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Imágenes al final y en la web original.
Francisco Franco disfruta todavía de no pocos seguidores en nuestro país, algo perfectamente visible cuando uno examina el panorama político y la actitud de determinados partidos ante la Ley de Memoria Histórica impuesta por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero:
PSOE, IU, Podemos, PP o Ciudadanos. Todos ellos comparten una característica fundamental: se trata de partidos de izquierdas, si bien algunos como el PP son prácticamente unos recién llegados a ese lado del espectro político. Comparten, además, otra característica esencial: están muy contentos de que Franco haya sido un dictador, pues esto les permite subir nuestros impuestos con excusas tan dispares y rocambolescas como, entre otras insensateces, cambiar los nombres de “calles franquistas”, rotular en catalán o imponer una “educació en català”. Todo ello en valiente lucha contra un régimen cuyo máximo representante Franco, lleva muerto cuarenta años.
20 de noviembre de 1975
Dicen estos francófilos que Franco fue un malvado dictador. Y de derechas, para más inri. Y quien menos se parece a un dictador de derechas, sino que es más bien todo lo contrario, alguien de izquierdas, ¿no va a ser bueno? Si no les suena el argumento, les recomiendo que dejen a un lado el Manifiesto Comunista de Marx y echen un vistazo a la siempre actual Genealogía de la Moral de Nietzsche, cuya metáfora entre los corderos y el hombre débil y enfermizo surgido en el seno del cristianismo bien podría aplicarse a aquellos que hoy siguen esa religión secular llamada marxismo, una ideología que guarda enormes semejanzas con la secta de los nazarenos.
Entre las pantomimas que a todos nos han inculcado en Cataluña desde la infancia se encuentra la ficticia prohibición franquista de la lengua catalana, un agravio que se ha convertido en dogma indiscutible y cuya negación le vale a cualquiera el calificativo de franquista. No obstante, los hechos demuestran que durante la dictadura el gobierno español no sólo defendió la lengua catalana, sino que permitió que esta floreciese con absoluta libertad en el mundo de las artes. Así, durante el franquismo existieron, por ejemplo, editoriales especializadas en la tan vilipendiada lengua como Selecta (1946) o Edicions d’Aportació Catalana (1962) y productoras discográficas catalanas como Edigsa o Concèntric, además de realizarse habitualmente conciertos, películas, obras de teatro e, incluso, tesis doctorales en catalán.
Uno de los ejemplos más notables de la falsedad de la afirmación que aquí pretendemos refutar –que la lengua catalana sufrió represión durante el franquismo–, ha sido ya comentado en esta página web. Se trata de una noticia que apareció en La Vanguardia el 30 de marzo de 1969, en pleno franquismo, en referencia a la condena a Néstor Luján, director de la revista Destino, por permitir la publicación de una carta en la que se atacaba la lengua catalana.
Pero el entorno en donde el catalán brilló con más fuerza fue sin duda el de la literatura. Cientos de libros fueron legalmente publicados en estos años sin que sus autores o editores sufrieran persecución alguna, como demuestra el simple hecho de que se incluyese en los mismos la dirección física de la editorial en la Ciudad Condal, Manresa o Reus, entre otras. Libros no sólo en catalán, sino también sobre lengua catalana y destinados a su enseñanza. / También hay para el mallorquín y valenciano durante la dictadura de Franco /
El hecho de que estos libros permanezcan ignorados, no sólo evidencia cuán grande es la desmemoria histórica de los catalanes, sino que constata una vez más que el verdadero enemigo de la lengua y de la cultura catalana no es Franco, sino el nacionalismo catalán. Ellos han intentado borrar de la historia de la literatura y de las artes todos estos volúmenes para así inventarse su particular “Cosa Nostra” con la que enriquecerse a costa del contribuyente. A continuación mostramos una breve galería de algunas de las muchas obras que el lector curioso podrá localizar fácilmente en cualquier biblioteca universitaria catalana.
1. Martín de Riquer (ed.). Obras de Pero Martínez. Escritor catalán del siglo XV, CSIC, Barcelona, 1946.
[Edición barcelonesa de las obras del escritor catalán Pero Martínez, prologadas en español, con texto en el catalán original del s. XV.]
2. Josep Miracle, Gramàtica catalana, Tallers Gràfics de la S. G. De P., Barcelona, 1951.
[Segunda edición de la Gramàtica catalana de Josep Miracle, publicada originalmente en febrero de 1938. En la primera página puede leerse “Tallers Gràfics de la S. G. De P., S.A. – Comte Borrell, 243-249 – Barcelona”.]
3. Antonio Badía Margarit, Gramática histórica catalana, Noguer, Barcelona, 1951.
[Gramática catalana publicada en lengua española en 1951, el mismo año de la reedición de la gramática de Josep Miracle, e impresa en Manresa. Además de reproducir un mapa lingüístico de lo que hoy se denomina “Países Catalanes”, en la pág. 10 de la introducción puede leerse lo siguiente: “Quiera Dios que la segunda mitad de este siglo que mañana empieza se caracterice por la continuación de las grandes obras que el catalán tiene entre manos”.]
4. Joan Alcover, Obres completes, Selecta, Barcelona, 1951.
[Edición de las obras completa de Joan Alcover en lengua catalana, con “prólogo de Miquel Ferrià y Joan Pons i Marquès” y “Nota bibliográfica, por Joan Pons i Marquès”. Esta obra fue impresa por “Tallers Gràfics ARIEL, S.L. – Carrer d’Aragó, 255 – BARCELONA”.]
Dos detalles del contenido del libro:
Izquierda: “Las cuestiones de lenguaje, importantes en todos los países, lo son más en Cataluña; mejor diría, en Cataluña vibran en el entorno del lenguaje cuestiones que en la mayoría de los pueblos no existen. No estamos aquí, por extraño que parezca, en posesión pacífica del órgano natural de expresión; y por eso el idioma, discutido y pleiteado, se encuentra, por así decirlo, en situación militante, y lleva espada y yelmo en defensa propia y en defensa de los derechos que representa”, en Joan Alcover, “Cultura de llenguatge” [Conferencia pronunciada el 12 de diciembre de 1916 en la Sala Mozart de Barcelona], en J. Alcover, Obres Completes, 1951, p. 244.
Derecha: “El catalán es, entre nosotros, la única expresión posible del escritor-artista”, en J. Alcover, “La llengua catalana és entre nosaltres l’única expresió possible de l’escriptor-artista” [Discurso del Primer Congreso Internacional de la Lengua Catalana en Barcelona, 1906], en J. Alcover, Obres Completes, 1951, p. 273.
5. Josep Miracle, La restauració dels Jocs Florals, Aymà, Barcelona, 1960.
[En 1960, diez años después de la reedición de su gramática catalana, Josep Miracle publica La restauració dels Jocs Florals en Barcelona, obra por la que le fue otorgado el “Premio Francesc Matheu del Instituto de Estudios Catalanes”.]
6. J. M.ª Arnavat, Els set pecats capitals, Arca, Barcelona, 1963.
7. J. M.ª Arnavat, Declaro pertot i enlloc. Poemes, Arca, Reus, 1963.
8. A. Bori i Fontestà, El trobador català, Millà, Barcelona, 1963.
[Primera edición de El trobador català de Bori, publicada por la Editorial Millà, sita en “Carrer de Sant Pau, 21 – Barcelona” e impresa por “Imprenta Muñoz. Constitución, 19 – BARCELONA”. Como puede verse en la imagen, la obra dispone tanto de número de registro como de depósito legal.]
9. Joseph Gulsoy, El Diccionario valenciano-castellano de Manuel Joaquín Sanelo. Edición, estudio de fuentes y lexicología, Sociedad Castellonense de Cultura, Castellón de la Plana, 1964.
[Joseph Gulsoy dedicó su tesis doctoral en 1961, bajo la dirección de Joan Corominas, al diccionario valenciano-castellano de Manuel Joaquín Sanelo, conservado en manuscrito. Su publicación en 1964 a cargo de la Sociedad Castellonense de Cultura contó con la financiación del “Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Banco de Valencia y la Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón”.]
10. Francesc Torres i Lloret, Apel·les, sóc aquí…, El Llibres d’Or, Tàrrega, 1966.
[Lujosa edición con portada dorada de Apel·les, sóc aquí… de Torres i Lloret, con prólogo de Josep Miracle. Esta obra fue editada e impresa por “F. Camps Calmer, editor – Sant Eloi, 2 – Tàrrega”.]
11. Josep Miracle, Diccionari català-castellà castellà-català, EDHASA, Barcelona, 1969.
12. Rosa Maria Arquimbau, La Pau és un interval, Pòrtic, Barcelona, 1970.
[La pau és un interval, de Rosa Maria Arquimbau, apareció en su primera edición en catalán en 1970, dentro de la colección de libro de bolsillo de la Editorial Pòrtic y fue impreso por “Talleres Gráficos Ibero-Americanos, S.A. – Provença, 86”].
13. Rosa Maria Arquimbau, Quaranta anys perduts, Club Editor, Barcelona, 1971.
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Joan Alcover, obres completes