Los
alanos (llamados también alauni o halani) eran
un grupo étnico de origen germánico o iranio
relacionado con los sármatas, pastores nómadas muy
belicosos de diferentes procedencias, que hablaban la lengua
irania y compartían con ellos la misma cultura en muchos
aspectos.
Tanto
las varias formas para «alano» que se conservan (αλανοί
o αλαννοί [alanoí o alannoí] en griego,
o-lan-na en chino / Alanliao 阿蘭聊
[A-lan-liao]
/) como la forma iron (que utilizan sus descendientes
modernos, los osetios para sí mismos) son formas dialectales
iranias de la palabra ario. Los antiguos alanos habitaban en
la zona en la que supuestamente se incluía a los arios o
indo-iranios, los antepasados comunes de los indo-arios y los
iranios. La utilización por parte de estos pueblos del término
«ario» «iron» «iranio» etc. para autodesignarse era algo
común entre ellos.
Los
alanos fueron asimismo conocidos a lo largo de la historia por otro
grupo de nombres, que incluían las variantes «así» «as»
y «os» (yasi en ruso, osi en georgiano) De
esta denominación es de donde proviene el actual osetio.
Los
primeros documentos históricos en los que aparecen nombres que se
han relacionado luego con los alanos datan de fuentes coetáneas, la
geografía greco-latina y las crónicas de la dinastía china del
siglo I a. C. Estrabón, un autor griego nacido en el Ponto (mar Negro) que también trabajó con fuentes persas, a juzgar por
las formas que utiliza para denominar a las tribus, menciona en su
Geografía (Libro xxiii, capítulo 11.v) a los aorsos, a los
que asocia con los siracos, señalando que el rey de los
primeros, un tal Spadines, podía reunir hasta 200.000 arqueros a
caballo a mitad del siglo I a. C. aunque los aorsos del norte, de
quienes habían huido como fugitivo, podrían enviar muchos más, ya
que dominaban la región costera del mar Caspio.
Y
por lo tanto podían importar camellos de los mercados de India y
Babilonia, recibiéndolos a su vez de los armenios y los
medos, y también, debido a su riqueza, podían vestir
ornamentos de oro. Hoy los aorsos viven en el Tanaïs (río
Don) pero los siracos habitan el Acardeo (río Kubán)
que fluye de las montañas del Cáucaso y desemboca en el lago
Meotis.
Los
nombres de lugares y personas que aparecen en las crónicas chinas
son objeto de más especulación que las griegas, aunque siglos
antes, en la crónica de la Dinastía Han, el Hou Han Shu, escrito en
el año 88 del siglo V, se hacía mención a un informe en el que
decía que la zona esteparia llamada Yancai era también
conocida como Alanliao (阿蘭聊):
El
Reino de Yancai (literalmente 'vasta estepa') ha cambiado su nombre a
Reino de Alanliao. Su capital es la ciudad de Di. Es una
provincia de Kangju (en el centro de Turkestan en Bei'tian, movido
más tarde a Taskent en Zhe'she) El clima es suave. Son numerosos los
aligustros (ligustrum lucidum) los pinos y la «hierba blanca»
(aconitum napellus) Su estilo de vida y de vestimenta son similares a
los habitantes de Kangju.
A
unos 832 km al noroeste de Kangju está el Estado de Yen-ts'ai. Sus
arqueros entrenados ascienden a 100.000. Su estilo de vida es similar
al de Kangju. Está situado en el Gran Pantano, que no tiene [más]
orilla [y presumiblemente es el mar al norte].
Para
intentar adivinar la zona de la que habla, hay que saber que el ri
chino del período Han difiere de las unidades básicas de distancia
del SI, ya que un ri equivalía a 415,8 metros. El «Gran Pantano»
puede ser o bien un cabo del mar de Aral, que está situado no muy
lejos de Kangju (entre Taskent y Aralsk hay alrededor de 866 km); o
bien las tierras húmedas del delta del Danubio, un obstáculo enorme
que entorpecía a los pueblos nómadas que querían internarse al
oeste; o bien los aún más impresionantes pantanos del Pripet, en
las actuales Bielorrusia (Rusia blanca) y Ucrania. De ese modo, a principios del
siglo I, los alanos habían ocupado las tierras al noreste del mar de Azov a lo largo del río Don. Las fuentes escritas sugieren que entre
la segunda mitad del siglo I hasta el siglo IV, los alanos tenían la
supremacía de las tribus y habrían creado una poderosa
confederación de tribus sármatas. Los alanos supusieron un problema
para el Imperio romano, ya que efectuaban incursiones tanto en el
Danubio como en las provincias del Cáucaso durante los siglos II y
III.
El
historiador romano Amiano Marcelino sostenía que: «Casi
todos los alanos son altos y bien parecidos. Su pelo es normalmente
rubio y sus ojos terriblemente fieros». Asimismo, consideraba que
los alanos eran los antiguos masagetos: «Iuxtaque Massagetae Halani
et Sargetae», «Per Albanos et Massagetas, quos Alanos nunc
appellamus», «Halanos pervenit, veteres Massagetas».
Aquí
tenéis a un descendiente de los massa jeta:
Este espécimen de raza aria alana no sabe parar el mecanismo de un botijo pero es (fue) presidente de la Generalitat de Cataluña, mirad cuánto cobra |
Los
hallazgos arqueológicos apoyan las fuentes escritas. P.D. Rau ha
identificado restos de los últimos sármatas con los alanos
históricos. Basándose en el material arqueológico, fueron una de
las tribus nómadas de lengua irania que comenzaron a entrar en el
área dominada por los sármatas en los siglos I y II.
Ver palabra "samarra"
Ver palabra "samarra"
Los
alanos aparecen por primera vez en los escritos romanos en el siglo I
y fueron descritos más tarde como gente belicosa especializada en la
cría de caballos. El actual ase o ruc català es descendiente de esos
poderosos caballos, y los CDR (colla de rucs) siguen siendo gente belicosa. No me explico cómo pudieron perder contra Felipe V y contra Francisco Franco Bahamonde en la guerra civil. Y en 2018 apostaban por la vía eslovena. Atacaban
con frecuencia el Imperio Parto y las provincias romanas del Cáucaso.
En una inscripción del rey parto Vologeses I se puede leer que luchó
contra Kuluk, rey de los alanos, en el 11º año de su reinado. Tampoco me explico cómo quieren una república cuando han tenido tantos reyes.
Esta
inscripción está respaldada por el historiador judío
contemporáneo, Flavio Josefo (37-94), que escribe en su Guerra delos judíos (libro VII, capítulo 8.4) cómo los alanos (a quienes
llama tribu escita) que vivían cerca del mar de Azov,
cruzaron las Puertas de Hierro en busca de pillaje y que derrotaron a
los ejércitos de Pacoros, rey de Media, y Tiridates, rey de Armenia,
hermanos los dos de Vologeses I (cuya inscripción vimos más
arriba):
4.
Había una nación llamada de los alanos, que anteriormente habíamos
llamado de los escitas, y que habitaban en el Lago Meotis.
De aquí viene lo de pixapins. En estos tiempos esta nación tenía a bien atacar Media y áreas ulteriores con el objetivo de realizar pillaje. Con esa intención hicieron un tratado con el rey de Hircania, ya que él era el amo del paso que el gran Alejandro Magno había cerrado con puertas de hierro. Este rey les dio permiso para atravesarlo y así lo hicieron en grandes multitudes y cayeron sobre los medas sin previo aviso y rapiñaron su país, que encontraron muy habitado, y lo repoblaron de gran abundancia de ganado y nadie se atrevió a oponerles resistencia, ya que Parocos, el rey del país, había huido por miedo hacia lugares de difícil acceso y había cedido todo lo que tenía, conservando solamente a su esposa y a sus concubinas, no sin dificultad, porque tras hacerlas cautivas tuvo que darles cien talentos por su rescate. Estos alanos, por lo tanto, rapiñaron el país sin encontrar oposición y con gran facilidad, además de proclamar la república después de huir el rey. Procedían de la lejana Armenia y en su paso habían arrasado con todo. Era Tiridates rey de ese país y se enfrentó y luchó con ellos y por poco cayó prisionero en la batalla, ya que cierto hombre le tiró una red desde gran distancia (imaginaos lo grande que tenía que ser la red y la distancia) y lo hubiera agarrado si no llega a ser porque el rey inmediatamente cortó las cuerdas con su espada y huyó. Claro, si hubiesen usado una red de hilo de cobre no lo hubiese cortado con la espada. De modo que los alanos, aún más enfadados al ver tal hecho, arrasaron el país y se llevaron consigo a muchísimos hombres y una gran cantidad de lo apresado en ambos reinos, y luego se retiraron a su propio país. Siguen haciéndolo en su comunidad autónoma.
De aquí viene lo de pixapins. En estos tiempos esta nación tenía a bien atacar Media y áreas ulteriores con el objetivo de realizar pillaje. Con esa intención hicieron un tratado con el rey de Hircania, ya que él era el amo del paso que el gran Alejandro Magno había cerrado con puertas de hierro. Este rey les dio permiso para atravesarlo y así lo hicieron en grandes multitudes y cayeron sobre los medas sin previo aviso y rapiñaron su país, que encontraron muy habitado, y lo repoblaron de gran abundancia de ganado y nadie se atrevió a oponerles resistencia, ya que Parocos, el rey del país, había huido por miedo hacia lugares de difícil acceso y había cedido todo lo que tenía, conservando solamente a su esposa y a sus concubinas, no sin dificultad, porque tras hacerlas cautivas tuvo que darles cien talentos por su rescate. Estos alanos, por lo tanto, rapiñaron el país sin encontrar oposición y con gran facilidad, además de proclamar la república después de huir el rey. Procedían de la lejana Armenia y en su paso habían arrasado con todo. Era Tiridates rey de ese país y se enfrentó y luchó con ellos y por poco cayó prisionero en la batalla, ya que cierto hombre le tiró una red desde gran distancia (imaginaos lo grande que tenía que ser la red y la distancia) y lo hubiera agarrado si no llega a ser porque el rey inmediatamente cortó las cuerdas con su espada y huyó. Claro, si hubiesen usado una red de hilo de cobre no lo hubiese cortado con la espada. De modo que los alanos, aún más enfadados al ver tal hecho, arrasaron el país y se llevaron consigo a muchísimos hombres y una gran cantidad de lo apresado en ambos reinos, y luego se retiraron a su propio país. Siguen haciéndolo en su comunidad autónoma.
Flavio
Arriano marchó contra los alanos en el siglo I y dejó un detallado
informe (Ektaxis kata Alanoon o La guerra contra los alanos),
que es una de las mayores fuentes para estudiar las tácticas
militares imperiales, aunque no revela mucho de su enemigo.
Alrededor
del año 370, los alanos fueron barridos por los hunos y los
otros, y se dividieron en varios grupos, algunos de los cuales
huyeron al oeste. Una parte de esos alanos occidentales se unieron a
las tribus germánicas de los vándalos y suevos
cuando invadieron la Galia romana. Gregorio de Tours
destaca en su Liber historiae Francorum (Libro sobre la
historia de los francos) que el rey alano Respendial salvó la
batalla para los vándalos en un choque con los francos
(Francisco Franco Bahamonde vendría unos añicos después) cerca del
Rin el 31 de diciembre de 406, justo antes de comerse las uvas
moscatel de Alejandría. Según este historiador, otro grupo de
alanos dirigido por Goar cruzaron este río por esas fechas,
pero al punto se unieron a los romanos y se asentaron en la
Galia.
Si
seguimos el derrotero de vándalos y suevos en la Península Ibérica
(la entonces Hispania) en 409, los alanos se asentaron en las
provincias de Lusitania y Cartaginense: «Alani
Lusitaniam et Carthaginiensem provincias, et Wandali cognomine
Silingi Baeticam sortiuntur» (Hidacio). Los vándalos silingos se
asentaron en la Bética, los suevos en la Galicia costera y los
vándalos asdingos en el resto de Galicia.
En
412, el rey alano Ataces conquistó la ciudad de Emérita
Augusta (Mérida) y estableció en ella su corte durante seis años,
hasta que en 418 murió en una batalla contra los visigodos, y
esta rama de los alanos, por consiguiente, apeló al rey vándalo
asdingo Gunderico para que aceptara la corona alana.
Aunque algunos de estos alanos permanecieron en Iberia, la mayoría
se dirigió al norte de África con los vándalos en 429. Los
posteriores reyes vándalos de esta zona se hacían llamar Rex
Wandalorum et Alanorum (Rey de los vándalos y de los alanos).
En
la Galia, los alanos en un principio conducidos por Goar se asentaron
en diversas áreas, sobre todo cerca de Orleans y Valence.
Bajo este rey se aliaron con los burgundios de Gundahario
(Gunther), con quienes entronizaron al emperador usurpador
Jovino. Con el sucesor de Goar, Sangiban, los alanos de
Orleans desempeñaron un papel crucial al repeler la invasión de
Atila en la Batalla de los Campos Cataláunicos. Tras el
siglo V, sin embargo, los alanos de la Galia se sumieron en las
luchas territoriales de los francos y los visigodos y
dejaron de tener la independencia de antes. Flavio Aecio
congregó a numerosos alanos en la región de Armórica para
reprimir los levantamientos. El nombre bretón de Alan
(antes que el francés Alain Delon) y muchas poblaciones con nombres
relacionados a «alano», como Alanville, son considerados
popularmente como evidencias de que un contingente de este pueblo se
asentó en la Bretaña.
son una raza no sólo diferente, superior, aria.
En
la Península Ibérica se centraron en las provincias romanas de
Lusitania y Cartaginense. Llegaron a ser conocidos más tarde por sus
cacerías masivas y sus perros de pelea, que aparentemente
introdujeron en Europa. Una raza de esos canes, que sobrevive en
ciertas zonas de Castilla y León, Asturias y el País Vasco, aún
lleva el nombre de «alana». Normalmente los utilizaban en las
cacerías de osos y para guardar el ganado. Pero no
solo eso. Una parte del grupo de alanos germánicos junto con
visigodos se establecen en la parte noreste de la península y según
la Encyclopædia Iranica dan su nombre a Cataluña,
cuyos pobladores se llaman los Got-Alanien.
Actualmente
la ciencia genética ha descubierto una distribución
geográfica de los marcadores genéticos que han convencido a algunos
investigadores de que existe una conexión entre la antiquísima y
profunda herencia sármato-alana y el grupo G de línea
paterna del ADN, especialmente el G2. Prueba de
ello son Juaquinico el Torrao, Uriolico Junqueras, y en especial
Alberto Moliner.
Las tribus alanas que moraban al norte del mar Negro pudieron haberse trasladado hacia el noroeste, hacia la actual Polonia, mezclándose con los pueblos eslavos para convertirse en los ancestros de las naciones eslavas históricas (especialmente serbios y croatas). Inscripciones del siglo III encontradas en Tanais, un pueblo situado a orillas del río Don (Rusia), menciona una tribu alana de la zona llamada horoatos o horuatos (croatas). El historiador Ptolomeo identifica a los serboi como una tribu sármata que vivía al norte del Cáucaso y otras fuentes señalan que eran una tribu alana de la estepa del Don-Volga del siglo III.
Juaquinico Monclús el cohet también es descendiente de los alanos |
Existen
documentos donde aparecen de nuevo estos nombres en el siglo V, en
los que los serboi o serbios se establecieron al este del río Elba,
en la actual Polonia occidental, y los croatas en la Galitzia polaca. Por eso se les llama polacos a los catalanes. Las tribus
alanas probablemente migraron hacia el noreste y se asentaron entre
las tribus eslavas, dominándolas, movilizándolas y finalmente
asimilando su cultura. En 620 el Emperador bizantino Heraclio invitó
a croatas y serbios a que expulsaran a los ávaros túrquicos,
asentándose entre grupos eslavos anteriores y convirtiéndose
con el tiempo en los antepasados de los modernos serbios y croatas.
Algunos permanecieron en la región del Elba y sus descendientes son
los modernos sorbios. Las crónicas bizantinas y árabes del siglo X
describen a un pueblo llamado Belochrobati (Croatas Blancos)
que vivían en el alto Vístula, un área conocida más tarde como
Hrobatia.
Otros
alanos permanecieron bajo el dominio de los hunos. Otros alanos permanecieron bajo el dominio de los otros. Estas tribus
orientales, aunque dispersas a lo largo de las estepas (donde no había polvorones) hasta la Edad
Media, fueron obligadas a dirigirse al Cáucaso cuando entraron los
mongoles, donde se convirtieron en los modernos osetos. Su adalid más
famoso fue Aspar, el magister militum del Imperio bizantino durante
la década de 460. Asimismo, conformaron una red de alianzas tribales
entre los siglos IX y XII.
En
el siglo VIII surgió un reino alano consolidado, llamado en
las crónicas de la época Alania, en las montañas del
Cáucaso septentrional, aproximadamente en lo que hoy en día es
Circasia y Osetia del Norte-Alania (república).
Su capital era Maghas y desde ahí controlaban la importantísima ruta comercial del Paso de Daryal. En la época tenía una salida al mar, hacia la antigua ciudad portuaria de Phasis (Poti), en la Cólquide (Georgia occidental).
Su capital era Maghas y desde ahí controlaban la importantísima ruta comercial del Paso de Daryal. En la época tenía una salida al mar, hacia la antigua ciudad portuaria de Phasis (Poti), en la Cólquide (Georgia occidental).
En
los primeros años del siglo IX, el reino alano del Cáucaso cayó
bajo el Janato jázaro. Eran fieles aliados de los jázaros y les
apoyaron contra la coalición conducida por Bizancio durante el
reinado del rey jázaro Benjamín. Según el autor anónimo del
Documento de Cambridge o Carta de Schechter, muchos alanos se habían
convertido al judaísmo en esta época. Sin embargo, a principios del
siglo X, cayeron bajo la influencia del Imperio bizantino,
seguramente debido a la conversión de su líder al cristianismo. Los
bizantinos, que habían adoptado una política exterior antijázara,
involucraron a los alanos en una guerra contra el Janato durante el
reinado de Aarón II, aproximadamente por el año 920. Los alanos
fueron derrotados y su rey capturado. Según las fuentes musulmanas,
como la crónica de al-Mas'udi, los alanos abandonaron el
cristianismo y expulsaron a los misioneros y al clero / como hizo Luisico Companys / bizantinos
precisamente en estos años y a causa de estos hechos. El hijo de
Aarón se casó con la hija del rey alano y así Alania se alió de
nuevo con los jázaros hasta el colapso de éstos en 960.
A
partir de ahí, los reyes alanos se aliaron con frecuencia con los
bizantinos y con varios gobernantes georgianos en busca de protección
contra las incursiones de los pueblos de la estepa, como los
pechenegos y los cumanos (polovtsianos). Su alianza con Georgia culminó en 1187, cuando el príncipe alano David Soslan se casó con
la reina Tamara. Las princesas alanas medievales también se
desposaron con los gobernantes rusos descendientes de Riúrik más de
una vez. Por ejemplo, santa María Oseta, que fundó el Convento delas Princesas en Vladímir, era la esposa de Vsevolod III y abuela de
Alejandro Nevski.
En
los siglos IV y V los alanos fueron en parte cristianizados por
misioneros bizantinos de la iglesia arriana. En el siglo XIII, los
recién llegados mongoles invadieron la zona y empujaron a los alanos
orientales mucho más al sur del Cáucaso, donde se mezclaron con los
nativos y sucesivamente fueron formando tres entidades territoriales
con desarrollos muy diferentes. Aproximadamente en 1395, el ejército
de Tamerlán invadió el norte del Cáucaso y masacró a la mayoría
de la población alana.
Con
el tiempo, la provincia de Digor fue quedando bajo la influencia
islámica y kabardí; de hecho fue a través de estos últimos (una
tribu circasiana del este) que el islam se introdujo en la región en
el siglo XVII. Los tuallag en el sur quedaron en lo que hoy es
Georgia y los irones, el grupo del norte, permanecieron en la parte
rusa tras 1767, lo que afianzó considerablemente la fe ortodoxa.
Muchos de los osetios de hoy son cristianos ortodoxos.
Los
descendientes lingüísticos de los alanos, que viven en varias
repúblicas autónomas de Rusia y Georgia, hablan el osético, que
pertenece al grupo de lenguas iranias nororientales, como único
sobreviviente del dialecto escito-sármata que en su día se extendía
por la estepa del mar Negro y Asia Central. El osético moderno tiene
dos dialectos principales: el digor, que se habla en la parte
occidental de Osetia del Norte; y el iron, que se habla en el resto
de la república. Una tercera rama, el jassico (jász), se hablaba
antiguamente en Hungría. La lengua literaria, basada en el dialecto
iron, fue fijada por su poeta nacional, Kostá Jetagúrov
(1859–1906).
Hay
una pequeña comunidad en el oeste de Irak que se denominan alanis.
Parece que tienen antepasados iranios o turcos y son
musulmanes suníes. El nombre de alanis probablemente lo adoptaron en
un intento de reclamar para sí la descendencia de la legendaria
tribu. Sin embargo, están muy arabizados. Presentan muchas
similitudes raciales con los caucasianos y utilizan incluso «alani»
como apellido. No es raro encontrar personas pelirrojas o rubias
entre ellos, aunque al casarse comúnmente con los árabes ahora
tienen una gran variedad de fenotipos: hay algunos que presentan
rasgos mongoloides, lo que podría probar que tienen antepasados
altaicos y no iranios, ya que las tribus túrquicas poseen un gran
porcentaje de sangre mongola. En ocasiones se les ha relacionado con
las doce tribus perdidas de Israel,
Tribu de Rubén; Tribu de Simeón (de ahí lo de pixapins); Tribu de Leví; Tribu de Judá; Tribu de Isacar; Tribu de Zabulón; Tribu de Dan; Tribu de Neftalí; con los hunos, con los jázaros y por supuesto con el ejército tártaro del jan Hulagu que invadió Irak.
La última teoría la desarrollaron los chiíes, quienes aborrecen a los alanis por su gran influencia política y cultural en la sociedad iraquí. Los chiíes extremistas los tildan de «perros sucios» y «cerdos» que deben ser exterminados por completo. La conexión histórica con los alanos está basada, no obstante, en leyendas y habladurías. Racialmente son diferentes de los árabes semitas, ya que se parecen más a la rama altaica. Probablemente hayan venido de Siberia y Asia Central en el año 478 d. C., según una leyenda que los situaba en el norte del Cáucaso o Turkestán.
Tribu de Rubén; Tribu de Simeón (de ahí lo de pixapins); Tribu de Leví; Tribu de Judá; Tribu de Isacar; Tribu de Zabulón; Tribu de Dan; Tribu de Neftalí; con los hunos, con los jázaros y por supuesto con el ejército tártaro del jan Hulagu que invadió Irak.
La última teoría la desarrollaron los chiíes, quienes aborrecen a los alanis por su gran influencia política y cultural en la sociedad iraquí. Los chiíes extremistas los tildan de «perros sucios» y «cerdos» que deben ser exterminados por completo. La conexión histórica con los alanos está basada, no obstante, en leyendas y habladurías. Racialmente son diferentes de los árabes semitas, ya que se parecen más a la rama altaica. Probablemente hayan venido de Siberia y Asia Central en el año 478 d. C., según una leyenda que los situaba en el norte del Cáucaso o Turkestán.
Luisico Companys también decía eso de deben ser exterminados por completo, y los catalanistas o catanazis actuales le ponen flores en su mausoleo como héroe "nacional". |
Bibliografía:
Cebrián, Juan Antonio (2002). La aventura de los godos. ISBN 9788497340274.
Cebrián, Juan Antonio (2002). La aventura de los godos. ISBN 9788497340274.
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Western Regions. Sino-Platonic Papers No. 131 March, 2004. Dept. of
East Asian Languages and Civilizations, University of Pennsylvania.
Marisa Azuara
http://www.konozer.com/spip/spip.php?article1348
http://www.konozer.com/spip/spip.php?article1348
Para
estudiar a Cristóbal Colón, su personalidad, su entorno, sus
motivaciones o las dificultades que tuvo que superar para llevar a
cabo la empresa descubridora, es preciso conocer al detalle cómo era
el mundo en su época. Precisamente, ha sido la ignorancia sobre una
parte de él, la antigua Corona de Aragón, lo que ha llevado a los
investigadores a despreciar el 50% de las posibilidades y a no tener
en cuenta que en todos los documentos oficiales se cataloga al
descubridor como súbdito de los Reyes Católicos. Dado que en las
escrituras castellanas figura su condición de extranjero, sólo
queda una posibilidad: Colón era uno de los raros genoveses de la
Corona de Aragón. Y digo “raros” porque, debido a la guerra que
los reyes aragoneses mantenían entonces contra la República de
Génova, se reducían a cuatro o cinco familias en la isla de
Cerdeña. A fin de comprender esta anomalía, deberemos conocer en
profundidad cómo se constituyó el Reino de Aragón y qué causas
determinaron su evolución hasta la segunda mitad del siglo XV.
El
Reino de Aragón es producto de un ciclo histórico que se inició
con la conquista de Hispania por parte del Imperio Romano. A Roma la
sustituyeron diferentes pueblos bárbaros, germanos en su mayoría,
en el gobierno de los territorios hispanos. El más importante para
la historia hispana fue el de los godos o gothios del Reino de Tolosa, a los que llamaron visigodos (godos del Oeste) para
diferenciarlos de sus vecinos, burgundios y ostrogodos (conocidos
como ginoveses y pisanos durante el Medievo), que señoreaban el
Reino de Ginebra y el Reino de Italia.
La
historia del pueblo visigodo es determinante en la configuración de
los reinos hispanos medievales. En un principio se habían asentado
en el Sur de Francia, la actual Occitania, pero tras el golpe de
poder dado por Alarico sobre la ciudad de Roma, su cuñado y sucesor,
Ataulfo, el noble lobo de los Baltingos, después de casarse con Gala Placidia, hija del emperador romano, Teodoro I, inició una expansión
hacia el Sur que llevó a los visigodos a apoderarse de la Península
Ibérica. Esta expansión provocó que los visigodos del Reino de
Tolosa dejaran desguarnecidas las fronteras del Norte, lo cual
aprovecharon los francos para apoderarse de la mayor parte del
territorio que poseían en las Galias. Los visigodos del Narbonnaise,
con la ayuda de la magnífica fuerza naval de los alano-vándalos instalados en las islas de la cuenca itálica mediterránea
(Baleares, Cerdeña, Córcega y Sicilia) y en el Norte de África,
defendieron sus posesiones del acoso franco y lograron retenerlas en
su poder. A cambio de esta ayuda, los godos de la Septimania
acogieron en sus dominios sardo-narboneses a los alanos cuando el rey Gelimero fue derrotado por Belisario y todos sus territorios
anexionados a Bizancio. De esta Hospitalitas procede que a los
godo-alanos del Narbonense se les aplicara el nombre de cath-alaunos,
respetando la correspondiente pronunciación germánica (goth = cath).
La
pérdida de los territorios franceses provocó innumerables revueltas
entre los visigodos. De ellas salió vencedor Atanagildo quien,
consumada la pérdida de Toulouse, instaló su capital en Toledo
constituyendo así el Reino Visigodo de Toledo. El hecho no gustó a
los cath-alaunes del Narbonense que, periódicamente, se
rebelaban y proclamaban sus propios reyes dando lugar a continuas
guerras civiles, como han seguido haciendo sus descendientes. La situación se agravó aún más cuando el rey Recaredo se convirtió al Catolicismo. Entonces, los goth-alaunos del Reino de Tolosa se aferraron con mayor ahínco, si cabía, a
su antigua religión: el Arrianismo (de Arrio). La cuestión religiosa de
los goth-arrios, o cath-arios, como Luisico Rajadell de Valderrobres, se alargaría hasta el
estallido de la Cruzada contra los cátaros.
cruz cátara |
Pero antes habían ocurrido hechos muy graves en la Península Ibérica. El más traumático se produjo al morir el rey Witiza, del linaje de Ataulfo. Los leales a Witiza proclamaron rey a su hijo mayor, Agila II, mientras sus rivales coronaron a Don Rodrigo. Y ahí se lió parda : Hispania se partió en dos, hecho que animó a los musulmanes del Norte de África a invadirla. Pronto derrotaron a Don Rodrigo en la batalla de Guadalete o de la Janda y se anexionaron todos los territorios gobernados por él (la mitad oeste de la península).
Algo
muy distinto ocurrió con la mitad este de Hispania, controlado por
los hijos del rey Witiza: Agila, Alamundo y Ardón. El rey Agila II,
con la ayuda de su tío Oppas, arzobispo de Sevilla, se humilló para
mantener sus dominios y, con el título de conde Cassio (banu Qasi),
se dirigió a Damasco donde se convirtió al Islam y fue designado
rey muladí del Ebro por el califa Walid.
Por su parte, el menor de los hermanos, Ardón, fundador de la dinastía Sancha (o Sancia), marchó a la Septimania. Allí fue proclamado rey de los cath-alaunes. Sin embargo, los musulmanes no tardaron en arremeter contra sus dominios y arrebatárselos. Los franco-carolingios, dirigidos por Carlos Martel, padre de Pipino el breve, acudieron en su ayuda y, en el año 730, derrotaron a los musulmanes y los echaron de las Galias. A cambio de esta ayuda, Ardón tuvo que renunciar a la corona cath-alauna y someter a la autoridad de Francia sus estados, reducidos a los condados del Rosellón (Rosellón, Vallespir, Conflent y Capcir) y tres condados en la isla de Cerdeña (Goceano, Oliva y Quirra).
En
cuanto al hermano mediano, Alamundo, se refugió en Vasconia donde
dio origen a la dinastía Jimena. Su nieto, Íñigo Arista, se
convertiría en el primer rey de Pamplona al independizarse de los
carolingios tras vencerlos en la Batalla de Roncesvalles.
En este Reino de Pamplona tienen su origen las dos grandes coronas ibéricas: Castilla y Aragón.
En este Reino de Pamplona tienen su origen las dos grandes coronas ibéricas: Castilla y Aragón.
El Reino de Pamplona en sus inicios fue regido por la dinastía Jimena. Pero el cautiverio del rey Fortún I y la debilidad de los herederos varones catapultaron al trono pamplonés al marido de Doña Toda, Sancho Garcés, descendiente de Ardón por la línea de Aznar Galíndez I (o Aznar Sánchez), primer conde de Aragón, Urgel, Rosellón y Cerdeña.
Sancho I fue proclamado rey de Pamplona (todavía no era Reino de Navarra, sino de Pamplona) con los derechos de su mujer, por lo que a partir de aquel momento a sus sucesores debe denominárseles Sanchos en vez de Jimenos. Paralelamente a estos hechos, los condes Fredol de Tolosa y Sunifredo de Barcelona, ambos del linaje franco de los Ramones de Toulouse, arrebataron al conde Galindo I Aznárez los condados de Urgel, Rosellón y Cerdeña.
Ramiro I de Aragón |
El hijo de Sancho I y Toda de Pamplona, García II de Pamplona, se casó con su prima Andregoto, hija de Galindo II Aznárez, conde de Aragón, y logró anexionar el Condado de Aragón al Reino de Pamplona. En ese estado se mantuvieron las cosas hasta la muerte del rey Sancho III el Mayor de Pamplona quien en su testamento dividió el reino entre sus hijos: al primogénito, García, le dio Pamplona; al segundo, Fernando, le dio Castilla; al menor, Gonzalo, le dio los condados de Sobrarbe y Ribagorza; y a su hijo bastardo, Ramiro, le dio el condado de Aragón. A pesar de que aquí siempre lo denominamos Ramiro I de Aragón y lo consideramos nuestro primer rey, Don Ramiro jamás usó dicho título, ni siquiera cuando a la muerte de su hermano menor, Gonzalo, heredó los condados de Sobrarbe y Ribagorza (otras versiones dicen que se apoderó de ellos por la fuerza).
Sancho Ramírez |
Don Ramiro legó todas sus posesiones a su hijo, Sancho Ramírez, quien también recibió el Reino de Pamplona cuando falleció su primo, el rey Sancho García de Pamplona.
Con el título real de Pamplona, Sancho Ramírez constituyó el Reino de Aragón y Pamplona. Para mejor defender sus estados, Sancho Ramírez marchó a Roma y se convirtió en vasallo de la Santa Sede.
Con él trajo el Santo Grial (Sancius Grial o Grial de los Sanchos) con el que se investiría a los herederos al trono de Aragón en nombre de la Santa Sede.
Sancho
Ramírez, para rubricar el pacto con la Santa Sede, bautizó a su
primogénito con el nombre de Pedro, Pedro I de Aragón y Pamplona.
Al
rey Pedro I, muerto sin hijos, le sucedió su hermano, Alfonso I el Batallador, quien a punto estuvo de lograr la unificación hispana
soñada por los Godos. Pero su matrimonio con la reina Urraca de Castilla terminó sin descendencia y en un auténtico
desastre. Como consecuencia de ello, el rey Alfonso decidió dejar
su reino a las Órdenes de Jerusalén.
En
Pamplona, la Nobleza, lejos de acatar el testamento de Alfonso I
se apresuró a elegir rey a García Ramírez el Restaurador,
uno de los nietos de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.
En Aragón se intentó algo semejante: los nobles designaron rey a Ramiro II, hermano menor de Alfonso I el Batallador, quien a la sazón era abad del monasterio de San Pedro el Viejo en Huesca.
Acuciado por los problemas que se acumulaban en Aragón, Ramiro I decidió casar a su hija y heredera, la reina Petronila de Aragón con el conde de Barcelona.
http://www.histo.cat/principal/Armand-de-Fluvia.-Del-Matrimonio-de-Ramon-Berenguer-IV-de-Barcelona-con-Petronila-de-Aragon
Ramón Berenguer IV era la persona más apta para resolver los problemas que
se cernían sobre Aragón y negociar con las órdenes de caballería,
pues era hijo de templario y hermano de la reina Berenguela, esposa
de Alfonso VII de Castilla, emperador de Hispania y sobrino del papa Calixto II.
Por otra parte, con este matrimonio, se pretendía resolver una vieja disputa que enfrentaba a las dinastías Sancha y Ramona, sobre los condados del Rosellón y de la isla de Cerdeña. Y sé bien lo que digo: condados godo-alanos de la Isla de Cerdeña, como figura en el Liber Feudorum Maiorum y en las crónicas de los países enfrentados a la Corona de Aragón por la cuestión sarda. Como hemos visto anteriormente, los condados sardos son tres: Oliva, Goceano y Quirra. Tendremos ocasión de tratarlos con mayor detalle en la segunda charla al abordar la cuestión del Reino de Mallorca y los Condados del Rosellón y Cerdeña.
Por otra parte, con este matrimonio, se pretendía resolver una vieja disputa que enfrentaba a las dinastías Sancha y Ramona, sobre los condados del Rosellón y de la isla de Cerdeña. Y sé bien lo que digo: condados godo-alanos de la Isla de Cerdeña, como figura en el Liber Feudorum Maiorum y en las crónicas de los países enfrentados a la Corona de Aragón por la cuestión sarda. Como hemos visto anteriormente, los condados sardos son tres: Oliva, Goceano y Quirra. Tendremos ocasión de tratarlos con mayor detalle en la segunda charla al abordar la cuestión del Reino de Mallorca y los Condados del Rosellón y Cerdeña.
baile sardo
Volviendo
a centrarnos en el tema que nos ocupa, las capitulaciones
matrimoniales pactadas entre el conde de Barcelona y el rey de Aragón
son claras, sujetas al derecho de la época y poco interpretables, a
pesar de las especulaciones de muchos cronistas, sólo achacables a
su ignorancia jurídica.
En ellas se estipuló que Ramón Berenguer IV de Barcelona ejercería la REGENCIA aragonesa en nombre de su esposa con el título de Príncipe de Aragón / Año 1151: Ego, Raimundus, comes Barchinonensis et princeps regni Aragonis (Biblioteca Provincial de Tarragona, Llibre Blanch de Santes Creus, Cart., fol. 108 vº)/. http://www.armanddefluvia.com/articulos/detalle/98
También quedaron reguladas las correspondientes armas y el uso que de ellas debía hacerse. Sobre las armas de los reyes de Aragón no cabe la menor duda y coinciden con las que se reproducen en los mausoleos reales de San Juan de la Peña. En cuanto a las barras alanas dice que son armas del Condado de Barcelona. En efecto, eran las armas aportadas por la condesa Dulce de Provenza a su matrimonio con Ramón Berenguer III. Aunque dichas armas condales hay que distinguirlas de la posterior señal real de los reyes de Aragón en una serie de detalles y orígenes.
señal real de Aragón (pdf)
https://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/19/73/_ebook.pdf
En ellas se estipuló que Ramón Berenguer IV de Barcelona ejercería la REGENCIA aragonesa en nombre de su esposa con el título de Príncipe de Aragón / Año 1151: Ego, Raimundus, comes Barchinonensis et princeps regni Aragonis (Biblioteca Provincial de Tarragona, Llibre Blanch de Santes Creus, Cart., fol. 108 vº)/. http://www.armanddefluvia.com/articulos/detalle/98
También quedaron reguladas las correspondientes armas y el uso que de ellas debía hacerse. Sobre las armas de los reyes de Aragón no cabe la menor duda y coinciden con las que se reproducen en los mausoleos reales de San Juan de la Peña. En cuanto a las barras alanas dice que son armas del Condado de Barcelona. En efecto, eran las armas aportadas por la condesa Dulce de Provenza a su matrimonio con Ramón Berenguer III. Aunque dichas armas condales hay que distinguirlas de la posterior señal real de los reyes de Aragón en una serie de detalles y orígenes.
señal real de Aragón (pdf)
https://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/19/73/_ebook.pdf
Según
lo estipulado en las capitulaciones, Ramón Berenguer IV sólo podría
ceñirse la Corona de Aragón en caso de no engendrar sucesor y
sobrevivir a la reina Petronila. No hubo lugar. El conde de Barcelona
se casó con la heredera de Aragón en 1150 y tuvieron cinco hijos,
de los que cuatro les sobrevivieron. Por tanto, reitero, Ramón
Berenguer IV, únicamente, y a título de Príncipe de Aragón, fue
REGENTE de Aragón en nombre de su esposa, la reina Petronila.
Heredó el trono su hijo, Alfonso II de Aragón, del linaje de los Ramones de Barcelona, pero de la dinastía Aragón, apellido que él y todos sus descendientes lucieron con sumo orgullo. Ninguna unión se había producido entre el Condado de Barcelona y el Reino de Aragón, por la sencilla razón de que era jurídicamente imposible. Aragón era un estado soberano e independiente en tanto el Condado de Barcelona era feudo del rey de Francia.
Todas las conquistas realizadas por el regente de Aragón y por los miembros de su linaje, que con posterioridad ocuparon el trono de Aragón, tuvieron que hacerse forzosamente en nombre de Aragón.
De haberse hecho en nombre del
Condado de Barcelona habrían pasado directamente al rey de Francia.
La situación sólo varió tras la trágica cruzada contra los cátaros en cuya defensa murió, excomulgado, el rey Pedro II de Aragón.
idioma aragonés en 1196, als presentz |
Su hijo, Jaime I el Conquistador, firmó un tratado con el rey de Francia en Corbeil, el día 11 de mayo de 1258, por el que los condados franceses del Sur de los Pirineos pasaban a formar parte del Reino de Aragón. Este tratado, junto con las conquistas de Valencia y de Mallorca ganadas para Aragón en su reinado, obligó al rey Jaime I a redactar un testamento que daría muchos problemas.
Marisa Azuara
http://www.academia.edu/3040304/Los_testamentos_de_Jaime_I_de_Arag%C3%B3n_._Repartos_territoriales_y_turbulencias_pol%C3%ADticas._2009_
Uno
de los textos capitales para el conocimiento de la táctica romana
durante el Bajo Imperio es este pequeño fragmento conservado de la
obra de Arriano. El tratado versaba de lo acontecido durante la
campaña llevada adelante contra un ejército alano que había
irrumpido por la frontera Armenia durante los primeros años del
siglo II de nuestra era, durante el reinado de Adriano.
Ya
era hora de pasar al español este corto (lo conservado) pero
apasionante trabajo.
Mapa:
La frontera romana en Capadocia. Se señalan los lugares de origen de
algunas de las unidades que participaron en la campaña así como las
bases de las dos legiones que defendían la frontera.
CONTRA
LOS ALANOS.
En
la vanguardia del ejército deben ir los exploradores montados, en
dos grupos, cada uno con su propio comandante. Detrás de estos los
arqueros a caballo PETREANOS, estos también en dos divisiones y
encabezados por los decuriones. En la retaguardia debe ser desplegado
el ala (caballería) de los Aurianii, con ellos, y comandados por
Daphne el Corintio, el IV destacamento de Raetia. Detrás de estos
los del ala Colonists. Estacionados a sus lados deben ser desplegados
los iturianos y cirineos, más los de la I de Raetia. Demetrio debía
comandar todas estas unidades. Detrás de ellos la caballería
germana, desplegados en dos divisiones, y un centurión como
comandante, concretamente el centurión a cargo del campamento (el
praefectus castrorum).
Detrás
de estos la infantería, con sus estandartes, y encabezando la
marcha, los italianos comandados por Pulcher y los praesentii de los
cireneos. Es el mismo Pulcher, quien esta a cargo de los italianos,
el que debe comandarlos a todos. Detrás de ellos debían desplegarse
los bosforianos a pie comandados por Lamprocles, y en su retaguardia
los númidas bajo el mando de Verus. La formación debía ser de
cuatro hombres por fila. Los arqueros debían estar al frente de sus
propias formaciones. La caballería perteneciente a las diferentes
unidades debían guardar los flancos de la formación Detrás de
ellos debían ir la caballería de la guardia y Detrás la caballería
legionaria, luego la artillería, y luego el estandarte de la XV
Legión y junto a él el comandante de la Legión, Valens, y su
adjunto, acompañados por los tribunos y centuriones de la primera
cohorte. Frente al estandarte debían desplegarse la infantería con
jabalina. Estos hombres a pie debían desfilar también en fila de a
cuatro. Tras la XV Legión debía situarse el estandarte de la XII
Legión (10) con sus tribunos y centuriones a su alrededor, también
en formación de a cuatro.
Detrás
de la infantería pesada debían ir las fuerzas aliadas: las fuerzas
pesadas de la pequeña Armenia, de Trapezus, de los colcos y los
jabalineros rizios (1). Después la infantería de Apulia. Secundinus
quien es el comandante de los apulios, debía encabezar la fuerza
aliada. Tras ellos el tren de bagaje. El ala de dacios con su
comandante situada en su retaguardia.
Centuriones
especialmente escogidos deben encargarse de mantener en buen orden la
marcha de la infantería en los flancos de la formación. La
caballería galata debe marchar a los dos lados en una singular fila
como guardia de flanco junto con la caballería italiana. Sus
comandantes deben estar también situados en los flancos.
El
comandante general, Jenofonte (4), debía marchar la mayor parte del
tiempo junto a los estandartes de la infantería, e ir a caballo
junto a la formación en marcha, vigilando detenidamente que se
guarde la formación y ordenando a los que no la mantuviesen que
regresasen a la misma, y animando y recompensando a los que marchan
en correcto orden y disciplina.
Este
(el expuesto) debía ser el orden de marcha.
Al
llegar al sitio planeado, toda la caballería debía circular
alrededor del lugar para crear un perímetro, mientras que los
exploradores son enviados a las posiciones mas altas para advertir de
cualquier presencia enemiga. Luego debían armarse (2) y colocarse
las armaduras para posteriormente situarse en sus posiciones de
batalla. El despliegue de combate debe ser lo siguiente. En cuanto a
la infantería (debían mantenerse formados sobre un talud existente
sobre el terreno, es decir, sobre una elevación) tiene que ser en
este orden: En el flanco derecho debían desplegar los armenios con
sus mandos correspondientes, Vasakes y Arbelos, manteniendo la parte
más extrema del flanco, porque todos son arqueros. Posicionados
frente a ellos la infantería italiana. El comandante de todos estos
debía ser Pulcher, quien esta a cargo de los italianos. Los
armenios, Vasakes y Arbelos, con su caballería e infantería debían
prestarles su apoyo.
En
el flanco izquierdo los aliados de la pequeña Armenia y los
ligeramente armados de Trapezus con los jabalineros rizios, que
debían desplegarse en la parte mas extrema del flanco. Desplegados
frente a ellos los doscientos apulios y cien cirineos para que estas
fuerzas pesadas les sirviesen de defensa y refugio, lanzando entonces
sus jabalinas sobre las cabezas de estos al situarse tras ellos en un
terreno mas elevado. La infantería de la XV Legión debía
desplegarse en el centro y parte del flanco derecho por ser las
fuerzas más numerosas del ejército. La infantería de la XII Legión
debían mantener espacio que quedaba en la izquierda hasta llegar al
flanco. Debían desplegarse en ocho de fondo y en orden cerrado.
Tras
las cuatro primeras filas de legionarios se coloca una línea de
arqueros, de los que disponen de puntas de flecha de hierro muy finas
(3). Y los que estén más enfrente debían estar en guardia para que
cuando los enemigos se acerquen a cierta distancia poder disparar con
seguridad sobre los pechos de los caballos alanos. Esos que están en
la segunda, tercera y cuarto rango de la formación (5) tienen que
tener sus flechas preparadas para dispararlas, si es posible, dañando
tanto a los caballos como a sus jinetes tratándolo de poner a este
fuera de combate. Las siguientes filas debían ser jabalineros, la
novena fila tras ellos debían ser arqueros a pie los de Numidia,
Cirene, Bósforo e Iturea. La artillería debía desplegar en cada uno
de los flancos para disparar sobre los atacantes a la mayor distancia
posible, situada, eso sí, a cubierto detrás toda la formación.
Toda
la caballería desplegara junta en ocho alas y escuadrones, debe
estar al lado de la infantería a los flancos teniendo los
pesadamente armados y los arqueros como pantalla. Dos compañías y
en el centro de la formación. seis compañías, -FALTA TEXTO, LAGUNA
EN EL TEXTO ORIGINAL-, los arqueros a caballo dispuestos entre ellos
tienen que formar cerca a la línea de batalla para disparar por
encima de ella. Los jabalineros, arqueros, infantería armada con
espada (ligera??) y los armados con hacha debían vigilar ambos
flancos y esperar la señal. La caballería escogida debe formar
junto al general con doscientos legionarios, la guardia y los
centuriones, añadidos a la caballería escogida y los comandantes de
la propia guardia, también los decuriones de élite de infantería.
Debía haber con él -FALTA TEXTO, LAGUNA EN EL TEXTO ORIGINAL- cien
jabalineros ligeros para acompañar a la caballería. El mando del
flanco derecho junto con la caballería estará a cargo de Valens,
comandante de la XV legión. Los tribunos de la XII debían hacer lo
mismo a la izquierda.
Una
vez así desplegados, debía haber un silencio absoluto hasta que los
enemigos se coloquen a tiro de los arqueros, entonces debe lanzarse
el grito de guerra, lo más fuerte e intimidador posible. Es el
momento de hacer uso de la artillería de largo alcance, flechas
pesadas (escorpiones) y las piedras (onagros, catapultas), así como,
de estar a tiro, los arqueros y jabalineros, tanto ligeros como los
más pesadamente armados. Las piedras debían ser también lanzadas
sobre los enemigos por las fuerzas aliadas que se encuentran en las
posiciones más elevadas (6). Toda la lluvia de proyectiles debe
estar lanzándose de todos los lados para que su concentración
provoque el pánico en los caballos y destruya la formación enemiga.
Mediante esta descarga masiva de proyectiles se espera que los
escitas (alanos) no consigan acercarse a las primeras líneas
romanas, es decir, a la línea de batalla. Si a pesar de ello, los
atacantes atraviesan esta pantalla de proyectiles, las tres primeras
filas de infantería (legionarios) deberán cerrar filas hasta
tocarse hombro con hombro y recibir la carga lo más fuertemente
posible (7) . El cuarto rango lanzara sus jabalinas y el primer
rango, una vez detenida la carga enemiga, atacara con sus espadas al
toque y sin descanso (8). Después de rechazar al enemigo y si hay
una clara ruptura de este, las unidades de infantería retrocederán
dando paso a la caballería, pero no todos los escuadrones, sino la
mitad de ellos, los que están enfrente deben ser los primeros en
avanzar, la otra mitad debe seguirles en perfecta formación. y sin
desorganizarse, con tranquilidad para que puedan continuar la
persecución con los caballos frescos en el caso que el enemigo se
retire finalmente en desorden, o para el caso de que estos den la
vuelta y vuelvan a atacar que puedan asistir así a los que son
perseguidos. Al mismo tiempo los arqueros armenios deben avanzar
disparando sus arcos para prevenir cualquier reorganización del
adversario al tiempo que la infantería ligera, armada de jabalinas,
deben también avanzar a la carrera. La formación. de infantería no
debe mantener sus posiciones, debe ahora avanzar a paso rápido para
que pueda ser esta base de defensa para la caballería llegado el
caso de tener esta que replegarse rápidamente ante un contraataque
enemigo.
Esta
es la táctica a llevar adelante en el caso de que los alanos estén
en retirada. Ahora bien, si estos se dan la vuelta y se dirigen hacia
los flancos los arqueros situados en ellos deben extender la
formación. hacia los lados. No creo que pese a que los flancos se
hagan mas débiles al extenderlos hacia el exterior puedan tampoco
los enemigos irrumpir a través de ellos y así cortar nuestras
líneas No obstante, si ganan en alguno de los flancos los jinetes
necesariamente expondrían sus flancos en ángulo recto. En ese caso
los de caballería deben inmediatamente cargar a espada y hacha. Lo
escitas siendo armados ligeramente y teniendo caballos sin
protección(9)...... FIN DEL TEXTO
Notas..
(1)
Como vemos la mayoría de los auxiliares son tropas locales, de la
zona amenazada.
(2)
Se entiende que durante la marcha las tropas se conducen sin vestir
ni las corazas o armaduras ni las armas mas pesadas. Marchan por
territorio amigo, se debe aclarar.
(3)
Se da a entender que este tipo de proyectil esta pensado para ser
disparado contra las monturas de los guerreros enemigos.
(4)
En realidad es nuestro autor, L. Flavio Arriano Jenofonte, gobernador
de Capadocia por aquellos días.
(5)
Por rango podríamos interpretar quizás formaciones, unidades
alineadas tras la inicial de 8 filas de infantería legionaria (más
una de arqueros ya comentada).. .
(6)
Deducimos por ello que se han situado unidades de artillería aliada
(extraño) en sobre el talud donde forma el ejército romano.
Unidades que hasta ahora no habían sido mencionadas.
(7)
La infantería de estas tres filas debe formar un duro parapeto
humano, lo suficientemente denso y fuerte como para poder resistir la
sin duda terrorífica carga de los jinetes adversarios, de no hacerlo
así el ejército romano podría correr el riesgo de ser derrotado.
(8)
Aquí se expone con claridad una de las principales armas tácticas
de la legión. en combate. Formando un frente compacto, escudo con
escudo, la infantería romana debe ahora limitarse a combatir con sus
gladius al toque, pinchando sin piedad a todo lo que se encuentra
frente a el, no hace falta perder el tiempo en apuntar o preparar el
golpe, la estocada debe ser continua, sin pausa. Por lo general sus
rivales llevan espadas mas largas y terriblemente incómodas para
luchar en espacios cerrados como son los que te encuentras al
realizar una carga contra una línea de infantería pesada que forma
y combate en orden cerrado. Los legionarios, una vez que comienzan la
refriega de esta manera es prácticamente imposible que sean
derrotados, al menos frontalmente. Arriano, como vemos, pone el
énfasis en que las tropas mantengan esta disciplina de combate.
(9)
Todo esto lo interpreto como que de ser rebasadas las líneas y ante
el peligro de que las formaciones de caballería queden expuestas a
un ataque de flanco, deben cargar sobre los atacantes con la
intención de llegar a atraparlos en el combate cuerpo a cuerpo, pues
aventajan a sus enemigos en este tipo de lucha, al disponer de una
caballería mas pesada. Sus oponentes, que como suele ser usual en
este tipo de pueblos nómadas, manejan un armamento mas liviano y
adecuado para el combate a distancia o el de golpe y contragolpe.
(10)
Es la Legio XV Apollinaris, al mando de M. Vettius Valens, y supongo
que tan solo unas vexillationes de la XII Fulminata, pues la mayor
parte de la unidad se encuentra combatiendo en Judea (es la revuelta
de Bar Kocheba), se da por supuesto que estaban estas unidades al
mando de su Tribuni Angusticlavii.
En
cuanto a las unidades de auxiliares que nos son conocidas y que
participan en la campaña: Las alae I Augusta Gemina Colonorum, y la
II Ulpia Hispana Auriana. Más las cohortes Ituraeorum, I
Bosporanorum, I Germanorum milliariae, I Italica, I Numidiarumequitata, I Raetorum, III Cyrenaica.
1.
Alanliao 阿蘭聊
[A-lan-liao]
(nada que ver con « ya la han liado » = the Alans.
It was recognised very early on that the Yancai 奄蔡
and the
Alans of the Chinese accounts must refer to the Aorsi and the Alani
of the Classical authors. Not only are the names very similar, and
they occupied the same region between the Caspian and Black seas, but
the timing of the appearance of the name of the Alan / Alani people
corresponds in both Chinese and Western accounts. See, for example,
Chavannes (1905), p. 558, n. 5.
These
correspondences have been discussed at length by many authors and may
be taken as certain, so I won’t bother repeating all the evidence
here. Those who would like to read further on the subject should
check the discussions in: Pulleyblank (1963), p. 220; CICA (1979), p.
129, n. 318; Zadneprovskiy (1994), pp. 467-468; and Leslie and
Gardiner (1996), pp. 258-259.
There
is extensive and convincing numismatic and archaeological evidence
for the early use of a trade route linking the northern Black Sea
with Central Asia, China and India dating back to at least the 2nd
century BCE, and probably earlier. See, for example, the excellent
summary of the evidence in Mielczarek (1997).
I thought that it would be of interest here to quote Strabo’s account of the Aorsi because it contains the earliest historical reference we have to the use of the northern route around the north of the Caspian Sea to the Sea of Azov by camel caravans from the East:
“The next peoples to
which one comes between Lake Maeotis [the Sea of Azov] and the
Caspian Sea are nomads, the Nabianai and the Panxini, and then next
the tribes of the Siraces and the Aorsi. The Aorsi and the Siraces
are thought to be fugitives from the upper tribes of those names and
the Aorsi are more to the north than the Siraces. Now Abeacus, king
of the Siraces, sent forth twenty thousand horsemen at the time when
Phrarnaces [II – Anatolian king of Pontus and son of Mithradates VI
Eupator] held the Bosporus [between 63 and 47 BCE]; and Spadines,
king of the Aorsi, two hundred thousand; but the upper Aorsi sent a
still larger number, for they held dominion over more land, and, one
may almost say, ruled over most of the Caspian coast; and
consequently they could import on camels the Indian and Babylonian
merchandise, receiving it in their turn from the Armenians and the
Medes, and also, owing to their wealth, could wear golden ornaments.
Now the Aorsi live along the Tanaïs [the Don], but the Siraces live
along the Achardeüs [the Kuban] which flows from the Caucasus and
empties into Lake Maeotis.” Strabo (c. 23, XI. v. 8.
I
will include here the roughly contemporaneous account of the Yancai
奄蔡
[Yen-ts’ai]
from the Hanshu for comparison:
“It
is said : “Some 2000 li [832 km] to the north-west from K’ang-chü
is the state of Yen-ts’ai. The trained bowmen number 100000. It has
the same way of life as K’ang-chü. It is situated on the Great
Marsh, which has no [further] shore and which is presumably the
Northern Sea.” CICA pp. 129-130.
Both the Shiji and the Hanshu place Yancai 奄蔡 [Yen-ts’ai], literally: ‘Vast steppe,’ almost 2,000 li (832 km) to the northwest of Kangju, near a great marsh. This is supported by the fact that it seems likely that the Tashkent oasis was the centre of Kangju, and travelling 832 km to the northwest of Tashkent brings one to the region of the lower Syr Darya (Yaxartes) plain, just before the river empties into the Aral Sea. Zadnesprovskiy (1994), p. 463, also places the Yancai in the region of the Aral Sea. It seems that by the time of the Hou Hanshu they had moved, or extended, as far as the lands to the north of the Black Sea.
Chavannes
(1907), p. 195, n. 2, believes the text of the Hou Hanshu here is
mistaken. The Weilue only includes the first two characters of 阿蘭聊,
a and lan, in the name of this kingdom. He suggests that the last
character here, 聊,
liao, should be read as the similar-looking 柳
liu
[‘willow’] which is listed as a separate kingdom in the Weilue:
“Then
there is the kingdom of Liu, the kingdom of Yan (to the north of
Yancai), and the kingdom of Yancai (near the mouth of the Syr Darya),
which is also called Alan. They all have the same customs as those of
Kangju (Tashkent plus the Chu, Talas, and middle Jaxartes basins). To
the west, they border Da Qin (Roman territory), to the southeast they
border Kangju.
These
kingdoms have large numbers of famous sables. They raise cattle and
move about in search of water and grass. They are close to a big
marsh (to the northeast and north of the Aral Sea). Previously they
were vassals of Kangju. Now they are no longer vassals.”
“...
HHSCC Mem. 78.16b, remarks that the country was a dependency of
K’ang-chü, that the dress and the customs of the people, who lived
in towns, were identical with those of K’ang-chü, that the climate
was mild, and that there were many fir-trees. The memoir adds, that
Yen-ts’ai later adopted the name of A-lan-liao....” CICA, p. 129,
n. 316.
It
is clear from the text that Yancai had recently allied itself to, or
joined with, the Alan tribes who stretched west past the Caspian, and
were in regular contact with Roman-controlled cities via the Sea of
Azov and the Black Sea.
“Now
there was the nation of the Alani, which we have formerly mentioned
somewhere as being Scythians, and dwelling about the Tanais [River =
the Don] and the Lake Maeotis [the Sea of Azov]. This nation about
this time [73 CE] laid a design of falling upon Media and the parts
beyond it, in order to plunder them ; with which intention they
treated with the king of Hyrcania ; for he was master of that passage
which king Alexander [the Great] shut up with iron gates. The king
gave them leave to come through them: so they came in great
multitudes, and fell upon the Medes unexpectedly, and plundered the
country which they found full of people, and replenished with
abundance of cattle, while nobody durst make any resistance against
them ; for Pacorus, the king of the country, had fled away for fear,
into places where they could not easily come at him, and had yielded
up everything he had to them, and had only saved his wife and his
concubines from them, and that with difficulty also, after they had
been made captives, by giving them an hundred talents for their
ransom. [The Alans then also defeated Armenia]. So the Alani, being
still more provided by this fight, laid waste the country, and drove
a great multitude of the men, and a great quantity of other prey they
had gotten out of both kingdoms along with them, and then returned
back to their own country.” Josephus (75-79 CE), p. 264: VII. 7, 4.
“The
third major nomadic state, that of the Yen-ts’ai, was situated in
north-western Central Asia in the steppe around the Aral Sea and the
northern shores of the Caspian, where it was in contact with the
world of the Sarmatians. The nomadic population of this region
belonged to the Sarmatian group of tribes which replaced the
Scythians around the turn of the third century B.C. During the second
century B.C., a new major grouping of Sarmatian tribes, of which the
chief were the Siraci and Aorsi, appeared on the steppes between the
Caspian and the Tanais (the River Don), as Strabo describes. Abeacus,
King of the Siraci, could mobilize 20,000 horsemen (at the time when
Pharnaces was lord of the Bosporus), while Spadinus, King of the
Aorsi, commanded as many as 200,000 and the Upper Aorsi even more.
That explains their camel caravan trade in Indian and Babylonian
goods which they procured by barter from the Armenians and the Medes
(Strabo XI.5.8).
It
is evident from this text that the Aorsi and their kinsmen, the Upper
Aorsi, were tribes of Sarmatian origin and were masters of the lands
lying along the coast of the Caspian Sea. The precise eastern
boundaries of the Aorsi are unknown, but their influence probably
extended to the Aral Sea. They were a great military power and for
almost three centuries, until the arrival of the Alans, they played a
major role in events of the northern Pontic region. King Eunonus of
this tribe was an ally of Mithradates VII (who ruled the Bosporus
from A.D. 40-44 and was considered a usurper by the Romans) in his
struggle against Rome, and offered him asylum after his defeat.
Strabo
refers to the established international trade links of the Aorsi with
the states of the Caucasus. They also controlled trade routes leading
from the Bosporus and other Black Sea states to Transoxiana and
China. According to Chinese sources, one of the branches of the Silk
Route – the Northern Route – passed through East Turkestan,
Ta-yüan and K’ang-chü, ending in the country of the Yen-ts’ai.
Chinese artefacts from archaeological excavations provide concrete
evidence of the use of this route during the first few centuries A.D.
Scholars generally identify the Aorsi mentioned by the classical
writers with the Yen-ts’ai state of the Chinese sources.
The
Shih-chi states that Yen-ts’ai lies almost 2,000 li north-west of
K’ang-chü, and it is a nomadic country whose customs are like
those of K’ang-chü. Its army numbers over 100,000. It lies on a
large lake that does not have high banks – the Northern Sea.
This
independent nomadic state played a role of some significance in the
history of Transoxiana and the neighbouring localities along the
international trade route. It is not, therefore, surprising that the
Han Empire should have sent embassies there and fostered trade
relations. Eventually, in the first century B.C., Yen-ts’ai lost
its independence and became a dependency of K’ang-chü. According
to the Hou Han-shu:
‘The domain of Yen-ts’ai was renamed A-lan-ya, over which K’ang-chü held sway.’ Another country to lose its independence was Yen, which paid tribute in furs. Many scholars seek to identify A-lan-ya (or A-lan-liao) with the Aorsi and Alans of the ancient sources. It should be noted that the appearance of the name A-lan-ya in the Hou Han-shu coincides with the emergence of the Alan tribes on the political stage.” Zadneprovskiy (1994), pp. 465-467. See also: Teggart (1939), pp. 197, 199, 203-205; Chapter 13 on the Alans, in Pelliot (1959), pp. 16-25; Pulleyblank (1962), pp. 99, 220; (1968), p. 252; (1999), p. 74.
2.
Di 地 [Ti]
may be a transcription of a local name but, as its meaning is
‘place,’ ‘locality,’ ‘earth,’ the term dicheng could just
mean something like ‘walled place.’
- Baicao = ‘White grass’ or ‘White herb’ = aconite, see note 5.3 above.
Arriani
Nicomediensis Scripta Minora. Arrian. Rudolf Hercher. Alfred
Eberhard. in aedibus B. G. Teubneri. Leipzig. 1885. Keyboarding.
https://en.wikipedia.org/wiki/Benedictus_Gotthelf_Teubner
ἡγεῖσθαι
μὲν τῆς πάσης στρατιᾶς τοὺς κατασκόπους
ἱππέας ἐπὶ δυοῖν τεταγμένους σὺν τῷ
οἰκείῳ ἡγεμόνι. ἐπὶ τούτοις δὲ τοὺς
ἱπποτοξότας τοὺς Πετραίους, καὶ τούτους
ἐπὶ δυοῖν. ἀγόντων δὲ αὐτοὺς οἱ
δεκάδαρχοι. ἐπὶ δὲ τούτοις ἐπιτετάχθων
οἱ ἀπὸ τῆς ἴλης ᾗτινι Αὐριανοὶ
ὄνομα. συντετάχθων δὲ αὐτοῖς οἱ τῆς
σπείρας τῆς τετάρτης τῶν Ῥαιτῶν, ἧς
ἄρχων Δάφνης Κορίνθιος, ἐπὶ τούτοις
δὲ οἱ ἀπὸ τῆς ἴλης ᾗ ὄνομα Κολῶνες.
συντετάχθων δὲ αὐτοῖς Ἰτουραῖοι καὶ
Κυρηναῖοι καὶ οἱ ἀπὸ τῆς πρώτης
Ῥαιτικῆς.
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