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escut, Generalitat, Felipe V

Estupefacció nacionalista
descubren que el escudo de la Gene fue otorgado por Felipe V

https://www.dolcacatalunya.com/2015/05/estupefaccio-nacionalista-descubren-que-el-escudo-de-la-gene-fue-otorgado-por-felipe-v/


Així tapa el nacionalisme l’escut de Felip V amb l’escut de Felip V

Contábamos hace unos días cómo la Generalitat tapó el escudo de Felipe V con su emblema. Pero ahora resulta que el escudo de la Generalitat fue otorgado nada menos que… ¡por Felipe V! Lean, lean:
El “senyal del rey d’Aragó” eran las armas de dignidad real. Con el paso del tiempo su uso se fue territorializando por medio de concesiones reales. El primer municipio que luce las barras es el municipio de Milhau (Francia), por concesión de Alfonso II (1187).
¿Cuándo pasa el “senyal del rei d’Aragó”, a representar las instituciones catalanas? Desde siempre, el emblema había sido San Jorge. La documentación nos dice que en 1417 la Diputación encarga “que sien fets y renovats los segells de la scrivania de la diputació del general… ab lo qual se puxa empremtar e figurar la imatge de san Jordi a cavall qui mata lo drach… e aquest segell servesca a seguellar totes letres patents qui´s dressen a qualsevol persones… a papa e cardenals e al senyor rey…e altres persones reyals…”. Es evidente que las barras no eran el escudo oficial. Como tampoco lo era de las Cortes que -reunidas en Tortosa en 1430- ordenan pagar 65 florines de oro de Aragón al platero Pere Torralba por la ejecución de dos sellos “a on son esculpides les armes del dit general de Cathalunya, ço es sent Jordi a cavall qui mata o onciu lo drach…”.
300 años más tarde, iniciadas las cortes catalanas de 1701, no aparecía el sello por ningún lado. Parece que nadie lo recordaba, ”ni saverse qual se usave en les corts antecedents encara que aparexia poderse esculpir… la imatge del glorios Sant Jordi portant lo escut amb la creu…”. Tras acalorados debates, el 19 de octubre de 1701 se adopta el acuerdo de grabar uno nuevo con el “Escut de ditas quatre barras y corona real”, para solicitar la venia real de uso.
Detrás de ese extraño olvido hay que situar las convulsiones antiseñoriales como la “revolta dels barretines o de la terra”, el “avalot de les faves o los asedios campesinos de Barcelona en 1688 y 1689. Quizás interesaba un cambio de imagen que acercara la institución al pueblo más identificado con la realeza. Y nada más apropiado para conseguir la concesión real que el marco de las cortes catalanas, que juraron con vivas demostraciones de afecto y júbilo al nuevo rey Felipe V de Borbón, el 12 de octubre de 1701. Cortes que duraron hasta el 12 de Enero, y en las que se acordó además del uso del “escut de ditas quatre barras y corona real”, un donativo real de 12 millones pagaderos en 14 años, nombramiento de 14 títulos de marqueses y condes, 20 privilegios de nobleza, 20 de caballeros, y otros 20 de ciudadanos; todo ello entre grandes fiestas y regocijos populares, de manera que -como dice Macanaz- “no quedó a los catalanes nada que pedir, ni al rey cosa especial de concederles”.
Así que la Generalitat no lo sabe, pero al ocultar el escudo de Felipe V tapándolo con el de la Generalitat, en realidad le están haciendo el último homenaje al rey que concedió a la Generalitat el uso de su “senyal” como rey de Aragón. Si la Generalitat fuera consecuente, el Parlament debería rechazar el uso de las barras de Felipe V, las barras felipistas, por haber suprimido las instituciones tradicionales catalanas. Las cuales, por cierto, ahora ningún nacionalista querría, pues les parecen “medievales”; y las cuales son ridículas comparadas con el actual poder omnímodo de la Generalitat.
Aunque ya sabemos que el nacionalismo no va de coherencia, sino de ideología y fantasmagoría histórica.
Dolça i ocultada Catalunya…

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Dels frens e altres apparellaments de cavals

Per tal con aquelles coses les quals per los princeps se fan pus leugerament per los sotsmeses son tretes en exemple: esguardador esser jutgam que en tots los nostres fets axi com real altea no poch ho requer honestament e temprada nos hajam axi que los savis en ben sien conformats e els no savis e avanitats entenens en temprança sien provocats. Hon sobrefluitats esquivants majorment en aquestes coses les quals ordinariament san a fer: volem que ordinariament si donchs per altra causa en altra manera fer no ho manavem quatre selles palafrenals ab lurs frens de les quals les dues ab nostre senyal real e les altres dues la una ab senyal de sent Georgi e laltra ab senyal antich de rey Darago sien a servey de nostra persona apparellades Ies dues de les quals hagen cuyrs cuberts de velluts daur e de seda comunits e les altres dues romanents hagen cuyrs no cuberts de velluts segons manera apparellada accedent a nostre desijament: de les dites empero dues selles havents cuyrs cuberts de vellut cascun any la una prop la festa de la Nativitat del glorios Salvador del humanal linatge sia feta e altra prop abans de la festa de Pentacosta aximateix sia feta e les romanents dues selles havents cuyrs no cuberts de vellut cascun any prop ans de la festa de la resurreccio de nostre Senyor la una esser feta ab aquest edicte laudable manam e laltra prop de la festa de Omnium Sanctorum volem esser complida: e apres sis almenys selles darmes destinades per servey de nostra persona hajam de les quals dues sien de nostre senyal real de tot en tot decorades e les altres a senyal de sent Jordi e les dues altres romanents al dit senyal antich de rey Darago. Manam encara que quatre mantes almenys continuament sien appareylades a cobrir les dites selles a servey de nostra persona destinades les dues de les quales sien a nostre senyal real en totes les lurs parts e les altres la una a senyal de sent Jordi e laltra al senyal antich Darago. En apres subjungim a les coses damunt dites que continuament hi sia copia de mantes e daltres coses necessaries a cavals e a les altres besties damunt dites. 

Estupefacció nacionalista

Estupefacció nacionalista
descubren que el escudo de la Gene fue otorgado por Felipe V

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Així tapa el nacionalisme l’escut de Felip V amb l’escut de Felip V

Contábamos hace unos días cómo la Generalitat tapó el escudo de Felipe V con su emblema. Pero ahora resulta que el escudo de la Generalitat fue otorgado nada menos que… ¡por Felipe V! Lean, lean:
El “senyal del rey d’Aragó” eran las armas de dignidad real. Con el paso del tiempo su uso se fue territorializando por medio de concesiones reales. El primer municipio que luce las barras es el municipio de Milhau (Francia), por concesión de Alfonso II (1187).
¿Cuándo pasa el “senyal del rei d’Aragó”, a representar las instituciones catalanas? Desde siempre, el emblema había sido San Jorge. La documentación nos dice que en 1417 la Diputación encarga “que sien fets y renovats los segells de la scrivania de la diputació del general… ab lo qual se puxa empremtar e figurar la imatge de san Jordi a cavall qui mata lo drach… e aquest segell servesca a seguellar totes letres patents qui´s dressen a qualsevol persones… a papa e cardenals e al senyor rey…e altres persones reyals…”. Es evidente que las barras no eran el escudo oficial. Como tampoco lo era de las Cortes que -reunidas en Tortosa en 1430- ordenan pagar 65 florines de oro de Aragón al platero Pere Torralba por la ejecución de dos sellos “a on son esculpides les armes del dit general de Cathalunya, ço es sent Jordi a cavall qui mata o onciu lo drach…”.
300 años más tarde, iniciadas las cortes catalanas de 1701, no aparecía el sello por ningún lado. Parece que nadie lo recordaba, ”ni saverse qual se usave en les corts antecedents encara que aparexia poderse esculpir… la imatge del glorios Sant Jordi portant lo escut amb la creu…”. Tras acalorados debates, el 19 de octubre de 1701 se adopta el acuerdo de grabar uno nuevo con el “Escut de ditas quatre barras y corona real”, para solicitar la venia real de uso.
Detrás de ese extraño olvido hay que situar las convulsiones antiseñoriales como la “revolta dels barretines o de la terra”, el “avalot de les faves o los asedios campesinos de Barcelona en 1688 y 1689. Quizás interesaba un cambio de imagen que acercara la institución al pueblo más identificado con la realeza. Y nada más apropiado para conseguir la concesión real que el marco de las cortes catalanas, que juraron con vivas demostraciones de afecto y júbilo al nuevo rey Felipe V de Borbón, el 12 de octubre de 1701. Cortes que duraron hasta el 12 de Enero, y en las que se acordó además del uso del “escut de ditas quatre barras y corona real”, un donativo real de 12 millones pagaderos en 14 años, nombramiento de 14 títulos de marqueses y condes, 20 privilegios de nobleza, 20 de caballeros, y otros 20 de ciudadanos; todo ello entre grandes fiestas y regocijos populares, de manera que -como dice Macanaz- “no quedó a los catalanes nada que pedir, ni al rey cosa especial de concederles”.
Así que la Generalitat no lo sabe, pero al ocultar el escudo de Felipe V tapándolo con el de la Generalitat, en realidad le están haciendo el último homenaje al rey que concedió a la Generalitat el uso de su “senyal” como rey de Aragón. Si la Generalitat fuera consecuente, el Parlament debería rechazar el uso de las barras de Felipe V, las barras felipistas, por haber suprimido las instituciones tradicionales catalanas. Las cuales, por cierto, ahora ningún nacionalista querría, pues les parecen “medievales”; y las cuales son ridículas comparadas con el actual poder omnímodo de la Generalitat.
Aunque ya sabemos que el nacionalismo no va de coherencia, sino de ideología y fantasmagoría histórica.
Dolça i ocultada Catalunya…

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Dels frens e altres apparellaments de cavals

Per tal con aquelles coses les quals per los princeps se fan pus leugerament per los sotsmeses son tretes en exemple: esguardador esser jutgam que en tots los nostres fets axi com real altea no poch ho requer honestament e temprada nos hajam axi que los savis en ben sien conformats e els no savis e avanitats entenens en temprança sien provocats. Hon sobrefluitats esquivants majorment en aquestes coses les quals ordinariament san a fer: volem que ordinariament si donchs per altra causa en altra manera fer no ho manavem quatre selles palafrenals ab lurs frens de les quals les dues ab nostre senyal real e les altres dues la una ab senyal de sent Georgi e laltra ab senyal antich de rey Darago sien a servey de nostra persona apparellades Ies dues de les quals hagen cuyrs cuberts de velluts daur e de seda comunits e les altres dues romanents hagen cuyrs no cuberts de velluts segons manera apparellada accedent a nostre desijament: de les dites empero dues selles havents cuyrs cuberts de vellut cascun any la una prop la festa de la Nativitat del glorios Salvador del humanal linatge sia feta e altra prop abans de la festa de Pentacosta aximateix sia feta e les romanents dues selles havents cuyrs no cuberts de vellut cascun any prop ans de la festa de la resurreccio de nostre Senyor la una esser feta ab aquest edicte laudable manam e laltra prop de la festa de Omnium Sanctorum volem esser complida: e apres sis almenys selles darmes destinades per servey de nostra persona hajam de les quals dues sien de nostre senyal real de tot en tot decorades e les altres a senyal de sent Jordi e les dues altres romanents al dit senyal antich de rey Darago. Manam encara que quatre mantes almenys continuament sien appareylades a cobrir les dites selles a servey de nostra persona destinades les dues de les quales sien a nostre senyal real en totes les lurs parts e les altres la una a senyal de sent Jordi e laltra al senyal antich Darago. En apres subjungim a les coses damunt dites que continuament hi sia copia de mantes e daltres coses necessaries a cavals e a les altres besties damunt dites. 

Manipulación ideológica en el libro de catalán más usado en las aulas de Baleares


https://www.elmundo.es/baleares/2018/11/27/5bfc64d922601d4d718b456e.html


https://amp-elmundo-es.cdn.ampproject.org/v/s/amp.elmundo.es/baleares/2018/11/28/5bfdb30efc6c83474f8b46a2.html


"La lengua legítima es el catalán" y otras falsedades de los libros de texto baleares.


FELIPE V, PRIMER REY DE ESPAÑA. En un pie de foto (izqda.) se afirma «rotundamente» que el Borbón Felipe V fue el primer Rey de España, para reducir 200 años de historia. La página 274 (dcha.) insiste en que Cataluña tenía prohibido el comercio con América, y se utiliza usa el «nombre pannacionalista» de «Cataluña norte» para designar los territorios de la Corona de Aragón que pasaron a dominio francés después de la Paz de los Pirineos.

FELIPE V, PRIMER REY DE ESPAÑA


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Grássies a Arturo Quintana Font, la ASCUMA y mols atres dirigits per Ignacio Sorolla Vidal pronte u podréu vore a Aragó, en concret al Matarraña, ya está passán.

https://pueblosdelmatarrana.blogspot.com/2018/11/instituto-valderrobres-lenguas-de-espana.html


Grássies a Arturo Quintana Font y atres com Ignacio Sorolla Vidal pronte u podréu vore a Aragó, en concret al Matarraña, ya está passán.

Grássies a Arturo Quintana Font y atres com Ignacio Sorolla Vidal pronte u podréu vore a Aragó, en concret al Matarraña, ya está passán. 2


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Manipulación ideológica en el libro de catalán más usado en las aulas de Baleares


CONDES SE CONVIERTEN EN REYES. Se oculta que el matrimonio de Petronila de Aragón con Ramón Berenguer IV incorpora la Casa de Barcelona al Reino de Aragón. El condado de Barcelona pasa a ser Reino de Cataluña desde el conde Guifré el Pelós, refiriéndose como reyes catalanes (no aragoneses).



Petronila de Aragón



Un informe encargado por Cs Baleares constata multitud de "alteraciones históricas" en el libro de 1º de bachillerato de Anaya
"El objetivo es identificar a Baleares con Cataluña"
"Se remonta Cataluña al siglo IX cuando ni el nombre ni la entidad de Cataluña existían"
Así se adoctrina también en las escuelas de Baleares y de la Comunidad Valenciana
"Me niego a hablar con Dios en catalán"
"Baleares se está poniendo con el catalán como la Santa Inquisición"
"Si Messi no tiene que hablar catalán por qué yo sí para ser médico en Ibiza"
Los alumnos de 1º de Bachillerato de Baleares aprenden en clase de catalán consignas nacionalistas como que el uso del castellano es algo negativo, que la repoblación de su tierra y la de Valencia se hizo «exclusivamente» con antepasados catalanes, o que el nacionalismo catalán, una corriente política del siglo XIX, ya existía cuatro siglos antes en la Edad Media. Tales alteraciones históricas no tienen otro objetivo que «identificar a Baleares con Cataluña» y «afirmar el 'espíritu nacional' de los territorios de habla catalana», concluye un informe encargado por Ciudadanos Baleares sobre el libro de texto de Lengua Catalana y Literatura de 1º de Bachillerato de la editorial Anaya. El manual se usa en al menos 23 de los 82 centros educativos que imparten ESO y Bachillerato y, por tanto, es el manual más extendido en los institutos de las Islas.
La mayoría de las «alteraciones históricas» se ubican en las páginas iniciales de cada unidad didáctica, donde viene el contexto histórico, lingüístico y literario. Unas alteraciones que no son simples errores sino «manipulaciones históricas», alerta este estudio, que constata un «deseo de manipulación ideológica» en la parte inicial de cada unidad didáctica, si bien no se detecta adoctrinamiento en los apartados gramaticales.
Hay varios patrones que se usan reiteradamente en este manual, según el estudio de Ciudadanos. El primero consiste en «aumentar» y «engrandecer» histórica y políticamente a Cataluña «mediante sustituciones lingüísticas injustificadas, que convierten lo menor en mayor». Así, por ejemplo, el condado de Barcelona se convierte en condados catalanes; los condados se convierten en Cataluña; los condes de Barcelona se convierten en reyes, y la Corona de Aragón se convierte en la confederación catalanoaragonesa. De este modo, a lo largo de los capítulos, «se sustenta la ficción de una monarquía catalana, manteniendo la cadena de reyes numerados como reyes catalanes -con un número menos- y no como aragoneses».
Otro patrón recurrente es «limitar el contexto histórico de Baleares exclusivamente al ámbito catalán», evitando los siglos de dominio musulmán y todo lo referido a la Corona de Aragón ajeno a Cataluña, Valencia y Mallorca.
También se minusvalora la presencia de otras lenguas en Baleares, como el árabe en la Edad Media y el castellano; y se traslada el origen del «concepto romántico del espíritu nacional» a la Edad Media, «inventando cantares de gesta escritos en catalán de los que no existe ningún texto».
Otra perversión hallada es el que referencia al avance del castellano en Cataluña, Valencia y Mallorca como algo «negativo», o cuando se afirma taxativamente que la repoblación de Baleares y Valencia llevada a cabo por cristianos de diferentes reinos se convierte en una repoblación «exclusivamente catalana». El analista considera que así se «pretende dar un carácter nacional y nacionalista a la conquista de Valencia y Mallorca, cuando está demostrado que participó gente de muy diversa procedencia».



No es casual tampoco que se intente establecer una relación causa-efecto sobre las decisiones políticas y la «marginación» del catalán. La entronización de la dinastía Trastámara en el siglo XV se considera causa de la decadencia de esta lengua y «se inventa» prohibiciones del uso del catalán en la Constitución de Cádiz.
Mención especial merecen las numerosas referencias a los Decretos de Nueva Planta, «culpables» de prohibir el catalán, a pesar de que ninguna disposición de los mismos lo indica, «ni siquiera el artículo 4 del Decreto de Cataluña, que indica que se usará el castellano en los asuntos de la Real Audiencia, que se sustanciaban en latín, no en catalán», recuerda el autor de este análisis, el profesor de secundaria y filólogo Julián Ruiz-Bravo.
Ruiz-Bravo, quien lidera la asociación de docentes PLIS. Educación, por favor en defensa de una escuela libre de politización, realizó este trabajo encomendado por Ciudadanos Baleares. El partido de Xavier Pericay lo movió, coincidiendo con el polémico informe de Alta Inspección Educativa sobre adoctrinamiento en los libros de texto. Este estudio previo fue realizado por los delegados de Educación de varias comunidades autónomas que no halló politización en el caso de Baleares y que fue ocultado por los gobiernos del PP y del PSOE, pese a que alertó de contenidos que creaban «una historia ficticia e irreal» en Cataluña.
El libro de Anaya con edición balear reúne multitud de tópicos del nacionalismo catalán. Se repiten numerosos anacronismos, por ejemplo cuando se usan términos políticos y geográficos propios del siglo XX para explicar épocas pretéritas más allá del siglo XVIII. Y llama la atención que siempre se hable de Illes (Islas), «que es como llaman los catalanistas a las Islas Baleares».
Tampoco es casual que se oculten nombres para engrandecer el ámbito lingüístico catalán. «Pocas veces aparece la Corona de Aragón y España, negando el término España a toda la época anterior al siglo XVIII».
Además, se obvian los aspectos positivos de la historia común desde los Reyes Católicos y se ofrece a los alumnos una visión parcial y sesgada al «evitar cuidadosamente el contexto histórico de la Corona de Aragón en la que los condados catalanes se integran» con el objetivo de unirla únicamente al contexto histórico catalán.
Las páginas 11, 12 y 13 son una «evidente y monumental manipulación histórica que desemboca en una ficción histórica», sentencia el informe, en referencia a la acumulación de alteraciones que siempre apuntan a la misma dirección: «convertir Cataluña en una unidad política desde siempre». Se pone de relieve el relato histórico fundacional de Cataluña de corte nacionalista, remontando el origen de Cataluña al siglo IX, «cuando ni el nombre ni la entidad de Cataluña existían, y engrandeciendo territorialmente a la Casa de Barcelona para convertirla en un reino confederado con la Corona de Aragón».



En ese afán de grandeza y «para fortalecer este carácter nacional», se engrandecen las posesiones en un mapa del siglo XV en el contexto de los siglos XIII y XIV incorporando toda Grecia a la Corona de Aragón, cuando sólo fueron posesiones de la Corona el ducado de Atenas y Neopatria (ver imagen).
En un ejercicio en la página 55 se pide a los chavales que razonen por qué Desclot quiere fomentar el espíritu nacional. «Una mera pregunta retórica», apunta el crítico.
El informe encargado por Ciudadanos ha sido entregado a la Conselleria de Educación, en un escrito donde reclama la retirada de este libro de la programación de los centros. Alerta de que estas alteraciones suponen una grave infracción del deber de adecuación al rigor científico exigido por la LOE, y al deber de que los empleados públicos ejercer sus funciones con neutralidad e imparcialidad.

Uno de cada dos centros utiliza este libro de catalán

El 47% usa el libro de catalán de Anaya. De los centros que publican lista de libros de texto, casi 1 de cada 2 centros (47%) (o 1 de cada 2 alumnos, dado el tamaño medio o medio alto de los centros) de Bachillerato en Baleares tienen como libro de texto en primero de Bachillerato, asignatura de Lengua Catalana y Literatura, el de la editorial Anaya.

Son Pacs, Son Ferrer, Sineu, Santa Margalida, Ramon Llull, Puig de sa Font/Son Servera, Pasqual Calbó, Marc Ferrer, Madina Majurka, Juníper Serra, Isidor Macabich, Guillen Cifre, Felanitx, Emili Darder, Alcudia. Concertados: Madre Alberta, La Salle, CIDE, Aula Balear, Llaüt, Nuestra Señora de Montesión, Sant Josep Obrer, Virgen del Carmen.




Los Mossos, legado, Felipe V, "el burbó"


https://diazvillanueva.com/2017/09/01/los-mossos-el-mas-perdurable-legado-felipe-v/



Los Mossos, el más perdurable legado de Felipe V


La historia es rica en paradojas. El nacionalismo catalán busca su legitimación en la guerra de Sucesión española (1701-1715). En aquella guerra la mayor parte de catalanes apoyaron al pretendiente de la casa de Habsburgo, mientras los castellanos hicieron lo propio con el de la casa de Borbón.

La cosa terminó mal, no tanto para el Habsburgo, que se colocó como emperador del Sacro Imperio antes de que terminase la guerra, como para sus partidarios, abandonados a su suerte en el tramo final de la contienda. Algunos de ellos, los barceloneses concretamente, siguieron guerreando en su nombre hasta que el 11 de septiembre de 1714 el duque de Berwick, general de Felipe de Borbón, más conocido por su ordinal Felipe Vtomó la ciudad después de un agónico sitio.
Una de las primeras medidas que Felipe V adoptó fue la de desarmar a los catalanes, básicamente porque no se fiaba de ellos. Para el Rey, un aristócrata francés que no hablaba una palabra de español /pero el catalán se entiende si hablas francés, ya que el provenzal - occitano es muy similar/
Occitano, 1196, Pedro II, rey de Aragón
Occitano, 1196, Pedro II, rey de Aragón (el aragonés sería bien parecido en 1196)

cuando le entregaron la corona, los catalanes eran el arquetipo de español irritante, amante de sus fuerosingobernable, que no se rinde nunca y que a la que te descuidas se recupera del palo que le acabas de dar y te degüella. Los barceloneses habían resistido hasta el final y era probable que volviesen a levantarse en armas en cuanto tuviesen la oportunidad. Desarmar a la gente desactivaba un problema pero activaba otro. No podrían rebelarse de nuevo, cierto, pero tampoco podrían defenderse de los salteadores, que por aquel entonces menudeaban por toda la geografía española, siempre despoblada y abundante en sierras y caminos de mala muerte.

El bandidaje era un problema antiguo que no encontró una solución más o menos definitiva hasta que, a mediados del siglo XIX, se creo la Guardia Civil.
Mossos d’Esquadra en la procesión del Corpus de Barcelona (1967)
Mossos d’Esquadra en la procesión del Corpus de Barcelona (1967)

Para contener a los bandidos y velar por el orden público el Rey ordenó que se formasen escuadras de payeses que se hubiesen significado por su causa durante la guerra. Pero no eran muchos. La guerra, además, había criado agravios vecinales que, cuando la tortilla se dio la vuelta, se pasaron al cobro.

En 1721 solo había tres escuadras, la de Rodoñá, la de Valls y la de Riudoms, formadas por un total de 36 mozos, tres cabos y un jefePere Anton Veciana Rabassa, lugarteniente del baile de Valls. Veciana se había empleado como arriero durante un tiempo, por lo que conocía todos los caminos del principado. Era, además, leal a Felipe V y lo había sido durante la guerra. Era el hombre adecuado para hacer crecer aquel cuerpo que no terminaba de implantarse.
Sucedió entonces que un antiguo fusilero del bando austracista, Pere Joan Barceló, conocido como Carrasclet, entró desde Francia y atacó Reus con una compañía de exiliados armados, curiosamente, por el duque de Berwick, que en aquel momento se encontraba al servicio del rey de Francia, en guerra con su primo.

Veciana le plantó cara y consiguió que se fuese retirando hacia el norte. Tras el fin de este breve conflicto Felipe V se terminó de convencer de que hacía falta tomarse algo más en serio lo de las escuadras catalanas, hacían falta más mozos, es decir, más mossos, reclutados por los pueblos y aldeas a cambio de un sueldo. A lo largo del siglo, durante los reinados de Fernando VI y Carlos III fueron ganando efectivos y arraigo dentro de Cataluña hasta convertirse en una guardia rural a la que los catalanes cogieron cariño.
Durante siglo y medio el jefe de las escuadras siempre perteneció a la familia Veciana. En 1773 Carlos III emitió un decreto en el que ordenaba “que no salga de la casa Veciana el honor de haber sido el fundador de las escuadras del Principado, por ello concedemos a don Pedro Mártir de Veciana la facultad de nombrar sustituto en el desempeño de su cargo”.

Las escuadrillas rurales para combatir la lacra del bandolerismo funcionaba, por lo que se multiplicaron por España cuerpos de policía local similares. Inspirándose en los Mossos se crearon los Migueletes de Guipúzcoa, los Miñones de Vizcaya y Navarra, los Fusileros de Aragón, los Escopeteros Voluntarios de Granada y Sevilla o los Guardabosques Reales de Extremadura.
En muchos casos los Veciana ejercían de consultores asesorando a las autoridades de otras partes del reino. Lo del tradicional consultor catalán, tipo fiable y concienzudo que sabe mucho de lo suyo, como se ve, no es cosa de ahora. Con el tiempo los Veciana llegaron a ser algo realmente importante, tanto dentro como fuera de Cataluña. Uno de ellos, José Baltasar Veciana Civit, llegó a ser nombrado mariscal de los reales ejércitos, gobernador de la costa de Granada y comendador de la orden de Santiago.
Pero nada dura por siempre por más que Carlos III creyese lo contrario. El cargo de jefe de los Mossos terminó saliendo de la casa de Veciana, pero porque la revolución de 1868, la Gloriosa, suprimió el cuerpo. Los progresistas españoles de entonces, entre los que se encontraba el reusense Juan Prim, lo consideraban algo propio del antiguo régimen ya sin cabida en la nueva España liberal y centralizada al modo francés.

Volverían en 1876 con la restauración borbónica de Alfonso XII y así hasta que Franco volvió a disolver el cuerpo tras la Guerra Civil. Reaparecerían en plena dictadura, en 1951, cuando el Gobierno autorizó a la diputación de Barcelona a revivirlos, pero solo como algo folclórico y con efectivos provenientes del ejército y la Guardia Civil.


Reaparecerían en plena dictadura, en 1951, cuando el Gobierno autorizó a la diputación de Barcelona a revivirlos, pero solo como algo folclórico y con efectivos provenientes del ejército y la Guardia Civil.

El retorno del Borbón en 1975 les trajo de nuevo buena fortuna. El cuerpo fue cedido a la Generalidad y desde entonces es la policía autonómica. En breve se cumplirán 300 años de la revuelta de Carrasclet, que es cuando realmente se constituyen como tales. Pocas cosas quedan en España de hace tanto tiempo. Una de ellas son los Mossos. Els Mossus. Deberían tener el retrato de Felipe V en su sede, y no precisamente vuelto del revés.
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Mi bourbon favorito, el Jack Daniel´s 

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