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escorcoy

tadans qui lla eren e foren ab los damunt dits a pendre lo dit escorcoy.
...tadans qui lla eren e foren ab los damunt dits a pendre lo dit escorcoy.

DCVB

ESCORCOLL m. 
Acte d'escorcollar; cast. registro, escrutinio, investigación, rebusca. E deuen hauer de tota moneda que's trobe en l'escorcoll, Consolat, c. 321. La sancta Emperadriu... trobà menys la sancta creu..., e de fet féu acórrer als portals de la ciutat per fer escorcoll e per fer tal justícia, si la trobava, que fos nomenat per tot lo món, Pere Pasqual, Obres, i, 54.
    Fon.: 
əskuɾkóʎ (or.); askoɾkóʎ (occ., val.).
    Var. ant.: 
escorcoy (Muntaner Cròn., c. 133; Ardits, i, 18, a. 1391).
    Etim.: 
derivat postverbal de escorcollar.


ESCORCOLLAR v. tr. 
Examinar minuciosament una cosa cercant-hi quelcom o tractant de veure què hi ha (pir-or., or., occ., val., eiv.); cast. escudriñar, registrar, rebuscar, investigar. «No tinc el teu mocador; si no ho vols creure, escorcolla'm les butxaques». S'era acordat... que els sarraïns e les sarraynes ne posquessen trer tota lur roba e que hom no'ls escorcoylàs ni'ls faés neguna uilania, Jaume I, Cròn. 278. E deu-lo hom escorcollar [al tallador dels ferros de la monederia] com entrarà, perque no y puxa metre diners, doc. a. 1308 (Botet Mon. iii, 285). Null hom crestià ne sarrahí que sia de la Gabella, no gos entrar en nau o en leny o en vexell negun per escorcoylar, ne per estrambacar, per neguna rahó, doc. a. 1323 (Capmany Mem. iv, 83)Dix Josep: Jo us faré tots scorcolar, e aquel qui la hage presa de vosaltres romandrà assí, Serra Gèn. 40. E com les trosses de abdós foren escorcollades, fou trobat en la trossa del fill lo dit anap, Scachs 86. Ella y sa mossa | percint e bossa | fins al cotó | del meu gipó | me scorcollaren, Spill 931. En va m'esforçava a escorcollar les foscors de la meva imaginació, Ruyra Pinya, i, 61.
    Fon.: 
əskuɾkuʎá (pir-or., or.); askoɾkoʎá (occ., Maestr.); eskoɾkoʎáɾ (val.); əskuɾkuјá (Empordà, Plana de Vic).
    Var. 
ant.: escorquellar (doc. a. 1414, ap. Col. Bof. xxxvi, 232).
    Etim.: 
derivat de corcoll. Escorcollar devia significar originàriament ‘llevar el corcoll, examinar fins al corcoll’.


1. CORCOLL m. 
|| 1. Corc, insecte que rosega els cereals, els llegums, etc. (Benavarri, Peralta, Tamarit); cast. gusano, gorgojo. El gran munt de forment... van talant el corcoll i la formiga, Riber Geòrg. 16.
|| 2. Pinyol dur, com de cirera, de pruna, etc (Bonansa); cast. hueso. 
|| 3. Capoll de la baldufa (Barc.); cast. pezón. Semblants a baldufas ensorradas pel corcoll, Pons Auca 291.
|| 4. Part posterior del coll en la seva unió amb el cap (Organyà); cast. nuca, colodrillo. «Caure de corcoll», «anar de corcoll»: caure d'esquena. S'esmunyí entre bardisses, caigué de corcoll, Einer Capcigr. 149.
    Fon.: 
koɾkóʎ (occ.); kuɾkóʎ (or.).
    Sinòn.:
— || 1, corc, corcó, poll;— || 2, pinyol;— || 3, capoll;— || 4, tos.
    Etim.: 
del llatí cŭrcŭlio, mat. sign. || 1. No és clara l'evolució de significats que presenta el mot en català, i tal vegada els significats 3 i 4 demanen un altre mot originari que actualment no podem endevinar.
2. CORCOLL 
Llin. existent a Barc., Figueres, Llançà, Port de la Selva, Roses, etc. Figura ja aquest cognom en un doc. castellonenc de l'any 1381 (cf. BSCC, v, 400).
    Etim.: 
probablement del llatí Cŭrcŭlio, sobrenom.

morra

morra, joc en los dits de una ma.

Tú traus un número de dits y l´atre un atre, y se ha de ensertá la suma dels dos, qui u enserte guañe un tanto.

An este video de Valderrobres ix la Silvia Dilla , Santi Gracia “pataqué l´escaladó” y molta mes gen, hómens y dones.




La morra es un juego de manos que consiste en acertar el número de dedos mostrados entre dos jugadores. Se trata de un juego de sociedad muy conocido desde la antigüedad en diversos países y que puede proceder de la costumbre de contar con los dedos.

Gioco_morra_Bartolomeo_Pinelli
Gioco morra Bartolomeo Pinelli

Los dos jugadores esconden un puño detrás de la espalda. Después cada jugador a la vez dice el número de dedos que cree que habrán extendidos entre las dos manos y simultáneamente muestran las manos.
La puntuación mínima obtenible es 2, ya que no existe el cero (el puño cerrado vale 1).
La palabra morra significa 10 dedos, quiere decir las dos manos abiertas, una de cada jugador.
El jugador que haya acertado gana. Si ninguno lo ha acertado, se vuelve a empezar.
Se suele jugar partidos a quién llega antes a los 5 o 21 puntos, manteniendo siempre una ventajas de 2 victorias sobre el otro jugador: si se da el caso de un empate de 4 a 4, se juega por el punto de ventaja, debiendo conseguir otro punto sucesivamente para ganar el partido.

En zonas de Cataluña como en el Garraf, en caso de empate, se utiliza la expresión "MIAS" para asignar el ganador. Siendo el primero en decirlo el vencedor del punto en juego.

En Teruel es un juego muy extendido, se juega en equipos, y el tanteador suele ser a dos partidas de 21 tantos, actualmente se juega cada año un concurso y el pueblo que lo gana, organiza el torneo al año siguiente.
La morra es un juego muy antiguo y está reportado en numerosas notas históricas. La primera noticia que se tiene del juego de la morra procede del antiguo Egipto de una tumba de un alto dignatario de corte de la XXV Dinastía en la que se ve claramente al difunto el intento de extender el brazo con un número cara a cara con otro jugador.
En una pintura griega aparece claramente el juego tras Helena y Paris con las manos preparadas para el juego de la morra.
Cicerón, en un escrito suyo, dice que «dignus est qui cum in tenebris mices», o sea «es persona digna aquella con quien puedes jugar a la morra en la oscuridad».

En latín, la morra era indicada como «micatio», del verbo «micare», que por extensión era «micare digites», o sea extender el dedo en el juego.
En épocas sucesivas son varios los testimonios del juego de la morra. El juego era muy conocido por las legiones romanas y, allí donde colonizaban, daban a conocer el juego. También hay constancia del juego en los Tercios Españoles, durante las campañas del Imperio.
Durante el tiempo del fascismo en Italia, el juego fue prohibido. El motivo era que se solía jugar después de beber alcohol y la violencia gestual y verbal puede prestar a malentendidos al decir el número y muchas veces el juego podía derivar en una pelea.
La participación de mujeres en los torneos de morra ha estado vetada hasta recientemente.


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