 10 de septiembre de 1681, y murió por los años de 1732. Dejó manuscritas las obras siguientes:
1. Apologia in qua Libros duodecim de Laudibus B. Virg. Mariae, non Richardi à Sto. Laurentio, poenitentiarii B. Mariae Rothomagensis, uti recentiores critici contendunt, sed B. Alberti Magni opus esse genuinum demostratur. En 4.°, manuscrito. Hállase en el tomo 20 de miscelánea, en el dicho convento. Esta obrita la envió el autor al P. M. Fr. Vicente Ferrer, que quería escribir sobre el mismo objeto, y desistió de ello por una carta que recibió de D. Juan de Ferreras, fecha en Madrid a 13 de septiembre de 1724, en que le avisaba haber preocupado esta defensa a los MM. Quietif y Echard, en su Bibliot. Ord. Praedicatorum, tomo 1, folio 170. Pero se engañó, porque Echard es contrario en el parecer.
2. Dissertatio juridico-moralis in favorem Regularium: An fruantur privilegio suscipiendi ordines sacros extra tempora à jure statuta. Manuscrito en folio.
3. Index Expositorum Sacr. Scripturae, qui in hac Bibliotheca Convent. S. Onuphrii reperiuntur. Manuscrito en 4.°
4. Index generalis alphabeticus ejusdem Bibliothecae. Manuscrito en 4.°
5. Index alphabeticus Marianus summo studio elaboratus ostendens Auctores omnes et loca operum, quae aliquid de B. Virgini continenti: in Bibliotheca laudata. En folio, manuscrito.
6. Supplementum confirmationum, declarationum, ordinationum, inchoationum, admonitionumque (denuntiationes autem ac comissiones illae dumtaxat transcribuntur, quae de à nobis agendis vel cabendis faciunt verba) cum Capitulorum generalium, tum Magistrorum totius ordinis ab anno 1650 quo Fontanae opus pertingit usque ad 1718 interjectis etiam ordinationibus ac declarationibus Capit. Gen. Papiensis 1507 inter Acta Cap. Gen. Romani 1656 jam luce donatis, ac ordinationibus Rmi. Thom Turcian 1648 pro hac Aragoniae Provincia à Fontana praetermisis, ordine Alphabetico, et cum indice ad calcem copiossisimo. En folio, manuscrito.
DOÑA MARÍA EGUAL.
1735.
Marquesa de Castelfort (Castellfort más abajo).
Nació en Castellón de la Plana, diócesis de Tortosa y Reino de Valencia, a 6 de enero de 1698. Fue hija de D. José Egual y de doña Basilia Miquel. Desde niña descubrió unos talentos singulares, y un grande deseo de instruirse; cuyas prendas, favorecidas con una perfecta educación, la hicieron sobresalir entre las damas de su tiempo, por la claridad de su entendimiento y por su extraordinaria erudición. Casó en Valencia con D. Cristóbal Perís, marqués de Castellfort, caballero del hábito de Santiago, y gentilhombre de cámara del rey don Carlos II.
Su conversación amena y discreta era buscada por las personas más sabias y de más fino gusto de la ciudad, que la oían con admiración y complacencia. Floreció en la poesía española, en que compuso tanto en todo género, que se hubieran podido formar muchos tomos de sus escritos, si su extremada modestia no hubiera mandado quemar la mayor parte. Se pudieron librar sin embargo algunos, por haber quedado tullida en sus últimos años, y se encuadernaron tres tomos, que pararon en poder de su nieta doña Fausta Perís, con intento de darlos a la prensa; lo que no se ha verificado por su muerte. A más de estos se habían formado otros cuatro mientras vivía: entre quienes se halla un Romance a la adoración de los santos reyes, parafraseando los evangelistas; lo que manifiesta su inteligencia en las sagradas escrituras. Murió esta noble escritora en Valencia, día 23 de abril de 1735, de edad de 37 años.
D. MANUEL MARTÍ, DEÁN DE ALICANTE.
1737.
Ximeno, tomo 2, pág. 250.
Añádese a su artículo, que en los dos excelentes tomos de cartas y opúsculos de Martí, Miñana, y otros que posee el Sr. Borrull, y que referimos en el artículo del P. Miñana, hablando de sus Dialogos de Theatro et Circo Saguntinis: en el primero hay una carta inédita de Martí a Miñana, folio 20 vuelto; y en el principio del segundo, otra suya al mismo, a 12 de las calendas de enero de 1708, en que le inserta la disertación que en el año anterior había dirigido a D. Alejandro Zondadari, abad de S. Salvador y hermano del nuncio de S. S., en nuestra corte, sobre la Antología, con la particularidad de que en dicho tomo están traducidos por el Deán, del griego al latín, todos los versos que contiene: lo que no ejecutó en la carta dirigida a Zondadari, que es la 5.a del libro 4.° de las de Martí.
Posee también dicho Sr. Borrull cinco cartas castellanas de nuestro Martí a Miñana, que copió de las que conservaba D. José Joaquín Lorga. En el memorial ajustado del pleito que siguió D. José Mayans, hijo del célebre D. Gregorio, con los hijos de D. Miguel y nietos de aquel, sobre la herencia del padre común, se insertan los inventarios de la misma; y en los números 93 y 123, las obras siguientes:
1. Rapsodias de Eustaquio, obispo de Tesalónica, que tradujo y regaló el deán Martí al mismo, como su herencia.
2. Cartas castellanas del deán al susodicho. Un tomo en 4.°
La obra que cita Ximeno al número 7: Pro crepitu ventris, fue traducida al castellano por un anónimo, con estas iniciales D. R. V. O., y se imprimió en Sevilla, sin año, en 8.° Toledo, por Nicolás de Almanzano, en 1776, en 4.° Madrid, imprenta de Repullés 1813, en 4.° En la colección de cartas de varios autores españoles, publicada por Mayans, en cinco tomos en 8.° hay de nuestro Martí, impresas las siguientes: tomo 1, página 385: Carta a D. Antonio Carrillo de Mendoza, natural de la villa de Medinaceli, doctor en ambos derechos, y deán de Sigüenza. Pág. 390: Otra al mismo. Pág. 393: Otra a D. Gregorio Mayans. Pág. 396: Carta a D. Felipe Lino de Castelví, conde de Carlet, pidiéndole que en el concurso que había de opositores a la cátedra del código de Justiniano, votase por D. Gregorio Mayans. En la pág. 398: Otra carta a D. Miguel Riggio, teniente general de las galeras de España. Es su contenido de mucha erudición por la explicación de muchas dudas sobre las medallas antiguas. Otra en la pág. 422, al mismo general, haciendo juicio del libro intitulado: Breve disertación sobre la fundación, nombre y antigüedad de las ciudades de Sevilla o Hispalis, e Itálica, impresa en Madrid en 1732, en 8.°, cuyo autor es D. José Pardo de Figueroa. Y últimamente en la pág. 425: Carta a D. Francisco de Almeida, arcediano de S. Pedro de France, dignidad de la santa iglesia de Viseo, escribiéndole las gracias por las alabanzas que le había dado en una carta dirigida a don Gregorio Mayans y Siscar, por los libros que le había enviado del: Aparato para la Disciplina y Ritos eclesiásticos de Portugal: se niega a comunicar sus escritos para que se impriman: manifiesta que su edad le obligaba a excusarse del comercio literario; pero al mismo tiempo da satisfacción a algunas dudas.
DR. GINÉS POMARES (Pomarés).
1738.
Valenciano: presbítero y beneficiado en la parroquial de Santa María de la villa de Elche. De este autor hace mención D. José Vicente Ortí en el siglo V de la conquista de Valencia, página 464, diciendo que en un teatro formado en la plaza del mercado se representó con muy justas aclamaciones, la tarde del 12 de octubre de 1738, una comedia compuesta por Pomarés, intitulada: 1. Las siete estrellas del Puche, y conquista de Valencia por el Rey D. Jaime. Se ignora si se imprimió. (Puche, Puig, Pueyo, Pui, Puy : podium) (Josep Puche)
FR. VICENTE FERRER.
1738.
Religioso dominico, natural de la villa de Traiguera, diócesis de Tortosa. La obra de este autor que cita Ximeno, tomo 2, pág. 260, columna 1, núm. 2, titulada: Suma moral para examen de Curas y confesores; se reimprimió en Valencia por José Tomás Lucas el año 1754, en 4.°, corregida por las notas marginales que de su letra escribió el mismo autor en la suma de su uso: añadido el resumen de las definiciones morales y el índice de cosas notables de que carecía la primera edición. Se volvió a imprimir tres veces en Valencia, por Francisco Burguete, años 1770, 1775 y 1779, y en Murcia el año 1771, siempre en dos tomos en 4.° Añádese:
1. Opusculum teologicum de conscientia SS. Dom. N. Benedicto XIII consecratus in quo declinatis nimiae severitatis, et benignitatis extremis medium tritum inoffensum que demonstratur iter ad incorruptae disciplinae sanctitatem tuendam ac vindicandam, juxta in concussa tutissimaque dogmata D. Thomae Doctor. Angelici. Valentiae Antonii Balle 1725: en 8.° Este opúsculo es el tratado 4.° del tomo segundo de su Epitome Cursus theolog.
P. SEBASTIÁN GINER.
1741.
Valenciano, de la compañía de Jesús. Fue el primer maestro de retórica que hubo en las escuelas de su religión, situadas junto al seminario e iglesia de S. Pablo, después que cesó la enseñanza de la latinidad en la universidad día 6 de mayo de 1741, como dice Ximeno, tomo 2, pág. 337 y 338, hablando del P. Fr. Raimundo José Rebollida, que regentó hasta entonces dicha cátedra en la referida universidad.
Para manifestar el P. Giner los progresos de sus discípulos, y hacer patente al público su cuidado y vigilancia en la mayor instrucción de la juventud, en 22 de julio del mismo año celebró un certamen literario, dando pruebas sus discípulos de los esmeros y adelantamientos. Para convidar a la ciudad y demás personajes a la concurrencia de este acto, publicó un papel en que manifiesta su mucho ingenio y facilidad en el metro latino y castellano con este prospecto: 1. Juvenil palestra, que en Métrico-Oratorio certamen ofrecen los alumnos de las escuelas que nuevamente ha instituido en el seminario de nobles de S. Ignacio de la compañía de Jesús, la fidelísima y nobilísima ciudad de Valencia. Impreso en la misma por Juan González, año 1741, en 4.°
Al principio del libro: siglo V de la conquista de Valencia, hay un romance endecasílabo de nuestro autor.
FR. TOMÁS ESBRÍ.
1744.
Valenciano, religioso dominico: obtuvo en su orden y convento de predicadores de Valencia, en donde tomó el hábito, los empleos de lector de filosofía, de maestro y de doctor en sagrada teología, y examinador de ambas facultades en la academia real de Tortosa, y revisor de libros por la inquisición en el año 1744. Escribió:
1. Constitutiones nec non declarationes, confirmationes atque ordinationes omnium capitulorum generalium Sacri Ordinis Praedicatorum ab anno 1650 quo pervenit elucidatio R. P. M. Fr. Vincentii Fontana usque ad 1725. Dos partes: Pars prima sub se omnia continens quae pro toto nostro ordine fuere sancita. Autore Fr. Thomae Esbrí Sacr. Theol. profesore Valentiae in Conventu Regali Praedicatorum 1740. Manuscrito en folio: se conserva en la librería de Santo Domingo.
FR. IGNACIO SAVALLS.
1746.
Religioso trinitario calzado, mencionado por Ximeno (aunque no como a escritor) tomo 2, pág. 145. Nació en Valencia, parroquia de S. Andrés, a 2 de febrero de 1656: se llamaron sus padres Vicente Savalls e Isabel Pérez: tomó el hábito en el convento de Ntra. Sra. del Remedio, en el que profesó en 2 de junio de 1674. Fue maestro en artes, doctor en sagrada teología, secretario, difinidor y visitador general de la provincia de Aragón, ministro de los conventos de Liria y Valencia, y en este, regente de estudios, cronista general de la orden y examinador sinodal de los obispados de Almería y Córdoba. Murió en 5 de junio de 1746. Escribió:
1. Continuación de la Biblioteca Valentina del P. Rodríguez, que empieza en la página 468.
2. Triunfos de la luz contra las obscuras tinieblas de la herejía. Son dos sermones predicados en la iglesia de Almería, el uno en 12 de junio por la victoria de Almansa, recuperación de Valencia y rendimiento de Zaragoza; y el otro en 11 de septiembre, por el nacimiento del Príncipe, sucedido en 25 de agosto de 1707. Impresos en Córdoba por Asisclo Cortés de Ribera, año 1708, en folio.
FR. FRANCISCO PASTOR.
1746.
Natural de la villa de Onteniente, religioso carmelita observante: de quien habla Ximeno, tomo 2, pág. 289. Se añaden a sus obras las siguientes:
1. Regla y Constitución de los religiosos de la orden de N.a S.a del Carmen... Traducidas del latín en romance, en gracia de los religiosos de la obediencia que ignoran la lengua latina. A que se añade una breve explicación de los tres votos de obediencia, pobreza y castidad, y demás cosas pertenecientes al estado religioso, y el catecismo de la doctrina cristiana.
Valencia por Antonio Bordázar, en 1732, en 8.°
En el archivo del convento de Onda, se hallaba un tomo en 4.°, manuscrito, de nuestro autor, con los siete tratados siguientes:
2. Breve relación de la vida virtudes y milagros del V. P. Fr. Gerónimo Lorento Caset, prior del convento del Carmen de Onda. Sacada de algunos papeles del archivo, de testigos fidedignos y de otros instrumentos.
3. Breve relación del V. P. Fr. Grabiel (Gabriel) de Jesús y María, carmelita. Este venerable se llamaba Grañana, y el autor le apellidó de Jesús y María.
4. Relación de las virtudes, vida y muerte de la V. Hermana Francisca Caset, beata profesa de la orden del Carmen, llamada en su profesión Teresa de S. José.
5. Noticia de la vida prodigiosa y admirables virtudes de Fr. Basilio Bertrán, carmelita de Onda.
6. Relación de la vida y virtudes del V. P. M. Fr. Diego Gerónimo de Tuesta, primera y principal planta de la reforma de los tres conventos de carmelitas en Villareal, Onda y Orihuela.
7. Relación de las virtudes y maravillas de la venerable hermana Serafina Alcácer, beata profesa del Carmen de Onda.
8. Relación de las vidas, virtud y santidad de otros muchos religiosos que vivieron y murieron en el convento del Carmen de Onda.
Con su muerte desaparecieron otros muchos manuscritos de sermones de Cristo, María Santísima, de Santos y de tempore, con varias apuntaciones sobre asuntos morales y predicables, y otros diferentes, predicados los miércoles de cada mes a las señoras congregantas de Santa Teresa de Jesús.
FR. NICOLÁS DE JESÚS BELANDO.
1747.
Religioso franciscano descalzo, del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 296. La obra que cita de este autor al número 3, titulada: Historia civil de España, sucesos de la guerra, y tratados de la paz desde el año 1700 hasta el de 1733, tres tomos impresos en Madrid por Manuel Fernández, años 1740 y 1744, en folio; dice de ella Voltaire en el siglo de Luis XV, tomo 1, pág. 19, lo siguiente: En esta obra el autor descubría cuantos secretos de España había participado a Francia el P. Duvanton, confesor del rey Felipe V. Sin duda fue la causa de que nuestro gobierno la mandase recoger.
Añádese a sus obras:
1. Historia resumida de la militar orden de S. Juan de Jerusalén, generalmente llamada de Malta, con una noticia cierta de sus Gran Maestres y soberanía. Esta obra quedó manuscrita, y paraba en poder del pavordre D. Juan Sala. La del número 4, citada por Ximeno, que es: Manual para sacerdotes, se reimprimió en Valencia por Salvador Faulí, año 1773, en 12.° Es obrita muy pía, y toda ella respira amor por la perfección del estado sacerdotal.
P. LORENZO LÓPEZ.
1747.
Ximeno, tomo 2, pág. 297.
De la compañía de Jesús, natural de Alicante. Se añade:
1. Crónica de Alicante. Manuscrito en folio que se conservaba en el archivo de la casa profesa de Valencia.
FR. SERAFÍN DE SAN FELIPE.
1748.
Religioso capuchino, natural de la dicha ciudad, antes Játiva, arzobispado de Valencia. Escribió: 1. Imperio de María en los reinos de la naturaleza del cielo, de la tierra y del infierno. Palma, dos tomos en 4.°: el primero se imprimió en 1742, y el segundo en 1748, sin nombre de impresor.
FR. FRANCISCO VIDAL Y MICÓ.
1749.
Ximeno, tomo 2, pág. 318.
Religioso dominico. Añadimos que murió en 19 de diciembre de 1749, dejando por imprimir las obras siguientes: 1. Breve compendio de la prodigiosísima vida del patriarca santo Domingo de Guzmán, con su novena. Valencia, por José Tomás Lucas, año 1766, en 8.°
2. Devota y angélica novena del apóstol de las Indias occidentales san Luis Bertrán. Valencia, por Agustín Laborda, en 16.
La obra citada por Ximeno al número 9: Sacro Diario Dominicano, es traducción del italiano, que tiene el mismo título, y es impresa en Roma en 1728, compuesta por un Dominico, en dos tomos en 12.°: se reimprimió en castellano, dividida en dos tomos, en Valencia por Agustín Laborda, año 1767, en 8.°
FR. TOMÁS SORO.
Ximeno, tomo 2, pág. 334.
Religioso agustino, natural de Valencia. Se añade que murió en su convento de S. Agustín el año 1749. La obra de este autor que en el número 2 señala Ximeno, intitulada: Declamationes ex corde peccatoris lapsi ad poenitentiam gemitusque coram Deo se humiliantis et misericordiam exposcentis, la imprimió en Valencia en casa de José Tomás Lucas, el año 1750, en 4.°, cuidando de la edición el Dr. Juan Bautista Orts, vicario de san Andrés de Valencia, y después cura de la Alcudia dels Crespins.
FR. JOAQUÍN ESCUDER.
1759.
Ximeno, tomo 2, pág. 294.
Religioso franciscano descalzo de S. Juan de la Ribera. Nació en Liria en 14 de enero de 1708; tomó el hábito en el convento de su patria: después de la profesión, y concluidos los estudios fue lector de sagrada teología, custodio y guardián de los conventos de Gandía, Valencia y otros; difinidor, comisario visitador de la provincia de S. José en Castilla la Nueva, custodio de la de S. Pascual Bailón en el reino de Murcia, y otras; secretario general de los descalzos de España y recoletos de Francia de los mismos; vice-procurador y vice-comisario general de las provincias descalzas de Nápoles. Murió en la villa de Liria. Además de lo que trae Ximeno, imprimió:
1. Contra-respuesta a las respuestas del P. Fr. Jacinto Palacios, que amante del honor del Rmo. Padre ministro general, y de la regla de su santo S. Francisco, da a luz &c. Papel en folio, sin nombre ni año de impresión; pero está firmado en Madrid a 10 de febrero de 1749.
FR. FRANCISCO DE SAN PEDRO, en el siglo Margarit.
1750.
Nació en Cuatretonda (Quatretonda), pueblo del reino de Valencia, y de su arzobispado, a 28 de noviembre de 1695. Fueron sus padres Pedro Margarit y Cecilia Tarrazo; tomó el hábito de agustino descalzo en el convento de santa Mónica de Valencia, en donde fue lector jubilado; pero deseoso de extender la religión de Jesucristo, pasó a América, en donde corrió varios países, obteniendo los empleos de calificador del Santo Oficio, y vicario foráneo en el obispado de Cebú en el partido de Calamanes; ex-vicario provincial y visitador de dicho partido; ex-difinidor de provincia y ex-vicario provincial de Manila y sus contornos, y después vicario provincial y procurador general de su provincia de Filipinas, de la Nueva España, y presidente del hospicio de S. Nicolás de Méjico. Pero cuando se restituía a España a descansar de sus trabajos, murió en el mar el año 1750. Imprimió: 1. La nada más gloriosa: sermón panegírico que en el día 5 de la infraoctava de S. Bernardo predicó en el religiosísimo convento de dicho santo de religiosas de la concepción, año 1747. Méjico, por la viuda de don José Hogal 1747, en 4.°
2. Tres tomos de sermones y pláticas. Manuscritos, predicados en aquel continente, donde se perdieron.
D. JOSÉ BORRULL.
1750.
Vivía aún este sabio valenciano cuando Ximeno publicó su segundo tomo, insertando su artículo en la página 316, y falleció en Madrid el día 23 de noviembre de 1750. El Sr. Mayans escribió su vida, y ha quedado manuscrita en poder de su sobrino D. Francisco Javier Borrull, dando muchos elogios a su erudición, y obras legales, repitiéndolos en las vidas del deán Martí, de D. Juan Puga, de D. Francisco Ramos del Manzano, y en la prefacion de sus Disputationes juris, impresas en Leiden en 1752, y otras partes. Qué mucho lo ejecutase un discípulo, puesto que el gobierno publicó su muerte manifestando los créditos que merecía, no sólo por su integridad y su especial amor al Real Servicio (1: Gaceta de Madrid de 5 de enero de 1751), sino también por su gran literatura: que la habían reconocido ya los autores de las nuevas Actas de los eruditos, impresas en Lipsia en 1738, y que el célebre Gerardo Meerman, impugnando el dictamen de D. José Finestres que le había participado no conocer a ningún catedrático de jurisprudencia que tuviera algún mérito, y que las obras de esta facultad publicadas en latín carecían de amenidad y erudición; le dice (2: Meerman in Conspectu novi thesauri juris civilis, et canonici. Hagae comitum apud Hondt: an. 1751, cap. 4, pág. 60) que había florecido entre otros en la universidad de Salamanca el celebérrimo catedrático D. José (le llama por equivocación D. Juan) Borrull, cuyos tratados legales muy doctos, y escritos con mucha industria, los considera dignísimos de la luz pública, y procurará que le viesen, y así no causará novedad que mantuviera correspondencia con muchos eruditos, y entre ellos con el deán Martí, con el P. Interian de Ayala y con el P. Miñana; y para que se conozca la intimidad de este con el mismo y toda su familia, insertaré la carta inédita que del original he copiado, y es la siguiente:
“Josephus Emm. Mignana Josepho Borrullio Primario apud Salmaticenses juris Professoris S. Gratulor tibi, mi Borrulli vere que gratnlor, quod ad in honoris culmen evexit te virtus tua: quo non nisi tui pares eniti possunt. Mac te igitur animo, ac quam semel viam arripuisti graviter insiste. Equidem, ut video, majora te vocant, et ne tibi desis, brevi te merita tua provehent eo loci quo te non scholae solum, sed et universo Orbi Hispano reddas conspicuum Valentinae gentis decus maximum et ornamentum in te uno spes est: fac appareat, quam de te cepimus, qui te exanimo amamus. Ego vero ut de me aliquid dicam immane est quo sim gaudio delibutus, ut nuntium accepi (vera loquor) exilui praegudio. ¿Quid enim cadere mihi potest gratius, quam Borrulliorum provectio? quam gentem ante omnes unam depereo tum ob alia, tum ob innumera in me collata beneficia, quae memorem me gratumque praestabunt dum spiritus hos reget artus tu interim fruere isto primario juris... non tamquam in eo diu concessurus, sed ut gradu ad altiora ducente, majorum vestigia calcans magnorum in jurisprudentia virorum ut ita non una sit nobis causa gratulandi. Vale delitiae nostrae nosque tui amantes redama.” Valentiae Edetanorum IV Non. januarii an. MDCC.IXX.
Tal era su saber y gusto delicado en las humanidades, que siendo fiscal en el supremo consejo de Indias dirigió una carta al P. Joaquín Xavier de Aguirre, jesuita, maestro de letras humanas en el seminario de Villagarcía de Campos, su fecha en Madrid a 26 de agosto de 1743, manifestándole el deseo de saber su dictamen sobre la proposición que le pareció dura, y había leído en el tomo 4.° del Teatro crítico del P. Feijoo, discurso 14, en la segunda parte de las glorias de España, § 15, número 39, en el que no sólo iguala al Cordovés Lucano con Virgilio, sino que le hace superior: en cuya carta acumula con erudición apoyos por ambas partes, y razones que parece hacen dudosa la proposición. En su respuesta escribió dicho P. Aguirre un docto tratado intitulado: El Príncipe de los poetas Virgilio, mantenido en su soberanía contra las pretensiones de Lucano. Impreso en Madrid por Manuel Fernández 1744, en 4.° En este libro indemniza a Virgilio de cuantas impropiedades quieren atribuirle en su Eneida. Obra apreciable, y que cede en honor de nuestro Borrull, que dio margen a tan erudita producción. Añádense a sus obras:
1. Informe de la universidad de Salamanca al rey, sobre la reprobación de D. Manuel González Vaca, colegial en el mayor de Oviedo, en 2 de septiembre de 1723, para el grado de licenciado, excesos del cancelario D. Amador Merino Malaguilla, predominio de los colegiales mayores, y medios de evitar los perjuicios que causan a los adelantamientos de las letras. Firmada en 8 de diciembre de 1723, por el Sr. Borrull y otros tres catedráticos más (1: El Ilmo. Sr. Bayer insertó copia de esta representación en su historia de los colegios mayores, y yo la he visto, como también los dos papeles impresos de don Arias Campomanes, y uno del cancelario), y la atribuyo al primero por ser catedrático de prima de leyes, uno de los que lo reprobaron, y haberle nombrado la universidad (consta en el mismo informe) para defender sus derechos. Este fue uno de los casos más ruidosos que sucedieron en Salamanca. Los colegiales mayores sintieron sobre manera este deshonor de un individuo suyo. Un D. Arias Campomanes, de su mismo colegio, imprimió dos papeles en derecho, empeñado en probar la nulidad de dicha reprobación, hasta asegurar que el juramento que hacen los examinadores de reprobar al que no cumple debidamente en el examen de la capilla de Santa Bárbara, no obligaba mortalmente a ejecutarlo si el examinador fuese (como lo era González) catedrático. El cancelario se opuso al repartimiento del salario, sobre lo cual imprimió dos papeles: hubo recursos al consejo y al rey; y al fin en septiembre de 1725, reconociendo por válida la reprobación, declaró S. M. por vacante la cátedra, y que según sus constituciones se repartiera el residuo de su salario.
2. Manifiesto político y legal que hace la universidad de Salamanca sobre los procedimientos violentos y notoriamente atentados del Dr. D. Amador Merino Malaguilla, su Maestre-Escuela y Cancelario, con ocasión del repartimiento del residuo de la cátedra de decreto y otras de propiedad que obtuvo D. Manuel González Vaca colegial huésped en el mayor de Oviedo, vacante por no haberse graduado de licenciado y de doctor, conforme a constituciones y estatutos de ella, y otras cosas. lo he visto impreso sin lugar ni nombre de impresor.
Atribuyo también este y el que sigue al Sr. Borrull, por los motivos expuestos en el antecedente.
3. La universidad de Salamanca por su honor, por el de sus leyes, y prerogativas y grados, por el de sus más celosos y dignos hijos, y por el de su manifiesto contra la defensa jurídica del Dr. D. Amador Merino Malaguilla, su cancelario. Impreso sin expresión del lugar ni nombre de impresor.
4. Informes hechos por el mismo, siendo fiscal de la real chancillería de Granada, en que descubre su vasta instrucción, mucho juicio y fina crítica: y otros dados al rey sobre varios asuntos. Un tomo en 4.° manuscrito, que para en poder de D. Francisco Borrull, su sobrino.
FRANCISCO BRUSCA.
1750.
Valenciano. Fue sacerdote presbítero, examinador y catedrático de gramática en la universidad de Valencia, por los años de 1750. Imprimió: Copia de nombres y verbos para uso de los jóvenes. En 8.°, sin lugar ni año de impresión, pero sin duda fue impreso a mitad de este siglo.
D. JOSÉ VICENTE ORTÍ Y MAYOR.
1750.
Ximeno, tomo 2, pág. 312.
Valenciano. Se añade que murió en la expresada ciudad, día 21 de febrero de 1750, habiendo hecho testamento en 7 de mayo de 1735, ante José Vicent, notario.
Algunas de las obras de este autor se imprimieron después de publicada la Biblioteca de Ximeno, donde se citan manuscritas, y son: Pág. 314, col. 1, núm. 18: Vida de la V. Luisa Zaragoza. Valencia por José Esteban Dolz, en 1749, en 4.°
Núm. 33. Vida del Bto. Bono. En Valencia, por José Tomás Lucas, en 1750, en 4.°
Pág. 315, § V, dice: Vida de sor Paulina, antes religiosa de Santa Tecla de Valencia, debe añadirse Artés.
§ VI. Vida de doña Ana Ribelles, se imprimió en Valencia, en 1752, en 8.°, con el título de: Vida de doña Ana Vilanova y de Ribelles.
§ XIII. Vida de Fr. Tomás de Valencia, capuchino, en el siglo D. Gonzalo de Ixar. Se imprimió en Valencia, por la viuda de Gerónimo Conejos, sin año de impresión, en 8.°
Núm. 42 de la col. 1, pág. 316: Historia de la milagrosísima imagen de nuestra señora de los santos mártires inocentes, y madre de los desamparados. Se imprimió en Valencia, por Salvador Faulí, en 1767, en 8.°, añadida con cinco capítulos por D. Agustín Sales.
VICENTE IGNACIO SANZ.
1750.
Presbítero, natural de la ciudad de Valencia, estudió en su universidad, donde se graduó de doctor en cánones; fue beneficiado en la parroquial de Sta. Catalina mártir de la misma, y muy instruido en las rúbricas y ceremonias de la iglesia. Escribió:
1. Notas con algunos decretos de la sagrada congregación de Ritus. En 8.°, que imprimió al fin del libro de ceremonias de la misa, del Dr. Teodosio de Herrera. Valencia, por José Tomás Lucas, en 1750, en 8.°; obra tan estimada, que de ella se han hecho muchas reimpresiones.
P. FR. D. ANTONIO SURBANO.
1750.
Natural de Valencia: vistió el hábito en la cartuja de Valdecristo (Valldecrist), en el año 1693, y profesó en la misma, donde murió de edad de 76 a 77 años, día 16 de octubre de 1750. Para promover la devoción a S. José, compuso la obra intitulada:
1. Jardín celestial, y año Josefino: favores que nuestro Santo Patriarca el Sr. S. Josef, Esposo... ha hecho a diferentes devotos suyos, recogidos y sacados de muchos y varios autores. Tres tomos en folio que se guardan en el archivo del referido monasterio. El primero consta de 160 folios, el segundo de 172, y el tercero de 153.
ACADEMIA VALENCIANA.
1751.
Reunidos algunos amantes de la literatura con el deseo de fomentar en esta ciudad las letras, pensaron formar una academia que invocaron de la divina sabiduría; arreglando las constituciones propias al fin de recoger e ilustrar las memorias antiguas y modernas pertenecientes a España en todo género de artes y ciencias. Establecieron pudiese ser admitido para académico todo español noble o ciudadano, cualquier doctor en alguna facultad, el que viviere de sus rentas siendo persona honesta, y también todo artista que con su habilidad, saber y luces pudiese contribuir a los fines y miras de la academia. Esta tuvo principio juntándose sus individuos en el colegio de niños huérfanos de S. Vicente Ferrer, día 25 de agosto de 1742, en el que aprobaron los estatutos para el buen régimen de dicha academia. En esta junta se establecieron entre otras cosas lo siguiente: Que sus individuos se llamarían académicos valencianos; que debían contribuir anualmente con cierta cantidad para los fines de la expresada academia; el modo de elegir los empleados, que serían un presidente, censor, secretario, corrector, dos depositarios, un administrador y un impresor, debiendo juntarse los académicos todos los primeros viernes del mes; y reunidos en el primero de enero con el fin de implorar las luces de la divina sabiduría, se oyese una misa rezada en la iglesia señalada al intento, y congregándose después en la mañana o tarde de este día en el lugar acostumbrado se recitase una oración en acción de gracias, pidiendo el favor del Todopoderoso para el acierto en lo venidero, debiendo entregarla el orador dentro el tercero día al secretario, quien la pasará al censor, para que aprobada por este pudiese darse a la prensa, y en el mismo día se había de elegir el que debía pronunciarla el viernes primero del inmediato año. Salió elegido para presidente D. Pascual de Romaní (antiguamente Escrivá) Cabanilles &c. Barón y señor de Beniparrell: cuyo empleo debía ser perpetuo, así como los demás cargos trienales. Se adaptó (adoptó) por divisa y para colocar en el frontis de los impresos de cuenta la de la academia, la cornucopia según se halla en las monedas antiguas de Valencia, y encima el lema: Flores fructus parturiunt.
Determinaron imprimir algunas obras, cuyo catálogo puede verse en el libro: Obras cronológicas de D. Gaspar Ibáñez de Segovia, marqués de Mondéjar, que publicó la referida academia conforme el original que facilitó D. Gregorio Mayans. Esta fue la primera obra que vio la luz pública por disposición de esta junta de literatos, con las advertencias del mismo Mondéjar a la historia de España del P. Mariana, y la censura de historias fabulosas de D. Nicolás Antonio. Pero como faltaba apoyo, y el señor Mayans estaba retirado en Oliva, su patria, duró solamente esta academia hasta el año 1751. En este intervalo de tiempo, y cumpliendo con el estatuto de recitar e imprimir la oración dicha en el primer viernes de cada año, salieron a luz las siguientes:
1. Oración a la divina sabiduría, dicha por D. Gregorio Mayans, en 1743. Valencia, imprenta de Antonio Bordázar y Artazu, en dicho año, en 4.°
2. Con el mismo título la pronunció el pavordre D. Esteban Bru. Valencia, por Antonio Bordázar, en 1744, en 4.°
3. En 8 de enero de 1745 se leyó la oración a nombre del Exmo. Sr. D. Francisco de Almoida (Almeida) Mascareñas (Mascarenhas). Se imprimió en Valencia, por la viuda de Antonio Bordázar, dicho año, en 4.° Este sabio portugués, autor de muchas obras, socio y censor de la academia real de la historia portuguesa, no se desdeñó alistarse en esta de Valencia; pero falleció en Lisboa con sentimiento de todos los literatos en 1745.
4. D. Ascensio Sales, presbítero, y después obispo de Barcelona, dijo la del año 1746, y se reimprimió por la misma en el referido año, en 4.°
5. Acción de gracias a la divina sabiduría, patrona de la academia valenciana: su autor D. Juan Antonio Mayans. Valencia, viuda de Bordázar, 1747, en 4.°
6. Pronunció la del año 1748 D. Agustín de Orobio Barterra, agente fiscal del supremo consejo de la santa inquisición, y académico valenciano. Valencia, por dicha, 1748, en 4.°
7. D. Pedro Albornoz y Tapies, presbítero, que después fue obispo de Orihuela, pronunció la del año 1749. Valencia, por dicha impresora, en 4.°
8. En 1750 el caballero D. Lorenzo Boturini Benaduci, cronista de Indias, recitó la oración en latín, y se imprimió por dicha viuda en el mismo año, en 4.°
9. Últimamente dijo la de 1751 el Dr. D. Vicente Albiñana, pavordre de la iglesia metropolitana de Valencia, cura de la iglesia parroquial de Foyos y académico valenciano. Fue estampada por dicha impresora, en 4.°
VICENTE AGRAIT Y SALVADOR.
1751.
Ximeno, tomo 2, pág. 303.
Fue natural de la ciudad de Valencia, y bautizado en la parroquial de Santa Catalina día 1 de abril de 1698, hijo de Francisco Agrait Mercader y Teresa Salvador, escribió:
1. Oración panegírica en los solemnes cultos y festivos aplausos a María Santísima, divina aurora, que consagró la juventud de la villa de Alcira, alistada en una congregación nuevamente erigida, y empleada los días festivos en el primero ejercicio del rosario de María Santísima al amanecer, celebrados en su parroquial iglesia de Santa Catalina virgen y mártir, dominica segunda de noviembre, día del patrocinio de nuestra señora, año 1750. Valencia, por José Esteban Dolz, 1751, en 4.°
FR. MARIANO NAVASES.
1752.
Religioso dominico, nació en Valencia a 21 de noviembre de 1697 en la parroquia de santa Catalina mártir, tomó el hábito en el convento de predicadores de su patria en 3 de septiembre de 1714, donde después de los estudios leyó artes y teología. En 1719 se graduó de Dr. en la universidad de Valencia, y en 1722 defendió conclusiones en el capítulo que celebró su provincia en Zaragoza por los valencianos, quedando con lucimiento en este acto. Obtuvo la cátedra perpetua de Santo Tomás en la universidad de Valencia; fue examinador y censor de dicha facultad, maestro en su religión y examinador sinodal de este arzobispado. Murió en su convento de santo Domingo día 25 de agosto de 1752, estando imprimiendo la obra que sigue, de la que vio hasta la página 28 del tomo 2.°
1. Moralis Theologia Cursus Scholastica methodo concinnatus: inquo, declinato recentiorum probabilismo, ad mores spectantia dubia, Patrum authoritate, Sacrorum Canonum, et Conciliorum sanctionibus, atque Angelici Doctoris praeclarissimis rationibus exponuntur et deciduntur. Valentiae, typis Iosephi Th. Lucas, 1754, folio 2. tomos. El tomo 3.° quedó MS.
FR. DIEGO MARTÍNEZ.
1753.
Religioso mínimo, natural de Vivel, reino de Valencia (Viver, Castellón), obispado de Segorbe, vistió el hábito en el convento de S. Sebastián de Valencia, fue corrector en este convento, y siendo actual colega provincial murió en el mismo a 19 de diciembre de 1753. Publicó:
1. El consuelo más piadoso en el sentimiento más justo. Oración fúnebre en las exequias del ilustrísimo y reverendísimo Sr. D. José Gasch, ex-general de toda la religión mínima, arzobispo de Palermo, &c. celebradas en el convento de S. Sebastián de Valencia en 22 de septiembre de 1729. Valencia, por Vicente Cabrera, 1730, en 4.°
2. Finezas del corazón de Jesús sacramentado. Oración panegírica en la fiesta celebrada en el monasterio de nuestra señora de Gracia Dei, renombrado de la Zaydía, en el viernes inmediato a la octava del Corpus, en el año 1739. Valencia, por Antonio Bordázar, en 4.°
V. P. D. JOSÉ FLOR Y ROSELL.
1753.
Natural de la ciudad de Segorbe, hijo de padres honrados, aprendió en aquella ciudad las primeras letras y la gramática, y pasando a Valencia estudió en su universidad la filosofía y teología, hizo tantos progresos en virtud y ciencia, que pasaba muchas horas en los templos, en especial asistiendo todas las noches al oratorio de S. Felipe Neri, en donde con la frecuente oración radicó en su alma un propósito firme de adquirir y conservar la perfecta sabiduría. Por este tiempo obtuvo un beneficio en la parroquia de S. Martín de Valencia, con cuyo título se ordenó de sacerdote, haciendo una vida ejemplar, ejercitándose en el púlpito, confesionario, y en muchas otras obras de caridad. Viendo en nuestro Padre tan caritativo zelo, le presentaron una capellanía del hospital general de esta ciudad, en donde con más fervor se empleó en asistir a los enfermos, instruyéndolos, consolándolos y ayudándoles a bien morir; no satisfecha aún con esto su caridad, iba a las cárceles, en donde hacía doctrinas y pláticas a los reos, confesándolos con amoroso afecto.
Llamado por Dios a la soledad, hizo las más vivas diligencias para ser admitido en la cartuja de Ara-Christi, como lo logró entrando monje en 10 de junio de 1727, teniendo la edad de 37 años, y profesó én 11 de junio de 1728. Allí se dio del todo a la oración y continua presencia de Dios, siendo muy puntual en la observancia de las leyes y estatutos de su religión; fue por dos veces maestro de novicios, vicario, y una procurador de Valencia, archivero, y últimamente prior de dicha casa, en cuyo empleo permaneció desde 1738 hasta el de 1746, en el que la obediencia le hizo pasar a serlo de la real cartuja de Portaceli. En 1751 volvió a ser prior de su monasterio de Ara-Christi, haciéndose de día en día más amable a sus compañeros, ganando sus voluntades, asistiéndolos de cuanto necesitaban; era tan puntual en el coro, que aun estando muy enfermo de ciática iba a él con muletilla, practicando los actos de comunidad con puntualidad y gusto. Lleno de méritos y virtudes murió, después de recibidos los sacramentos, en dicha cartuja de Ara-Christi en 24 de julio de 1753, en edad de 63 años, dejando señales de su salvación. Escribió:
1. Transformación del hombre antiguo por la recordación de los novísimos, y nacimiento del nuevo hombre por la consideración atenta de la muerte. Valencia, por Benito Monfort, 1763, en 8.°
Es traducción del latín que escribió el célebre Guillermo Estanihursto, de la compañía de Jesús; sólo tradujo el Novísimo de la muerte, ojalá que si virtió los restantes, tuviésemos la satisfacción de que viesen la luz pública.
I. SR. D. TOMÁS RATO.
1754.
Natural de Valencia, estudió en esta universidad, en la que regentó y sustituyó varias cátedras y pavordrías, logrando después la dignidad de arcediano de Murviedro en la iglesia catedral de su patria: atendidos sus méritos le nombró el rey por auditor en la sagrada Rota por la Corona de Aragón en la corte de Roma, y después en 1732 fue nombrado para el obispado de Córdoba.
Estando en Roma escribió e imprimió:
1. Decisiones Sacrae Rotae Romanae. Romae, ex txpographia Hieronymi Mainardi, 1749 hasta 1754, 4 tomos en folio.
Dedicó esta obra a Benedicto XIV, y cuidó de su edición Xavier de Canalibus, clérigo de la cámara apostólica y prefecto de los archivos del estado eclesiástico, el cual estuvo siete años en compañía de nuestro Rato, sirviéndole en los asuntos de la auditoría.
P. DOMINGO ANTONIO CHIVA.
1754.
Presbítero, de la congregación de S. Felipe Neri de Valencia, Dr. en sagrada teología: nació en la villa de Altura, reino de Valencia, obispado de Segorbe. Publicó:
1. Compendio de la historia de la virgen Ntra. Sra. de la Cueva Santa, con su novena, enmendada y añadida en esta tercera edición, con gustosas aunque resumidas noticias de la historia que escribió el P. Pascual Agramunt, de la compañía de Jesús. Valencia, por Cosme Granja, 1754, en 8.°
D. TOMÁS EIXIARCH.
1754.
Natural de Valencia, estudió en esta universidad, en la que se graduó del mayor de medicina. Por su mérito el Sr. D. Felipe V le nombró médico primero de presidios de África. El real consejo de Castilla lo propuso e hizo ir al presidio del Peñón, para cortar la grande epidemia que se padecía en aquella plaza, que pudo destruir de raíz; con este motivo publicó una Ephemeride latina, que después vertió e imprimió con este título: 1. Contagio del Peñón (falta como o punto?) Málaga, por... 1754, en 4.°
2. Juicio crítico del accidente (Alferecía) que padeció D. Martín Cermeño. Disertación. Málaga, 1754, en 4.°
I. D. DAMIÁN PALOU.
1755.
De este A. habla Ximeno, tomo 2, pág. 229, al año 1730. Se añade que falleció arzobispo de Rijoles, en la Calabria, en 9 de mayo de 1755: fue tan sentida la muerte de todos sus feligreses, que estuvo su cadáver cuatro días sin enterrar, por no desconsolar al pueblo que le amaba como tan buen prelado, celebrando todos los mismos exequias en sufragio de su alma.
1. Según el P. Serrano, en el siglo III de S. Vicente, página 38, dedicó este prelado a la ciudad de Valencia una Sínodo, que celebró en su arzobispado, cuyo don remitió con una carta muy afectuosa.
D. TOMÁS SERRA Y PALOS.
1755.
Presbítero, doctor en ambos derechos y sagrada teología, hijo y vecino de la villa de Burriana, obispado de Tortosa, fue beneficiado y residente en la iglesia parroquial de la misma, y muy aficionado a la poesía; murió por los años de 1755, dejó un tomo en 4.° manuscrito de sus poesías, que entre otras contiene:
1. La inocencia castigada. Auto nuevo alegórico historial en tres jornadas. Su asunto es la muerte y pasión del Señor.
2. El martirio de San Blas. Comedia con su loa, que se representó en la villa de Burriana, de donde es patrón. En tres jornadas.
3. Lo compuesto para la villa de Onda en la fiesta que hacen los mancebos a S. Pedro mártir, que le veneran por patrón de sus cosechas.
Otras loas y varias poesías contiene dicho tomo, que original he tenido en mi poder.
PASCUAL ESCLAPÈS DE GUILLÓ.
1755.
Natural de la villa de Elche, librero de profesión, murió día 24 de marzo de 1755.
La obra del número 2 que trae Ximeno, tomo 2, pág. 214: Resumen histórico de la fundación y antigüedad de la ciudad de Valencia. Se reimprimió más aumentado por D. Antonio Suárez, artífice platero, en Valencia, por Josef Estevan, año 1805, en 4.°
JAIME MATEU.
1756.
Presbítero, fue doctor en sagrada teología, hijo de la villa de Benlloc, obispado de Tortosa, reino de Valencia, que dista 13 leguas de esta, obtuvo por su sabiduría varios curatos, como el de la villa de Zurita, Villafranqueza (Villafranca del Cid?) y el de la ciudad de Peñíscola, logrando últimamente por oposición el canonicato penitenciario en la catedral de Tortosa, en cuyo obispado fue examinador sinodal. Escribió:
1. Epítome histórico de la villa de Benlloc en el reino de Valencia, y de la prodigiosa Imagen de nuestra señora del Adjutorio, venerada en su término. Valencia, por José Tomás Lucas, 1756, en 8.°
FR. TOMÁS PÉREZ.
1756.
Religioso agustino, natural de la villa de Muchamiel (Muchamel, Mutxamel), del que habla Ximeno, tomo 2, páginas 280 y 371. Añádese que murió en el convento del Socorro de Valencia en 24 de octubre de 1756. Escribió además de las obras citadas por Ximeno: 1. Disertación dogmático-mística, que evidencia lo que no es ni puede ser la consumada y perfecta purgación o mortificación mística, y lo que es y debe ser su específica y esencial noción y apología, escrita a persuasión de personas interesadas en esta noticia. Valencia, por José García, 1753, en 4.°
La escribió impugnando al pavordre D. Vicente Calatayud; mas parece no quedó del todo conforme con los sentimientos de nuestro autor aquel sabio prebendado, pues empeñándose en la lid, y teniendo por justo su partido, escribió nuevamente contra su antagonista literario la obrita que tituló: La verdad acrisolada. La publicación de este escrito del Sr. pavordre aguzó la pluma y buen ingenio de nuestro Pérez con lo que escribió otra prolija disertación apoyando con firmeza su dictamen, y procurando desvanecer los apoyos del de su adversario. No se publicó, y es lástima, porque en ella se patentiza la verdad en muchas materias de teología mística, en cuya ciencia había manifestado este gran profesor los más profundos conocimientos. Llena esta obra un tomo regular en 4.° en letra bastante metida, pero clara; entrególa original su propio autor a un religioso que había sido su compañero siendo este joven, y después muy benemérito de su orden y del estado, a quienes sirvió a satisfacción en la visita regia y general de la provincia de Quito: llamábase el P. Mtro. Fr. Joaquín Iserta, quien en su última enfermedad la pasó a manos del P. Mtro. Fr. Francisco Hurtado, en cuya librería se conserva. Su título es: 2. Visura de la verdad acrisolada. Al dorso de la hoja de su título y nombre del autor extiende este las siguientes palabras tomadas de la carta 238 de S. Agustín: “His litteris accipe, quod et tu legas, et cui volucris, legendum tradas, et quod volucris vicissim scribendo, ipse respondeas. Iniquum est enim, ut quisque de aliquo judicare vellit, et judicari de se nollit.”
Escribió también el Mtro. Pérez: 3. Varias respuestas y dictámenes morales y canónicos a consultas tenidas en el Palacio Arzobispal de Valencia. No están encuadernadas como la obra antecedente, pero existen ambas en la misma librería.
4. Prontuario del feliz origen, venida y establecimiento en Valencia de la Imagen de nuestra Señora del Socorro, con una Novena al fin. Valencia, por la viuda de Gerónimo Conejos, en 4.° sin año de impresión.
5. Sermón de nuestra Señora de Aguas Vivas, predicado en la parroquial de la villa de Carcagente (Carcaixent). Valencia, por José García, 1753, en 4.°
6. Novena de nuestra Señora de Aguas Vivas, en 4.° Por la viuda de Conejos, sin año de impresión.
FR. MANUEL VIDAL.
1757.
Religioso mínimo, natural de la ciudad de Valencia, hijo de hábito del convento de S. Sebastián de la misma, donde después de sus estudios se le nombró lector de teología era de un talento tan sobresaliente, que fue la admiración de cuantos le conocían, dotado de un gran numen poético, le era fácil cualquiera composición en verso; pero cuando se esperaban las producciones de su ingenio, falleció en su convento en Valencia día 10 de enero 1757, siendo corrector de él, en una edad muy temprana, con sentimiento de todos. Escribió:
1. Conclusiones en verso. Son las que se citan hablando del P. Fr. José Fornells, las que defendió este en Florencia en el capítulo general celebrado por la religión mínima.
Las referidas conclusiones con ser muy copiosas, fueron compuestas en verso heroico latino, hasta la expresión del lugar, día y hora de la función, entre las cuales había más de cien problemáticas. Obra que manifiesta la gran facilidad en el metro, ingenio y travesura en saber ajustar a la forzada dimensión del verso, las voces técnicas, y práctico-escolásticas de las materias teológicas que habían de defenderse.
2. Oración evangélica en la rogativa que para aplacar a Dios en la continuación del terremoto hizo la Santa Metropolitana de Valencia a Jesús Sacramentado, día 15 de mayo de 1748. Valencia, por José García, dicho año, en 4.°
JAIME MASSIGÓ.
1757.
Valenciano, presbítero, y con una habilidad extraordinaria para enseñar la gramática latina, por lo que fue maestro de sintaxis en la universidad de Valencia. Publicó:
Copia de nombres y verbos con cincuenta reglas de elegancia y los métodos de construir y vertir (verter) calendas en latín y castellano. Valencia, por José García, en 8.°, sin año de impresión, y por el mismo impresor en 1757, también en 8.°
I. SR. D. FRANCISCO BORRULL.
1758.
Nació en esta ciudad de Valencia día 12 de octubre de 1695: fue hijo del señor D. Pedro José Borrull, regente del supremo consejo de Aragón, y extinguido este, ministro del de Castilla (1: se ha hablado de dicho don Pedro en este tomo, pág. 5), y de doña María Bernarda Ramón: siendo de corta edad falleció su padre, y reconocido a los favores que este le había dispensado, viendo la falta de medios en que había dejado a su dilatada familia, se lo llevó en su compañía el venerable e ilustrísimo señor don Marcelino Siuri, obispo de Orense; y con tan buen director, que como dice el padre doctor don Felipe Seguer (2: padre Seguer en la vida del Ilmo. Sr. Siuri), convirtió su palacio en casa de oración, pudo libertarse de los peligros a que está expuesta la juventud, y arreglar sus costumbres, dando continuas pruebas del mucho talento y juicio que le distinguía entre los demás familiares. Mas como no había en Orense cátedras de las facultades mayores, se volvió a Valencia para instruirse en ellas. Su universidad aún no había podido recobrarse de los trastornos de la guerra: algunos catedráticos habían muerto: estaban otros ausentes siguiendo el partido del Archiduque Carlos de Austria: el ejercicio del patronato de la misma se había suspendido al ayuntamiento en resulta de la abolición de los Fueros: no se proveía cátedra alguna: y gran parte de ellas se regentaban por sustitutos; pero había algunos de ellos bastante instruidos: y con el auxilio de estos y principalmente con los consejos de su hermano D. José Borrull, catedrático de prima de leyes de la de Salamanca (3: trata Ximeno de dicho D. José Borrull en el tomo 2.° de Escrit. Val. pág. 316, y se ha tratado en este, pág. 28), hizo considerables progresos en la jurisprudencia civil y canónica, se graduó de doctor en ambas, y desempeñó con el mayor lucimiento los ejercicios literarios en las oposiciones a cátedras. Movido después del deseo de imponerse más completamente en el derecho canónico, y de la esperanza que animaba a muchos de conseguir con más facilidad colocaciones honoríficas en la carrera eclesiástica, marchó a Roma, y su ciencia y fina política le atrajeron la estimación de nuestro embajador el cardenal Bentivollo, y del cardenal Belluga: y habiéndole conocido el abogado José Scevolini, que ocupaba uno de los principales puestos en el Foro Romano, era pregonero de su mérito: y así se fue introduciendo con el padre Miguel Ángel Tamburini, general de la compañía de Jesús, con el padre José de S. Paulino, célebre orador de las escuelas pías, con el cardenal Marcelino Corradini, muy venerado así por sus escritos legales, como por su gran conocimiento de las antigüedades, que acreditará siempre su insigne obra: De primis antiqui Latii populis, y con otros cardenales, cuyos retratos en prueba de su gratitud se trajo a Valencia: pero lo distinguió entre todos el auditor decano de la Rota D. Tomás Núñez, nombrándolo ayudante de su estudio (4: lo manifestó D. Francisco en la oración que dijo en el acto de conclusiones, que defendió como deben hacerlo todos los auditores de Rota, para ser admitidos al ejercicio de este cargo, en la cancillería apostólica en 8 de mayo de 1753, y se imprimieron por Antonio de Rubeis); destino tan honorífico que como dice Bernino (1: Bernino en su obra: Tribunale de la S. Rota Romana, descrito cap. 7) abre el camino para otros muy superiores de los tribunales y de la curia romana. En el año de 1732 se le ofreció otra ocasión para acreditarse; pues el murciano Celada, que se había casado, y estaba más de cuarenta años avecindado en Roma, consiguió del rey Felipe V un beneficio eclesiástico para un hijo suyo, y también declaración de ser los otros hijos del mismo, que igualmente habían nacido en Roma, capaces del obtento de los beneficios de la península: lo sintieron mucho los españoles: tuvieron diferentes juntas en la cofradía de la resurrección, fundada por sus antecesores en dicha capital: y determinaron exponer a su Majestad la obrepcion con que se había obtenido aquella gracia, por no estar en Roma el tal Celada por encargo de nuestro gobierno, no ser por ello, ni poderse considerar españoles los hijos que allí habían nacido, y prohibirles las leyes el obtento de dichos beneficios. Y como el auditor de Rota Núñez era el presidente de la Archicofradía, y tenía tanta satisfacción del citado D. Francisco, le encargó que formase el memorial, y también una disertación para desengaño de algunos de aquella corte y de otros que satirizaban esta resolución de la archicofradía; y lo ejecutó tan cumplidamente, que por más de cuarenta años se cerró, según las noticias que han podido adquirirse, esta puerta para el acomodo de los hijos de Celada; y si después de este tiempo se abrió para uno de ellos, dándole un canonicato de Sevilla y otro de Córdoba, fue por haber logrado un Capelo (2: Véase el Mercurio histórico y político de España de junio 1773, pág. 186), como lo han ejecutado con otros cardenales extranjeros el mismo D. Carlos III, y otros reyes.
Enterado de la instrucción y buena conducta de D. Francisco, el rey D. Felipe V, que no había podido olvidar el celo con que le había servido su padre, dio orden en 17 de marzo de 1728 a su embajador el cardenal Bentivollo para que pasara los oficios convenientes a la Dataría, a fin de que fuese atendido en las primeras vacantes de prebendas eclesiásticas; y encargó también al cardenal Belluga que contribuyese por su parte al mismo objeto, expresando al uno y al otro que lo ejecutaba atendiendo a los largos servicios y mérito de su padre, y a las estimables prendas y circunstancias de este hijo suyo: en consecuencia de lo cual, habiendo vacado en el año 1735 un canonicato en la catedral de Valencia, por muerte de D. Francisco Ortí (3: trata de este canónigo Ximeno en el tomo 2 de los Escrit. Val. tomo 2, pág. 242), el Sumo Pontífice Clemente XII se lo concedió en 22 de junio del mismo año; y así volvió a su patria, y obtuvo los distinguidos oficios de juez sinodal, de comisario de cruzada, y de vicario general sede vacante. Y conociendo el ayuntamiento de Valencia su prudencia y don de gobierno, le dio a fines de marzo de 1740 el de rector de la universidad literaria, cuya tranquilidad alteraban los alborotos de los estudiantes: desde luego procuró contenerlos por los medios suaves, y no bastando estos, empezó a proceder con rigor contra los díscolos; parte de ellos eran discípulos de un catedrático de filosofía que lograba muchos protectores, el cual se exasperó de ello en tales términos, que lejos de obedecer las órdenes del rector, se propasó a insultarlo públicamente; en vista de lo cual le suspendió en el ejercicio de su cátedra (que duró sólo dos días), y le impuso una corta multa: y más irritado de este procedimiento acudió al consejo con una acalorada queja, y desfigurando los hechos, logró que revocara las citadas providencias: por lo cual se vio precisado don Francisco a manifestar la verdad de lo sucedido, y competerle facultad para lo uno y lo otro, aunque se atendiera únicamente a la jurisdicción económica, que no podía negársele, y sin la cual no era posible mantener el orden y la tranquilidad de la escuela: en vista de lo cual, con mejora del anterior decreto, declaró el consejo que podía el rector suspender por tres días a los catedráticos, e imponerles también la multa de una pequeña cantidad, que debía descontarse del salario: y así quedaron aprobados sus procedimientos por el tribunal superior del Reino. Los ratos que le dejaban desocupado sus cargos y comisiones los empleaba en el trato y comercio epistolar con los literatos, como con D. Gregorio Mayans, los padres Andrés Marcos Burriel, y Tomás Serrano, jesuitas; Jacinto Segura, dominico; Dr. D. Felipe Seguer, congregante; D. José Climent y D. Felipe Beltrán, elevados después a los obispados de Barcelona y Salamanca.
Su mérito era bien conocido en la corte, y el rey don Fernando VI, en premio del mismo, se sirvió darle en 13 de abril de 1752 la plaza de auditor de la Rota Romana, vacante por la promoción de D. Jaime de Cortada al obispado de Zamora. Cuantos le habían tratado en aquella capital del orbe católico diez y siete años antes lo celebraron sobre manera; y llegando a la misma, sus primeros cuidados se dirigieron a buscar para los destinos de ayudante de estudio, y de secreto, a sujetos de talento y ciencia, que bajo su dirección pudieran adelantarse más en la jurisprudencia; y tuvo tal acierto, que nombró por ayudante de estudio a Guillermo Pallota de Macerata, que fue promovido después al cargo de tesorero general de la cámara apostólica, y últimamente en 23 de junio de 1771 a la dignidad cardenalicia (1: véase el Mercurio y Gacetas de aquel año). Luego que D. Francisco empezó a ejercer su cargo, conocieron y admiraron todos su mucha instrucción, juicio, integridad y fina política, no menos que la benignidad con que oía a los litigantes, y el acierto de sus resoluciones. Y así procuraron su trato y amistad varios literatos, diferentes príncipes romanos y cardenales; y con quien la mantuvo más estrecha fue con el cardenal Carlos Rezzonico, que había sido auditor de Rota, y por muerte de Benedicto XIIII (XIV) ocupó la silla de S. Pedro con el nombre de Clemente XIII; y si no hubiese muerto D. Francisco pocos días después de esta elección, le hubiera elevado este gran amigo suyo, que tenía bien conocidas sus recomendables circunstancias, a las más altas dignidades. Mereció también por su instrucción y rectitud un singular aprecio al Papa Benedicto XIIII, y en 25 de abril de 1755, para que nada le faltase a su decoro, le dio con retención del canonicato de Valencia la dignidad de tesorero de la catedral de Tarazona. Vacó en el año de 1757 el obispado de Tortosa, cuyo prelado había estado enfermo muchos años; y necesitándose de un varón no menos experimentado que celoso y activo para el arreglo de diferentes negocios de la diócesis, el rey don Fernando VI nombró a dicho don Francisco en 25 de septiembre para esta dignidad; y preconizado en el consistorio de 25 de septiembre, lo consagró en el 2 de octubre siguiente en la iglesia de Santiago de Roma, el cardenal D. Joaquín Portocarrero, protector de los reinos de España, y ministro plenipotenciario de su Majestad católica en aquella corte. Y el Pontífice Benedicto XIV no quiso que marchase de la misma sin recibir nuevas demostraciones de la estimación que le profesaba: y así lo condecoró con el título de obispo asistente al solio pontificio.
Habiendo llegado a su iglesia a fines de noviembre, procuró arreglar su palacio de suerte, que pudiera servir de ejemplo a todos por su religiosidad y modestia; averiguó desde luego el estado de la diócesis, y la conducta de los curas y beneficiados; y sin perder un instante llamaba a los que se habían desviado de sus obligaciones, y por medio de sus caritativas y eficaces amonestaciones les reducía al cumplimiento de las mismas: puso en el debido orden varias cosas de la iglesia: e inmediatamente, después de Pascua, emprendió la visita de su obispado, que años hace que no se había ejecutado. Sabía con dolor, que los considerables derechos que solían exigirse en ellas, empobrecían a las iglesias, que regularmente no tenían más que lo preciso para mantenerse: consideraba que debían hacerse graciosamente por ser esta una de las obligaciones del prelado, y que para desempeñar esta y las demás se le concedían cuantiosas rentas: y así mandó que ni el secretario cobrase derechos, ni otro de la moderada familia que le acompañaba las gratificaciones que se acostumbraban de los curas o cleros, so pena de quedar despedido de su servicio. Muchos años ha que no se había hecho la visita: muchos de los pueblos no habían visto a su obispo, ni se les había administrado el sacramento de la confirmación, de que se lamentaban millares de familias: y así con un afán extraordinario se dedicaba a remediar esta notable falta, a examinar por sí mismo la inversión de las rentas de la iglesia, y de las administraciones por todo el tiempo que no se había ejecutado, y a procurar la reforma de costumbres y extinción de las parcialidades. Y era tanta su actividad, que sin tomar más tiempo que el preciso para el descanso, trabajaba todas horas en dichos asuntos: por lo cual era mucha más corta de lo que se creía su detención en los pueblos. Las gentes llenas de gozo daban repetidas gracias al señor por haberles enviado un padre tan benéfico, y en todas partes le recibían con las mayores demostraciones de amor y veneración: así corrió las poblaciones de la costa del mar hasta Almenara, las de la sierra, y otras del camino antiguo de Barcelona; pero tanto trabajo debilitó su salud: al llegar a Cabanes se sintió indispuesto, y pasando a S. Mateo se le agravó la enfermedad, y recibidos con edificación los sacramentos, murió en el día 5 de agosto de 1758, con universal sentimiento de su obispado, que se extendió a Valencia, y a cuantos le conocían en España y en Italia: fue sepultado en la iglesia parroquial de dicha villa, a la entrada de la capilla de comunión, colocándose en una lápida la siguiente inscripción:
D. O. M.
HIC JACET
ILL. D. D. FRANCISC. BORRVLLIVS
SACRAE ROMANAE ROTAE AVDITOR
SOLIO PONTIFICIO ASISTENS PRAESVL
DERTVSAE EPISCOPVS
VIR. DOCTISSIMVS. JVXTAQVE PIISSIMVS
QVI NON PLENVS DIEBVS, AT VIRTVTE PLENISSIM.
BREVI CONSVMMATO DECEM MENSIVM PONTIFICATV
EXPLEVIT TEMPORA MVLTA
MAXIMO OVIVM SVARVM LVCTV
IMO ET TOTIVS HISPANIAE PLANCTV
OBIIT
IN HOC S. MATHAEI NOBILI OPPIDO
NON. SEXT. AN DOM. MDCCLVIII.
ACTATIS SVAE LXII. (Pone actatis : Aetatis : edad, suae, 62)
Por haber sido rector de la universidad de Valencia, se colocó en su teatro un retrato suyo con una inscripción honorífica. Escribió:
1. Dissertatio de legibus Hispaniae prohibentibus Beneficia Ecclesiastica extevis conferri, et de obreptionis vitio Rescripti Regis Cat. quo instante D. Zelada declaratur omnes ejusdem filios capaces esse Beneficiorum Hisp. Romae, 1732. Sin nombre de impresor, fol. Tampoco tiene el de D. Francisco, pero consta que fue su autor. Del memorial al rey no se ha encontrado ejemplar.
2. Decisiones S. Rotae Romanae. Romae ex typographia R. Camerae Apost. 1755 et 57. 2 tomos en folio.
3. Dissertatio canonica pro canonicis Ecclesiae Metrop. Val. in qq. nuper motis à Parrochis ejusdem civitatis adversus alteram à Parrochis typis mandatam, et in vulgus sparsam. Romae 1755, ex typogr. Ant. Fulgoni, fol. Hay algunos ejemplares que tienen el nombre del abogado Francisco Cantoni, y otros no; pero es cierto que D. Francisco fue el autor, y lo manifiestan los borradores. Se trata principalmente en ella, de si en las exequias de los reyes deben las iglesias parroquiales seguir los toques de campanas de la catedral. Y de si convocados los curas por el canónigo capitular deben acudir a las procesiones públicas, y no lo haciendo, si les puede imponer penas pecuniarias.
4. Carta pastoral dirigida a sus feligreses, manifestándoles su elección. En Roma, por Octavio Puccinelli, 1757, fol.
5. Representación a su Majestad, oponiéndose a que se imponga a los pueblos del obispado de Tortosa tributo alguno sobre el vino, para la manutención de la casa de misericordia de Valencia: aunque no se expresa, se imprimió en Valencia, por Benito Monfort, en 1758. Esta representación se puso en manos de su majestad en los días de la enfermedad de este Sr. Obispo; y aunque interesaban tanto en su buen despacho los vecinos de aquella diócesis, ni estos ni los obispos sucesores lo solicitaron. M. S. S.
6. Exposición al consejo real, sobre competer al rector de la universidad de Valencia la facultad de suspender por pocos días a los catedráticos que no le obedecen, o le pierden el respeto, e imponerles una ligera multa.
7. Oratio inauguralis in S. Rotae Romanae instalatione Kal. Oct. an. 1753. De ejusdem laudibus, que mereció muchos elogios.
D. JOSÉ BINAFIA.
1758.
Presbítero, natural de la ciudad de Valencia, sacerdote pío y devoto. Publicó:
1. El tesoro del alma cristiana, las llagas santísimas de Jesús, para cuya adoración se proponen a los devotos 33 suspiros, en reverencia de los 33 años de su preciosísima vida: en 33 coronas de las llagas, acompañadas de varios pensamientos de la pasión.
2. La religiosa iluminada con 8 instrucciones de materias concernientes a su estado, para renovarse en los 8 días de ejercicios.
Empieza esta obrita a la página 336, y ambas juntas se imprimieron en Valencia por José Esteban Dolz, 1758, en 12.°
Son traducidas del italiano, de la que compuso el P. Pedro Ansalone, jesuita.
FR. FRANCISCO SIRERA.
1758.
Religioso mínimo, del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 239, al año 1734, fue natural de Caudete, nació en 1696, en cuyo tiempo era la referida villa del reino de Valencia, y lo fue hasta el año 1712, que por orden del gobierno se incorporó al reino de Murcia: lo que se advierte para se le tenga por valenciano. Murió en el convento de S. Sebastián de Valencia en 7 de febrero de 1758.
D. MARIANO SEGUER.
1759.
Ampliando el artículo de este escritor, del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 300, diremos que empezó la filosofía en esta universidad en 1718, y concluido este curso estudió la teología escolástica, y en 1725 cursó la medicina, graduándose de bachiller en ella en 1727, y de grado mayor en el siguiente año. Hizo varias oposiciones a las cátedras vacantes que había, y en 1737 fue nombrado médico para la asistencia del Exmo. Sr. duque de Santiestevan (Santiestéban), camarero mayor del rey católico, entonces primer ministro de D. Carlos rey de las dos Sicilias (y después rey de España), residente en la corte de Nápoles, lo que no tuvo efecto por restituirse el Sr. duque a España, cuya elección debió al Dr. D. Manuel Martínez de la Raga, médico de sus majestades sicilianas, hijo de esta ciudad, y alumno de su escuela.
En 1742, precedida oposición, fue provisto en la cátedra de anatomía, que sirvió hasta su muerte, acaecida en esta ciudad el día 15 de febrero de 1759.
Además de las obras que menciona Ximeno, escribió:
1. Dissertatio de virtute Kinae antiepilepticae. (Disertación sobre la virtud de la Kina - Calisaya - anti epilepsia, antiepiléptica) Se aprobó en la real sociedad médica de Sevilla, y en la erudita Academia Matritense.
P. BLAS ANTONIO CASORLA.
1759.
De la compañía de Jesús, del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 311, continuó este sabio jesuita en sus tareas literarias hasta su muerte, que fue en esta ciudad a 14 de enero de 1759. Añádense a sus obras:
1. Vida del V. Juan Domenech. Se halla al fin de la vida de la V. Gerónima Dolz, compuesta por nuestro autor, e impresa en Valencia en 1744, en 4.°
2. Dissertationes Apologeticae Critico Theologicae in Commentarium Theologicum P. Danielis Concinae super rescriptum SS. P. N. Benedicti XIV. circa jejunium... Authore D. Antonio Montoya, doctore theologo. Matriti, apud Viduae Emmanuelis Fernández, 1755, en 8.°
Aunque llevan al frontis estas disertaciones otro nombre, sé ciertamente ser su autor nuestro Casorla.
D. JOSÉ VICENTE ESCRIVÁ DE IXAR.
1759.
Presbítero, nació en Valencia, y era hijo natural del conde de la Alcudia, fue beneficiado en la catedral de su patria. Escribió:
1. Año militar. Calendario de santos soldados: obra proyectada y promovida por el capitán D. Tomás Pusterla y Toledo, y escrita a sus instancias por nuestro autor. Valencia, por Tomás Lucas, 1759, en 8.° 4 tomos.
Dicho D. Tomás Pusterla fue militar, y tradujo en español el calendario de los santos soldados, que escribió en alemán el P. Cristóbal Muller (Christoph Müller?), jesuita; pero habiéndole llenado de fábulas este autor, por haberse fiado solamente de Pedro de Natalibus, de D. Tomás Tamayo, y de otros semejantes historiadores, le hubo de enmendar y añadir nuestro Ixar.
2. Manual de ejercicios y devociones para los militares, que recogió de diferentes autores píos y devotos, forma el tomo quinto de la obra anterior. Valencia, por dicho impresor y año, en 8.°
VICENTE ALBIÑANA.
Presbítero, del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 291, al año 1746. Se añade que murió en el lugar de Foyos a 10 de mayo de 1759.
A más de las obras que relata Ximeno, escribió:
1. Oración a la divina sabiduría, patrona de la academia valenciana. Valencia, por la viuda de Bordázar, 1751, en 4.°
FR. GERARDO LA-GUÍA. (Laguía)
1759.
Religioso jerónimo en el monasterio de S. Miguel de los Reyes, nació en la villa de Alcira a 12 de enero de 1691, fue hijo de Francisco La-Guía, ciudadano de Guadasuar (Guadassuar), y de Catalina Maceres, natural de Alcira. Siguió la carrera de las letras hasta acreditarse de un abogado instruido y hábil. Después tomó el hábito en dicho convento en 5 de diciembre de 1723, en donde profesó en 8 de diciembre del año siguiente, y murió en la referida villa de Alcira en 26 de febrero de 1759: está enterrado en el monasterio de nuestra señora de la Murta. Escribió en latín:
1. Tres sermones de S. Vicente Ferrer.
Los compuso a fin de que se leyeran en el día de este santo en el refectorio de S. Miguel de los Reyes, como así se observa. Quedaron manuscritos, y porque la letra de dicho Fr. Gerardo no era la más legible, ni del mejor carácter, se copiaron, y permanecen en el expresado monasterio para dicho efecto.
CRISTÓBAL CORET Y PERÍS.
1760.
Sacerdote, natural del lugar de Alboraya, del cual trata Ximeno, tomo 2, pág. 293, se añade que murió en Valencia día 4 de julio de 1760. La obra que trae nuestro bibliógrafo al número 2: Diálogos de Vives traducidos, los reimprimió el traductor con algunas enmiendas en Valencia, por la viuda de Gerónimo Conejos, 1749, y por Benito Monfort, 1759 y 1767, y más ilustrados con algunas notas del Dr. Agustín Sales, por Faulí, años 1768 y 1788, y en Barcelona por Juan Francisco Piferrer, 1817, siempre en 8.°
La obra del número 3: Centuria de frases reducida a método fácil, se imprimió antes que la edición que cita Ximeno en Valencia, 1725, en 8.° sin nota de impresor.
Número 4: Noches y días feriados, que como manuscrito trata Ximeno, se imprimió después en Valencia por José García, 1750, en 8.° y contiene 252 páginas.
FR. JOSÉ MARTÍNEZ.
1760.
Religioso franciscano descalzo, natural del lugar de Villamarchante, tomó el hábito en la provincia de S. Juan Bautista y convento de Valencia; cuando se separó de esta la custodia de S. Pascual Bailón la primera vez se quedó en ella, en la que fue muchas veces guardián y maestro de novicios del santuario de Santa Ana; también difinidor, y dos veces cabeza superior de su Custodia, y como a tal se halló en el capítulo general de Mantua. Fue predicador célebre, haciendo no pocas conversiones en los reinos de Murcia, Castilla la Nueva y Valencia. Murió en Villena por los años de 1760. Escribió:
1. Doctrina regular cristiana y mística. Lo compuso para los novicios, siendo maestro de ellos: manuscrito que no imprimió por su mucha humildad, habiendo sido rogado varias veces para ello.
2. Tres tomos de Misiones, manuscritos, en 4.°
3. Tres tomos de Cuaresma, manuscritos, en 4.°
4. Un tomo de panegíricos en 4.° manuscrito.
Cuyas obras se hallaban en la librería del convento de S. Francisco de Villena.
FR. FRANCISCO GOMIS.
1760.
Minorita, natural de Confrides, reino de Valencia, fue maestro de gramática en el convento de Alcoy por los años de 1760. Escribió:
1. Oratio pro obtinenda Grammatices Magisterio in Schola Alcodiana. Orihuela, por Antonio Santa María, sin año, en 4.°
2. Principio, fundación y aumentos del seminario de S. Buenaventura de Alcoy. Orihuela, por dicho Santa María, sin año, en 4.°
D. TOMÁS MERITA Y LLAZER. (Llázer, Llátzer y más variantes, como la del celebérrimo catalán Ángel Llácer en el siglo XXI)
1760.
Natural de la ciudad de Valencia, hermano de D. Lorenzo Merita, regidor de la misma, uno de los comisarios para las fiestas del tercer siglo de la canonización de S. Vicente Ferrer. Estudió en esta universidad la filosofía, que empezó en el año 1725; y concluido el curso, siguió el de leyes y cánones; en 20 de mayo de 1732 fue recibido de bachiller en leyes, y en 3 de junio del mismo año se graduó de doctor en dicha facultad; obtuvo también los grados de bachiller y doctor en sagrados cánones en 1737. Hizo varias oposiciones a pavordrías y cátedras de leyes, y en 1739 se opuso también al canonicato doctoral de esta metropolitana iglesia, vacante por muerte de su tío D. Pedro Llazer. Últimamente en el año 1745, después de la oposición, fue provisto en la pavordría de vísperas de leyes; siendo lo más singular que esta pavordría la obtuvieron tres tíos de nuestro Merita, a saber, D. Pedro Llazer Domenech, que después fue canónigo doctoral de esta metropolitana, y electo por su majestad auditor de la sagrada Rota Romana; D. Pedro Mayor, que pasó a ser oidor de la real audiencia, y murió con honores del real y supremo consejo, y D. Felipe Domenech, que después fue canónigo de esta santa iglesia.
Colocado nuestro Merita, como hemos dicho, se le nombró prefecto o clavario del colegio de niños huérfanos de S. Vicente, empleo que sirvió hasta su muerte, acaecida en 29 de julio de 1760. Escribió:
1. Juicio legal, en favor de la inmaculada concepción de María Santísima. Oración panegírica que dijo en el día 21 de agosto de 1753, en las fiestas centenarias en Alcoy, día que se cumplieron los años del hallazgo de nuestra purísima madre dentro de las cebollitas de hermosas azucenas. Valencia, por los Hermanos de Gerónimo Conejos, dicho año, en 4.°
2. Vida, milagros y doctrina del valenciano apóstol de Europa S. Vicente Ferrer, con la canonización, traslación de su cuerpo, reliquias, cultos, apariciones, y oraciones del mismo santo. Valencia, por la viuda de Juan González, junto al molino de la Rovella, 1755; y por Salvador Faulí, 1798, ambas en 8.°
FR. JUAN BAUTISTA TALENS.
1761.
Religioso francisco descalzo, natural de la villa de Sueca, lector de sagrada teología, ex-difinidor, examinador sinodal del obispado de Barcelona, muchas veces guardián en varios conventos, cabeza superior de la provincia de S. Juan Bautista en el reino de Valencia, y en ella ministro provincial, y su cronista general.
Escribió: 1. Vida admirable del glorioso S. Pascual Bailón, hijo de la provincia de S. Juan Bautista, de religiosos descalzos de la regular y más estrecha observancia de N. P. S. Francisco en el reino de Valencia. En dicha ciudad, por Benito Monfort, 1761, en 4.°
2. Oración panegírica de S. Bernardo de Alcira, en la fiesta que le consagró dicha villa en el día 23 de julio de 1756, con motivo de implorar su favor contra la langosta. Valencia, por José Tomás Lucas, 1756, en 4.° (en el día de hoy, 5.2.2022, los de CCOO y UGT estarían en contra de esta imploración)
3. Sermón fúnebre en las exequias de la venerable señora doña Francisca Febrer y Miralles, hija de la venerable tercera orden de S. Francisco, y patrona del convento de franciscos descalzos de la villa de Vinaroz, celebradas día 21 de noviembre de 1757 en la parroquial de la villa de Calig (Cálig o Càlig). Valencia, por dicho, 1758, en 4.°
4. Dejó concluidas hasta su tiempo las Crónicas de su Provincia, y se guardan en el archivo general de ella, en folio.
JOSÉ GARCÍA.
1761.
En el tomo 4 de los viajes de don Antonio Ponz, página 80, en una nota dice: “Según noticias que se han adquirido, fue natural de la villa de Murviedro en el reino de Valencia. Residió en Madrid a principios de este siglo. Se cree que estuvo en Roma, y que estudiase con Lázaro Baldi la pintura.” Publicó:
1. Un libro de principios, grabado de agua fuerte... “se supone que murió en Madrid con título de Pintor del Sr. Felipe V. Aunque Palomino alcanzó y trató a este profesor, no dejó escrito nada de él.”
Arbitramos colocar (en) este año a García, por no saberse cierto el de su muerte.
D. MIGUEL SALES.
1761.
Presbítero, beneficiado en la iglesia de Catí, nació en esta villa a 9 de mayo de 1695, murió en la misma a 27 de julio de 1761.
En su juventud cultivó la poesía latina, pero en lo que sobresalió fue en la música de canto llano, en la que manifestó conocimientos sublimes y gusto exquisito: por lo que le llamó a Valencia mosen José Pradas, maestro de capilla de la santa iglesia metropolitana, a fin de arreglar debidamente el canto llano de los himnos, y escribir un libro de ellos para el uso de dicha santa iglesia, de orden del muy ilustre cabildo: lo que verificó con aplauso de los inteligentes, y a satisfacción de dicho ilustrísimo cabildo, que mandó depositar en su archivo el original trabajado por el referido.
He visto una copia de dicho libro, escrita de letra gallarda por el mismo Sales, con este título: Hymnarium totius anni, tam de tempore, quam de propriis Sanctorum, et de communibus. In usus Sanctae Metropolitanae Ecclesiae Valentinae, à Michaële Sales atque Doncláros Presbytero Catinénsi in meliorem concentum redactum: approbante enuntiatae Sanctae Ecclesiae Cantorum Magistro Josepho Pradas Presbytero, rei musicae peritissimo, atque antiquo et intimo Auctoris amico. Anno reparatae salutis MDCCL. En 4.° un tomo. Al fin se halla unido otro con este título:
Responsoria brevia tam de tempore, quam de Sanctis et de communibus.
La precede un prólogo muy erudito; y en él se dice, que había escrito la composición música (musical) de todas las misas de santos, así propias como del común, en canto llano, y su antifonario con el acento justo y correspondiente, con el fin de desterrar innumerables yerros que se veían de ordinario en los libros de canto llano; y que su trabajo había merecido la aprobación de los inteligentes. Se conservan estos manuscritos de mano del autor en la iglesia de Catí.
D. JOAQUÍN ORTÍ Y FIGUEROLA.
1762.
De quien Ximeno trata en el tomo 2.° página 271. Se añade que dejó a Valencia su patria, trasladándose a Madrid en el año 1757, donde murió en marzo de 1762.
Escribió también: 1. Formulario de abogados. Obra manuscrita que para instrucción en el modo de libelar en varios juicios, compuso y franqueaba a sus pasantes.
P. DR. FELIPE SEGUER.
1762.
Presbítero, de la congregación de S. Felipe Neri, natural de la villa de Alcalá de Gisbert (antes escribe Chisvert: Chivert, Xivert), del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 319; se añade que continuó en trabajar y escribir con infatigable celo hasta su fallecimiento, que acaeció en la casa de la congregación de Valencia en 20 de septiembre de 1762, de edad de 66 años.
Escribió además de las obras notadas por Ximeno:
1. Vita Ill. D. D. Marcelini Siuri, Auriensis primum deinde Cordubensis Episcopi. Impresa al principio de la segunda edición de la obra de Novissimis de dicho Sr. Siuri. Esta vida fue traducida al castellano por D. Gabriel Vicente Jurado, presbítero, y se imprimió en Córdoba en casa Juan Rodríguez, 1775, en 8.°
2. Elogio fúnebre de la serenísima Sra. Doña María Amalia de Sajonia, en los funerales celebrados por la ciudad de Valencia en su iglesia catedral día 12 de diciembre de 1760. Valencia, por Benito Monfort, 1761, en 4.°
3. Ejercicio de la cruz, para el uso de Sor N., manuscrito.
4. Tratado de la oración, manuscrito.
5. El perfecto sacerdote, 3 tomos manuscritos.
P. JOAQUÍN JOAN.
1763.
Nació en la villa de Onil, en el mes de junio de 1714, de una familia distinguida, así por el esplendor de su sangre, como por la multitud de hijos ilustres que dio al estado eclesiástico, como diremos en el artículo del P. Fr. Pedro Juan de Molina, año 1775.
El P. Joaquín y dos hermanos fueron admitidos en la religión de la compañía de Jesús: el mayor, llamado el P. Gabriel, murió siendo provincial de la provincia de Aragón: el padre Ignacio, que nació en 1700, vistió la sotana en 1716, y fue catedrático de teología en el colegio de S. Pablo de Valencia, rector de Gandía, y canciller de su universidad; falleció en la ciudad de Ferrara en 11 de marzo de 1775: y su ejemplar conducta obligó a Prat de Saba (P. Onofre) a escribir su vida, y colocarla en su Vicenalia Sacra de Aragon, sive de Viris Aragon. religione illustribus hisce 20 annis gloriosa morte functis. Impreso en Ferrara en 1784, en 4.°
El P. Joaquín, dotado de un buen talento, excelentes costumbres y mucha aplicación a las letras, después de estudiar filosofía en esta universidad, tomó la sotana de jesuita en septiembre de 1730: y viendo la buena disposición que tenía por sus conocimientos y circunstancias para la enseñanza se le encargó la dicha facultad, y fue promovido después a una cátedra de teología del colegio de S. Pablo de esta ciudad, que regentó por espacio de algunos años con grande crédito, desempeñando también la de lengua hebrea; el cargo de prefecto de la congregación Mariano-Angélica, en que procuró con mucho celo aumentar los obsequios y devoción a nuestra señora, y nombrado en 28 de abril de 1763 rector del seminario de nobles, se esmeró sobre manera en sus adelantamientos, y en los de los alumnos de las aulas de gramática de la universidad agregadas al mismo. Sus obras:
1. Oratio de immaculato Deiparae conceptu, et Mariano-Angelicae Societatis laudibus, habita in templo Collegii maximi D. Pauli S. J. à D. Francisco Xaverio Bastida VII. Id. Dec. MDCCLIX. Typograph. Bened. Monfort, en 4.°
2. Oratio ejusdem pro immaculata Virginis Conceptione á D. Francisco Albarrauno pridie ejusdem diei VII. Id. Decembr. in eodem templo. Valentiae, MDCCLIX. Typograph. Monfort, 4.° Tiene al fin en alabanza de la concepción de la virgen María un epigrama hebreo, traducido al griego, latín y castellano por los alumnos de aquella congregación.
3. Oratio ejusdem de admirabili Deiparae Conceptu, habita VII. Id. Decembr. an. M.D.CC.LXI. in eod. templo à D. Antonio Sánchez. Typograph. Bened. Monfort, en 4.°
Tiene también al fin otro epigrama traducido por los mismos.
4. Oratio ejusdem de immaculatae Deiparae et Mariano-Angelicae Sodalitatis laudibus habita in eod. templo VII. Id. Decembr. M.D.CC.LXII. à Salvatore Catalá. Typogr. Bened. Monfort, en 4.°
5. Constituciones del seminario de nobles de los padres de la compañía de Jesús de Valencia, renovadas por dicho. En Valencia, por Benito Monfort, 1763, en 8.°
P. RAIMUNDO ALAFONT.
1763.
Nació en la ciudad de Valencia en agosto de 1732, (pon un punto o punto y coma) deseoso de seguir la carrera de letras, estudió la gramática en las escuelas de la universidad que estaban a cargo de los padres jesuitas, y con esto logró ser discípulo en la retórica y poesía del P. Tomás Serrano (del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 335), en que hizo notables progresos, aplicándose también al conocimiento de la lengua griega; en el año 1747 fue admitido en la religión de la compañía de Jesús, donde continuó sus estudios; y vistos los grandes conocimientos que había adquirido y buena disposición para la enseñanza, fue elegido en lugar del P. Antonio Eximeno (que anotaré después al año 1808) para catedrático de retórica y poesía de esta universidad , en que descubrió no menos su aplicación que su inteligencia en las humanidades: concluido el tiempo de cuatro años, fue enviado al colegio de Calatayud para enseñar la filosofía; y ocupado en este cargo murió en el año 1763.
Compuso las obras siguientes:
1. Relación de las fiestas de la proclamación de Carlos III, publicada por D. Mauro Oller. Valencia, por Benito Monfort, 1759, en 4.° mayor.
Aunque salió en nombre de dicho regidor, su verdadero autor fue el P. Raymundo Alafont.
Tenían costumbre en aquel tiempo recitar en la universidad de Valencia el maestro de retórica de las escuelas de S. Pablo una oración latina de abertura (ojo, no es lo mismo que apertura) de estudios en el día de S. Lucas, y cumpliendo con este honroso encargo en los años de 1758, 59, 60 y 61, pronunció sus oraciones, que merecieron muchos elogios, y a expensas de la ciudad se publicaron con los siguientes títulos:
2. Raimundi Alafont é S. J. Rhetoris orationes quas adhuc ambas habuit in Academia Valentina, Eduntur in lucem ex decreto et impensis Valentini Senatus. Valentiae Edetanor. typis Bened. Monfort, 1759, 4.° mayor. Son dos oraciones: la 1.a Pro poëtica Schola. La 2.a De paranda sapientia Reipublicae salutari.
3. Raimundi Alafont Orationes in proxima et superiore studiorum instauratione habita ad Senatum et Academiam Valentinam: in lucem prolate edicente, et impensam faciente Valentino Senatus. Valentiae Edet. Typis Bened. Monfort, 1762, en 4.° mayor. Son también dos oraciones. La 1.a De Valentinae Academiae laudibus. La 2.a De lingua graeca diligentius excolenda. Al fin hay un epigrama griego de nuestro autor.
4. Certamen literario, en el cual el seminario de nobles de S. Ignacio de la compañía de Jesús, con los alumnos de las escuelas que la muy ilustre ciudad de Valencia instituyó en dicho seminario, ponen a la vista de su muy ilustre patrona el acierto en su institución. Le dedica a la misma nobilísima ciudad, el P. Raimundo Alafont, maestro de retórica y poesía en dichas escuelas. Valencia, por dicho Monfort, 1761, en folio.
5. Joas guardado por Dios. Drama sagrado manuscrito, que compuso para amenizar la función del certamen anterior, como así lo dice el prospecto que se hizo para él.
FRANCISCO PASCUAL SOLSONA Y MARTÍNEZ.
1763.
Nació en Valencia, y fue bautizado en la iglesia parroquial de santa Catalina mártir a 19 de septiembre del año 1693: casó con Manuela Soler y de Bayarri, de Ruzafa, hermana de D. Domingo Soler, ministro del santo oficio de la inquisición de Valencia, en quien tuvo a Joaquín Tomás Solsona.
Muerta su mujer pasó al estado eclesiástico, ordenándose con el título de un beneficio que le tocaba por derecho de sangre, y murió en Valencia en 20 de noviembre del año 1763. Dejó manuscritas las siguientes obras, que conservaba su hijo Tomás.
1. Ocios gramáticos del Dr. Francisco Pascual Solsona y Martínez, abogado de los reales consejos, y ordinario del secreto del santo oficio de la inquisición de Valencia; asesor del real palacio de la misma ciudad; regente que fue de la cátedra y examinatura anexa a la pavordria secundaria de leyes de la universidad de la propia ciudad, y examinador de entrambos derechos de la de Gandía &c. Dedícala a la soberana reina María Santísima de la Cueva Santa, su especial patrona y abogada. Empezóla en Valencia día 20 de junio del año de nuestra redención 1727. Este manuscrito forma un tomo en 8.°, que consta de 394 folios, y algunos en blanco, y todo es escrito de su propia mano, para que aprendiera gramática su hijo el Dr. Joaquín.
2. Gobierno histórico-político, y de el modo de reducir y precaver los públicos disturbios y sediciones, y de mantener y contener en paz y sosiego las familias, comunes, estados y repúblicas. Empezóle el Dr. D. Francisco Pascual Solsona y Martínez, presbítero, en Valencia, a los 7 días del mes de marzo del año 1759. Consta de 144 folios, un tomo en 4.°; y en el folio 140, página 2.a, dice: Concluido día 10 de septiembre del mismo año 1759.
3. Gobierno histórico-militar, y de las circunstancias que deben concurrir en los sujetos que han de elegirse para capitanes generales, y demás oficios y empleos militares, así para los ejércitos de tierra, como para los de las armadas navales, eo del mar; y nada menos de los que deben emplearse en los obrajes, y asistencias de los mesmos. (del ejército del aire no dice nada, la razón la saben algunos catedráticos del día y todos los labriegos, agricultores o ganaderos de España, Solsona incluida) Empezóle el Dr. D. Francisco Pascual Solsona y Martínez, presbítero, graduado de todos grados en las facultades de sagrados cánones y leyes en la universidad literaria de la ciudad de Valencia, protonotario apostólico, abogado de los reales consejos, y ordinario más antiguo de presos del secreto del santo oficio de la inquisición de esta ciudad: juez sinodal del arzobispado de la misma: por muchos años privativo de décimas, primicias, y tercias-décimas de la ciudad y su reino: regente de la pavordría secundaria de leyes de la referida universidad y examinatura anexa a uno de los cuatro abogados consistoriales del ayuntamiento de dicha ciudad, y asesor de la Alcaidía del real palacio de su Magestad de la misma ciudad. = En la misma a 16 de febrero del año 1760. = Este tomo en 4.° se divide en dos partes: la 1.a desde el folio 1 hasta el folio 157. = Parte 2.a del gobierno histórico-militar, en que se proponen 26 dudas, eo proposiciones problemáticas. = Consta esta parte 2.a de 102 folios; en la página 2 dice: Día 26 de junio del año 1760 concluí esta obra. Las dos partes están encuadernadas en un volumen.
4. Demostración del origen y continuación de la familia nobilísima de Galcerán de Guerau, segundo de los nueve barones de la conquista y restauración de Cataluña, en folio. Consta de 181 folios; advirtiendo que la demostración termina en el folio 104, y los restantes hasta el fin son instrumentos justificativos de ella, que conserva en su archivo D. Joaquín de Guerau y Solsona, barón de Senija, hijo de D. Vicente Pascual de Guerau y doña Antonia Tomasa Solsona y de Soler, que lo fue legítima del dicho autor D. Francisco Pascual Solsona y Martínez.
FR. HERMENEGILDO VILAPLANA.
1763.
Misionero apostólico, natural del lugar de Benimarfull, reino de Valencia, vistió el hábito de S. Francisco de religioso recoleto en el convento de la corona de dicha ciudad, donde hizo su profesión: después de sus estudios, con un deseo ardiente de la conversión de las almas, pasó a América, al colegio de Santa Cruz de Queretaro de Guatimala (hay un Querétaro en Méjico; Cristo crucificado de Guatemala), donde fue lector de sagrada teología, calificador del santo oficio, y cronista de dicho colegio. Escribió:
1. Vida portentosa del americano septentrional apóstol el V. P. Fr. Antonio Margil de Jesús, fundador y ex-guardián de los colegios de la santa cruz de Queretaro, de Cristo crucificado de Guatimala, y de Ntra. Sra. de Guadalupe de Zacatecas: relación histórica de sus nuevas y antiguas maravillas, dedicada a Carlos III, por el R. P. Fr. Manuel de Náxera (Nájera), procurador general de Indias &c. México, en la imprenta de la biblioteca mexicana, 1763, en 4.°
2. Primera y segunda parte de las crónicas de su provincia. No sé si se imprimió.
3. Historia de Ntra. Sra. del Pueblito. Impresa.
De estas dos obras da noticia el mismo autor en el prólogo, y en las aprobaciones de la vida del V. Margil.
4. La portentosa conversión y admirable vida del V. D. Martín de S. Cayetano y Jorganes. México, 1761. (me pregunto de qué religión se convirtió, supongo, al cristianismo)
5. Escribió un tomo sobre el Probabilismo, que se imprimió.
6. Escribió también sobre la bula del cómplice, en 8.°
FR. AGUSTÍN PUCHOL. EN VALENCIANO PUJOL.
(Este Justo Pastor Fuster tiene fallos buenos - más adelante Pujol y Fuster - . Igual escribe Taronchers o Muchamiel, que copia lo escrito por otros, con ch, Las siete estrellas del Puche. - La vita christi de Isabel de Villena - no incluida en este libro - tiene palabras con ch, chich, chiquet; no sé si la leyó, supongo que un bibliógrafo como él sí que la encontraría y leería. El epitafio del autor que él mismo transcribe dice: PVCHOLIVS, PUCHOLIUS)
1764.
Religioso de la observancia de san Francisco, natural de la ciudad de Valencia, en su religiý fuera de ella estuvo condecorado con varias distinciones, como ser lector jubilado, colegial en el mayor de los santos apóstoles S. Pedro y S. Pablo en la universidad de Alcalá, calificador de la suprema y general inquisición de España, y de sus juntas secretas, y del tribunal de su patria, examinador sinodal del arzobispado de Valencia, ex-difinidor, ex-custodio, y elegido provincial de dicha observancia en 4 de febrero de 1747. Fue grande su literatura, y las egregias cualidades que le adornaban le hacían sobresalir entre los demás religiosos. Era afluente, de grande espíritu, y accesible a cuantos querían su amistad: la soltura de su genio, y cierta facilidad que tenía en dar el sesgo más oportuno a los negocios que se le confiaban, le hicieron tomar un poderoso ascendiente en los ánimos de las personas más ilustres de Valencia, y señaladamente en el Sr. arzobispo D. Andrés Mayoral, que le miraba como un oráculo. Murió en su convento de Valencia día 13 de junio 1764: se colocó sobre su sepulcro el epitafio siguiente, el que por la invasión francesa ya no existe, y lo compuso su apasionado el P. Manuel Lassala, jesuita.
R. ADM. P. FR. AVGUSTINVS PVCHOLIVS
COMPLVT. COLLEGII SS. PETRI, ET PAVLI ALVMN.
PHILOSOPH. ET THEOL. PROFESSOR. EMERITVS
APVD SVOS
DIFINITOR, CVSTOS, MINISTER PROVINCIAE VALENTIAE
DIGNVS ERAT
QUI AD ALIA DEINCEPS MVNERA ASSVMERETVR
QVAESTIONVM FIDEI CENSOR ET A SECRETIS CONSILIARIVS
IN TRIBVNALI FIDEI SVPREMO
EXAMINATOR SYNOD. ARCHIEPISCOPATVS VALENTIAE
DIGNVS NVPER HABITVS FVIT
QVI EPISCOPATVS AQVARVM CALIDARVM INFVLIS ORNARETVR
OMNI VIRTVTVM GENERE
SVMMORVM HOMINVM LAVDES VBIQVE ADEPTVS
DVM VNA EAS DESPEXIT
NOVVM SIBI SPLENDOREM ATTVLIT ET ORNAMENTVM
AGENS VNVM SVPRA SEXAGESIMVM AETATIS ANNVM
MAXIMO VALENTINAE VRBIS DOLORE
OBIJT
DIE XIII JVNIII ANNI MDCCLXIV
HAEC SCRIBEBAT
IN PERPETVVM AMORIS ET REVERENTIAE
MONVMENTUVM
EMMANVEL LASSALA S. J.
(qué manía de escribir en estos siglos la U por V cuando en siglos muy anteriores ya se usaba la U en muchos textos en latín.)
Publicó los sermones siguientes:
1. Oración fúnebre que en las reales exequias de la reina doña María Bárbara de Portugal hizo la audiencia de Valencia día 10 de noviembre de 1758 en el Carmen de dicha ciudad. Valencia, por José Tomás Lucas, dicho año, en 4.°
3. Oración fúnebre que en las reales exequias y honras a Fernando VI celebró el colegio del Corpus Christi de Valencia día 7 de diciembre de 1759. En dicha ciudad, por el mismo impresor, en 4.°
3. En su muerte se hallaron varios tomos de sermones, con otros apuntamientos.
DR. VICENTE XIMENO.
1764.
(Este libro son “ADICIONES Y ENMIENDAS A LA DE D. VICENTE XIMENO”)
Presbítero, doctor en sagrada teología, beneficiado en la santa metropolitana de Valencia su patria, nació y fue bautizado en la parroquial de Santa Catalina mártir, como él mismo lo dice en el artículo de Fr. Antonio Juan Andreu, tomo 1.° de sus Escritores, pág. 229. Estudió la teología en el colegio de S. Pablo de dicha ciudad, siendo su maestro el P. Vicente Joan, que empezó en 1709. Obtuvo también un beneficio en el hospital general: fue muy amante de su patria, y a su afición a la bibliografía deben los valencianos una biblioteca tan completa, cual no la tiene otra provincia de España, por lo que es digno del mayor elogio. En una academia que erigieron los literatos valencianos, lo eligieron por su académico. Murió en Valencia, día 8 de agosto de 1764. Escribió:
1. Constituciones de la real cofradía de la santísima virgen María de la Seo, comúnmente nombrada del milagro, hospital de pobres sacerdotes enfermos de la ciudad de Valencia, autorizadas y aprobadas con decreto judicial por el M. R. ordinario eclesiástico de este arzobispado en el presente año 1757. Valencia, por José García, dicho año, en fol.
2. Noticias constantes de la santidad y doctrina de S. Eutropio, antes abad, y después obispo de Valencia. En dicha ciudad, por Agustín Laborda, en 4.°, sin año de impresión.
3. Relación verdadera de los terremotos padecidos en el reino de Valencia desde el día 23 de marzo del año 1748, y de las rogativas &c. Valencia, por José Esteban Dolz, sin año de impresión ni nombre de autor, en 4.° He visto un ejemplar firmado de letra del mismo Ximeno en que dice que él lo escribió.
4. Anticipados anuncios del culto del corazón de Jesús, que a instancia de la venerable madre sor Francisca de Borja o de Jesús, religiosa de santa Clara en el convento de Gandía, eternizó en sus escritos el venerable y celebérrimo Dr. Juan Bautista Agnesio, sacerdote beneficiado en la santa metropolitana iglesia de Valencia, de cuya vida ejemplarísima da breve noticia. Valencia, por José García, 1741, en 8.°
Véase lo que dice el mismo Ximeno, tomo 1, pág. 118, de los Escritores Valencianos.
5. Escritores del reino de Valencia cronológicamente ordenados desde el año 1238 de la cristiana conquista de la misma ciudad hasta el de 1748. Dos tomos en folio. Valencia, por José Esteban Dolz, 1749.
Proyectó primero trabajar esta obra en latín, de la que compuso algunos pliegos que he visto manuscritos; pero después mudando de intento la publicó en español.
P. ANTONIO PASCUAL.
1764.
Religioso franciscano recoleto, natural de Bocairente, en donde fue maestro de gramática. Publicó: 1. Prosodia de Felipe Mey, con una explicación compuesta por el P. Antonio Pascual. Valencia, por Benito Monfort, 1764, en 8.°
FR. FRANCISCO FORNELLS.
1765.
Natural de la ciudad de Denia, religioso del orden de S. Francisco de Paula, de quien hace mención Ximeno, tomo 2, pág. 335, columna 2, hablando del P. Serrano; fue regente de estudios de su religión, lector jubilado, ex-difinidor, colega, provincial y corrector en el convento de S. Sebastián de Valencia: era dotado de gran elocuencia y erudición, y estimado de todos, en especial de los de su religión; entre ellos se señaló su maestro el P. Fr. José Sirera, que llevándolo en su compañía en el viaje que hizo a Italia, y confiando en el saber y esplendor de su discípulo, le hizo desempeñar las conclusiones en el capítulo general tenido en Florencia, como el mismo Sirera lo dice en la aprobación de un sermón, que es el del número 3, expresándose del modo siguiente: “Dígalo también por la Italia la hermosa ciudad de Florencia, en donde dejó inmortalizada la fama española, en un capítulo general que celebró la religión mínima, defendiendo con el más plausible lucimiento e ingeniosa heroicidad toda la teología con más de cien problemas descifradas en verso heroico, que también como milagro celebraron las naciones todas.” En efecto el mucho lucimiento con que en dicho acto quedó nuestro Fornells, mereció que el P. Pedro Fabri, célebre jesuita, le compusiese este elogio:
Virgineas regnare novem finxere Poetae
Ab Jove progenitas docto Heliconne Deas
Quarum munus erat Divina oracula cantu
Pandere; et ut docuit non nisi casta loqui
Has tamen infandos obscaeno Poesis amores
Compulit ut plenae saepe rubore canant.
Dum sacra per musas, Francisce Problemata paengis
Redditur hisce diu quo carvere decus:
Te Doctore etiam didicit sapientiae dulces,
Aspera quae fuerant reddere voce sonos.
Murió nuestro autor en Medinasidonia, reino de Sevilla, a 21 de marzo de 1765, dejando impreso para la posteridad lo siguiente:
1. Sermón de la Natividad de S. Juan Bautista, predicado en Denia. Valencia, por José García, 1749, en 4.°
2. Sermón panegírico a María Santísima en su Concepción, y al ángel jesuita S. Luis Gonzaga, predicado en san Pablo, impreso al fin de la obra Mercurio Sacro del P. Serrano.
3. Oración panegírica a san Francisco de Borja, predicado en Gandía. Valencia, por dicho García, 1753, en 4.°
4. Sermón de los dolores de María santísima, predicado en Oliva en 1755. Valencia, por Gerónimo Conejos, en 4.°
5. Sermón a la asunción de nuestra señora, predicado en la villa de Elche en 15 de agosto de 1755. Valencia, por José García, dicho año, en 4.°
P. ANDRÉS PUIGSERVER. (Puigcerver, como Cirera : Sirera)
1765.
Natural de la ciudad de Alicante, de la compañía de Jesús, del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 385, se añade que concluido el tiempo en que se leyó Escritura, fue trasladado a la casa profesa de Valencia, y allí murió ejerciendo el empleo de prepósito día 10 de abril de 1765. A más de los sermones que ya relata Ximeno, imprimió los siguientes:
1. Sermón que en las fiestas de Centenar, a la tercera centuria de la canonización de S. Vicente Ferrer, predicó en el convento de predicadores de Valencia día 1 de julio de 1755, en que hacía la fiesta la celda del santo. Valencia, por Esteban Dolz, dicho año, en 4.°
2. Sermón de la gloriosa asunción y purísima concepción de nuestra señora, en la casa profesa de Valencia, día 20 de agosto de 1763. Valencia, dicho año, por Tomás Santos, en 4.°
P. ANTONIO MIRA.
De la compañía de Jesús, de quien Ximeno habla, tomo 2, pág. 281, natural del lugar de Benilloba, reino de Valencia, añádese que restituido a esta ciudad de la de Mallorca, murió en 9 de julio de 1766, dejando publicados, además de las obras citadas por Ximeno, los sermones siguientes:
1. Oración fúnebre en las exequias celebradas en el convento de religiosas de Santa Ursola de la ciudad de Valencia, día 7 de noviembre de 1752, a la venerable madre Vicenta del corazón de Jesús, religiosa en el mismo convento. Valencia, por José Esteban Dolz, 1753, en 4.°
2. Sermón de la Asunción y Concepción de María Santísima, predicado en la casa profesa día 15 de agosto de 1752. Valencia, por el mismo, en 4.° y dicho año.
3. Sermón del santo Cristo del Salvador, en la parroquial de Valencia, día 9 de noviembre de 1750. Valencia, por Dolz, en 4.°
4. Sermón en la fiesta que celebró el clero de S. Esteban de Valencia, en la tercera centuria de la canonización de S. Vicente Ferrer, día 1 de julio de 1755. Al fin se halla una breve descripción del adorno de la iglesia, y de las fiestas que en ella se celebraron. Valencia, por Dolz, y año 1755, en 4.°
DR. MANUEL GÓMEZ Y MARCO.
Ximeno, tomo 2, pág. 269.
Se añade que continuó ejerciendo el encargo de vicario de la catedral hasta el día que murió, que fue en 4 de mayo de 1766. A más de las obras de este autor que relata Ximeno, publicó lo siguiente:
1. Notas sobre los primeros versos del primer libro de los Macabeos, o disertación sobre una medalla de Alejandro el Grande, escrita en francés por el R. P. y Sr. Alejandro Xavier Panel, de la compañía de Jesús. Valencia, por José Esteban Dolz, 1753, en 4.° Como secretario de la academia de bellas artes dispuso la obra siguiente:
2. Breve noticia de los principios y progresos de la academia de pintura, escultura y arquitectura, erigida en la ciudad de Valencia bajo el título de santa Bárbara, y de la proporción que tienen sus naturales para estas bellas artes. Madrid, por Gabriel Ramírez, 1757, en 4.° mayor.
ILMO. SR. D. ASCENSIO SALES.
1766.
Natural de Valencia, de quien trata Ximeno, tomo 2, pág. 292, se añade que nació en el año 1700, y que continuando sus acreditados estudios, le merecieron la dignidad y mitra de Barcelona, la cual gobernó con singular aplauso y prudente zelo hasta su fallecimiento, que fue en aquella ciudad día 17 de enero de 1766, de edad de 66 años, como así lo asegura Aymerich en su Episcopogio. Su retrato de cuerpo entero (vestido) está en la sacristía de la parroquial de S. Lorenzo de Valencia, de donde fue beneficiado.
P. MIGUEL IGNACIO BOSCH.
1767.
Natural de Alicante, nació en 22 de julio de 1714, vistió la sotana de la compañía de Jesús en 12 de octubre de 1729 (con 15 años), y profesó en 15 de agosto de 1747; fue un varón muy celoso y apostólico. En la casa profesa de Valencia, de la que era individuo, fundó una congregación de señoras, las que además de los ejercicios espirituales propios de su instituto, tenían la devoción de acudir al hospital general a cuidar y asistir a las enfermas.
Fue ejemplar la humildad y resignación que manifestó cuando con sus compañeros fue extrañado de los dominios de España, sufriendo aunque enfermizo este trabajo con la mayor tranquilidad: aportó a Bastía, capital de la Córcega, donde murió ejemplarmente en el año 1767. Escribió en obsequio y devoción al sacro corazón de Jesús, promoviendo juntamente la de nuestra señora, las obritas siguientes:
1. Locución de Dios al alma. Impresa en Valencia, en 8.°
2. Instituciones para las congregantas. Valencia en 8.°
FR. JOSÉ VILAROIG.
1767.
Religioso agustino, natural de Castellón de la Plana, hijo de muy honrada familia, y de hábito del convento de S. Agustín de dicha villa, pero que pasó todos los años de su vida, después que profesó, en este de Valencia, donde fue discípulo del P. lector Fr. Rafael Lasala, que murió obispo de Solsona. Pocas noticias de la vida de este religioso podríamos tener, y de sus apreciables calidades, si no las hubiese conservado el maestro Fr. José Mollá, de la misma orden, en una nota del sermón de las exequias del Sr. Lasala, que predicó en su real convento de esta ciudad. Copiaremos pues aquí lo que este sabio orador nos dice, con la elocuencia que le era característica, en la nota de la página 34 de dicho elogio fúnebre, publicado en Valencia por Monfort en 1793.
“Merecía en verdad este ejemplarísimo religioso, que algún buen ingenio trasmitiese a los venideros la memoria de las heroicas virtudes y de los altos dones con que el cielo enriqueció su alma, igualmente que su aspecto sumamente bello y atractivo. Me contentaré por amor a la brevedad con decir que en ninguna de las virtudes pareció mediano, y que el coro de este convento, claustros, templo, capilla de nuestra señora de Gracia (de la que fue muchos años sacristán), a ser capaces de inteligencia, vocearían los éxtasis, arrobos, vigilias, maceraciones y seráficos gemidos, a la manera que aún en el día atestiguan la elevada perfección de su mansedumbre, humildad, pobreza de espíritu y obediencia, las muchas personas de todos estados y clases que tuvieron la suerte de tratarle, y disfrutar sus caritativos servicios y consejos, los cuales, demás de esto, publican su espíritu profético y multitud de hechos portentosos. Su dignísimo maestro (el Sr. Lasala) que le oyó de confesión estando para morir, y que con la mayor ternura recogió sus últimos suspiros, era entonces prior de este convento, y mandó a la comunidad se acercase por turno al féretro para besar la mano a un santo, como lo hizo... Moró siempre en este de Valencia, cuya biblioteca debe mucho a sus laboriosos desvelos, y falleció a los cuarenta años de edad.” Hasta aquí aquel juiciosísimo orador testigo de vista, que como condiscípulo debió alcanzarle y tratarle muchos años. Lo mismo, pero más sucintamente, escribió de nuestro autor el padre maestro Hurtado en el sermón que predicó en la festividad de la extensión del culto de los tres beatos de su orden, Antonio de Serra, Gerónimo de Recaneto y Ugolins (o Ugolius, no se ve bien) de Cortona, impreso por Monfort en 1807, por saberlo de muchas personas veraces de dentro y fuera del claustro que conocieron al P. Vilarroig. Fue su tránsito en el convento de S. Agustín de esta ciudad en 1767. Escribió:
1. Índice santoral de la biblioteca de S. Agustín. Un tomo en folio de marquilla.
2. Índice dominical de la misma biblioteca. Un tomo en folio de marquilla.
No dijo en balde el maestro Mollá, que la librería del convento debía mucho a los laboriosos desvelos de nuestro autor, porque en estas dos obras se tomó el trabajo de poner a la vista de los interesados cuanto en la librería se encontraba con referencia al asunto, remitiendo al lector al estante, obra y página que trataba de la materia, así en lo moral como en lo panegírico, comenzando por la Santa Biblia, obras de los Padres y demás autores, hasta citar los gozos del misterio o santo, de que se guardaba una vasta alocución.
3. Índice de todos los libros que existen (existían entonces, que era el año 1759) en la biblioteca del real convento de S. Agustín de Valencia. Un tomo en folio de marquilla de 189 fojas. No es un índice descarnado, pues en él indica el autor los más principales objetos de la obra: y en las de los santos padres expresa los contenidos en cada tomo.
4. Gramática siriaca. Un tomo en 4.°, sin duda la copió de otra, mirándose mucho en los caracteres siriacos, que aparecían tan bien formados como los de los mejores políglotas.
5. Septenario a la celestial y milagrosa imagen de nuestra señora de Gracia. Acompáñale un medio para oír misa sin parecer larga. Valencia, por Benito Monfort, 1758.
6. Memorias históricas de la prodigiosísima celestial imagen de nuestra señora de Gracia: le acompaña un devoto septenario instructivo de la doctrina cristiana. Valencia, por los herederos de Gerónimo Conejos, 1760, en 12.° Este septenario excede en misión y solidez a muchos de los escritos de esta clase.
7. Novena al gran doctor y padre de la iglesia San Agustín. Valencia, por los herederos de Gerónimo Conejos, 1763.
ILMO. SR. D. PEDRO ALBORNOS Y TAPIES.
1767.
Natural de la ciudad de Valencia, hijo de don Carlos Albornos, hizo sus estudios en la universidad de su patria, en donde se graduó de doctor en ambos derechos en 4 de agosto de 1718, los continuó en Salamanca, en donde incorporó el grado de bachiller de leyes, obteniendo también el de cánones; en cuya universidad por ausencia de su catedrático D. José Borrull sustituyó la cátedra de leyes, también la de Decretales por D. Matías Chafrion. Fue consiliario de la corona de Aragón. Restituido a Valencia, admitido en 1.° de agosto de abogado de los reales consejos, obtuvo un canonicato en la catedral de Valencia, y fue nombrado juez ordinario del oficio de la inquisición en los reinos de Valencia, Teruel y Tortosa (los dos últimos fueron reinos? Tortosa marquesado), y subdelegado de las tres gracias, juez sinodal del arzobispado, y dos veces rector, y después vicecanciller de la universidad literaria, teniente de capellán mayor, vicario general subdelegado de los ejércitos de su Majestad en todo el reino de Valencia, y en la misma ciudad y arzobispado provisor, oficial y vicario general el ilustrísimo Sr. D. Andrés Mayoral; y últimamente, atendiendo su Majestad a sus relevantes méritos, lo eligió para el obispado de Orihuela, del que tomó posesión en 1793: gobernó su Mitra con mucha prudencia hasta que le alcanzó la muerte en 22 de enero de 1767, hiriéndolo de un insulto apoplético. Escribió:
1. Oración a la divina sabiduría, patrona de la academia valenciana. Valencia, por la viuda de Antonio Bordázar, 1749, en 4.°
2. Varias pastorales.
P. JOSÉ FABIANI.
1767.
De la compañía de Jesús, natural de Alicante, y originario de Génova, nació en 12 de febrero de 1712, tomó la sotana en igual mes de 1726, y cuando fue expulsada su religión, se encontraba segunda vez rector de Onteniente. Escribió:
1. Disertación histórico-dogmática sobre la sagrada reliquia de la santísima faz de nuestro señor Jesucristo, venerada en la ciudad de Alicante, presentada y dedicada a la misma muy ilustre ciudad. Murcia, por Felipe Teruel, 1763, en 4.°
Contra esta disertación escribió el Dr. D. Agustín Sales una carta (que ha quedado manuscrita) al maestro Fr. Tomás Calabuig, trinitario, fecha 27 de septiembre de 1763, a la que Fabiani procuró contestar con la siguiente.
2. La disertación de la santa faz de Alicante con reflexiones. Sácala a luz el Dr. D. Basilio Ponce de León, presbítero. Murcia, dicho (Felipe) Teruel, 1764. La dedica a D. Tomás Fabiani, deán y canónigo de Alicante, hermano del autor.
A esta apología respondió Sales en carta dirigida a su verdadero amigo, fecha 31 de mayo de 1764; de la que como de la antecedente se hallaban copias en la librería de predicadores de Valencia.
JUAN COLLADO.
1767.
Nació en Valencia en 1731; desde su tierna edad se dedicó al dibujo en la escuela de Antonio Richarte, de donde salió muy aprovechado, así en él, como en el buen manejo del colorido; y hubiera hecho muchos más progresos, si la muerte no se lo hubiera atajado con sentimiento de cuantos conocieron su aplicación y conducta, pues murió en la flor de su edad en el año 1767: fue muy aficionado a la poesía, dando con sus producciones claras pruebas de su habilidad; algunas de ellas se publicaron con este título: 1. Poesies valencianes, que compongué Juan Collado, natural de la molt ilustre ciutat de Valencia, pera la celebritat del segle tercer de la canonizació de Sant Vicent Ferrer en 29 de Juny de 1755. Valencia, por José Tomás Lucas, en 4.°
Con motivo de dichas fiestas de la tercera centuria compuso también un Coloquio en lemosín entre los perros de la portada de santo Domingo, y el murciélago (lo rat penat) de encima de la puerta del Real, que empieza: Disparen la artilleria. Impreso en Valencia por Agustín Laborda; y aunque va anónimo, conserva al fin un vestigio que nos manifiesta el autor, pues habiéndolo enseñado antes de imprimirlo a su amigo Carlos Ros, este añadió la última cuarteta, que si no lo declara, casi lo manifiesta, porque dice así:
Y el poeta que no vol
per sos motius nomenarse,
perque no pensen si es Pere,
si es Nicolau, o si es Jaume,
si es Antoni, o si es Matheu,
o si es del Parnás confrare;
si es fuster o torcedor,
si es sabater o si es sastre,
si es peixcador o forner,
si velluter o pelaire,
ho posará en tall ques puga
casi, casi endevinarse.
Así acaba el coloquio, y Ros continuó añadiendo:
Pues si no es home de ploma, ho sab fer á pincellades,
y te un numen molt valent,
encara que pocs ho saben.
En el libro de fiestas de dicho santo se insertaron algunas poesías de nuestro Collado; pero entre todas es excelente un romance en paranomasias, que se lee a la página 153, y es el siguiente:
Trecens anys que es Vicent Sant,
Valencia així conta, canta,
y per lo que alegra, logra
la gent ab gran bulla, balla.
Dia del Sant Pare Pere
fá Centuria, y era ara
quant tot hom en basca busca
en un pam de gola gala.
Que es de un Notari notori
fill la Pila perla parla,
pera que sestobe Esteve,
que de grans Sans fuma fama. (Sans y no Sants)
Hui la gent del Horta erta
mou de lo que sembra sambra,
que de lo que llaura lliura,
que de lo que agosta gasta.
Hui baixa la Plana plena,
gran part de ella a pita pata,
tota gent, que muda moda,
y tot lo que espleta es plata.
La Ribera en tropa trepa
els camins que fina afana,
y el capell a fuga ofega,
que apenes escuma escama.
Ixen Carros, riques Roques,
primors, quant la vista abasta,
fochs, invencions, beles, boles,
y versos a plena plana.
Tota jaca, gica, joca,
hui a fer per trompa trampa,
y per mes que lleja lluja,
sempre té de roma rama.
Hui aprés ou la Mosa Missa,
per la bolta solta salta,
y tirant que espanta espenta,
vá atropellant tonta tanta.
La vellea ringo rango,
com es gent que gepa japa,
sarrima a una soca seca,
y en ser que sapura pára.
Fugiu de tot minso manso,
perque fent la murga amarga,
y allargant la surda sorda,
la bolsa que plega plaga.
Si tenfada el tico taco
de esta, que si es Musa es masa,
vesten al gran Cayro, cuiro,
y porta esta curta carta.
Esta pieza alaba el autor del referido libro el P. Serrano, diciendo: Es de lo mes ben treballat del mon. También es suyo el soneto de la página 157 y el de la 158 con pie forzado, con otras muchas poesías que con la temprana muerte de nuestro autor quedaron manuscritas.
FR. JUAN TOMÁS GIL.
1767.
Del orden de predicadores, natural de Alicante, del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 303, al año 1747. Añádese:
1. Carta escrita a las religiosas dominicas de nuestra señora de Belén, en que les da una brevísima noticia de las grandes virtudes de la señora sor Clara María del espíritu santo, difunta en 12 de enero de 1767. Valencia, por Benito Monfort, en el mismo año.
2. Compendio de la vida del maestro Fr. Vicente Ferrer. Está inserta con el tomo 1.° de la Suma Moral de este, y de la edición aumentada por el maestro Mas, en 4.° 2 tomos.
FR. FÉLIX DE ADSANETA.
1767.
Religioso capuchino, nació en dicha villa, reino de Valencia, en 1691; siendo de edad de 19 años vistió el hábito de menores capuchinos a 24 de mayo de 1710, y murió en Castellón de la Plana en 27 de enero de 1767. Escribió:
1. La condesa perseguida, y capuchino escocés. Comedia.
En ella se representa la trágica historia de Fr. Arcángel de Escocia, hijo del conde de Forbes, que refieren las crónicas de la religión de capuchinos, de que también hay impreso un librito. Su vida, y aun su retrato, puede verse en la obra: Flores Seraphici, sive Icones vitae et gesta virorum illustrium ordinis Fratrum Minorum. Auctore P. Carolo de Aremberg, tomo 2, pág. 181, y también en las crónicas de los padres menores capuchinos por el P. Zacarías Roberio de Salucio parte 3, párrafo 10, capítulo 10, página 492, impresa en Madrid en 1647.
VICENTE FANLO.
1767.
Religioso agustino calzado, natural de Valencia, vistió el hábito en san Agustín de esta ciudad, donde leyó artes y teología; fue lector jubilado, y estuvo condecorado con el título de maestro en su religión; fue prior de los conventos de Alcoy y S. Felipe (raro que no ponga: antes Játiva), predicador de mucha fama; pero del mal gusto de aquel tiempo. Murió en 1767. Escribió:
1. Gloria in excelsis Deo de Alcoy, por el dichoso hallazgo de Cristo Sacramentado. Valencia, por José Tomás Lucas, 1749, en 4.°
2. Ni el pensador ni la pensadora, sobre asunto de las santas imágenes. Respuesta en cinco cartas de tres santos padres de la iglesia latina y griega. Valencia, por el mismo Lucas, 1764, en 4.°
3. Sermón de la Correa, predicado en S. Agustín de Valencia. Impreso por dicho impresor, 1742, en 4.°
MARIANO BADELLES.
1768.
Nació en la ciudad de Valencia, fue muy instruido en la aritmética, la que enseñaba a cuantos se valían de sus luces, no tenemos otra noticia de este escritor mas que en 1768 aún vivía. Escribió:
1. Descanso de comerciantes, principalmente para los que tratan en seda, que hallarán las cuentas hechas por el precio de 10 reales la libra de seda hasta 45; y desde media onza por menor hasta 70, y por mayor hasta 2000. Valencia, por José Tomás Lucas, 1754, en 8.° Es libro que se ha reimpreso muchas veces.
JOSÉ JOAQUÍN LORGA.
1769.
Sacerdote, natural de Valencia, del que habla Ximeno, tomo 2.°, al año 1740, página 267; también Mayans en el Specimen, página 166; Cerdá en notas sobre Polo, página 266, y en los Opúsculos, tomo 1.° página XLVIII, y sobre Vosio, página 136. Murió en Madrid a 21 de abril de 1769.
FR. VICENTE GALVANY (GALVAÑ).
1770.
Religioso observante de san Francisco, nació en Xaló, arzobispado y reino de Valencia; fue en su religión predicador general, y visitador de la orden tercera en el convento de S. Francisco de esta capital, donde murió por los años de 1770. Escribió:
1. Ejercicios de la Corona de María Santísima Señora nuestra. Valencia, 1761, en 12.° Se reimprimió, añadiendo el modo en que se ejercita la orden tercera de penitencia de S. Francisco de Valencia en su capilla todos los lunes, miércoles y viernes del año. Valencia, por los herederos de Orga, 1792, en 12.°, y en la imprenta de Esteban, al horno de Salicofres, en 1817, en 12.°
D. TOMÁS APARICI Y GORBEA.
1771.
Nació en Valencia, y fue bautizado en la parroquial iglesia de san Bartolomé de dicha ciudad, estudió la filosofía en la universidad de su patria, siendo su catedrático el Dr. D. Vicente Casaña (que con el tiempo obtuvo una pavordría), y después la teología, graduándose de doctor en esta facultad; acabados los estudios hizo oposiciones a curatos, y logró el del pueblo de Manuel, cerca de Játiva, y de allí en breve le trasladó el Sr. arzobispo de esta diócesis, atendido su talento e instrucción, al de la iglesia de Puzol, donde se dedicó con el mayor esmero al pasto espiritual de sus ovejas, procurando con su ejemplo, doctrina y exhortaciones conducirlas por el camino de la perfección, socorriéndolas con sus limosnas, y asistiendo a los enfermos; pero no satisfecho su grande zelo en cumplir estas precisas obligaciones, empleaba con superior espíritu cada año algún tiempo del que el derecho le permitía ausentarse de su rebaño, en hacer misiones en otras feligresías: en estos afanes le alcanzó la muerte en Puzol, día 5 de julio de 1771, dejando para instrucción de los fieles las obras siguientes: 1. La virtud para todos estados. Compendio del ejercicio de perfección y virtudes cristianas, que incluyen los tres libros del venerable padre Alonso Rodríguez, de la compañía de Jesús, con todos sus tratados y capítulos. Valencia, por José García, 1756, tres tomos en 8.°
2. Vida del venerable padre don José Flor y Rosell, cartujo, y prior de la real cartuja de Ara-Cristi, en 8.° Está impresa al principio de la obra de la Transformación del hombre antiguo, de dicho venerable Flor, de quien hablamos en su lugar.
3. Diálogo moral que enseña lo necesario para salvarse, hacer doctrinas y tener oración. Valencia, por Onofre García, 1770, en 8.°
4. Instrucción para predicar y hacer misiones con más fruto y con menos trabajo. Contiene advertencias para el más acertado gobierno de curas, misioneros, predicadores y confesores en sus respectivos ministerios y oficios. Sin ellas se desgracian muchas funciones y dependencias, o consiguen poco fruto. Valencia, por dicho, 1770, en 8.°
FR. LUIS GALIANA.
1771.
Religioso dominico, nació en la villa de Onteniente, en cuya iglesia parroquial fue bautizado en 9 de junio de 1740, hijo legítimo del doctor médico Antonio Galiana y de Luciana Cervera: vistió el hábito en el convento de su patria, y profesó a 10 de junio de 1756: partió luego al colegio de Orihuela a estudiar la filosofía y teología, saliendo tan aprovechado, que defendió conclusiones generales de aquellas ciencias con aplauso general: estas forman un volumen muy copioso, que mejor pudieran llamarse tomo en 4.° mayor que conclusiones, y como a tal se guardaban en la librería de predicadores de Valencia. Leyó artes en su convento de Onteniente, y hecha oposición el P. general Boxadors le expidió la patente de maestro de estudiantes del convento de S. Onofre, donde arrebatado de su natural inclinación a la erudición romana, no reparó en dedicarse al estudio, aun en aquellas horas necesarias para el descanso; con lo cual quebrantó su salud de forma que degeneró en una tisis: fuese a su patria, y luego que su padre (famoso médico) le tomó el pulso, le dijo: “yo moriré primero que tú, porque tu enfermedad, aunque larga, es incurable,” como así sucedió; falleciendo después de su padre en dicha villa de Onteniente, día 4 de marzo de 1771.
Escribió las obras siguientes:
1. Commentarius de scriptis V. Fr. Ludovici Granatensis, procurante Joanne Baptista Munnozio, Valentino, Doct. theologo. Corre impreso en las obras latinas que se imprimieron en Valencia, 1769, en la oficina de José y Tomás de Orga, de que cuidó el referido Muñoz.
2. La perfecta casada, del maestro Fr. Luis de León, nuevamente ilustrada y corregida en esta sexta impresión por Fr. Luis Galiana, lector de filosofía en el convento de Onteniente. Valencia, por Salvador Faulí, 1765. Madrid, por Antonio Espinosa, 1799, las dos en 8.°
3. Rondalla de rondalles, a imitació del cuento de cuentos de D. Francisco de Quevedo, y de la historia de histories de D. Diego de Torres. Sacóla a luz en el año 1768 en nombre de su amigo Carlos Ros, notario. Valencia, en la imprenta de Benito Monfort, dicho año, en 8.°
4. Carta con fecha de 22 de mayo de 1763, escrita al dicho Ros, que insertó al principio de su Diccionario Valenciano. Valencia, por José García, en 8.°
Dejó manuscritas las obras siguientes:
5. Memorias de los varones señalados en virtud, letras y armas, naturales de la antigua, noble y leal villa de Onteniente. Un tomo en 4.° con las licencias para su impresión y aprobaciones del Dr. don Agustín Sales, y de la orden dada por el provincial Fr. Antonio Garcés en 27 de agosto de 1765, y del vicario general del arzobispado D. Pedro Mayoral de 6 de septiembre del referido año. Existe en la librería de Onteniente.
6. Cartas eruditas a los primeros sujetos de este reino, y de otros bien conocidos por la literatura. Un vol. en 4.° manuscrito.
7. Colección de obritas varias, que ha compuesto Fr. Luis Galiana hasta el año 22 de su edad. Dos tomos en 4.° Contien el primero: Tractatus de Phillobolia, sive florum et ramorum sparsione in sacris, et civilibus rebus usitatissima; ubi varii ritus adducuntur, multa scripturae loca illustrantur, et ceremoniarum in ingressu solemni Principis exhibetur causa: ex edito in lucem Francofurti ann. 1698 à Joanne Nicolao in breviorem , et expeditorem stilum concinnatus. Pág. 1.
2. Expostulatio cum altra Libitina de interitu Stephani Sornosae solertis, et dexterrimi Fidicini. Carmen quaeribundum in gratiam Bernardi Ballistarii Jurisconsulti longe praestantissimi. Pág. 30.
3. Centones vitae humanae miserias reserantes ex pluribus poetis concinnati et in 4. libros dstributi. Pág. 39.
4. Disertación sobre una lápida del pueblo de Vivel (Viver), en que se explican las costumbres que observaron los antiguos en erigir estatuas, edificar sepulcros, grabar inscripciones y otras cosas. Pág. 54.
5. Carta que escribió el Dr. Bernardo Ballester a Fr. Luis Galiana sobre la disertación antecedente el año 1760. Pág. 119.
6. Oración del dulcísimo nombre de Jesús, que dijo en Valencia Fr. Luis Galiana, cuando tenía 18 años. Pág. 126.
7. Oración de los santos inocentes, que dijo siendo colegial de Orihuela. Pág. 146.
8. Cartas familiares y eruditas de Fr. Luis Galiana a D. Gregorio Mayans y Siscar, con las respuestas de este sabio caballero. Página 156 hasta la página 279 en que concluye el tomo primero.
Tomo segundo. Índice de los tratados que compuso hasta los 24 años de su edad.
1. Vita D. Pauli Eremitae ex Sancto Hieronymo desumpta, et ad metricas leges concinnata. Accedunt ad calcem quaedam notulae. Pág. 1.
2. Tenía 13 años cuando compuso esta obra: Ludi pueriles sive carmina, quae subcissivis horis peregit usque ad annum suae aetatis sextum decimum (16).
3. Onologio o Historia de los Burros, escrita en verso macarrónico; en la cual se da razón muy por extenso, por qué cuando un asno huele los meados de otro, se para y mea. Es obra divertida y curiosa para saber los usos y costumbres de dichos animales en sus entierros, casamientos, embajadas y otras funciones solemnísimas.
Síguese la carta impresa que escribió a Carlos Ros, sobre el modo de conservar la lengua valenciana ya insinuada.
4. Explicación de algunas máquinas de guerra, especialmente de las que lleva mosen Pedro Bellot en su Compendio de las notas de la sala de Orihuela; en respuesta de una carta que escribió el Dr. Joaquín Marín, de Nules, a 2 de junio del año 1763. Pág. 112.
5. Carta laudatoria del Dr. Agustín Sales, cronista del reino de Valencia, al M. R. P. lector F. Gerónimo Espuig, sobre la obra antecedente. Pág. 137.
6. Carta de Fr. Luis Galiana, al Dr. Agustín Sales, en que prueba ser el Manganell y Fonevol (fonévol, fona : honda, tipo de catapulta) un mismo ingenio, y apuntamientos sobre el mismo asunto. Pág. 152.
7. Fr. Ludovici Galiana, Sacr. Ord. Praedic. Epistolae ad Bernardum Ballistarium. Pág. 173. (Bernardo Ballester, ballestero, ballesta)
8. Sermón del juicio universal, compuesto y predicado por Fr. Luis Galiana en el colegio de Orihuela, año 1763.
9. Oratio in pervigilio Natalis Jesu-Christi habita in Patriarchali Collegio Orcelitano ejusdem ordinis. Pág. 257. Toda en textos de la sagrada escritura, a imitación de la vida de S. Felipe Neri, que escribió el Dr. José Ramírez, presbítero, cuyo título es Via lactea S. Philippi Neri.
10. Dedicatorias que ha compuesto, y se han impreso en su nombre, son siete.
11. Coloqui gracios y entretengut, que ha pasat este matí entre el Aguilucho de Moltó y la Blanca del Marques sobre la Procesó que es feu air dia 26 de Juliol de este any 1766 en la Villa de Ontinyent. Primera y segona part. Trata del certamen que hizo la compañía, y su publicata. Compuso además de lo referido la obra siguiente, que manuscrita de letra del dicho P. Galiana he tenido en mi poder.
8. Explicación histórico-fabulosa del libro de los espectáculos de M. V. Marcial. Año del señor 1764, en 4.° Y tiene al fin un soneto de letra del P. Teixidor, que por ser de mérito sobresaliente copiaré aquí. En alabanza del autor un amigo suyo hizo este
SONETO.
Publique ya el clarín dulci-sonoro
de la fama lo dulce y arrogante
de este breve volumen, elegante
y digno de esculpirse en tablas de oro;
Sea guardado como un gran tesoro,
y como el más precioso diamante,
para que el orbe aplauda en adelante
a su autor, héroe a quien amo y adoro;
Pues en sus tiernos años de tal modo
nos da señales de su gran talento
en haber dado a luz aquesta obra,
Que me atrevo a decir, que el mundo todo
no tiene en sí otro igual entendimiento,
pues tal honor, en tal edad se cobra.
FRANCISCO CELMA. (No confundir con el digno de un onologio: Francisco Celma Tafalla, ascumita catalanista)
1771.
Presbítero, natural y cura de Catí, reino de Valencia, obispado de Tortosa, del cual habla Ximeno, tomo 2, pág. 341. Se añade que murió este devoto cura en su patria de 85 años de edad, en 2 de agosto de 1771; y sobre haber llegado a la de senectud, aún celebraba el sacrificio de la Misa en los días de fiesta, a las once del día.
La obra que cita Ximeno al número primero, no es más que una carta escrita al Dr. D. Agustín Sales, que original tengo en mi poder.
La del número segundo tiene este título: Historia del santuario de nuestra señora de la misericordia, y de la fuente de la Vellá (del abellá, abellar o font vella?), sita en el término de la villa real de Catí, obispado de Tortosa en el reino de Valencia. Valencia, por José Tomás Lucas, 1759, en 8.°
3. Historia verídica del santísimo misterio de Aguaviva; institución de algunas santas cofradías y congregaciones de eclesiásticos y seculares, en veneración del eucarístico sacramento; culto debido, y por muchas criaturas tributado, a Jesús sacramentado. Valencia, por Tomás Lucas, 1762, en 8.°
4. Devocionario eucarístico, que expresa los públicos y devotos cultos, que en muchas iglesias de la ciudad y reino de Valencia se tributan a Jesús sacramentado, y los particulares y piadosos ejercicios en que todo fiel cristiano puede emplearse en obsequio de tan divino señor. Valencia, por dicho, 1766, en 8.°
FR. JOSÉ ESCANER.
1771.
Religioso dominico, nació en Valencia en 9 de diciembre de 1698, fue bautizado en la parroquial iglesia de S. Bartolomé en 11 del mismo, habiendo sido hijo de Bernardino Escaner y Tomasa Fontavella, vistió el hábito en el convento de predicadores de Valencia a 10 de septiembre de 1715, y profesó a 11 del mismo mes de 1716. Logró el concepto de un gramático muy instruido, y de un elegante poeta latino. Leyó muchos años con gran reputación en el colegio de Tortosa; obtuvo dos veces el priorato del convento de Castellón de la Plana, y una el del de Ulldecona; la religión premió su mérito con los grados de presentado y maestro, y murió en el convento de Santo Domingo de Valencia martes a 10 de septiembre de 1771. Para las grandes fiestas que se hicieron en Valencia al tercer centenar de la canonización de S. Vicente Ferrer en el año 1755, compuso un verso macarrónico, bien que muy gracioso, dos papeles: el primero de un bando, publicando las fiestas en los cuatro cuarteles de la ciudad, a saber, Ruzafa, Campanar, Benimaclet y Patraix, cuyo título es: 1. Vandus generales heroico macarronicus pervetusti rati penati mandatus publicari, et intimari per vos veridarios... Expeditus Valentiae, ac firmatus super Micaletum manu propia ipsius Ratipennati subscribentibus Gigantibus et Nanis antiquioribus die 28 Maii anni 1755.
Consta de 92 versos heroicos, que imprimió José Tomás Lucas, en 4.°
Fue recibido con tanto aplauso, que agotándose por instantes la impresión, tuvo que reimprimirse muchas veces. Pensaron algunos ser su autor un colegial del de S. Pablo (entonces de los jesuitas) por no haber querido el P. Escaner, su verdadero autor, que se pusiese su nombre; pero consta serlo en realidad, como también del siguiente:
2. Risposta particularis heroico macarronica primi quartelis urbis, data in Capitali ipsius nempe Ruzafa, die 7 Junii ann. 1755. Llonchae oliariae forti sustentatori Engonario veretariorum primo, quam portavit ad pervetustum Ratum pennatum die 7 ejusdem mensis. Consta este de 187 versos heroicos, impreso por José Esteban Dolz, en 4.°
3. Descripción de los lugares recayentes en la Valle de Uxó, reino de Valencia.
Lo dedicó y remitió a su grande amigo y corresponsal el Dr. Bernardo Ballester, jurisconsulto, en dísticos latinos, y son 510 versos manuscritos. El borrador de ellos se halla en la librería de Dominicos de Valencia, en folio.
P. DR. VICENTE CALATAYUD.
1771.
Presbítero, de la congregación del oratorio, natural de la villa de Albaida, del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 311, fue un autor muy laborioso, no cesando de escribir hasta su muerte, sucedida en la congregación de Valencia día 10 de enero 1771, dejando impresa la obra voluminosa de 5 tomos en folio mayor que cita Ximeno, número 1.°, y tiene este título: 1. Divus Thomas cum PP. ex Prophetis locutus, Priscorum, ac Recentium errorum spurcissimas tenebras, Mysticam theologiam obscurare molientes angelicè disipans. Sive dissertationes theologicae Scholastico-Dogmáticae et Mystico-Doctrinales ad sensum et litteram Divi Thomae Doctoris Angelici. Valentiae, apud Hieronymi Conejos, 1744 a 1752, 5 tomos en folio marquilla, y los tres últimos por la viuda de Conejos. Escribió también:
2. Opusculum mystico-dogmaticum pseudo mysticorum anathematizatas propositiones confodiens. Valencia, por los herederos de Gerónimo Conejos, 1756, en 4.°
3. Apologia pro melifluo Salesio aliisque vitae spiritualis Magistris. Valencia, por dichos herederos, 1758, en 4.°
4. Carta al Dr. D. Andrés Piquer, médico (de Fórnoles, Matarraña, Teruel, del que he editado el libro de Lógica), sobre el discurso intitulado: Aplicación de la filosofía a los asuntos de religión, para la juventud española, dada a 7 de marzo de 1758. Valencia, en la misma imprenta, en 4.°
5. Otras cartas al mismo Dr. Piquer, escritas desde 3 de diciembre de 1758, hasta 10 de abril de 1759. Son cuatro, que se imprimieron en Valencia, por los herederos de Conejos, en este año, en 4.°
6. Cartas sobre la aplicación de la filosofía a los asuntos de religión, sus fechas son en 19 de julio de 1758, y 24 de agosto del mismo. Valencia, por los referidos impresores, en 4.° 1758.
7. La verdad acrisolada. Disertación apologética teológica-místico-dogmática, sobre el sentido más genuino y usual de estas voces: Consumada mortificación, y purgación, contraídas a la descripción de la muerte mística. Valencia, por la viuda de dicho Conejos, 1753, en 12.°
A la página 308 trae una carta de Benedicto XIV, de 19 de diciembre de 1750, que después traduce en romance.
8. Devoto septenario en memoria de los siete principales gozos de María Santísima, para la veneración de esta gran Reina, como madre del remedio, y patrona de la villa de Albaida. Valencia, por dichos herederos, 1756, en 8.°
Dejó muchos otros manuscritos que con su muerte desaparecieron.
D. TOMÁS MANUEL FERNÁNDEZ DE MESA.
1771.
Se añade a lo que dice Ximeno, tomo 2, pág. 304, que fue alcalde mayor de Gandía, de donde pasó a serlo de Valencia, y de este empleo ascendió a alcalde del crimen de esta audiencia, en cuyo cargo murió a últimos de febrero de 1772. Está enterrado en la metropolitana de Valencia. Escribió además de las obras citadas por Ximeno, lo siguiente: 1. Oración que exhorta a estudiar las leyes de España por ellas mismas. Valencia, por José Tomás Lucas, 1752, en 4.°
2. Tratado legal y político de caminos públicos y posadas, dividido en dos partes: la una, en que se habla de los caminos; y la otra, de las posadas: y como anexo, de los correos y postas, así públicas como privadas; donde se incluye el reglamento general de aquellas, expedido en 23 de abril de 1720. Dedicado al rey D. Fernando VI. Valencia, por dicho Lucas, 1755, en 4.°
3. Entretenimientos físicos. Ignoro si esta obra salió a luz pública, pero la menciona con grande elogio, como que en ella desenvuelve las causas de las más gustosas curiosidades, el P. Tomás Serrano en la carta o aprobación que antecede al libro antes citado de caminos y posadas.
FR. LUIS VICENTE MAS.
1772.
Del orden de predicadores, nació en Valencia, parroquia de S. Bartolomé, y por devoción a S. Vicente, fue bautizado en la de S. Esteban día 20 de octubre de 1698.
Murió en el convento de santo Domingo a 12 de enero de 1772. Añádese a lo que dice Ximeno en el tomo 2, pág. 280, hablando de este autor, las obras siguientes:
1. Propositionum canonice damnatarum praedamnatio Augustino thomistica, sive propositiones à S. Pio V. Successoribusque Romanis Pontificibus usque ad praesens proscriptae. Valencia, 1761, 2 tomos en 4.°, el 1.° por José Esteban Dolz, y el 2.° por la viuda de José de Orga.
2. Incommoda Probabilismi, deducta ex propositionibus 55. damnatis ab Alexandro VII. ex 65. ab Innocentio XI. Romanis Pontificibus. Valencia, por la misma viuda, 1765, en 4.° Segunda vez aumentada: Cum Regalibus Vindiciis. Valencia, por José Tomás Lucas, 1767, en 4.°
3. Sermón predicado en la 3.a centuria de la canonización de S. Vicente Ferrer en lengua valenciana. Valencia, 1755, en 4.°
4. Predicatura general. Obra manuscrita en 8 tomos en folio, que se conserva en la librería de su convento. El tomo 1.° contiene la retórica sagrada o instituta de predicadores novicios, desde la página 1.a hasta la 79; los demás son sermones de tempore y de sanctis en la lengua castellana.
V. FR. JACINTO CASTAÑEDA Y PUJAZONS.
1773.
Religioso dominico, natural de la ciudad de Játiva, hijo de José Castañeda, escribano real, y Josefa Pujazons, nació en 13 de enero de 1743, pusiéronle por nombre en el bautismo Félix, Tomás, Joaquín y Tadeo. Vistió el hábito de dominicos en 3 de diciembre de 1756 en el convento de su patria, sustituyendo el nombre de Jacinto al de Félix: profesó en 11 de enero de 1759. Poco tiempo después le envió la orden al convento de Orihuela para hacer sus estudios, en donde fue admirado por sus condiscípulos, al ver en él un dechado de virtud. Empezó a estudiar con grande aplicación; pero oyendo decir las muchas almas que estaban destituidas de las luces de la fe en regiones remotas, sintió vivamente un gran deseo de reducirlas e ilustrarlas en la religión católica. Pronto le cumplió Dios sus deseos, porque en mayo de 1761 se publicó en el convento de Orihuela la convocatoria que solía circularse en los conventos de Dominicos, con el fin de alistar religiosos para las misiones de las Indias; pidió desde luego su licencia, escribiendo al P. M. Fr. Francisco Serrano, procurador entonces de la provincia de Filipinas en las cortes de Madrid y Roma, y recibida la patente, salió de Orihuela día 8 de septiembre de 1761 para Puerto Real, llegó el 23 de dicho, embarcándose en Cádiz en compañía de 18 religiosos de su orden y otros agustinos; día 20 de noviembre, después de muchos trabajos, borrascas y hasta padecer la peste algunos de su embarcación, llegó al puerto de Palapag en las Filipinas, desembarcando felizmente; de aquí se trasladó a Manila, a donde llegó en 28 de octubre de 1763, con el fin de recibir los sagrados órdenes; pero no habiendo a la sazón arzobispo, tuvo que embarcarse para la ciudad del Nombre de Jesús, en la isla de Cebú, que dista 130 leguas de Manila; allí recibió el presbiterado de mano de su obispo D. Fr. Miguel Lino de Espeleta día 2 de junio de 1765, celebrando la primer misa en el convento de agustinos de esta ciudad: vuelto a Manila recibió la agradable noticia de haberle elegido sus superiores para las misiones de la China; y aunque su humildad le hizo creer no era su persona suficiente para el desempeño de este cargo, obedeciendo a su director, se embarcó para su destino día 7 de octubre de 1765; y después de una navegación de 60 días (no siendo por lo común más que de 15) por las muchas borrascas que experimentó, llegó a las islas de Jainán, desembarcando en Macao. De esta pasó embarcado en el mes de abril de 1766, en compañía de otro religioso de su orden, a la ciudad de Kaikiu, una de las famosas de la China, donde se hospedó en casa de un cristiano que tenía dos hijos dominicos. Este buen hombre, llamado Li, no conoció al pronto a sus huéspedes por ir vestidos a lo chino, hasta que estos se lo declararon. Descansaron algún tiempo, y siguieron después su viaje hasta que llegaron a Fogán. Allí aprendió nuestro venerable la lengua del país, y se aplicó constantemente a trabajar en beneficio de las almas. En el espacio de tres años padeció muchas persecuciones, sufriendo una prisión de algunos días, y destierro de la China. Salieron de la ciudad de Fogán, entrando en Macao en 3 de diciembre de 1769, haciendo la tropa china entrega formal de nuestros campeones al Senado de los portugueses. Viendo el P. Fr. Juan Bautista de los Ríos, procurador de las misiones, lo acontecido a Fr. Jacinto y compañero, satisfecho del desempeño de ambos operarios, determinó enviarlos al reino de Tunkin, a continuar allí su ministerio apostólico. Obedeciendo a este precepto, se embarcaron en 9 de febrero de 1770, y llegaron al paraje deseado a 22 de dicho mes, desembarcando cerca de Quebuay. Aquí y en los pueblos inmediatos, prosiguieron sus afanes apostólicos, hasta que en 12 de julio de 1773 fue nuestro venerable descubierto y preso en un pueblo llamado Kegia, de donde metido en una jaula de cañas fue conducido a la capital de Tunkin, llamada Kc-cio, en compañía de otro religioso de su orden, siendo degollados en odio de la fe a 7 de noviembre de 1773. Mereciendo que el oráculo de la iglesia Pío VI, en la alocución que hizo en 13 de noviembre del siguiente año, dijese: que estos dos atletas de Cristo, sufrieron la muerte por la fe ortodoxa, y que por igual causa e igual pena lograron los dos la palma del martirio consumado. Escribió nuestro venerable: 1. Quince cartas. Están llenas de piedad y sentimientos tan católicos, que causan la mayor ternura a quien las lee. Se hallan en el tomo de su vida, escrita por el Dr. D. Vicente Martínez Bonet, impreso en Valencia, imprenta del Diario, en 1796, en 4.°
El lector que guste de enterarse en los pormenores de los hechos de este venerable y apostólico varón, podrá cebar su curiosidad leyendo la expresada vida.
FR. VICENTE BERTOMEU.
1773.
Religioso dominico, natural de la villa de Teulada, reino de Valencia, donde fue bautizado en 3 de mayo de 1691. Vistió el hábito en el convento de dominicos de Luchente a 25 de enero de 1711, y profesó en 25 del mismo del año siguiente. En 1713 se alistó en la misión para Filipinas, que no tuvo efecto por haberse empleado los navíos para la conquista de Mallorca (no confundir con la del siglo XIII por el rey Jaime I). Por nueva convocatoria se juntó con 40 religiosos para la misma misión, que se hicieron a la vela en Cádiz día 20 de agosto del mismo año, y en 1.° de noviembre llegaron a Vera-Cruz, de donde pasaron a Méjico, entrando en esta ciudad en 28 del dicho; allí enfermó gravemente nuestro autor, por lo que los médicos le ordenaron pasase a la Puebla de los Ángeles, donde permaneció hasta el marzo, en que recibió letras de regreso a esta provincia de Aragón, por haber quedado casi ciego, y totalmente inútil para el ministerio de misionero, aunque después con los aires nativos recobró la vista. Le destinó la orden al convento de Alicante para enseñar la gramática y retórica, en cuyo ministerio perseveró quince años, hasta que el provincial Fr. Vicente Insa le mandó pasar a Orihuela con el mismo empleo que ejercitó seis años, y concluidos volvió al convento de Alicante, enseñando la misma facultad por espacio de otros seis años, y por sus accidentes logró la jubilación: murió en el referido convento de Alicante año 1773. A petición de un preceptor amigo suyo escribió:
1. Diatriba gramática del artificio y diferencias de la oración hispano-latina, para el uso de preceptores y estudiantes de la lengua latina. Valencia, por José Tomás Lucas, 1759, en 8.°
D. JORGE JUAN Y SANTACILIA.
1773.
Ximeno, tomo 2, pág. 343.
Después de las noticias que nos da de este sabio autor, añadimos que, atendiendo a sus méritos, se le nombró jefe de escuadra de la real armada, capitán de la compañía de caballeros guardias marinas, director del seminario de nobles, del consejo de su majestad en la junta del comercio y moneda, y embajador en la corte de Marruecos (qué rey tenía Marruecos por ese tiempo?). Fue consiliario de la real academia de S. Fernando de Madrid, miembro y socio correspondiente de la de las ciencias de París, y académico de las reales sociedades de Londres y Berlín. Finalmente, el notorio adelantamiento que tuvieron bajo su dirección los arsenales, diques y otras obras de marina, acreditan haber sido un sabio militar, muy útil a la patria y al rey, cuyo nombre formará siempre el honor de España, y particularmente de Valencia. Finalmente murió en Madrid en 21 de junio de 1773, en la edad de 60 años y 6 meses. Está enterrado en el monasterio y parroquia de san Martín, en el muro de la capilla de nuestra señora de Valvanera, al lado del evangelio, donde por los años de 1776 se colocó una lápida sepulcral con su retrato de perfil, hecho de bajo relieve por D. Felipe de Castro, y tiene la inscripción que sigue:
D. O. M.
EXC. D. D. GEORGIVS JVAN ET SANTACILIA
NOVELDAE APVD VALENTINOS NATVS (Novelda)
MILITENSIS ORDINIS EQVES
BELLICAE CLASSIS AGMINI PRAEFECTAS
NOBILIS SCHOLAE NAVTICAE COHORTIS DVX
ET REGII MATRITENSIS SEMINARII MODERATOR
DOMITO NOVAE STRVCTVRAE NAVIBVS MARI
LVTRATA LEGATIONE AD MAROCHIVM AFRICA
PERAGRATA AD TELLVRIS FIGVRAM ASSERENDAM AMERICA
LITTERARIIS LABORIBVS EVROPA
EJVSQVE ACADEMIIS HISPANA DIVI FERDINANDI
GALLICA, ANGLICA ET BORVSA ILLVSTRATIS
QVAM A DEO ACCEPERAT VITAM
PIETATEM, OPTIMISQVE MORIBVS EXCVLTAM
POST ANNOS LX. DEO REDDIDIT.
MATRITI KAL. JVL. A. D. MDCCLXXIII
CARISSIMO FRATRI
BERNARDVS ET MARGARITA MOERENTES
ANNVENTE ILL. D. D. JOANNE ZAPATA
MARCHIONE S. MICHAELIS DE GROS SACELLI PATRONO
CORPVS HIC CONDI, ET MONVMENTVM PONI CVRAVIT.
Las obras más principales que este grande personaje literato dejó escritas son las siguientes: 1. Observaciones astronómicas y físicas hechas de orden de su Majestad en los reinos del Perú, de las cuales se deduce la figura y magnitud de la tierra, y se aplica a la navegación. Madrid, por Juan de Zúñiga, 1748, en 4.° mayor. Esta obra, de la que da noticia Ximeno en el artículo de este autor, se reimprimió en Madrid, en la imprenta real de la Gaceta, en 1773, en folio.
2. Compendio de la navegación, para el uso de los caballeros guardias marinas. Cádiz, 1757, en 4.°
3. Examen marítimo teórico-práctico; o tratado de mecánica, aplicada a la construcción, conocimiento y manejo de los navíos y demás embarcaciones. Madrid, por Francisco Manuel de Mena, 1771, en 4.° 2 tomos.
Esta obra es profundísima, cuyos principios generales de mecánica se reputan por lo mejor que hasta ahora se ha escrito, la tradujo al francés Mr. Levéque, ingeniero de marina, y se imprimió en Nantes en 1783, en 4.° mayor, 2 tomos.
En la Gaceta de Madrid de 28 de julio de 1786, artículo de París, hay un elogio de dicha traducción francesa, haciendo una completa alabanza del célebre D. Jorge Juan. También en las Efemérides literarias de Roma dicen sus autores, “que iban a dar una breve noticia de una de las más sublimes obras de nuestro siglo, de un autor que honra la España, y hace que no envidie la estimación que se han adquirido otras naciones por las ciencias sólidas y profundas,” y siguen anunciando la referida producción. En vista de esto no parecerá exagerado el elogio que aun antes de publicarla hizo y remitió firmado de su mano el conde de Stanhope en el ejemplar que le regaló de su magnífica impresión latina de los Elementos de Euclides, que dice así:
VIRO AMPLISSIMO AC DOMINO
DOMINO GEORGIO JVAN, NOBILISSIMI ORDINIS DIVI
JOANNIS MELITENSIS EQVITI, IN REGIA CLASSE
HISPANICA NAVARCHO PRAESTANTISSIMO
&c. &c. &c.
CVJVS EXIMIAE DOCTRINAE
SOLERTI INGENIO,
SVMMAE DILIGENTIAE,
INDEFESSO LABORI,
Supra quam fari licet Orbis obstrictus est eguditus, ob sedulam quam in determinanda magnitudine figuraque telluris operam cum egregia scientia Mathematica conjunctam navare perrexit impigerrimè donec ad exitum tantae molis opere felicissimum perducto, et elegantissimè verbis in Humani Generis commodum exposito, tandem apud omnes scientiarum cultores et gratus et clarus evaserit; huncce libellum in observantiae testimonium, exigiuum quidem, at sincerum commendatum esse voluit, si fieri sine molestia possit. Philippus Comes Stanhope, Anglus.
4. Estado de la astronomía de Europa, y juicio de los fundamentos sobre que se erigieron los sistemas del mundo, para que sirva de guía al método en que debe recibirlos la nación sin riesgo de su opinión y de su religiosidad.
Esta disertación va añadida a la obra de las observaciones astronómicas que hemos anotado en el número 1 de la reimpresión de 1773, en folio.
5. Disertación histórica-geográfica sobre el meridiano de demarcación entre los dominios de España y Portugal, y los parajes por donde pasa en la América meridional, conforme a los tratados y derechos de cada Estado, y a las más seguras observaciones. Madrid, en la imprenta de Antonio Marín, 1749, en 4.°
El célebre literato D. Benito Bails escribió un elogio de D. Jorge Juan, y lo imprimió al principio de los elementos de matemáticas, y del compendio de ellas.
En la colección de los viajes y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines del siglo XV, coordinada e ilustrada por D. Martín Fernández de Navarrete, impreso en Madrid, imprenta real, año 1825, en 4.°, en la nota número 2, puesta en la página LVI, se dice: “Actualmente se está imprimiendo en Londres un informe que con el título de Noticias secretas, dieron los sabios D. Jorge Juan y D. Antonio de Ulloa, por encargo del gobierno de España, sobre el estado militar y político de los reinos del Perú, y costas de Chile y Nueva Granada. Su editor dice en el prospecto, que después de haber visitado en los años 1820, 1821 y 1822 las provincias de Buenos Aires, reinos del Perú y Chile, vino a España, y durante su residencia en Madrid, supo la existencia de este informe secreto, y habiéndolo procurado, obtuvo el libro con no poca dificultad.”
1773.
Natural de la ciudad de Valencia, de quien habla Ximeno, tomo 2, pág. 291, y Mayans en Specimen Bibliot. Mayansianae, página 168, murió en Valencia a 24 de marzo de 1773, al tiempo que imprimía en la imprenta de Orga la obra: Formulario de escrituras públicas, hasta el pliego R; cuya edición costeó D. Diego Mallén, del comercio de libros. La obra del número 2 que cita Ximeno: Tractat de adages y refrans valencians, se reimprimió en Valencia por José Esteban y Cervera, 1788, en 8.°, habiendo sido la primera impresión en 1733, y no 34 como dice este bibliógrafo.
https://archive.org/details/tratatdeadages
Tratat de adages, y refranys valencians, y practica pera escriure ab perfecciò la lengua valenciana. Escrit per Carlos Ròs, notari apostolich... (wallapop)
La del número 7: Cartilla Real theórico-práctica... que salió en Pamplona bajo el nombre de don Diego Bustoso en 1738, fueron tres tomos en 8.° y no dos. Esta la reimprimió el autor con su nombre, y el siguiente título: Cartilla Real theórico-práctica, según leyes de Castilla, para escribanos públicos, enmendada y añadida. Valencia, por Benito Monfort, 1762, dos tomos en 4.°
En la advertencia al lector dice la causa de haberse publicado antes en nombre ajeno, siendo él su autor.
Número 9. Breve diccionario valenciano-castellano. Se reimprimió más aumentado en Valencia por Benito Monfort, 1764, en 8.°
https://archive.org/details/bub_gb_wzGKgw56gKwC (pdf, txt, etc)
Número 16. Explicación de la cartilla valenciana. Valencia, por Cosme Granja, 1751, en 4.°
https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/56245/1/Lus_de_la_llengua_valenciana_a_la_Illustracio_la_SELLES_MORALES_CARMEN.pdf
Añádense a las obras que cita Ximeno.
1. Cualidades y blasones de la lengua valenciana. Valencia, por José Esteban Dolz, 1752, en 4.°
2. Formulario de escrituras públicas, recogidas por Carlos Ros. Valencia, por José y Tomás de Orga, 1773, en 4.°
3. Breves instrucciones en práctica, para los escribanos de las poblaciones de este reino de Valencia, que asisten a los ayuntamientos o alcaldes legos. Valencia, por Agustín Laborda, 1753, en 8.°
4. Coloqui, hon se referixen les dances, misteris y altres coses, tocants a la gran festa del Corpus ques fa en Valencia. En ella sin nombre de impresor, 1734, y por Benito Monfort, 1759, y por Salvador Faulí, 1772, siempre en 4.°
https://roderic.uv.es/bitstream/10550/35182/1/Tesi.pdf
5. Coloquio en elogio de la noble y preclara arte de notario. Valencia, 1748, en 4.°
6. Coloquio titulado: Necedad al uso, y crítica a la moda. Valencia, por Cosme Granja, 1751, en 4.°
7. Breve relación de la consagración del Ilmo. Sr. D. Ascensio Sales, obispo de Barcelona, celebrada en la iglesia catedral de la ciudad de Segorbe día 13 de abril, año 1755. Romance endecasílabo, en 4.°
8. Coloqui entretengut, on se reciten algunes de les moltes rinyes que solen pasar entre les sogres y nores. Valencia, por Cosme Granja, 1758, en 4.°
https://yosocche.com/wp-content/uploads/2021/12/lengua121-183.pdf
9. Corrección de voces y frases que el vulgo o común de Valencia usa o ha introducido hablando (o queriendo hablar) en su materno idioma. Valencia, por Francisco Burguete, 1771, en 8.°
10. Diccionario valenciano-castellano, único y singular de voces monosílabas, manuscrito, en 4.°, de 213 hojas, le tenía el autor en su poder. Hay otros varios romances y coloquios en lemosín, que por no ser molesto no se notan, aunque se tiene de ellos noticia.
(Hizo una edición de Lo libre de les dones : "Lo espill" de Jaume Roig : https://archive.org/details/LoLibreDeLesDonesEDeCon )
FR. ANTONIO ANDRÉS.
1774.
Religioso francisco descalzo, de la provincia de S. Juan Bautista de Valencia, natural de la villa de Liria, tomó el hábito en el convento de S. Juan de la Ribera de esta ciudad en 15 de abril 1736, donde estudió artes y teología, obtuvo por oposición el cargo de lector de ambas ciencias, y después el de regente de estudios en dicho convento, en que descubrió su talento y grande instrucción; fue nombrado varias veces guardián, custodio, vice-comisario, visitador de la provincia de S. Pedro de Alcántara, en el reino de Granada. Adornado de estas cualidades, se manifestó ser uno de los oradores sagrados de más fama en aquel tiempo, buscándole como a porfía para predicar en las fiestas principales, no sólo de las ciudades y poblaciones de este reino, sino también de las de Murcia, Granada y Aragón. En el capítulo general de su orden, tenido en Murcia en 1768, pronunció un sermón que mereció muchos aplausos de los padres congregados. A Granada le llamó el Ilmo. Sr. Bocanegra, obispo entonces de Guadix, y después arzobispo de Santiago, movido del deseo que tenía de oírle; e hizo tanto aprecio de él, que le nombró examinador sinodal del obispado de Guadix, y el mismo le escribió una carta que va inserta en el primer tomo (de los tres que dio a luz nuestro escritor) de su cuaresma, en la que manifiesta la grande estimación que le debía; en fin mereció muchos elogios de diferentes varones doctos, y murió siendo guardián del convento de Liria su patria a fines del año 1774. Escribió:
1. Sermones de cuaresma. Valencia, por Benito Monfort, 1768, y por el mismo, 1785, tres tomos en 4.° Al fin del tomo tercero hay del mismo autor una aplicación de los sermones de la cuaresma a las dominicas de entre año.
2. Sermones panegíricos. Valencia, por Monfort, 1762 y 1788, dos tomos en 4.°
3. Sermones del septenario de Dolores. Valencia, por el mismo, 1768 y 1785, en 4.°
4. Sermón a S. Ignacio de Loyola, en el colegio de Gandía, predicado en 31 de julio de 1754. Valencia, por José Tomás Lucas, dicho año, en 4.°
5. Sermón a S. Pedro de Alcántara, en el capítulo general celebrado en Murcia día 5 de junio de 1756. Valencia, por José García, 1757, en 4.°
6. Sermón a S. Luis Bertrán, en la metropolitana de Valencia día 20 de octubre de 1756. Valencia, por el mismo, en 4.°
7. Sermón a Santo Tomás de Aquino, Valencia, por Benito Monfort, 1758, en 4.°
8. Sermón a S. Buenaventura, en S. Francisco de Valencia, día 14 de julio de 1758. Valencia, por Monfort, en 4.°
9. Sermón de certamen literario, en la fiesta que celebró el seminario de nobles de Valencia a sus patronos María Santísima en el misterio de la concepción, y San Luis Gonzaga. Valencia, por el mismo, 1759, en 4.°
10. Oración fúnebre en las exequias que a Fernando VI celebró la ciudad de Valencia en su metropolitana iglesia día 5 de diciembre 1759. Valencia, por Tomás Santos, 1760, en 4.°
11. Sermón de gracias por el hallazgo de la imagen de nuestra señora de la Asunción, robado en el convento de S. Juan de la Ribera, día 16 de agosto de 1762. Valencia, por Benito Monfort, en 4.° y en el fin del tomo de Dolores de nuestro autor.
12. Oración fúnebre, pronunciada en el capítulo general de la seráfica orden de S. Francisco, en el convento de Valencia, día 21 de mayo de 1768. Valencia, por dicho Monfort, en 4.°
13. De orden del arzobispo de Valencia escribió un papel exhortando a los predicadores para que en los sermones de S. Vicente Ferrer, aunque se prediquen en lengua valenciana, no se introduzcan expresiones de gracejo, como ha sucedido alguna vez. Valencia, por dicho Monfort, sin año, en 4.°
FR. JUAN BAUTISTA BERTOMEU.
1774.
Natural de Teulada, arzobispado de Valencia, nació a 30 de mayo de 1711. Vistió el hábito de santo Domingo en Luchente, haciendo su profesión en 22 de octubre de 1730. Pasó a Alicante a enseñar gramática y retórica en marzo de 1752, en cuyo empleo continuó hasta su muerte, acaecida en 28 de mayo de 1774. Su fallecimiento fue muy sentido de todos los de aquella ciudad, que le veneraba por su vida ejemplar y penitente. Escribió:
1. Explicación de las oraciones, según se enseñan a los del arte menor. Valencia, por José Tomás Luca, 1754, en 8.° Es un extracto de la diatriba de su tío. Véase a Fr. Vicente Bertomeu, año 1773.
DR. D. AGUSTÍN SALES.
1774.
Habla Ximeno de este autor, tomo 2, página 304. Se añade que continuó trabajando según su genio laborioso hasta el día de su muerte, que fue en Valencia a 4 de enero de 1774. Sabio de gran talento, mucha memoria e incansable escritor, de quien en el título 2 del Diario de los literatos de España, dando razón de su Apología crítica contra el P. Segura, impresa en 1737, la defienden en diferentes puntos, citando los elogios que le dieron Feijoo y Sarmiento, y concluyen su discurso o artículo 13, diciendo:
“La apología está escrita con moderación y cortesía: y en medio de ser breve, tiene bastante claridad y erudición, y no pocos fundamentos para la defensa de su autor.”
Añádense a sus obras:
1. Antiguo monasterio del santo sepulcro de Basilianos, crítica exacta de las dos disertaciones del M. R. P. Fr. Jacinto Segura, opuestas a la verdad y al crédito de la Nación Valenciana. Valencia, por Agustín Laborda, 1751, en 8.°
2. Historia de la aparición de S. Pablo apóstol en término de Albocacer (Albocasser, Albocácer), reino de Valencia, apoyado en la tradición y monumentos coetáneos. Valencia, por José Esteban Dolz, 1752, en 8.°
4. Turiae Marmor nuper effosum, sive Dissertatio critica de Valentino soladitio vernarum colentium Isidem. Valentiae, apud Jos. Thom. Lucam, 1760, en 8.°
En esta obrita da noticia a la página 39, de las avenidas del río Turia, desde la conquista hasta época de su autor; y padece una grande equivocación, explicando la lápida que en el día está colocada en el muro de la parte de fuera, que enfrenta con el río y lugar de Campanar, donde antes había una torre, que existió hasta el año 1782, y por orden superior fue derribada, con otras tres que estaban en el mismo muro exterior hacia el portal nuevo, llamado de S. José: el sitio de esta torre ocupaba hasta la mitad del camino, siendo su diámetro de más de treinta pies, según lo manifiestan las ruinas de su plano, el material tan fuerte y sólido, que a fuerza de muchos barrenos y trabajo pudo derribarse, por ser toda ella maciza, desde su raíz hasta lo alto del muro (1).
(1) En 1810 se construyó en el mismo paraje de esta torre un baluarte con su foso, y pobló con cañones de varios calibres para la defensa de esta ciudad en la guerra de la independencia; el que en 1812, ocupada Valencia por el ejército francés al mando del general Suchet, se derribó y quedó en el mismo estado que antes.
Dice pues el Dr. Sales, que el P. Fr. Francisco Martínez, mercenario, había copiado esta inscripción, y dudando de su exactitud (utinam bene) la publicó en esta obrita, aunque totalmente variada: es verdad que tiene alguna disculpa, porque entonces estaba colocada en lugar algo elevado, con un pretil delante, que hacía difícil su acceso y su lectura; y para que se note la diferencia, y hallarse bastante maltratada, la hemos copiado exactamente, porque si aquella se pierde se encuentren las copias. Es la siguiente:
Tiene de alzada 43 pulgadas y 24 de ancho, el carácter es de letra longobarda de 2 pulgadas y 4 líneas de alta, la que leída dice:
EN LANY DE LA NTIVTAT DE NOSTRE
SENYOR M CC XC A XIII JVNY FON
COMENCADA AQVESTA TORRA APEL
LADA SANTA CATALINA
Que puesto en castellano es: En el año de la Natividad de nuestro Señor 1290, a 13 de junio, fue comenzada esta torre, llamada de Santa Catalina. El Dr. Sales con referencia a dicho P. Martínez la publicó del modo siguiente, página 40.
ÇALTAN Y LO RIV A LA CIVTAT DIE 28 SETBRE
LANY DE MIL TRECENTS 28 A DIHVIT DA
FEB, ANY NOU COMENSA A PVJA AQVESTA TORRA
ARA JA APELLADA SANTA CATERINA M.
A la más mínima ojeada se echa de ver la discrepancia de la leyenda, porque ni aun tiene la M con que acaba martirizando la inscripción.
4. Historia del convento de la Trinidad, religiosas franciscas. Valencia, 1761, en 4.°
5. Declaración de una coluna (columna) del Emperador Adriano. Valencia, por Monfort, 1766, en 8.°
6. Disertación de la certidumbre del cuerpo de Santa Marcia. Valencia, por José Esteban Dolz, 1766, en 8.°
7. Relación del primer centenar de la colocación de la imagen de nuestra señora de los Desamparados en su capilla de la plaza de la Seo, y fiestas de Valencia en 1767. En dicha ciudad, por Salvador Faulí, en 8.°
8. Reimprimió y puso notas a los diálogos de Luis Vives; y tuvieron tal aceptación, que en breve se hicieron muchas impresiones.
9. Funciones históricas literarias de los años 1599 y 1760, tenidas en la universidad de Valencia, en presencia de las Majestades, o por sí mismas, o en representación. Impreso en Valencia, en folio.
Son muchísimas las obras que este incansable escritor tiene trabajadas, porque sólo un índice de letra suya que he visto, ocupa seis hojas, que no copio por no ser difuso.
P. FRANCISCO GARCÍA.
1774.
De la compañía de Jesús, nació en Valencia en diciembre de 1728, tomó la sotana de jesuita en octubre de 1747, y uno de los de su religión, que de orden del gobierno fue expatriado, y murió por lo años de 1774. Escribió:
1. Vida de santa Rosa de santa María virgen, tercera de santo Domingo. Valencia, por José Tomás Lucas, 1774, en 8.° Se reimprimió por Agustín Laborda sin expresión de año (fue en 1788), en la que se suprimió el nombre del autor, sustituyendo en el frontis:
Los Autores de ella (la Vida) se expresan al folio 89, en cuya página nada hay alterado de lo que dijo el P. Gracía.
D. JOAQUÍN IGNACIO MONTOLIU.
1774.
Señor del lugar de Bonrepós (o Bellrepós), según se nombraba antiguamente), nació en la ciudad de Valencia año 1699, dedicóse a la milicia, y después retirado a dicha ciudad casó con la hija de F. Pineda, intendente de ella y su reino. Murió en 6 de abril de 1774. Escribió las obras siguientes, que pararon manuscritas en poder de D. Francisco Montoliu, su hijo, que también murió en 1796 en Alfara del Patriarca.
1. Verdades católicas, dos tomos en 4.°, escritas en 1743.
2. Poesías sagradas y morales, y al fin se hallan varios epigramas. Un tomo en 4.° que escribió, como se ve notado al fin, año 1747.
FR. JUAN SOLER.
1774.
Religioso gerónimo, natural de Cocentaina, reino de Valencia, donde nació en 1682, y murió en el monasterio de la Murta de una edad muy avanzada por el año 1774. Escribió: 1. De música, cuya obra quedó manuscrita en poder del P. Roca, religioso del referido monasterio.
FR. JOSÉ QUILES.
1774.
Hijo de Elche, reino de Valencia, religioso dominico, vistió el hábito en el convento de su orden en San Felipe.
1. La religiosa instruida, y dirigida en todos los estados de la vida con diálogos familiares, escrita en francés por un religioso carmelita descalzo. Murcia, por Francisco Benedicto, 1774, en 4.° Madrid, imprenta de Ruiz, 1805, en 4.° Está dividido en dos partes.
FR. JOSÉ TEIXIDOR.
1775.
Religioso dominico, uno de los mayores eruditos que ilustraron a Valencia en el siglo 18, nació en el lugar del Grao a 17 de enero de 1694, como él mismo lo dice en el tomo 2.° de Observaciones críticas, de que después hablaré, corrigiendo la equivocación que sobre ello padeció Ximeno en el tomo 2, pág. 341. Vistió el hábito en el convento de predicadores de Valencia a 12 de octubre de 1710, y profesó a 13 del mismo mes del siguiente año.
Leyó artes en el convento de Alicante, pero no prosiguió esta carrera para entregarse a otra, a que más le estimulaba su inclinación; esta fue el estudio de la Historia, a que se aplicó con un tesón increíble, empleando todo cuanto tiempo le permitían las obligaciones de su instituto en registrar archivos, examinar cuantos libros y documentos hallaba, y en formar extractos de su contenido: así lo ejecutó en el archivo de esta ciudad, leyendo los 140 tomos de sus Manuales de Concejos y los muchos de Cartas misivas y reales, extractándolos, como lo dice en el prólogo del tomo primero del Necrologio: lo mismo practicó en el de su convento, en el de la parroquial del Salvador, y de muchos otros: lo cual le proporcionó una perfecta inteligencia de las letras y cifras antiguas, y general concepto de un gran paleógrafo, por lo que fue buscado con ansia para coordinar diferentes archivos del reino, entre ellos se cuentan los del colegio de predicadores de Orihuela, el del monasterio de Valdigna, convento de monjas de la Encarnación, del de Magdalenas y Belén, con el monasterio de la Zaidía de Valencia; y si en los referidos monasterios dejó memorias muy apreciables de su juicio, erudición y crítica, muchas más y más cumplidas presentan las diferentes obras que escribió, y de que daré cumplida noticia. Parece que dedicado ya a asuntos de tanta meditación, no quería descender a trabajos materiales, pero el deseo de servir a su comunidad le obligó a la formación de los índices de su biblioteca, de que habla Ximeno, y de otros que referiré; a rotular de su mano los muchos libros que contenía, y a escribir de letra primorosa cuatro libros corales, y algunos otros pequeños de los rituales del viático, extremaunción y entierro de los religiosos de su orden.
Esta procuró manifestar el aprecio que hacía del mérito de su hijo, confiriéndole en el capítulo provincial, celebrado en el convento de predicadores de estra ciudad en 29 de abril de 1730, el honorífico cargo de historiador suyo en la provincia de Valencia (consta página 12 de sus actas), y le añadió en el otro capítulo de 27 de abril de 1765 (según es de ver por sus actas, página 29), el de que sirviera igual destino en toda la provincia de Aragón, mereciendo por su vasta instrucción un gran concepto y estimación al erudito D. Gregorio Mayans, a su digno hermano don Juan Antonio, y a los principales literatos de este reino que lo trataron.
No es menos admirable que tuviera tiempo para examinar tantos archivos y autores, copiar y extractar tantos libros y documentos, y escribir tantas obras con la humildad y modestia que brilla en todas, y la copiosa erudición y atinado pulso en no desviarse del camino de la verdad. De suerte que con razón puede decirse que es un problema, si el dote, en el que más brilló nuestro escritor, fue su humildad y modestia, o su erudición y veracidad, todo lo cual harán formar un elevado concepto al que lea sus obras. “Miro (dice en una carta al P. Fr. Luis Galiana, que existe en el tomo primero de cartas eruditas que se guarda (o guardaba) en el convento de predicadores de Onteniente) con tanto desprecio mis trabajos, que de buena gana hubiera ya quemado todos mis papeles, a no haberme detenido cierto leal amigo, que habiéndoselo insinuado, me dijo pecaría mortalmente si tal hacía.”
Varón admirable, pues a los 80 años de su edad aún escribió la vida de S. Vicente Ferrer, y concluyó el tomo cuarto del Necrologio, desde la página 425 hasta la 478, como él lo dice en la nota que puso allí. Murió en la enfermería de su convento, domingo a 29 de octubre de 1775, a las ocho y media de la noche, después de haber recibido, con mucha edificación de todos, los santos sacramentos. Su memoria será eterna mientras duren sus escritos, que son los siguientes:
1. Historia cronológica del real convento de predicadores de Valencia, desde el año 1238 de su fundación. Dos tomos en folio mayor, de los cuales llega el tomo segundo hasta el año 1530. Habla de ellos Ximeno, tomo 2, pág. 341, columna 1. Se conservan en la librería de su convento.
2. Observaciones críticas a las antigüedades de Valencia, donde con instrumentos auténticos se destruye lo fabuloso, dejando en su debida estabilidad lo bien fundado. Dos tomos en folio mayor; que escribió el año 1767.
El primero tiene 440 páginas, sin los índices que añadió después de cosas notables, y familias antiguas. Habla en él con una juiciosa crítica y singular erudición de la fundación, ampliación, muros, río, puentes, palacios, gobierno, moneda, conquista, torres, portales, cloacas, cárceles, lonjas, casas públicas y catedral de Valencia; y desde la página 263 hasta la 440 forma un Episcopologio de Valencia crítico y completo, que abraza los obispos de Anillo, de Gracia y Auxiliares, que han tenido nuestros prelados hasta la entrada que hizo en Valencia el Sr. D. Francisco Fabián y Fuero en 21 de noviembre de 1773. En todas estas observaciones brilla constantemente una erudición raras veces vista. Dividió este tomo en dos partes.
El tomo segundo comprende los libros III, IV y V. En el primero o tercero del tomo trata de las antigüedades de todas las iglesias parroquiales de Valencia. El segundo, o libro IV, de todos los conventos de dentro y fuera de los muros de esta ciudad; y en el quinto libro de las casas de órdenes militares, estudios, hospitales, cofradías, casas de oración y otras. Consta este tomo de 446 páginas: colocó al fin de él las adiciones y correcciones a toda la obra que comprenden doce hojas, y después un índice completo de cosas notables, y otro de apellidos.
En todo este laborioso trabajo deja ver sin interrupción la misma solidez y juiciosa crítica que el primero. Está también en la librería de santo Domingo.
3. Necrologio de este real convento de predicadores de Valencia. Debidas memorias a sus hijos nativos con extensión en los más ilustres, recogidas de monumentos auténticos y seguros. Cuatro tomos en folio mayor.
El tomo primero contiene los que murieron desde la fundación del convento hasta el año 1530, en 409 páginas. El tomo segundo, desde el año 1531 hasta el de 1599, en 618 páginas. El tercero, desde 1600 hasta el de 1677, en 431 páginas. Y el cuarto, desde 1678 hasta el de 1740, en 478 páginas. Empezó a escribir este último tomo en el año 1773, a los 79 de su edad, y lo continuó en el año siguiente, a los 80. Es menester ver muy despacio y con detenida reflexión estas memorias, para hacerse cargo de la lección e instrucción inmensa que exigían de antemano, para hacerse con la discreción, modestia y solidez que tiene esta obra tan erudita. Se guarda en el referido convento.
4. Estudios antiguos y modernos de Valencia. Un tomo en folio mayor de 202 páginas. Divide el autor esta obra en dos partes: en la primera trata de los estudios y adelantamientos en Valencia, antes y después de la conquista, hasta la erección de la universidad actual. Resuelve con mucho tino, erudición y crítica las cuestiones sobre si santo Domingo vino a estudiar a Valencia, y sobre si se erigió el estudio general de esta ciudad a persuasión de S. Vicente Ferrer. Pone copia de diferentes deliberaciones que hizo por aquellos tiempos el Concejo general de Valencia, para fomentar el estudio en dicha ciudad, y de los capítulos o constituciones primeras del estudio general, sacada del Manual de Concejos del año 1412, y examina con una grande erudición otros puntos pertenecientes al referido estudio.
En la segunda parte refiere extensamente la erección de la universidad actual; inserta una copia de sus primeras constituciones hechas en el año 1499, que sacó del manual número 50; forma un catálogo de las provisiones de todas las cátedras desde el año *1500 hasta el de 1616, con expresión de todos los sujetos que las obtuvieron: acomoda en las épocas correspondientes las ordenanzas que se fueron haciendo, con copia exacta de ellas, y de todo lo demás, sacada de los manuales de concejos de esta ciudad. No concluyó el autor esta obra, que sólo su inmenso acopio de noticias era capaz de emprender; pero aunque incompleta, puede llamarse con razón el tesoro del honor y de la sabiduría de Valencia. La idea que tenía en su formación se deduce de una carta suya al P. Fr. Luis Galiana (que existe en el tomo ya citado de Onteniente) , en que le dice, que el tomo de los estudios de Valencia debía continuarse según su cuenta con las noticias selectas de los catedráticos que ha tenido esta universidad. En efecto, en el archivo del convento de predicadores de Valencia, entre papeles y minutas suyas, se conservaban algunos cuadernos sueltos en que iba formando la historia particular de cada una de las cátedras que ha habido en esta universidad, y de los sujetos más célebres que las han ocupado; como también los índices en borrador que había formado de toda esta obra, que existe en el referido convento.
5. Trobes de Mosen Jaume Febrer, Caballer natural de Valencia, en que dona noticia dels Conquistadors de dita Ciutat y regne, y esplica els escuts y divises que usaben, los servicis que feren, y premis ques donaren. Escrita de orde del Serenissim Princip Don Pere, fill y succesor del Rey en Jaume el Conquistador. Añadidas algunas notas y noticias genealógicas por Fr. José Teixidor, sacerdote, hijo del real convento de predicadores de dicha ciudad. Dos tomos en folio mayor.
E. 1.° lo escribió el año 1768, a los 74 de su edad, consta de 382 páginas, y comprende sólo las trobas de la letra A, escoliadas con notas de la mayor erudición y dignas de grande aprecio.
Sin embargo de la adhesión que manifestó el autor a la autenticidad de las trobas, indica de cuando en cuando, que hay en ellas ciertos desvíos de la verdad, a los cuales no podía dar salida con todo el lleno de su erudición. Sus notas por lo que toca al tiempo posterior a las trobas pueden considerarse como lo más acendrado de todas las memorias genealógicas de los apellidos que tuvieron la fortuna de estar comprendidos en la letra A. Si el autor hubiese podido continuar esta obra, no habría más que desear respecto de los linajes valencianos. Pero hallándose en edad sobrado avanzada para seguir una empresa de tanto peso suspendió su continuación, contentándose en hacer una copia correcta de las demás trobas, compulsada con la del Dr. Juan Bautista Cabrera, custodiada (entonces) en la biblioteca del palacio arzobispal, y en otras. Llena esta hasta la página 240 del tomo 2.° Síguense después varias memorias genealógicas de muchos linajes que tenía trabajadas nuestro autor, para seguir adelante las noticias a las trobas; y varios traslados de antiguos y preciosos monumentos fidedignos, que pueden considerarse como un almacén riquísimo de noticias históricas de esta ciudad y reino. Consta este tomo de 612 páginas.
6. Relación crítica y verdadera de la fundación del patriarcal colegio del orden de predicadores de la ciudad de Orihuela. Existe al principio del libro de títulos de tierras de dicho colegio formado por nuestro autor, y de que hablaremos más adelante en el intitulado Capillas.
7. Cartas críticas, escritas al P. Fr. Luis Galiana. Existen en el tomo 1.° de cartas eruditas del dicho P. Galiana, que entre las obras manuscritas de este se conservan en el convento de predicadores de Onteniente.
8. Adiciones y correcciones a los dos tomos de Escritores Valencianos del Dr. D. Vicente Ximeno. Un cuaderno en 4.° de letra del P. Galiana.
Debo al P. M. Fr. Bartolomé Ribelles, del mismo orden, el que me franquease copia de estas apuntaciones, en cambio de haberle facilitado otras mías.
9. Additiones et correctiones Bibliothecae Ordinis Praedicatorum utriusque Jacobi Quietif et Echard. Atribuyó esta obra el Dr. Ximeno al P. Fr. Jacinto Segura; pero en obsequio de la verdad debo decir, que su autor fue el P. Teixidor, como lo prueba el mismo en el tomo 4.° del Necrologio, página 452. El original de esta obra, que conservó su autor hasta la muerte, no se halla, y sólo se encuentran dos pliegos, que existen en el archivo, escritos de su mano.
10. Memorias históricas de la fundación del real monasterio de la Zaidía, recogidas en vista de los privilegios, escrituras antiquísimas y otros auténticos monumentos que se guardan en el archivo de dicho monasterio. Se conservan en él al principio del libro de títulos de censos con fadiga y luismo. Así lo dice Teixidor en el tomo 2.° de las observaciones críticas, páginas 229. Consta de 46 páginas.
11. Carta de la ciudad de Valencia a los continuadores de los Bolandos, en respuesta a las diferentes preguntas que estos hacían sobre el cuerpo, urna, reliquias, procesión y fiesta de S. Luis Bertrán. Escribió el original en castellano nuestro autor, y lo puso en latín el erudito D. Gregorio Mayans, como lo refiere nuestro escritor escribiendo al P. Galiana, en una carta que se halla a la página 95 del tomo 1.° de cartas eruditas.
El original en el archivo de santo Domingo.
12. Narrativa historial de la fundación del convento de la Encarnación de Valencia. Un tomo en 4.° mayor. Hace mención de él nuestro escritor en el tomo 2.° de las observaciones, página 304. Se conserva en dicho convento.
13. Historia del convento de nuestra señora de Belén, extramuros de Valencia. Un tomo en folio. De esta obra dice nuestro autor (tomo 2.° de dichas observaciones, página 324): “No está concluido, y ellas (las Monjas) le hicieron encuadernar, sin decirme palabra, y por esto se encuentra sin frontis, y sin prefacion: y la falta de tiempo no permite que yo la concluya.” Existe en el archivo del referido convento.
14. Vida de S. Vicente Ferrer, apóstol de la Europa. Un tomo en folio de más de 500 páginas, de letra más menuda que los demás.
Empezó a escribirla en la edad de ochenta años; y puede esta vida, que dejó borrador, considerarse como el fruto de sus tareas anteriores. Las noticias que contiene son por lo común inéditas, y van siempre acompañadas de documentos auténticos, que las dan un realce y mérito muy singular.
15. Suplemento de lo que no está escrito en los cuadernos de la Vida de S. Vicente Ferrer. Un tomo en folio mayor de 151 páginas. Escribiólo, como él mismo dice en la página 1, para llenar las remisivas que que había puesto en el que antecede, a las cuales le había obligado la edad de ochenta años en que se hallaba. Con él queda completa en todas sus partes la vida de dicho santo. Existen los dos en el archivo.
16. Tres índices de la biblioteca del real convento de predicadores de Valencia, curiosamente escritos, en cuatro tomos folio mayor.
El primer índice de sermones de Cristo, de la virgen y de santos: el segundo de sermones de tempore, y de asuntos extraordinarios; y el tercero de todos los autores de aquella numerosa librería (lo era entonces, y se ve reducida a cuasi nada por la invasión francesa), el cual era dividido en dos tomos.
17. Índice de las obras manuscritas, papeles varios impresos y manuscritos, que están en las rejetas de la librería del convento de predicadores de Valencia, con otros índices de lo mismo, año 1752. Un tomo en folio mayor de 108 páginas.
18. Diez y ocho cuadernos en folio mayor, que tenía ya puestos en limpio, que podrían intitularse: Índice general por materias o clases de la biblioteca de predicadores de Valencia. Su objeto era facilitar a los estudiosos el uso de los libros que había en dicha librería, señalando los autores que trataban de cada materia, y la página donde hablaban de ella, y estante que ocupaban. Dividió las materias que abrazan estos cuadernos en nueve clases. Intituló la 1.a Biblia Sacra. Comprendió en ella las obras de aparatos y otras que le pertenecen, los intérpretes en general y en particular de cada libro. A la 2.a puso por título: Concilia, Synodi, Patres, Liturgiae Ritus aliaque. La 3.a Theologia Scholastica. La 4.a Theologia moralis, comprendiendo también las obras político y filosófico morales. La 5.a Ascética. La 6.a Polémica. La 7.a Cathechistica. La 8.a Concionatoria. La 9.a Regularia. A más de estos había empezado a copiar lo perteneciente a la clase histórica, y se conservan aún varios apuntamientos en borrador en la librería.
19. Libro de títulos de alquerías, barracas y tierras del real convento de predicadores de Valencia del año 1736, compuesto por Fr. José Teixidor, archivero de dicho convento, con un índice que se hallará al folio 264. Un tomo en folio mayor de 264 folios. Existe en el archivo.
20. Nuevo manifiesto de las obras pías fundadas en la iglesia y clausto de este real convento de predicadores de Valencia. Liquidación de sus dotaciones y capítulos, que en vista de escrituras auténticas, papeles y libros escribe Fr. José Teixidor, archivero de dicho convento, año 1750, en folio mayor de 412 páginas.
21. Capillas y sepulturas de la iglesia y caustro de este real convento de predicadores de Valencia, memorias y obras pías de sus patronos y sucesores. Divídese la obra en dos partes. La 1.a comprende las capillas y sepulturas de la iglesia, con las de sus dos cruceros. La 2.a contiene todo lo que pertenece al claustro mayor, con noticia breve de las cofradías y hermandades, que en vista de escrituras públicas, papeles y libros antiguos, escribe Fr. José Teixidor &c. año 1755, en folio mayor de 643 páginas.
A más del objeto principal que llena cumplidamente, hay esparcidas por este libro muchas eruditas controversias tratadas con la mayor crítica, acompañadas de apreciables noticias de familias y personajes ilustres, de artífices, pintores, y otras curiosidades, que manifiestan en el autor una instrucción no vulgar, pudiendo servir de mucha utilidad a los eruditos y aficionados a esta clase de materias. Existe en el archivo.
22. Libro de títulos de las tierras que tiene el patriarcal colegio del orden de predicadores de la ciudad de Orihuela, en 4.° Está en el archivo de dicho convento.
Lo cita el P. Teixidor en una carta que escribió al P. Fr. Luis Galiana, y es la 13 que hay en el tomo 1.° de cartas eruditas, que se conserva en dicho convento de Onteniente.
23. Libro de títulos de censos con fadiga y luismo, otro de los que compuse (son tres, el 1.° de títulos de casas, el 2.° de tierras, y el 3.° de censos, todos en folio mayor) para beneficio de su venerable comunidad, siendo amanuense el Dr. Juan *Simien, secretario ahora del Ilmo. Sr. Beltrán, obispo de Salamanca. Son expresiones que escribió de su mano el P. Teixidor en el tomo 2.° de sus observaciones críticas, página 229, hablando del monasterio de la Zaidía.
FR. GERÓNIMO DESPUIG.
1775.
Religioso carmelita calzado (y hermano de Fr. José D'Espuig, que así se firmaba (de es Puig, d'es Puig), del que hablaremos al año 1788) nació en Villarreal obispado de Tortosa y reino de Valencia, obtuvo en su religión varios empleos hasta el de maestro, fue sujeto de mucha penetración y profunda erudición en los estudios de teología y demás materias, grande humanista y aficionadísimo a la poesía, de modo que así de poetas latinos, como castellanos y nacionales, juntó una buena colección, no saciándose nunca su apetito con cuantos podía lograr. Por encargo del general de su orden Fr. José Ximénez, estaba disponiendo un curso de teología, a quien participó en el año 1773 tener las materias trabajadas para ello; pero sus habituales accidentes y dolor intenso por los miembros comprimidos desde que vino de Roma, cuyos achaques se le fueron aumentando, no le dejaron acabar sus obras, muriendo en 1775.
Para el referido curso tenía dispuestos los tratados siguientes, que quedaron manuscritos en latín, y son:
1. Sobre la existencia, esencia y unidad de Dios; otro de la ciencia divina y del último fin del hombre: todo esto en un tomo en 4.° Tiene además en un tomo en folio: sobre el sacramental. En orden a la antigüedad, sinceridad y divinidad de la escritura, más de la mitad del viejo testamento. También respecto de los escritores canónicos, dejó determinado hasta el del libro de Judit, que son unos cuadernos en 4.° Otro dejó también en 4.° sobre los profetas, y de los varios oficios que ejercían durante la sinagoga. Sobre el tiempo de la venida del mesías dejó ajustadas las principales profecías, y disputadas contra los hebreos las que más caracterizan la persona y calidades del redentor, que aunque incompleto, consta de doce pliegos. Finalmente quedaron concluidos los elementos cronológicos que habían de preceder a su cronología, sobre lo cual, más que otro asunto, tenía trabajado.
2. Algunos apuntamientos sobre autores de su religión, ilustrando lo que sobre este particular dejó hecho ya en su biblioteca Ximeno.
D. JOSÉ MAYMÓ Y RIBES.
1775.
Natural de Villanueva de Alcolea, obispado de Tortosa, reino de Valencia, nació en 1.° de febrero de 1712, estudió en la universidad de Valencia, donde se graduó de doctor en teología y leyes; pasó después a la corte, ejerciendo en ella con mucho crédito la abogacía, como uno de los individuos del colegio de Madrid; murió por los años de 1775, habiendo dado a luz algunas obras suyas, y traducido otras que son las siguientes: 1. Verdadero método de estudiar para ser útil a la República y a la iglesia, proporcionado al estilo y necesidad de Portugal, expuesto en varias cartas escritas en idioma portugués por el R. P. Barbadiño, de la congregación de Italia, al R. P. Dr. en la universidad de Coimbra, traducido del portugués. Madrid, por don Joaquín Ibarra, 1760, 5 tomos en 4.° El P. Isla en el Fr. Gerundio, hace una crítica de esta obra.
2. Defensa del verdadero método de estudiar en obsequio de la verdad. Madrid, en 4.°
3. Proemiales de la jurisprudencia, su origen, procesos, y comentarios a las leyes del código Papiriano, y doce tablas. Madrid, por don Joaquín Ibarra, 1767, 3 tomos en 4.°
4. Deducción cronológica de los estragos causados en Portugal por los regulares expulsos. Madrid, por dicho Ibarra, 1768, 3 tomos en 4.°
5. Romani et Hispani Juris Institutiones ad usum Scholae et Fori. Opus posthumam. Matriti, 1777, dos tomos en 4.°
6. Tradujo el tomo 1.° de Fleuri, historia eclesiástica, el que quedó manuscrito con todas las licencias para la impresión.
DR. D. BERNARDO BALLESTER.
1775.
Nació en la villa de Carlet, fueron sus padres Andrés Ballester y Silveria Peñarroja; siguió la carrera de leyes, que estudió en la universidad de Valencia; graduado de esta facultad, contrajo esponsales con Mariana Ferrer, hija de Castellón de la Plana, en cuya villa casó en 15 de enero de 1748, recibiendo las bendiciones nupciales en la parroquial iglesia del santo Ángel Custodio de la villa de la Vall de Uxó en 9 de mayo del mismo año. Fue gran humanista, poseyendo igualmente la lengua griega; por sus talentos mereció el mayor concepto a D. Gregorio Mayans, a su hermano el canónigo, y a otros eruditos. Fue alcalde mayor de Villareal, manteniendo mientras vivió una correspondencia epistolar con muchos sabios de esta ciudad, escribiendo muchas cartas latinas, de que podría hacerse una colección apreciable; algunas de ellas conserva el Sr. D. Francisco Xavier Borrull, por haber sido escritas a su padre, como igualmente al Ilmo. Sr. D. Francisco Borrull, cuando era canónigo de Valencia. Falleció nuestro Ballester por los años 1775. Escribió:
1. Notas al Ethymologicum linguae latinae de Vossio. Pararon originales en poder de D. Sebastián Sales, pavordre de esta santa iglesia, sobrino del Ilmo. Sales, obispo que fue de Barcelona, persona muy acreditada por su ciencia y saber, el que decía eran preciosísimas, y manifestaban la instrucción del autor en los idiomas griego y latino, siendo tal ut nihil supra.
FR. PEDRO JOAN DE MOLINA.
1775.
Religioso franciscano descalzo, nació en la villa de Onil, gobernación de Xixona, día 4 de septiembre de 1697, siendo tal la dicha de sus padres, que de diez hijos que les dio el cielo, los siete fuesen sacerdotes, entre ellos tres que vistieron la sotana de la compañía de Jesús, de quienes hicimos memoria en el año 1763.
Procuraron sus padres desde la niñez ponerle en manos de personas sabias e ilustradas que le inspiraron la piedad, con los elementos de las bellas letras: estudiadas las humanidades, desde luego comenzó a ver los peligros del mundo, y para evitar sus escollos se retiró al claustro, vistiendo el hábito de S. Francisco en el convento de descalzos de san Juan Bautista de Valencia: hecha su profesión, cursó la filosofía y demás estudios de su religión, en la que obtuvo varios cargos, como el de lector de artes en el convento de nuestra señora de Lorito (Loreto?), y de teología escolástica en el de esta ciudad. Fue el primero de los descalzos que arguyó en la universidad de Valencia, con universal aplauso y estimación, admirando a cuantos vieron la solidez y eficacia del que jamás se había ejercitado públicamente en palestras literarias. Dotado de bella índole y afición más decidida por las ciencias, apenas se halló género alguno de literatura en que no estuviese versado: una gran penetración, con la crítica más juiciosa en cuanto podía cebar sus talentos y sus luces, le ganaron la admiración de los sabios, siendo como el original que procuraban copiar cuantos gustaban del verdadero mérito: todos estos dotes ayudaron a la estimación de sus superiores, los que viendo la mucha disposición de nuestro Molina para anunciar la palabra de Dios, le persuadieron y aun le mandaron admitir y desempeñar varios sermones, que le dieron bien pronto a conocer; entre estos es digno de los mayores elogios el que pronunció día de S. Felipe Neri en la congregación de Valencia, que puede servir de modelo y pauta para formar otras oraciones del mejor gusto y elocuencia, sin embargo de estar escrito en un tiempo en que la oratoria estaba tan decaída con tantas frases pomposas. Cuando más aficionado estaba en este ejercicio y más descuidado en su propia elevación, lo destinan a Roma sus prelados en calidad de secretario de la Descalcez. En este nuevo horizonte acabó de manifestar su prudencia aun en los asuntos más arduos que se le encomendaban: allí solo, sin más socorro que el de sus talentos, sin más empeño que el de la justicia de su pretensión, sin más intereses que los que consiente una rigidísima pobreza, y finalmente sin otras manos que las de su candor y probidad, consiguió fundar y poner en buen orden el gobierno y disciplina regular del real convento de S. Pascual y santos cuarenta mártires de aquella capital, agregándolo a la provincia de Valencia; logró por fin esta pretensión, que bastaba intentarla para ser calificada de temeridad, pues con decir que estableciendo una nueva colonia a su provincia en una corte extranjera como Roma, tuvo que vencer la porfiada resistencia que hacían las comunidades, parroquias y algunas personas de la primera autoridad; pero entregándose en manos de la providencia, le colmó de tanta perseverancia, que fue superior a los esfuerzos de la emulación, y de tanta sagacidad, que supo huir el cuerpo o exponerlo según convenía a los fines de su pretensión. En el capítulo general que se celebró en Valladolid el año 1740, concurrió nuestro Molina con voto que le dio el Papa: aunque joven de 42 años fue muy respetado de los ancianos, y todos los padres consultaban su parecer para acertar en la elección: sale general el reverendísimo Laurino, y es electo el padre Molina, procurador general de los descalzos de España, y recoletos de Francia. Diez años sirvió este oficio con decoro, nunca fue desemejante a sí mismo, siempre meditando y obrando cosas grandes con prudencia y candor, con una vida laboriosa e inocente, mostrando desde lejos que era merecedor de más alta dignidad. Sin embargo no le faltaron émulos envidiosos que esparcieron las voces de estar poco instruido en la literatura, que su ciencia sólo era la de la destreza en los asuntos curiales, que le faltaba aquel saber propio para el puesto que ocupaba; pero en prueba de ser todo una calumnia envidiosa, no hay más que leer el testimonio del gran Benedicto XIV. Enviado nuestro Molina en 1748 a la corte de Madrid, donde se mantuvo nueve meses, para tratar en el Consejo de Castilla un negocio muy espinoso de su general, y que fue la ocasión en que manifestó su mucha erudición, escribió su santidad al nuncio apostólico en esta corte, encomendándole la persona de dicho padre, en cuya carta dice la cabeza de la iglesia: “El P. Molina, por sus prendas se ha merecido nuestra estimación y nuestra confianza. Es religioso óptimo, docto, prudente, incapaz de intentar alguna cosa contra justicia. Haréis con él todos los buenos oficios que estén en vuestra mano.” Estos elogios en boca de un Pontífice como Benedicto XIV, que si no ha sido el más docto que se ha sentado en el Vaticano, nadie le negará haberse hecho admirar en la iglesia como un oráculo de la sabiduría y autoridad, y siendo tan medido en prodigar alabanzas, manifestaban la penetración que tenía de la capacidad y gran talento del P. Molina por haberle tratado tan estrechamente en aquella corte: parece que esto solo es bastante para acallar a sus émulos.
Fenecidos los asuntos a gusto de su general, se volvió a Roma, embarcándose en Alicante día 19 de mayo de 1749, y llegando a su destino a fines de junio, después de una deshecha borrasca padecida en esta navegación. De este modo disponía la providencia, que cuanto más perseguido de sus émulos el P. Molina fuese, más conocido y exaltado, porque convocado capítulo general a Roma por el P. Rafael de Lugagnano, general de todo el orden seráfico, para el 16 de mayo año del Jubileo 1750, presidido por el gran Benedicto XIV, celebrándose con la pompa y majestad jamás vista, concurrían (o concurrieron, pone concurrien) los muchos varones célebres así en sabiduría como en madurez de años, que podían aspirar a la dignidad, siendo vocales 319, sin haber tratado al P. Molina, sin ser conocido mas que de los italianos y españoles, recayó la elección en él: nunca había tenido este honor la descalcez de España. Los capitulares que podían darle el voto, rehusaban privarse de él; y siendo estos el mayor número, presentaba esta elección graves inconvenientes. El Sumo Pontífice que esto miraba sin parcialidad, y por otra parte conocía el mérito que concurría en nuestro Molina, supo allanarlos inclinando el ánimo de los electores en favor suyo. El mismo pontífice cuando confirmó esta elección, no pudo disimular su satisfacción haciendo al nuevo elegido amables caricias a vista de los padres del capítulo, diciéndole al oído palabras de mucha confianza y ternura, halagándole con rostro afable y placentero, y poniéndole la mano blandamente sobre su cabeza, le comunicó su espíritu y fortaleza. Nuestro nuevo general pronuncia al capítulo un discurso muy tierno y patético, acompañando con sus lágrimas el sonido de su voz. Esta alocución fue como un arco iris, que anunció la tranquilidad y paz de los corazones, y disipó las tinieblas de los descontentos. Nada mudó este nuevo empleo su corazón, lejos de afectar esas vanas señales de mando, hizo gloria de la dulzura y humanidad, echando un velo de llaneza sobre lo honorable de su empleo. De esta manera alienta los corazones abatidos, disipa los temores de muchos, gana las voluntades de sus mismos rivales haciéndolos sus amigos, respirando siempre ternura y caridad. Fenecidas las funciones del capítulo, viene a España, y es cubierto de Grande; volviendo desde luego toda su atención al gobierno de su religión, exhorta con pastorales llenas de zelo a los prelados de ella, y no deja por todos los medios de buscar la gloria de la orden a que pertenece, haciendo reglamentos prudentes y oportunos para arrancar de raíz algunos abusos introducidos que disipa. Sus órdenes y mandatos se conservan en el archivo general de Roma, que servirán siempre de luz y pauta a sus sucesores. Como sabía que los estudios son el ornamento de la religión, inspiró en todos el amor a ellos; honró con su amistad y con sus gracias a los sabios; fomentó con su autoridad y premios honoríficos toda especie de literatura; formó el plan de estudios que se debía seguir; exhortó a los maestros y discípulos a la aplicación, haciéndolos estudiar materias más útiles. Hizo traer libros extranjeros con que enriqueció las bibliotecas de su orden: cuantos regalos recibía de sus amigos, los destinaba con desapego y generosidad para el surtimiento y decoración de los conventos, para edificar, ensanchar y reparar iglesias, en equipar de ornamentos las sacristías, hermosear los altares, surtir de ropas las enfermerías y regalar los enfermos, procurando por todos los medios emplear sus bienes en beneficio de sus hermanos. Este es el origen porque fenecidos los seis años de su gobierno, y convocado capítulo general para el convento de S. Francisco de Murcia, en el que a 5 de junio de 1756, después de haber elegido general al P. Fr. Clemente de Panormo, con dispensa del pontífice, lo nombraron comisario general de esta familia cismontana; empleo que ejerció hasta 1.° de marzo de 1760, cuyo día en la congregación tenida en Madrid hizo su renuncia, y esta eligió en vicecomisario general al P. Fr. Antonio Joan de Molina, lector que fue de teología, ex secretario de provincia, y custodio del convento de Valencia, hermano de nuestro autor.
Se condujo siempre en sus anteriores gobiernos con tanta prudencia y afabilidad, que en el capítulo general celebrado en Mantua día 29 de mayo de 1762, siendo 308 los vocales que asistieron, con dispensa de su Santidad, fue segunda vez electo en ministro general, venciendo los electores con su porfía y con su celo su resistencia: en nada varió su conducta, la misma religiosa política, la misma virtud, la misma prudencia, la misma humanidad y dulzura. Fenecidos felizmente los seis años de gobierno, convocó capítulo general para Valencia, y en el convento de S. Francisco se celebró día 21 de mayo de 1768. Fue presidido por el Sr. Andrés Mayoral, arzobispo de esta, como subdelegado del Emmo. Sr. cardenal Buenaventura de Córdoba, en cuyo capítulo se juntaron 172 vocales, siendo menos en número que en los anteriores capítulos, a causa de haber disminuido los votos nuestro Molina con bula pontificia, por la mucha confusión y excesivo gasto que ocasionaban (lo mismo nos pasa en el congreso y senado de España). Salió elegido en general el P. Fr. Pascual de Varés, a quien dejó su espíritu, sus máximas, sus preceptos y una parte de su gloria; nombrando los vocales de la familia cismontana en comisario general al P. Fr. Antonio Abián (pone Abian), hijo de la provincia de Aragón.
Viéndose exonerado de sus empleos, se retiró al convento de nuestra señora del Rosario y san Pascual de Villarreal a prepararse para morir. Desde el primer día que tomó posesión de su celda, estableció un sistema de vida muy edificante, y como si fuera un novicio, se sujetó con alegría a las observaciones más menudas de la religión. El silencio, el retiro, la obediencia, la guarda de las leyes y ceremonias, la puntialidad y asistencia al coro así de día como de noche, el sacrificio de la Misa celebrado todos los días con la mayor ternura, pausa y fervor, arrodillarse para recibir la bendición de su prelado, besar tierra y decir la culpa, tomar el primero el estropajo para fregar los platos en la cocina, y la escoba para barrer el convento, todo lo hacía con sumo gusto, humildad y ejemplo de los demás religiosos. En el año 1769 predicó los vespertinos en su comunidad, en cuyo ministerio acostumbraban ejercitarse los religiosos jóvenes, y como si fuera uno de tantos se encargó de ellos, después de haber tenido tantos honores en su religión.
No le valió al P. Molina haber abandonado el mundo, y vivir como muerto y enterrado en su retiro para que sus enemigos no le declarasen guerra a su quietud, le acusan ante el Consejo de Castilla de imprudente económico, y pródigo disipador del depósito de Tierra Santa. Quedó el P. Molina sorprendido al ver una malignidad tan contraria a su honor y candidez. Se vio precisado para ponerse a cubierto mostrar los originales que lo autorizaron para la extracción de las limosnas, y su destino, que fueron la bula del papa y las súplicas de los padres del convento de S. Francisco de Madrid, a fin de que se emplease esta limosna en la nueva fábrica de su iglesia. Dio tan cabal satisfacción de su conducta, que quedó plenamente satisfecho el real consejo. y sus enemigos confusos y consternados. En medio de estas persecuciones se preparaba con santas obras para la muerte, descubriéndose en él una virtud sólida, una piedad ejemplar, una devoción ardiente, una modestia edificante, una diligente solicitud en atesorar méritos para la eternidad. Esta vida tan arreglada merecía mayor duración: le envía Dios una aguda enfermedad, que disimuló más de diez días, temeroso que sabida, le impedirían su arreglado género de vida; pero crecía por grados su mal, tomando fuerzas con la dilación, y cuando no pudo más se manifestó a los médicos, que ya le echaron en secreto el fallo de la muerte. En tantos males como padecía, nadie lo vio inquieto, antes hacía gloria de la mortificación y sacrificio de sus dolores. Cae en una decadencia de fuerzas y una languidez mortal que anunciaron su próximo fin: lo conoce, pide con ansia los sacramentos, suplica al P. guardián se entregue de sus pobres muebles y disponga de ellos con libertad, y en medio de su agonía declara al prelado con voz desmayada y trémula, asegurándole por el trance en que se encontraba, no haber en su vida tenido odio a nadie, ni jamás haber obrado por empeños o por pasión. Se acerca su hora, levanta los ojos al cielo, los cierra, anúdasele la lengua, y entrega su espíritu a Dios, día viernes 28 de julio de 1775. Su cadáver descansa en el referido convento, colocando la provincia descalza en su sepulcro el epitafio siguiente:
D. O. M.
(suprimo los puntos que están detrás de casi cada palabra, si no es abreviatura.)
RMO. P. PETRO JOANETIO DE MOLINA
VALENTINO EX OPPIDO ONIL ORIVNDO
VIRO CLARISSIMO
NATVRAE ET GRATIAE OMNIMODA AC MIRA IN REBVS AGENDIS DESTERITATE
CONSPICVO
MORVM SVAVITATE SPECTATISSIMO
TOTIVS MINORVM ORDINIS TER. MODERATORI
REGVLARIS DISCIPLINAE AC PRINCIPIBVS
CHARISSIMO
OMNIBVS GRATISSIMO
IN SPEM RESVRRECTIONIS HIC VT OPTAVERAT
QVIESCENTI
PRAECVRSORIS CHRISTI PROVINTIA GRATES REFERENS PASVIT
SVO PARENTI OPTIMO
ATQVE OBSENQVENTISSIMO FILIO
VIXIT ANNOS LXXVII MENSIS II DIES XXIII
OBIIT PVBLICO DAMNO V KALENDAS AVGVSTI
ANNO M.DCC.LXXV.
Escribió: 1. Demostración de la justicia que asiste al Rmo. P. Fr. Rafael Lugagnano, general de toda la orden del seráfico P. S. Francisco, en la causa de retención que se controvierte en la sala de justicia del supremo consejo de Castilla: expónela por su Rma. el P. Fr. Pedro Juan de Molina, procurador general de la corte romana, de los descalzos y recoletos de la familia cismontana de dicha orden. En folio, sin nombre de impresor: la fecha en Madrid, 28 de julio de 1748.
2. Respuesta al memorial presentado al rey nuestro señor por el Rmo. P. Fr. Juan de la Torre, comisario general de la familia cismontana.
3. Carta pastoral en que explica la satisfacción del rey por el modo con que se portaron los religiosos en Méjico en el extrañamiento de los jesuitas. Manuscrito.
4. Varias pastorales a toda la orden.
5. Lectiones Secundi Nocturni quas ex novo Decreto recitant Minoritae in festo B. Joannis de Prado Martyris. Hace memoria de esta obra y de nuestro Molina la biblioteca seráfica, tomo 2.°, página 455, columna 2.
D. IGNACIO BERDUM DE ESPINOSA DE LOS MONTEROS.
1776.
Natural de Gandía, fue secretario del conde duque de Benavente. Murió por los años de 1776 sin sucesión, aunque fue casado. Escribió:
1. Derechos de los condes de Benavente a la grandeza de primera clase. Madrid, oficina de Lorenzo Francisco Ellojado, 1753, en folio.
D. FRANCISCO RUBIO.
1776.
Hijo de la ciudad de Xátiva, estudió la medicina en la universidad de Valencia, donde se graduó en dicha facultad de doctor, fue médico de la familia de su majestad.
Escribió: 1. Medicina hipocrática, o arte de conocer y curar las enfermedades por reglas de observación y experiencia. Va añadido un discurso sobre la inoculación de las viruelas, y el modo de conocer cuando se hallan en estado contagioso los héticos y los tísicos. Su autor el Dr. D. Francisco Rubio, setabiense. Madrid, por D. Joaquín Ibarra, 1761, en 4.°, y 1774, también en 4.°
2. Nota apologética, que demuestra que los antiguos médicos conocieron la circulación de la sangre, y que no fue descubrimiento de Harveo. Debe colocarse al fin del libro de la medicina hipocrática, que dio al público en el año pasado el Dr. D. Francisco Rubio.
3. Disertación sobre la inoculación de las viruelas, escrita el año pasado 1768 por el Dr. D. Francisco Rubio, en virtud de la cual se empezó a poner en práctica en el mismo año en la serranía de Buytrago (Buitrago de Lozoya), en donde se inocularon 249 criaturas, sin que muriese ninguna, como consta de las certificaciones remitidas por el médico de aquel partido. Impresa en 1776, en 4.° (vacuna de la viruela)
D. MANUEL NARRO.
1776.
Presbítero, natural de Valencia, hijo de padre aragonés y madre valenciana, desde su juventud se dedicó a la música, y su habilidad le deparó la de ser organista en la colegial de Xátiva, después de la catedral de Valencia, y últimamente de las descalzas reales en Madrid. Murió en esta ciudad, parroquia de santa cruz, donde fue enterrado en la sepultura de los beneficiados en 14 de septiembre de 1776. Escribió:
1. Adición al compendio del arte de canto llano del R. P. Fr. Pedro Villasagra, monje gerónimo, y maestro de capilla del real monasterio de san Gerónimo de Madrid. Cuyo compendio se imprimió en Valencia, por la viuda de Orga, 1765, en 4.° Y la adición de nuestro Narro, que va adjunta, en la misma imprenta de Orga, 1760, también en 4.°
DR. D. JOSÉ ALBERTOS Y SANZ.
1776.
Valenciano, médico, doctor, y maestro en artes, catedrático de medicina en la universidad de Valencia y su examinador perpetuo, fue juez privativo en la subdelegación del real protomedicato de la ciudad y reino de Valencia.
Con el motivo de haber padecido y muerto en 1776, de resultas de una comida de pescado, escribió estando enfermo una disertación con el título siguiente:
1. Historia exacta de la extraña enfermedad ocasionada por haber comido del pescado llamado pagel, impregnado de cal. Su autor el Dr. D. José Albertos. Valencia, 1776, en 4.°
P. LUIS OLCINA.
1777.
Nació en la villa de Gorga en el año de 1733: eran sus padres no menos respetados por sus grandes caudales, que por su singular piedad y religión: manifestaba mucha disposición para los estudios, y para proporcionarle mayores adelantamientos lo colocaron en el seminario de nobles de Valencia, en que descubrió desde luego las ventajas que llevaba a los demás en la modestia e instrucción: y conociendo las tempestades que le amenazaban en el siglo, quiso retirarse al seguro puerto de la compañía de Jesús, y por más que sus parientes procuraron impedírselo todo fue en vano, y tomó la sotana en el año de 1748: desde luego empezó a resplandecer por su modestia, humildad y obediencia: concluido el noviciado y el curso de filosofía, se inflamó en el deseo de la conversión de los infieles; y hallándose maestro de gramática en el colegio de Segorbe, logró licencia de sus superiores para ir a la América: sin detenerse un instante, ni aun dejar tiempo para dar el último adiós (á Dios) a sus padres, marchó a embarcarse, y sufrió con la mayor paciencia los trabajos de una larga navegación: llegado a la ciudad de Córdoba, y estudiando la teología, se le nombró compañero del rector para la instrucción de ochenta y más jóvenes que había en el seminario de aquella ciudad, empleándose también en la predicación, confesiones, y de desempeñar el encargo de enseñar a los negros los misterios y máximas de la religión. Aunque se hallaba estimado de todos, no paró hasta que pudo conseguir licencia para ir a convertir a los incultos y silvestres Ciacanos, en cuya compañía estuvo cuatro años, sufriendo los indecibles trabajos de los ardores del sol, de la sed, falta de alimentos y continuos peligros a que estaba expuesto; y cuando esperaba coger frutos más y más sazonados, llegó la orden del extrañamiento de los jesuitas: la obedeció con la mayor sumisión, emprendió el larguísimo viaje para Italia, y sirvió en Ferrara de la mayor edificación a todos por sus mayores virtudes, amor a la pobreza, caritativa asistencia a los enfermos, mortificaciones con que afligía su cuerpo, y reputado generalmente por un varón santo, entregó su alma al señor en 9 de enero de 1777, y fue enterrado en la iglesia del convento de religiosas capuchinas. Y así con mucha razón escribió su vida Prat de Saba, publicándola en la Vicenalia Sacra Aragon: sive de Viris Aragon. religione illustribus hisce 20. annis gloriosa morte functis.
Escribió, según él mismo refiere, un completo y doctísimo comentario sobre la limosna, que ha quedado manuscrito.
DR. D. JOSÉ RÍOS.
1777.
De quien trata Ximeno, tomo 2, páginas 269 y 273, debemos añadir que fue muy aficionado al estudio de la antigüedad, y como tal recogió una muy considerable porción de monedas romanas y medallas antiguas, por lo cual hace mención de él el célebre Martínez Pingarrón en su erudito prólogo a la Ciencia de las Medallas; paró dicha colección en el museo de la biblioteca arzobispal de Valencia, el que por desgracia se fundió, perdiéndose de resultas de algunas bombas que incendiaron la biblioteca pública de dicho palacio, en el bombeo (bombardeo) que sufrió esta ciudad en los días 5, 6 y 7 de enero de 1812. La envidia de sus sobresalientes méritos y brillantes luces le acarreó algunas persecuciones, armándole calumnias que nunca pudo justificar la emulación más maligna, pues cuando se intentaban sacar contra él imaginados delitos, resultaban abonos y convincentes pruebas de su inocencia. Sin embargo de tan cruel persecución, y que finalmente el poder, más que la razón, el partido de escuela más que la justicia (que entonces estaba en esta ciudad con el mayor vigor), le destinó a una reclusión en el monasterio de Valdigna, y (por una casualidad o providencia divina) se verificó el deseo que siempre tuvo de ser enterrado en su iglesia de Cullera, y en la misma sepultura que él había construido para sí, y no pocas veces dicho en el púlpito que allí sería enterrado, pues cuando iba desde Valencia a su destino por cumplir lo mandado, al pasar por Cullera le sorprendió la muerte de resultas de un insulto (ataque, se encuentra anteriormente como apoplegía, ictus, embolia) en el año 1777, cumpliéndose por este raro medio lo que él tenía como vaticinado muchas veces. Esta muerte fue muy sentida de todos sus feligreses, porque le estimaban como párroco docto y virtuoso, y les consoló tenerlo difunto, ya que las persecuciones no les habían dejado lograr vivo.
Hablan con elogio de nuestro Ríos, Ponz en su viaje de España, tomo 4.°, página 188, y el P. Flores al principio de su primer tomo de las medallas de las colonias de España.
Escribió más: 1. A los Edetanos, o a los hijos de Liria. Valencia, por José Esteban Dolz, 1759, en 4.°
El asunto de esta disertación, es declarar la inscripción de una lápida romana encontrada a la inmediación de aquella villa en abril de 1759. Es papel muy erudito e instructivo, y que descubre una profunda inteligencia en las antigüedades.
2. Plática que dijo en 13 de marzo de 1766, a la reverenda congregación de sacerdotes, erigida desde el año 1617 en la casa profesa de la compañía de Jesús de la ciudad de Valencia. En ella, por Dolz, 1766, en 4.°, y reimpreso por los hermanos de Orga, 1786, en 4.°
3. Alegación por los diezmos novales, en folio, manuscrita. La trabajó por encargo del cabildo de Valencia, y en vista de un papel que sobre el mismo asunto compuso D. Gregorio Mayans, y existe original en la librería mayansiana, entre los vinculados.
D. JOSÉ BLANC.
1778.
Hijo de la ciudad de S. Felipe, antes Játiva, estudió en la universidad de Valencia la filosofía, que empezó en 1735, y la teología en 1738, graduándose de doctor en esta última facultad en el año 1742: hizo varias oposiciones a las cátedras de filosofía, logrando ser elegido para una de ellas en 1746. Obtuvo después el curato de S. Lorenzo de esta ciudad; y en 1763, mediante concurso de opositores, fue elegido canónigo penitenciario de la metropolitana iglesia de Valencia. Era infatigable su zelo por la renovación de la catedral, que casi consiguió ver concluida. Murió en 3 de mayo de 1778. Publicó:
1. Oración panegírica en honra de la canonización de S. José Calasanz, fundador de la religión de las escuelas pías, en la fiesta que para ello celebró el cabildo de la metropolitana de Valencia. En dicha, por Monfort, 1768, en 4.°
2. Oración en la festividad celebrada por el cabildo de la santa iglesia metropolitana de Valencia día 11 de diciembre de 1773, por la traslación del santísimo sacramento al nuevo templo de las escuelas pías de Valencia. En esta, por Benito Monfort, 1773, en 4.°
3. En el sermón de exequias del arzobispo D. Andrés Mayoral, predicado por el canónigo D. Cristóbal Puig (también valenciano), está la aprobación que le dio nuestro Blanc, y es tan extensa, que más bien parece una disertación.
D. PASCUAL BERGADÁ.
1779.
Natural de la ciudad de Valencia, nació en 1702, y tomando el nombre de su vínculo, se firmaba Ruiz de Corella antes Bergadá; fue caballero del hábito de nuestra señora de Montesa y S. Jorge de Alfama; obtuvo los empleos honoríficos de tesorero y albacea general por su majestad de la referida orden, y por los años de 1755 tuvo la interina de lugarteniente de dicha religión, y murió en la ciudad de Valencia día 19 de abril de 1779, de 77 años de edad.
Su ingenio fue de los más fecundos en la poesía castellana, manifestando con él haber nacido poeta, como se ve en las muchas producciones que nos ha dejado, las que es imposible describir por ser de corto volumen, no obstante referiré las que han llegado a mi noticia.
1. Folla real en celebridad de los años de Felipe V, que mandó ejecutar el Príncipe de Campoflorido, capitán general del reino de Valencia, en el salón de palacio día 19 de diciembre de 1727. Valencia, por Antonio Bordázar. Este papel salió anónimo, y se sabe ser de nuestro autor, quien compuso también la loa festiva que precedió a la función.
2. Obsequioso regocijo con que la real maestranza de Valencia solemnizó alborozada el feliz alegre día de los años de la reina nuestra señora el miércoles 4 de diciembre de 1754. Valencia, por José Tomás Lucas, en 4.° También salió anónimo.
3. Verdadera relación y compendioso diseño de la memorable avenida del Turia, principal río de Valencia, reflujo de sus barrancos, y estragos de sus efectos, en el día 16 de septiembre del año 1731.
Es un romance heroico que comienza Trágico influjo: hago esta prevención para que no se confunda con otro romance (anónimo) que igualmente salió al mismo asunto, y le compuso Antonio Bordázar, según dice Ximeno, tomo 2, pág. 277, y también porque no cita la impresión.
Fue aquella avenida tan formidable, que no sólo prestó asunto para historiarla, si que también en varias partes se fijaron azulejos para conservar la memoria del sitio hasta donde llegó el agua: uno había a mano izquierda, al entrar en el patio de S. Juan de la Ribera; otro en el claustro del convento de nuestra señora del Remedio o de trinitarios, y existía casi frente de la escalera principal; otro a mano derecha, a la entrada de la iglesia parroquial del lugar de Alaquas &c.
4. Poesías varias, en celebridad de la profesión de doña Mariana Castillo y Almunia, hija de los marqueses de Jura-Real, en el convento de S: Cristóbal de Valencia, día de los desposorios de nuestra señora del año 1769. Valencia, por Benito Monfort, dicho año, en 4.°
5. Para la comedia El monstruo de los jardines, que se representó en casa el conde de Parcent en el carnaval de 1752, compuso la introducción joco-seria con apariencias de loa. Más: el entremés nuevo de Ciega. También el sainete nuevo de la crítica discreta, y el crítico socarrón.
6. Breve descripción de la ingeniosa Naumaquia, festiva iluminación con que la ciudad de Valencia dio fin a las fiestas de la tercera centuria de la canonización de S. Vicente Ferrer en este año de 1755. Valencia, por Agustín Laborda, dicho año, en 4.° y a la página 411 del libro que habla de dichas fiestas.
7. Quimeras soñadas, y realidades dispiertas, trasladadas del embrión de un concepto a la hermosa claridad, con que se cree ha de ilustrarla mi señora doña Rita Ximénez de Urreas, a quien se dirigen en forma de relativo soliloquio, por D. Pascual Bergadá.
Como los grandes ingenios se desdeñan de manifestar su nombre en las producciones poco voluminosas, no se pueden individualizar las muchas piezas poéticas que compuso; sólo diré que durante muchos años trabajó la letra de los villancicos que se cantaban la víspera y noche de Navidad en la iglesia de la catedral de Valencia, y así he podido averiguar ser suyos la de los de 1748 hasta 1773, exceptuando los de 55, 56, 62, 69 y 70. Prueba es de su vasto numen y talento, escribir por espacio de veinte y un años diferentes villancicos sobre un mismo asunto, y siempre con novedad y discreción.
FR. BERNARDO CLEMENTE SALA.
1779.
Religioso agustino, hijo de la villa de Alcira, nació por los años de 1746, fueron sus padres Juan Sala y María Rosa Magraner, tomó el hábito en S. Agustín de Valencia, de donde después de ordenado de presbítero, pasó al convento de su orden en la Habana, allí obtuvo el empleo de lector de teología, graduóse de doctor en dicha facultad en la universidad de Méjico. En el año 1779 estuvo en Cádiz, en donde es regular haya fallecido. Publicó varios sermones de un mérito superior.
1. La gran madre de piedad María dolorosa. Elogio pronunciado en la iglesia de S. Pedro de la Puebla de los Ángeles año 1775, y en la de S. Agustín de Cádiz año 1778, en la feria sexta de pasión. Cádiz, por la viuda de D. Antonio de Alcántara, sin año, en 4.°
2. La memoria eterna de la real isla de León. Elogio pronunciado en su iglesia mayor día 4 de octubre de 1778. Cádiz, por D. Manuel Espinosa de los Monteros, sin año, en 4.°
3. El hombre sin semejante. Elogio del patriarca S. José, pronunciado en la iglesia auxiliar de nuestra señora del Rosario de la ciudad de Cádiz día 26 de noviembre de 1778. Cádiz, por el mismo, sin año de impresión, en 4.°
4. Sermón para la fiesta de Pentecostés, predicado en la catedral de Cádiz día 8 de junio de 1778. Cádiz, por dicho Espinosa, sin año, en 4.°
5. La mayor felicidad de España. Elogio misterioso, pronunciado en el monasterio de santa María de Cádiz día 17 de diciembre de 1778. Cádiz, por el mismo, en 4.°
6. El delegado de Cristo. Elogio de S. Vicente Ferrer, pronunciado en la anual función que la M. I. Nación Valenciana celebra en el convento de S. Agustín de Cádiz día 11 de abril de 1779. Cádiz, por Espinosa, sin año, en 4.°
FR. D. ALEJANDRO DE TORRES.
1779.
Natural de Gandía, del hábito de nuestra señora de Montesa y san Jorge de Alfama, fue catedrático de filosofía en aquella universidad, maestro en artes y doctor en sagrada teología, prior de S. Bartolomé, y cura de la parroquial de Vallada, de donde pasó a serlo de la de Moncada, y murió en dicho lugar a 7 de febrero de 1779.
Ximeno, Escritores, tomo 2, pág. 336, columna 1, y Muñiz, Medula histórica, tomo 8, página 256, hacen honorífica memoria de nuestro autor, que escribió:
1. Sermón panegírico a la Purísima Concepción y a S. Luis Gonzaga. Se halla al fin del libro Viaje del Parnaso, compuesto por el padre Serrano, y publicado a nombre de D. José Cassasus (Cassasús), aunque hay de este varias poesías latinas y castellanas. Valencia, por Esteban Dolz, 1748, en 8.°
2. De bello Italico praelio Bellitrensi, manuscrito, que paraba en la famosa librería del Dr. D. Marcos García, cura de Silla; y después de la muerte de este, sucedida en 25 de abril de 1806, se trasladó a la librería del sacro convento de Montesa.
3. Publicó algunos sermones y otros papeles sueltos.
FR. RAIMUNDO JOSÉ REBOLLIDA.
1779.
Religioso mercenario, añadimos a lo que de este autor dice Ximeno, tomo 2, pág. 337, que atendiendo a sus relevantes méritos le nombró la religión por dos distintas veces provincial de esta provincia, y sin embargo de este pesado cargo continuó con afán sus tareas literarias, no cesando de escribir y ejercitar su numen poético, como se ve entre otras muchas poesías en un epigrama que hizo en alabanza del Ilmo. Sr. D. Marcelino Siuri y al P. Tomás Serrano, ambos valencianos, que para que no se quede en el olvido copiaremos aquí.
Siuris illustris laudari dignus abunde
Serrani elogio fertur in astra pii
Vitaque, gesta ejus, pietas et scripta decora
Descripta ingenio tempus in omne manent.
Murió este insigne literato en su convento de Valencia el lunes 1 de marzo de 1779, pocos días antes de cumplir los 88 años de su edad.
Además de las obras que trae Ximeno, compuso las siguientes:
1. Prosodia latina una cum libro de Arte metrica ex melioris notae auctoribus excerpta, sollerti diligentia elaborata, et varia nec vulgari eruditione referta. Valencia, por los hermanos de Orga, 1771, en 4.°
Esta obra, que en el número 5 nota Ximeno como manuscrita, tiene al fin un poema latino, y es:
2. Extemporaneum Carmen in Regio Monasterio Porta Caeli nuncupato, à Prosodiae A. Fr. Raymundo Josepho Rebollida, Regalis Ordinis Redemtor, coeptum, et paullò post Valentiae Hedetanor. XI. Kalend. August. CL(c al revés : M) DCCLXV. (1765) absolutum, quo idem Carthusien. Coenobium grâphicè descripsit.
Es una descripción en verso del monasterio de Portaceli.
La obra que cita Ximeno, número 4, intitulada Retórica de Cesena, se reimprimió en Barcelona, por Carlos Gibert y Tutó, 1776, en 4.° habiéndose antes publicado en Valencia la segunda parte en 1749, en 8.°
3. De las controversias que miran más de cerca las materias legales: tratado único. Valencia, por la viuda de Gerónimo Conejos, 1748, en 8.°
FR. BENITO DE BOCAIRENTE.
1779.
Religioso capuchino, nació en dicha villa a 3 de junio de 1736, tomó el hábito a 16 de diciembre de 1753, de edad de 17 años, y profesó al otro día del siguiente año. Obtuvo en su religión varios empleos, como el de misionero apostólico, guardián de los conventos de Monóvar, Murcia y Alcira, y secretario de provincia. Murió en Alcira, siendo guardián, el año 1779.
Tradujo del italiano, y publicó las obras siguientes:
1. Vida de la venerable madre sor Verónica Juliani, abadesa capuchina en el monasterio de la ciudad de Castelo (de cuya beatificación se está tratando, como es de ver en el Bullar. Capucc. tomo 7, página 377) extraída en compendio de las cartas de la misma sierva de Dios por un devoto religioso de dicha ciudad. Murcia, por Felipe Teruel, 1766, en 8.°
2. Vida del beato Fr. Bernardo de Corleón (Corleone), capuchino, extraída en compendio de la que escribió de los procesos formados para la beatificación el P. Fr. Benito de Milán, predicador capuchino. Valencia, por Benito Monfort, 1768, en 8.°
3. Vida del siervo de Dios Fr. Gerónimo de Corleón, religioso lego, profeso, de los frailes menores capuchinos de S. Francisco. Escrita en italiano por el P. Fr. Juan Bautista de Milán. Madrid, 1767, en 4.° Valencia, por Salvador Faulí, 1769, en 8.°
4. Cuaresmal del P. Fr. Serafín de Vicenza, capuchino, añadimos al fin de cada sermón algunos ejemplos pertenecientes al punto que se trata por el traductor, en 4.° manuscritos.
D. PEDRO PAREDES.
1780.
Natural de la ciudad de Orihuela, vecino de la de Alicante, donde era maestro y escritor de todas formas de letras y rasgos. Escribió:
1. Prontuario el más exacto para que los maestros de niños puedan dar a sus discípulos la instrucción cristiana y política que corresponde, enseñándoles al mismo tiempo a leer y escribir perfectamente. Murcia, por Felipe Teruel, sin año, con 17 láminas o muestras de escribir. La fecha de la licencia es en 1779.
2. Manual de niños para que los que frecuentan las escuelas de leer y escribir hagan el más feliz progreso, aliviando a los maestros con un estudio bien ordenado de sólidos principios de la ortología, y de unas reglas las más precisas en la ortografía castellana. Murcia, por Teruel, en 8.° sin año de impresión, pero la licencia es de 1780.
3. Instrucciones prácticas en el arte de escribir, reducidas a cinco diálogos entre maestro y discípulo, para imponer y perfeccionar en sus reglas a los jóvenes aplicados. Folio, sin lugar ni año de impresión.
D. ANTONIO PALLÁS.
1780.
Natural de Valencia, hijo de don José Pallás y de doña Francisca Escrivá, nació en la parroquia de san Nicolás, fue un varón verdaderamente sabio, y muy aficionado a la poesía, académico de honor de la de nobles artes de S. Carlos de Valencia, en cuyas actas de 1789, impresas, se hace mención de su mérito literario. Murió en dicha ciudad día 5 de diciembre de 1780. Escribió:
1. Los siete males del amor. Dalos a luz D. Alonso Platina (anagrama de su nombre y linaje) quien los dedica al licenciado Tomé de Burguillos. Valencia, por Benito Monfort, 1772, en 4.° mayor. Son unos sonetos de mucho mérito.
2. Carta que en defensa del autor del arte del romance castellano, escribe D. Alonso Platina a D. Antonio Gobeyos. Valencia, por José y Tomás de Orga, 1780, en 8.°
El fin a que se dirige esta carta es defender la obra que publicó el P. Benito de S. Pedro, de las escuelas pías, intitulada arte del romance castellano, y contra la cual con humor satírico publicó Gobeyos un tomo en 8.°
3. Silva a la academia de S. Carlos. Está inserta en las actas impresas, con el motivo de la distribución de premios, en Valencia, por Benito Monfort, 1781, al folio 131, y consta de 14 estancias. Ya no la recitó su autor por estar indispuesto de la enfermedad que murió.
ILMO. SR. D. JOSÉ CLIMENT.
1781.
Ximeno, tomo 2, página 333.
Natural de Castellón de la Plana, nació en dicha villa día 11 de marzo de 1706; fueron sus padres José Climent y María Teresa Avinent, labradores. Siendo canónigo magistral de Valencia, fundó en esta universidad, como agradecido a su instrucción, una cátedra de lugares teológicos, dotándola de lo suficiente, y queriendo fuera para individuos religiosos de la provincia de padres mercedarios de Valencia, que actualmente posee el P. M. Fr. Jorge Comín.
En 21 de marzo de 1766 fue elegido para la Mitra de Barcelona por el Sr. D. Carlos III, sabiendo su ciencia y gran piedad: entró en aquella ciudad día 4 de diciembre del mismo año: su sabiduría y zelo por el bien espiritual y temporal de sus feligreses, su ardiente deseo de promover en ellos la sólida instrucción y pureza de costumbres, el rigor de la disciplina, la aplicación a las artes, y otras virtudes que caracterizaron su ministerio, las acompañó y adelantó siempre con su ejemplo y elocuencia: gobernó aquella mitra hasta el año 1775, en que habiéndole promovido su majestad al obispado de Málaga, renunció este y el de Barcelona por amor a la disciplina eclesiástica, de que fue siempre muy amante, y se retiró a su patria a mitad de octubre del referido año. Salió todo el numeroso pueblo a recibirle, con los contrarios afectos que ocasionaba el gusto de recobrarle, y la pena de verle en tan quebrantada salud, por el insulto apoplético que le dio al ver las lágrimas y lamentos de sus amados feligreses, cuando supieron que iba a dejarles para siempre.
Pasaba alegre su retiro en la casa solar de sus padres, encomendándose a Dios; y ocupado de continuo en promover el bien de la religión, y el estado, con cuantos medios podía: su grande generosidad y desinterés lo manifestó con aumentar el salario que algunos años antes había señalado al maestro de mayores de gramática, mandando fabricar a sus expensas unas aulas muy capaces con decentes habitaciones para sus maestros, en cuya obra y la de su oratorio expendió cerca de setenta y cinco mil reales. Dejó proyectada, y medio hecha, la casa de niños huérfanos de ambos sexos, al modo de la que había fundado en Valencia S. Vicente Ferrer, y quiso que se pusiera bajo la protección de este santo (1:
Correspondiendo el Sr. D. Joaquín Segarra, canónigo de la catedral de Valencia a la grande amistad que le profesó el Sr. Climent, su paisano, tomó este encargo tan de veras, que convocó la junta que con tanta discreción había nombrado aquel prelado; y aunque esta juzgó que no había bastantes fondos para empezar a derribar las casas viejas que tenía marcadas su Ilustrísima para la fábrica del nuevo colegio, les aseguró que nada faltaría, empezándose la obra día 28 de agosto de 1786. Tuvo el gozo de verla concluída, contribuyendo con parte de las rentas propias que tenía en dicha villa, y de vestir por su mano la beca a los niños día 19 de julio del año 1789 en el presbiterio de la iglesia parroquial, y sobre la misma sepultura de su glorioso fundador. Las niñas se presentaron en la iglesia ya vestidas desde el colegio, y asistieron a la misa que cantó el mismo, y al sermón elocuente y propio del asunto que dijo el R. P. presentado Fr. Joaquín Hernandorena, del orden de predicadores. Pero antes de ver bendecido el oratorio del dicho colegio, murió en Castellón a 7 de septiembre de 1790, y fue enterrado en la iglesia de las capuchinas en la sepultura de sus padres.
Fundó también dos escuelas gratuitas de primeras letras en Valencia, una dentro de la ciudad y la otra en la calle de Murviedro, ambas en la parroquia de S. Bartolomé, de la que fue cura, dotándolas de sus bienes patrimoniales, donando para ello unas casas que a este fin había hecho edificar en la ciudad, que producen lo suficiente para mantener ambas enseñanzas, lo que hace el elogio y recomienda el amor de este digno prelado.
Viéndose ya cercano a la muerte dispuso de su última voluntad, y señaló por sus albaceas, encargándoles con la mayor eficacia la conclusión de la obra casa de huérfanos, al canónigo de Valencia din Joaquín Segarra, su especial amigo y paisano, y al Dr. D. Domingo Roig, beneficiado en la catedral de esta ciudad, que cuando canónigo le tenía por paje, y después por su capellán y secretario privado: disponiéndose cada día más para morir santamente, entregó su alma al señor a las tres de la tarde del día 28 de noviembre de 1781, de edad de 75 años, ocho meses y diez y siete días. Su entierro fue solemnizado con la mayor pompa posible: no sólo asistió la villa precedida de su gobernador D. Nicolás del Río, las cuatro comunidades religiosas, cuyos prelados llevaban el cuerpo; varios curas y eclesiásticos forasteros, entre los cuales se distinguían el Ilmo. Sr. D. Francisco Pérez Bayer, que ofició y cantó la misa de cuerpo presente, y D. Tomás Forner, dignidad de tesorero de la santa iglesia de Tortosa, vicario general y gobernador de su Mitra, que presidió de capa los funerales, entrambos amigos, a quienes profesaba el Sr. Climent un singular afecto. Era innumerable el concurso de gentes de los pueblos circunvecinos, que unieron sus lágrimas y sollozos a las que derramaban sus paisanos, al verse privados de su mejor ciudadano y perpetuo bienhechor. El guardián de capuchinos dijo la oración fúnebre. Había su Ilma. pedido al clero que enterrasen su cuerpo en el piso de la iglesia, en donde con el bautismo había empezado a vivir para el cielo; y este le colocó en el coro, junto a las gradas del presbiterio: y clero, villa y pueblo concurrieron a ponerle una lápida de mármol negro con la siguiente inscripción:
D. O. M.
JOSEPHO CLIMENT CASTELLONENSI
EPISCOPO BARCINONENSI
PIETATE DOCTRINA INTEGRITATE MORVM
DOMVS DEI ZELO REI QVE PVBLICAE
AMPLIF. STVDIO INSIGNI
QVI MALACITANO AD QVEM PROMOTVS
FVERAT EPISCOPATV RECVSATO
ET BARCINONENSI DIMISSO
AD PROPIA REDIENS QVOD RELIQVVM
EI VITAE FVIT IN PATERNIS AEDIBVS
INNOCENTISSIME TRANSEGIT
SIBI MODICVS IN PAVPERES EFFVSVS
DEO ET HOMINIBVS JVXTA CARVS
CLERVS S. P. Q. CASTELLONENSIS
CIVI OPT. ET B. M.
POSS.
OBIIT IV CAL. DECEMB. MDCCLXXXI.
AET. LXXV.
En el número 5 de la Gazeta (gaceta) de Madrid del año 1782, y en el Mercurio de enero, se dio noticia con digno elogio de su muerte y escritos, y con mayor extensión y alabanza D. José Sempere en la biblioteca de los escritores del reinado de D. Carlos III, tomo 2.°
La oración fúnebre, y elogio histórico del Sr. Climent, por don Félix Amat, se imprimió en Madrid el año 1782, y se reimprimió al frente de la colección de sus obras, de las que luego hablaremos. La corta duración de su pontificado dejó en embrión muchas utilísimas traducciones e impresiones que meditaba hacer. De las que salieron a luz son las más conocidas las siguientes:
1. Costumbres de los cristianos e israelitas, traducidas años antes por D. Manuel Martínez Pingarrón, y reimpresas por su orden, a que añadió una pastoral, en que manifiesta el mérito y utilidades de esta obra. Barcelona, 1769, en 8.° mayor, dos tomos, y reimpreso varias veces. El autor de la gaceta (en este caso lo escribe con c) eclesiástica de Francia, después de haber hecho un largo extracto de esta pastoral, y también de la carta sobre el estudio de la teología moral, añade: “No puede dejar de desearse, que el zelo y la sabiduría que anima a este respetable obispo se comunique a otros muchos. El traductor ha hecho un servicio a la iglesia de Francia (es decir de las piezas del Sr. Climent), y es de desear que haga lo mismo con todas las piezas semejantes que pueda adquirir.”
2. Instrucciones cristianas sobre el sacramento del matrimonio, las había traducido la excelentísima señora condesa de Montijo, recién casada, sin más fin que su propia instrucción y aprovechamiento; pero el Sr. Climent creyó podía tomarse la libertad de publicarlas, añadiendo al principio una carta muy erudita, dirigida a dicha señora condesa. Barcelona, 1774, en 8.° mayor.
3. Sermón predicado en la catedral de Valencia, día de S. Pedro del año 1755, a la solemne función del tercer siglo de S. Vicente Ferrer, impreso en el libro de estas fiestas.
4. Carta pastoral del Ilmo. Sr. D. &c. a los presidentes y estudiantes de las conferencias o academias de teología moral. Barcelona (pone Barcelono), 1768, en 8.°
Esta carta y la que hemos hablado en el número primero, son las que se tradujeron al francés, y de que habla la gaceta eclesiástica de París del año 1769, como dijimos antes. Cede en honor y elogio de nuestro Climent lo que dice Sempere en su artículo, tomo 2 de la biblioteca, y es que el Sr. D. Carlos III encargó en 14 de octubre de 1766 a los cinco arzobispos y obispos convocados para el consejo extraordinario, y a los dos generales de la Merced y del Carmen, que examinasen con la mayor atención todos los escritos de aquel prelado, y que le expusieran con la mayor reserva y secreto lo que les pareciese, por haber llegado a sus reales oídos ciertas noticias poco conformes a la pureza y moderación que debe tener todo escrito. Esta comisión sirvió para realzar mucho más el justo concepto que tenía formado su majestad del mérito del Sr. Climent. Después de examinarles aquella junta ilustrada y respetable, lejos de encontrar en ellos alguna expresión digna de censura, informó en estos términos al rey: “Debemos, señor, confesar abiertamente, que después de haber reconocido las mencionadas pastorales con la reflexión que es debida a la importancia del asunto, no hemos encontrado sentimiento alguno, a que comprendamos que pueda con razón imponérsele la nota de que no conviene a un obispo, ni proposición que sea impropia de su carácter, o que ofenda a la autoridad Pontificia, o que se oponga a nuestra santa religión, o a la piedad cristiana: antes bien hemos observado con mucha edificación nuestra, que estos escritos promueven notablemente la sólida instrucción y piedad; a manifiestan en su autor un sacerdote en cuyos labios está custodiada la ciencia, un pastor vigilante para fortalecer su grey contra los contagios del siglo, y un zelo episcopal, digno del tiempo de los Basilios y Crisóstomos.”
5. Retórica de Fr. Luis de Granada, traducida al español. Barcelona, 1770, en 4.°
Añadió nuestro Climent una carta preliminar tan llena de zelo contra los abusos del púlpito, y vicios en la oratoria, que aún entonces dominaban, que causó la más pronta y útil mudanza en la predicación. Tuvo esta obra tal aceptación, que en sólo diez años se han hecho y despachado cinco numerosísimas impresiones.
6. Edicto en que se hace saber a sus feligreses haberse instituido en sus iglesias la oración de las cuarenta horas. Barcelona, 1775, en 8.° Valencia, por Benito Monfort, 1778, en 8.° Es digno de notar la casualidad de ser un valenciano el fundador del Laus Perennis en Barcelona, habiendo sido un catalán (el Ilmo. Sr. Rocaberti) el que en el año 1697 estableció dicha devoción en Valencia, impetrando, por la mediación del rey D. Carlos II, la gracia del pontífice Inocencio XII en 23 de julio del referido año.
Todas sus pastorales, edictos y mandatos, se publicaron después de su muerte con este título: 7. Colección de las obras del Ilmo. Sr. D. José Climent &c. Madrid, imprenta real, 1788, en 8.° tres tomos: van inclusas en esta colección las obras de los números 2, 4 y 5.
7. Pláticas dominicales, que predicó en la parroquial de S. Bartolom. Madrid, por Benito Cano, 1792, tres tomos en 4.° Barcelona, por Bernardo Pla, 1800, también en 4.° tres tomos.
8. Sermones panegíricos. Barcelona, por dicho Pla, 1800, tres tomos en 4.°
En todos sus sermones y edictos descubre cuan gran teólogo era, y lo muy versado que estaba en la historia sagrada y eclesiástica, y en todo género de literatura. Sobre todo brilla una cierta entereza, y zelo por la verdad, y una elocuencia y facilidad en explicarse, que no son comunes, aun a los ingenios más sublimes. La oratoria del púlpito se vio recobrar por él su antigua hermosura, y hacerse amar de los oyentes y oradores que procuraron tomarle por modelo.
FR. D. JOSÉ RAMÍREZ.
1781.
Del hábito de Montesa, natural del lugar de Guadacequies, arzobispado de Valencia. Fue dos veces prior del sacro convento de Montesa, procurador general de la orden, y capellán de honor de su majestad. El estado clerical de dicha orden le debe el mayor esplendor y lustre que jamás le tuvo: él fue quien en la desgracia del castillo de Montesa, ocasionada por el terremoto del año 1748 (del que habla Ximeno, tomo 2, pág. 59), sacó por sus manos el Santísimo Sacramento de entre las ruinas; y no pocos sepultados en ellas debieron la vida a su diligencia y cuidado. Por su zelo y eficacia consiguió de la liberalidad del rey y maestre don Carlos III, que de cuenta de su real erario se construyesen de nuevo la iglesia, convento y colegio de la orden en Valencia, con treinta prebendas conventuales, y mayor dotación que la que tenían en el antiguo castillo. El consejo de órdenes le nombró superintendente de la orden, que a impulsos de su infatigable zelo llegó a verse en el estado de perfección que requería. Murió en Madrid año 1781, dejando manuscrita una obra, que de orden del rey trabajó, intitulada: 1. Libro mayor de todas las rentas, derechos, responsiones y regalías de la orden de Montesa, sobre las encomiendas y villas de Montesa y Vallada y las del Maestrazgo. Se conservaba en el archivo del convento de Valencia. Véase a Muñiz, biblioteca cisterciense, página 274.
FR. PASCUAL JOVER.
1781.
Religioso francisco descalzo, natural de la villa de Cullera, vistió el hábito en el convento de S. Juan de la Ribera, provincia de S. Juan Bautista de Valencia, donde después de su profesión y estudios, tuvo los empleos de lector de filosofía y teología, y varias guardianías en la referida provincia: fue difinidor, y dos veces provincial, la primera por muerte de Fr. Juan Bautista Talens, electo vicario provincial, y después elegido en propiedad, empleo que sirvió todo el tiempo de su trienio. Fuera de su provincia también obtuvo varios cargos, como comisario visitador, y padre dos veces de la provincia de Granada: por orden del general fue secretario de este para toda la orden, y electo comisario general de Nueva España por el reverendísimo P. Fr. Pascual de Vares, cuyo empleo renunció, apreciando en más el retiro de su celda, que la vana ambición de cargos honrosos. En el capítulo general del orden franciscano, celebrado en Valencia el año 1768, presidió un acto público, sosteniendo el crédito de su provincia con mucho honor y aplauso; fue el actuante Fr. José Coves, hijo de la misma. Era nuestro Jover hombre de vasta erudición, instruido en los idiomas latino, italiano, francés y algo de inglés; poeta de genio muy festivo, sin dejar de ser moderigedado. Tuvo particular habilidad en hacer telescopios, microscopios y anteojos; y para que todos se aprovechasen de su instrucción, compuso un tratado que tradujo de varios idiomas, y dejó arreglado al vulgar castellano: fue sensible que no lo imprimiese, teniéndolo trabajado con tanta claridad, y mucho más que en su muerte ocurrida en 30 de octubre de 1781, se desaparecieran sus papeles. Este era el título:
1. Método claro y fácil para graduar los vidrios, sacado de varios autores extranjeros, y puesto en vulgar castellano para mayor inteligencia de nuestros naturales. En 4.° manuscrito.
2. Varias poesías latinas, castellanas y valencianas, que dispuso la ociosidad para recreo del entendimiento. Un tomo en 4.° manuscrito.
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